Dios los bendiga
Jeremias 9:23-24
“Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar:
en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová.”
La doctrina de la reprobación claramente se menciona en las paginas de la Biblia y no podemos evitarla, ¿Por qué hemos de ocultarla? podemos hacer todo lo posible por negarla, aun unos la odian, pero no se dan cuenta que al odiarla están odiando a su propio creador. Es claro que para la mente humana esto es incomprensible no puede relacionar como un Dios de Amor es capaz de mostrar esta doctrina en su Palabra. Los que la aceptamos vemos en ella el incomprensible amor de Dios para nosotros los que creemos, y digo incomprensible, porque bien en ves de creer y aceptar al Señor como salvador pudiéramos haber sido en la actualidad unos asesinos, blasfemos, ladrones. Pero sabemos que Dios ha tenido misericordia de nosotros por habernos rescatado de nuestra vana manera de vivir y por su pura e infinita gracia y placer de su Voluntad nos ha rescatado y trasladado al reino de su amado Hijo en quien tenemos grandes y preciosas promesas.
Antes de exponer las razones y el porque de esta doctrina en este estudio nada exhaustivo porque hay mucho que se puede hablar al respecto, comenzare con unas aclaraciones:
PRIMERO: La doctrina de la reprobación no quiere decir que Dios se propuso tomar a criaturas inocentes, hacerlas impías, y luego condenarlas. La Escritura dice
"Mira, he hallado sólo esto: que Dios hizo al hombre recto, pero los hombres se han buscado muchas otras razones." (Ecl. 7:29). Dios no ha creado criaturas pecaminosas para poder destruirlas. A Dios no se le puede inculpar del pecado de Sus criaturas. La responsabilidad y la criminalidad son del hombre.
SEGUNDO: La doctrina de la reprobación no implica que Dios rehúsa salvar a personas que buscan sinceramente la salvación. La verdad es que los reprobados realmente no desean al Salvador. En él no ven nada atractivo para desearle. No vienen a Cristo. ¿Por qué entonces debe Dios forzarles a venir?. No se niega a nadie que viene a El. ¿Cómo, pues, puede Dios ser injusto en predestinar la condenación justa de ellos?. Recuerden, Dios es el creador del impío pero no de su iniquidad: él es el autor de su ser, pero no es el que le infunde su pecado.
TERCERO: De esta manera, el decreto de la reprobación de ningún modo contiende con la bondad de Dios. Aunque los no elegidos no sean los objetos de la benevolencia de Dios de la misma forma que son los elegidos, no obstante, no están del todo excluidos de ella. Gozan de las buenas cosas de la providencia (bendiciones no permanentes) en común con los propios hijos de Dios y a veces en grado superior a ellos. Mas la providencia no mejora al reprobado, ¿les guía la bondad de Dios al arrepentimiento? No, al contrario ellos, menospreciando Su bondad, paciencia y longanimidad, más por su dureza y corazón no arrepentido atesoran para sí ira para el día del juicio (Rom.2:4,5
. ¿Cómo, entonces, pueden quejarse por no ser hechos objetos de la benevolencia en las edades venideras de la eternidad?. Además, si al dejar a la totalidad de los ángeles caídos en su apostasía no contiende con la misericordia y la bondad de Dios (2Ped.2:4), mucho menos puede contender con las perfecciones divinas al dejar a muchos de la humanidad en sus pecados y condenarlos por eso.
PRECAUCION: Es imposible para nosotros, sea quien sea, durante esta vida presente, asegurar quienes son los réprobos. No podemos juzgar así a ningún hombre, no importa que tan vil sea. El pecador más malo puede estar incluido en la elección de gracia y un día ser vivificado por el Espíritu de gracia. Nuestra comisión es clara: ¡Predicad el Evangelio a toda criatura!. Si hemos obedecido, entonces seremos irreprensibles.
Si los hombres no prestan atención, la culpa es de ellos; con todo, "para Dios somos olor fragante de Cristo en los que se salvan y en los que se pierden, olor de muerte para muerte". (2Cor. 2:15,16).
**
Cada elección, evidente y necesariamente implica un rechazo. Si hay a quienes: "Dios ha escogido desde el principio para salvación" (2Tes. 2:13), entonces hay otros a quienes Dios no ha escogido para salvación. Si hay algunos que el Padre le dio a Cristo (Juan 6:37), entonces tiene que haber otros a quienes el Padre no le dio. Si hay unos cuyos nombres están escritos en el Libro de la vida del Cordero (Apoc. 21:27), entonces tiene que haber otros cuyos nombres no están escritos ahí.
Todos estamos de acuerdo de que Dios desde la fundación del mundo pre-conoció y previo todos los que recibirían a Cristo como su Salvador, así como los que no. Y si nuestro Dios sabia de antemano quienes no iban a creer ¿para que los trajo a este mundo dándoles la vida? Es claro que para ser condenados. ¿Pero porque? (mas abajo esta la respuesta)
A estos Dios no les negó la oportunidad de ser salvos simplemente ellos jamás quisieron venir a Cristo (y como iban a poder si nuestro Señor Jesucristo dice: “Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí...” Jn. 6:37 ¿dónde están los que el Padre no le dio a su Hijo?) estos prefirieron vivir en sus delitos y pecados a pesar del llamamiento general a TODOS los hombres, estos solos se condenaron Dios no los condeno solamente no hubo misericordia para ellos, no les dio el don de la fe. (Recuerden que los dones sobre todo el de la Fe salvadora la da Dios no la desarrolla el hombre, el hombre no puede producir dones.)
