En nuestro días, Dios está despertando a muchos hombres y mujeres a vivir en la sencillez y profundidad original de Su iglesia. Su Espíritu nos está convocando a reunirnos como simples hermanos entre hermanos, dispuestos a escucharnos, amarnos y edificarnos mutuamente sin denominaciones, jerarquías y estructuras que nos dividan. Dicho llamamiento toma su legitimidad del mismo Señor Jesucristo que es la Cabeza de la iglesia, pues Él es el fundamento exclusivo sobre el cual ella debe ser edificada.
« Solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos... Siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en Aquél que es la Cabeza, esto es, Cristo, de Quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor » Efesios 4:3-6,15-16
El Señor quiere ser conocido y reconocido como el centro real y absoluto de Su iglesia.
Llamamos a los redimidos y redimidas que viven en la ciudad de Los Andes, Chile, a reunirnos en Cristo Jesús, a fin de expresarlo a Él en toda Su plenitud como Su cuerpo, Su iglesia que anhela ser conformada a Su imagen, y Su novia que Le aguarda para ser reunida con Él por toda la eternidad.
Pero también llamamos a aquéllos que todavía viven lejos de Dios, no habiendo aún experimentado la salvación que por puro amor y por pura gracia Dios nos otorgó en la Persona de Su Hijo Jesús, a que se arrepientan y se conviertan de sus malos caminos al Dios único y verdadero, y reciban por la fe que es en Cristo Jesús perdón de pecados y herencia entre los santificados, pues, « Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel Varón a quien designó, dando fe a todos con haberLe levantado de los muertos » Hechos 17:30-31 « Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio » Hechos 3:19. Y he aquí, reciban por la fe a Jesucristo en sus corazones y sean hechos hijos de Dios, de acuerdo a Juan 1:12, « Mas a todos los que Le recibieron, a los que creen en Su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios », y sean añadidos a la Iglesia para que juntos perseveremos en la doctrina de los apóstoles del Señor, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo, según nos enseña el libro de los Hechos, cap. 2.
Amados todos, ¡Jesucristo es el Señor!
« Solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos... Siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en Aquél que es la Cabeza, esto es, Cristo, de Quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor » Efesios 4:3-6,15-16
El Señor quiere ser conocido y reconocido como el centro real y absoluto de Su iglesia.
Llamamos a los redimidos y redimidas que viven en la ciudad de Los Andes, Chile, a reunirnos en Cristo Jesús, a fin de expresarlo a Él en toda Su plenitud como Su cuerpo, Su iglesia que anhela ser conformada a Su imagen, y Su novia que Le aguarda para ser reunida con Él por toda la eternidad.
Pero también llamamos a aquéllos que todavía viven lejos de Dios, no habiendo aún experimentado la salvación que por puro amor y por pura gracia Dios nos otorgó en la Persona de Su Hijo Jesús, a que se arrepientan y se conviertan de sus malos caminos al Dios único y verdadero, y reciban por la fe que es en Cristo Jesús perdón de pecados y herencia entre los santificados, pues, « Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel Varón a quien designó, dando fe a todos con haberLe levantado de los muertos » Hechos 17:30-31 « Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio » Hechos 3:19. Y he aquí, reciban por la fe a Jesucristo en sus corazones y sean hechos hijos de Dios, de acuerdo a Juan 1:12, « Mas a todos los que Le recibieron, a los que creen en Su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios », y sean añadidos a la Iglesia para que juntos perseveremos en la doctrina de los apóstoles del Señor, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo, según nos enseña el libro de los Hechos, cap. 2.
Amados todos, ¡Jesucristo es el Señor!