Desde mi infancia me ha llenado de ilusión vivir en gracia santificante.
¡La gracia! Es "la grandeza más grande" de los humanos. Es el don divino que nos hace hijos de Dios, miembros vivos del Cuerpo Místico de Cristo, y nos da, después de la muerte, la vida eterna en el cielo.
Los cristianos conscientes procuramos aumentar a lo largo de la vida esa
relación maravillosa con Dios por medio del amor, la oración, los sacramentos. Procuramos también ofrecer a los demás esta experiencia religiosa que nos llena de alegría y confianza en Dios.
Es nuestro gran tesoro, nuestra gran empresa: vivir en gracia santificante
y ayudar a otros en este cometido esencial.
"Que no habéis recibido el espíritu de siervos para recaer en el temor, antes habéis recibido el espíritu de adopción, por el que clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios." (Rom. 8,15-16) -- "Ved qué grande amor nos ha tenido el Padre, que ha querido que nos llamemos hijos de Dios y lo seamos en realidad". (1ª Jn.
3,1)
Pide por mí a Dios. Voy a ir D.m. el 13 de este mes de marzo a practicar el mes de Ejercicios Ignacianos. Algo que tenía ganas de hacer desde mi juventud, y ahora, recién jubilado, puedo practicar.Me acordaré de ti ante el Señor.
JM.Lorenzo
¡La gracia! Es "la grandeza más grande" de los humanos. Es el don divino que nos hace hijos de Dios, miembros vivos del Cuerpo Místico de Cristo, y nos da, después de la muerte, la vida eterna en el cielo.
Los cristianos conscientes procuramos aumentar a lo largo de la vida esa
relación maravillosa con Dios por medio del amor, la oración, los sacramentos. Procuramos también ofrecer a los demás esta experiencia religiosa que nos llena de alegría y confianza en Dios.
Es nuestro gran tesoro, nuestra gran empresa: vivir en gracia santificante
y ayudar a otros en este cometido esencial.
"Que no habéis recibido el espíritu de siervos para recaer en el temor, antes habéis recibido el espíritu de adopción, por el que clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios." (Rom. 8,15-16) -- "Ved qué grande amor nos ha tenido el Padre, que ha querido que nos llamemos hijos de Dios y lo seamos en realidad". (1ª Jn.
3,1)
Pide por mí a Dios. Voy a ir D.m. el 13 de este mes de marzo a practicar el mes de Ejercicios Ignacianos. Algo que tenía ganas de hacer desde mi juventud, y ahora, recién jubilado, puedo practicar.Me acordaré de ti ante el Señor.
JM.Lorenzo