QUERIDOS Hnos en Xto. (todos sin distinciones):
AMAR A DIOS
Amarás al señor tu Dios. Este primer mandamiento no está en los Diez de Moisés , los cuales hablan solamente de servir a Dios. Pero lo leemos en Dt 6,4.
Amar a Dios no es un mandamiento como los demás, pues los mandamientos señalan obras precisas que debemos cumplir o de las cuales debemos abstenernos, por ejemplo; descansarás el día del Señor, o no cometerás adulterio . En cambio en esto de amar a Dios, nunca terminan las exigencias.
Los mandamientos de la Biblia, especialmente los Diez mandamientos de Moisés, solamente expresan en forma clara las exigencias de nuestra conciencia. No debería ser necesario, mandarnos que no robemos o calumniemos a nuestro prójimo. Sin embargo es necesario enseñar esto a los niños y también a las personas poco escrupulosas. La ley, dice Pablo, no ha sido puesta para los buenos , sino para los que cometen el mal (1 Tim 1,9).
Algunas personas creen que son irreprochables porque cumplen los diez mandamientos de Moisés. Sería mejor decir que han llegado al nivel mínimo de moralidad, que Moisés exigió de un pueblo primitivo y poco responsable hace más de 30 siglos. En vez de fijarse en este catálogo para luego sentirse muy contentos de si mismos , deberían meditar el primer mandamiento, sin el cual los demás no significan nada.
Amarás a Dios con todo tu corazón. Lo amarás más que a tus seres queridos. Te desvivirás por El, te olvidarás de ti mismo para buscar en todo lo que a El más le gusta.
Lo amarás con toda tu alma , con toda tu inteligencia. Dedicarás lo mejor de tu inteligencia a conocerlo. Mirando a tu propia vida, tratarás de comprender como El ha guiado tus pasos. Mirando los acontecimientos mundiales y los sucesos diarios, procurarás entender como viene el Reino de Dios. Perseverando en la oración y la lectura Bíblica, pedirás a Dios que te comunique su propio Espíritu para conocer lo mejor.
Lo amarás con todas tus fuerzas Y porque, en eso , eres muy débil, pedirás la ayuda de Dios y tratarás de juntarte con los verdaderos servidores de Dios, usando los medios que la Iglesia pone a tu disposición.
El mandamiento de amar al prójimo como así mismo viene en segundo lugar porque no se puede ni entender bien, ni cumplir , donde no existe el amor a Dios. Pues Dios nos pide más que la solidaridad con el prójimo, más que la ayuda al que sufre. Debemos esforzarnos por ver al hermano tal como lo ve el Padre. Debemos procurarles lo que el Padre desea para él. Entre tantas obras buenas que podríamos hacer por el prójimo, debemos elegir aquellas que nos aconseja el Espíritu de Dios. Y todo eso requiere que tengamos primero el amor a Dios y el conocimiento de Dios.
Que Dios los bendiga
ABEL
AMAR A DIOS
Amarás al señor tu Dios. Este primer mandamiento no está en los Diez de Moisés , los cuales hablan solamente de servir a Dios. Pero lo leemos en Dt 6,4.
Amar a Dios no es un mandamiento como los demás, pues los mandamientos señalan obras precisas que debemos cumplir o de las cuales debemos abstenernos, por ejemplo; descansarás el día del Señor, o no cometerás adulterio . En cambio en esto de amar a Dios, nunca terminan las exigencias.
Los mandamientos de la Biblia, especialmente los Diez mandamientos de Moisés, solamente expresan en forma clara las exigencias de nuestra conciencia. No debería ser necesario, mandarnos que no robemos o calumniemos a nuestro prójimo. Sin embargo es necesario enseñar esto a los niños y también a las personas poco escrupulosas. La ley, dice Pablo, no ha sido puesta para los buenos , sino para los que cometen el mal (1 Tim 1,9).
Algunas personas creen que son irreprochables porque cumplen los diez mandamientos de Moisés. Sería mejor decir que han llegado al nivel mínimo de moralidad, que Moisés exigió de un pueblo primitivo y poco responsable hace más de 30 siglos. En vez de fijarse en este catálogo para luego sentirse muy contentos de si mismos , deberían meditar el primer mandamiento, sin el cual los demás no significan nada.
Amarás a Dios con todo tu corazón. Lo amarás más que a tus seres queridos. Te desvivirás por El, te olvidarás de ti mismo para buscar en todo lo que a El más le gusta.
Lo amarás con toda tu alma , con toda tu inteligencia. Dedicarás lo mejor de tu inteligencia a conocerlo. Mirando a tu propia vida, tratarás de comprender como El ha guiado tus pasos. Mirando los acontecimientos mundiales y los sucesos diarios, procurarás entender como viene el Reino de Dios. Perseverando en la oración y la lectura Bíblica, pedirás a Dios que te comunique su propio Espíritu para conocer lo mejor.
Lo amarás con todas tus fuerzas Y porque, en eso , eres muy débil, pedirás la ayuda de Dios y tratarás de juntarte con los verdaderos servidores de Dios, usando los medios que la Iglesia pone a tu disposición.
El mandamiento de amar al prójimo como así mismo viene en segundo lugar porque no se puede ni entender bien, ni cumplir , donde no existe el amor a Dios. Pues Dios nos pide más que la solidaridad con el prójimo, más que la ayuda al que sufre. Debemos esforzarnos por ver al hermano tal como lo ve el Padre. Debemos procurarles lo que el Padre desea para él. Entre tantas obras buenas que podríamos hacer por el prójimo, debemos elegir aquellas que nos aconseja el Espíritu de Dios. Y todo eso requiere que tengamos primero el amor a Dios y el conocimiento de Dios.
Que Dios los bendiga
ABEL