En otro punto... Por el espacio de casi dos mil años, la vasta mayoría de la humanidad quedó sin los medios de gracia, sin oír la predicación de la Palabra de Dios y sin ninguna revelación escrita de Su Voluntad. Por largos siglos Israel fue la única nación a quien Dios dio el privilegio de recibir una revelación especial de él mismo:
"En las generaciones pasadas Dios permitió que todas las naciones anduvieran en sus propios caminos" (Hech. 14:16). "Solamente a vosotros he conocido de todas las familias de la tierra" (Amós 3:2).
"Por mucho tiempo Josué tuvo guerra con todos estos reyes. No hubo ciudad que hiciese la paz con los hijos de Israel, excepto los heveos que moraban en Gabaón. Todo el resto lo tomaron en batalla,
esto provenía de Jehová quien endurecía el corazón de ellos, para que resistiesen con la guerra a Israel,
a fin de que fuesen destruidos sin que se les tuviese misericordia; para que fuesen desarraigados, como Jehová había mandado a Moisés". (Jos. 11:18-20).
No hay palabras más claras que estas. Aquí vemos un gran número de cananitas, cuyos corazones son endurecidos por el Señor, personas quienes él se propuso destruir, personas a quienes él no demostró ninguna misericordia. Claro que fueron malos, inmorales, idólatras, etc., pero ¿eran peores que muchos de los hombres que viven hoy día o muchos de los que vivieron en el pasado? ¡Claro que no! Entonces ¿Por qué no mando Jehová a Israel que instruyera a los cananitas a obedecer Sus leyes y servir al único Dios verdadero? Ciertamente la respuesta correcta es que él los tenía marcados para destrucción. Y si fueron marcados para destrucción, entonces así era su destino desde toda la eternidad.
"Todo lo ha hecho Jehová para su propio propósito; y aún al impío para el día malo" (Prov.16:4).
¿Pero, por qué? ¿No nos dice el apóstol Pablo sobre Faraón en (Rom. 9:17)? "Para esto mismo te levanté, para mostrar en ti mi poder y para que mi nombre sea proclamado por toda la tierra". Dios ha hecho al impío para qué, como propósito principal, él pueda demostrar su poder, es decir, demostrarlo dominando y destruyendo al enemigo más fuerte.
“El ha cegado los ojos de ellos y endureció su corazón, para que no vean con los ojos ni entiendan con el corazón, ni se conviertan, y yo los sane" (Juan 12:37-40).
Sobre Romanos 9 mucho se puede hablar pero de ello solo haré una pregunta:
¿Se preparó Esaú a sí mismo antes de su nacimiento?. ¿Se preparó el Faraón para destrucción, o le endureció Dios antes de mandar las plagas?.
Y si luego pregunta: ¿Por qué? La respuesta es: "para Su propia gloria", la gloria de Su justicia, poder e ira". Roberto Haldane dijo: "El peso de la respuesta del apóstol se halla en que el gran propósito de Dios en la elección y en la reprobación de los hombres, es aquella que es eminente sobre todas las cosas en la creación del hombre, a saber, Su propia gloria".
Escribiendo a los Tesalonicenses el apóstol declara: "Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo". (1Tes. 5:9). El decir que Dios "No nos ha puesto para ira" implica que hay otros que él ha puesto para ira, y si no fuera que las mentes de tantos que profesan ser cristianos, fueran tan ciegas, podrían ver claramente esta verdad.
"Piedra de tropiezo y roca de escándalo. Aquéllos tropiezan, siendo desobedientes a la palabra, pues para eso mismo fueron destinados". (1Ped.2:8). La frase “pues para eso mismo” hace referencia al tropezar en la Palabra y a la desobediencia. Dios afirma que hay quienes han sido "destinados" (la misma palabra griega que aparece en 1Tes.5:9), para desobediencia. Es nuestro deber aceptar el testimonio de la Santa Escritura.
No es nuestro deber entender sino creer todo lo que Dios ha dicho.
"Pero éstos, maldiciendo lo que no entienden, como animales irracionales que por naturaleza han sido creados para presa y destrucción, también perecerán en su perdición". (2Ped. 2:12).
"Porque algunos hombres han entrado encubiertamente,
los cuales desde antiguo habían sido destinados para esta condenación. Ellos son hombres impíos, que convierten la gracia de nuestro Dios en libertinaje y niegan al único Soberano y Señor nuestro, Jesucristo". (Judas 4).
En ves de querer entender, buscar y hacer compatibles las cosas difíciles de Dios con nuestra mente finita las profundidades de la mente del Dios infinito, debemos de aceptar tal cual es lo incomprensible de Dios y clamar junto con el Apóstol Pablo:
"¡Oh la profundidad de las riquezas, y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán incomprensibles son sus juicios e inescrutables sus caminos!. Porque: ¿Quién entendió la mente del Señor? ¿O quién llegó a ser su consejero? ¿O quién le ha dado a él primero para que sea recompensado por él?. Porque de él y por medio de él y para él son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén". (Rom.11:33-36).
Bendiciones
Pd. Para un estudio mas profundo ver:
http://www.graciasoberana.com/soteriologia/doctrinas_gracia/indice_doctrinas_de_gracia.htm