


LOS ÁNGELES: GUARDIANES DEL PUEBLO DE DIOS
No son mitos. No son dibujos para libros de niños. Los ángeles de Dios son seres poderosos y reales, guerreros celestiales que cumplen misiones divinas a favor del pueblo de Dios.
En tiempos bíblicos detuvieron carros egipcios, y en nuestros días protegen ciudades, familias y caminos.
Y si eres hijo de Dios, ellos también están asignados para protegerte a ti!
UNA GUERRA, UN MILAGRO
Durante una de las guerras más tensas que vivió Israel, los enemigos apuntaban cañones de alta tecnología contra ciudades israelitas. Estos cañones eran modernos, precisos, y su alcance superaba los 30 kilómetros. Pero cada vez que disparaban, fallaban el blanco: muy lejos o muy cortos.
Más tarde, los israelitas capturaron esos cañones… y funcionaban perfectamente. ¿Qué pasó?
Los soldados no lo sabían, pero los creyentes lo entendieron: fueron los ángeles de Dios interviniendo a favor de Su pueblo. Invisibles, pero reales. Silenciosos, pero activos.

(Salmo 34:7)
DOS VERDADES QUE PUEDEN TRANSFORMAR TU VIDA HOY
I. GUARDA TU CORAZÓN

(Proverbios 4:23)
Dios te ordena custodiar lo más profundo de ti. Tu corazón es el centro de tu voluntad, pensamientos y decisiones.



II. ACTÚA CON TODAS TUS FUERZAS

(Eclesiastés 9:10)
Dios no quiere mediocridad en sus hijos. Él ha puesto dones, talentos y misiones en tus manos.




(Eclesiastés 11:4)
NO OLVIDES
- Hechos 12:1-17 — Pedro es liberado por un ángel
- Hebreos 1:14 — “¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?”
- Mateo 9:13 — “Misericordia quiero, y no sacrificio.”
- Lucas 12:35-37 — Bienaventurados los siervos que están atentos, listos para la acción.
CONCLUSIÓN:
Dios no te dejó solo.





"Gracias, Padre celestial, por encomendarme al cuidado de Tus ángeles. Hoy me levanto con poder, cuido mi corazón y actúo con todas mis fuerzas, porque Tú estás conmigo."
PREGUNTAS PARA MEDITAR
- ¿Estoy consciente del respaldo angelical que Dios ha asignado sobre mi vida?
- ¿Qué puertas estoy abriendo o cerrando en mi corazón? ¿Estoy filtrando bien lo que entra?
- ¿Estoy actuando hoy con todas mis fuerzas, o postergando el llamado que Dios me dio?