El amor entre Dios y sus criaturas es el Amor Sacro. Dios nos ama y debemos amar a Dios. El amor entre las criaturas de Dios es el Amor Profano. Dios nos pide que nos amemos entre nosotros (con amor puro y virtuoso).
Se dice que debemos amar a Dios y no a las cosas del mundo (que pueden arrastrarnos al pecado). No hay que poner la mente y el corazón en ellas. Pero el prójimo es algo que está en el mundo. Y el amor, respeto y admiración por la creación puede ser también amor a Dios.
¿Así debemos amar las cosas del mundo o no? ¿Cómo se puede encontrar el equilibrio; y la solución a esta aparente contradicción o paradoja?
Se dice que debemos amar a Dios y no a las cosas del mundo (que pueden arrastrarnos al pecado). No hay que poner la mente y el corazón en ellas. Pero el prójimo es algo que está en el mundo. Y el amor, respeto y admiración por la creación puede ser también amor a Dios.
¿Así debemos amar las cosas del mundo o no? ¿Cómo se puede encontrar el equilibrio; y la solución a esta aparente contradicción o paradoja?