Así es, Nuria.
Un primer aspecto en la autoestima del creyente es valorar su cuerpo. Nuestro cuerpo es una creación maravillosa de Dios, y cumple una misión divina. Gracias a nuestro cuerpo podemos aprender muchas cosas en esta vida terrenal, podemos servir a otros, podemos experimentar el placer y el dolor físico, con todas sus implicaciones en nuestro aprendizaje. Para quienes hemos engendrado hijos, la oportunidad de ser co-creadores con Dios.
Otro aspecto es el valorar nuestra mente. Nuestra capacidad para entender, para aprender cosas nuevas, para imaginar, para crear, y para trasmitir a los demás ideas. Por eso la importancia de glorificar a Dios a través del ejercicio de la ciencia y el arte.
Otro aspecto es el de nuestra experiencia de vida, nuestra biografía única. Ni el más grande de los héroes de la historia ha tenido las experiencias que a cada uno nos ha tocado vivir. Cada uno somos elegidos por Dios y especiales para Dios. Cada uno, permítaseme la expresión, somos para Dios como un Ungido, como un Enviado con una misión particular para un tiempo y espacio particular, no importa qué tan pequeño nos parezca. Tú, NuriaCristiana, tienes la oportunidad de lograr cosas que yo jamás lograré hacer, y viceversa.