SEMANA 1 — DÍA 2
Alimento matutino
Ap. 1:1, 11 …Dios…la declaró en señales…Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias: a Éfeso, a Esmirna, a Pérgamo, a Tiatira, a Sardis, a Filadelfia y a Laodicea.
Las siete epístolas que se encuentran en…Apocalipsis [2—3] son un relato de la verdadera condición de las siete iglesias de Asia (1:4) en la época en que dichas epístolas fueron escritas. Sin embargo, puesto que este libro es un libro de señales y es de naturaleza profética, lo que acontece a las siete iglesias son también señales que simbolizan de manera profética el desarrollo de la iglesia en siete etapas. La primera epístola, dirigida a la iglesia en Éfeso, nos presenta un cuadro de la iglesia al final de su primera etapa, durante el último periodo del primer siglo. La segunda epístola, dirigida a la iglesia en Esmirna, prefigura a la iglesia sufriente que fue perseguida por el Imperio Romano, desde finales del siglo I hasta inicios del siglo IV, cuando Constantino el Grande hizo que la iglesia gozara del favor imperial. La tercera epístola, dirigida a la iglesia en Pérgamo, simboliza a la iglesia mundana, la iglesia que entabló una relación matrimonial con el mundo, desde el día en que Constantino aceptó el cristianismo hasta que el sistema papal fue establecido a fines del siglo VI. La epístola dirigida a la iglesia en Tiatira describe proféticamente a la iglesia apóstata, desde el establecimiento del sistema papal a fines del siglo VI hasta el final de esta era, cuando Cristo regrese. La quinta epístola, dirigida a la iglesia en Sardis, prefigura a la iglesia protestante, desde la Reforma, a principios del siglo XVI, hasta la venida de Cristo. La sexta epístola, dirigida a la iglesia en Filadelfia, prefigura a la iglesia del amor fraternal, el recobro de la vida apropiada de iglesia, desde la primera parte del siglo XIX, cuando el Señor hizo surgir a algunos hermanos en Inglaterra para que comenzaran a practicar la vida de iglesia fuera de todo sistema denominacional divisivo, hasta la segunda manifestación del Señor. La séptima epístola, dirigida a la iglesia en Laodicea, prefigura la degradación de la vida de iglesia que experimentaron los hermanos en el siglo XIX, desde la última parte del siglo XIX hasta el regreso del Señor. (The Conclusion of the New Testament, págs. 2497-2498)
Lectura para hoy
En Apocalipsis 2 y 3 se revela la historia de la iglesia durante los siguientes dos mil años. Además, estos capítulos nos muestran qué clase de iglesia es la que Dios condena y qué clase de iglesia Él aprueba…Únicamente al estudiar estos dos capítulos podemos comprender la senda de la iglesia, la clase de iglesia en la que debemos estar y la clase de persona que debemos llegar a ser, a fin de agradar al Señor. El tema de Apocalipsis 2 y 3 es el camino de la iglesia. En particular, estos capítulos nos dicen qué debe de hacer la iglesia a fin de agradar al Señor. Por lo tanto, si no entendemos Apocalipsis 2 y 3, no podremos ser cristianos buenos y apropiados.
Todo hijo de Dios tiene que elegir por sí mismo la senda que habrá de tomar con respecto a la iglesia … Nosotros tenemos que aprender a permanecer firmes sobre el terreno de Filadelfia. Guardemos siempre la palabra del Señor y jamás neguemos Su nombre. ¡Debemos retener la hermandad y jamás ser arrogantes! No sean arrogantes ante el catolicismo, el protestantismo o las denominaciones. Una vez que ustedes sean arrogantes, ¡se convertirán en Laodicea y dejarán de ser Filadelfia!
La senda que Dios ordenó para la iglesia es el camino de Filadelfia… Una vez que tomemos el camino de Filadelfia, la mayor tentación será la de volvernos arrogantes y decir: “Nosotros somos mejores que ustedes. ¡Nuestras verdades son más claras que las suyas, y nosotros las entendemos mejor que ustedes!”… Una vez que nos volvemos arrogantes, caemos en Laodicea. Aquellos que siguen al Señor no tienen orgullo. El Señor vomitará de Su boca a los orgullosos. ¡Que el Señor tenga misericordia de nosotros! Esto es una advertencia para todos nosotros: ¡Nunca debemos ser arrogantes al hablar! Para que una persona evite pronunciar palabras arrogantes, ella tiene que vivir de continuo en la presencia del Señor. Únicamente quienes viven en la presencia de Dios todo el tiempo no se considerarán ricos. ¡Sólo ellos no serán orgullosos! (Watchman Nee, Messages for Building Up New Believers, págs. 765, 786-787)
Lectura adicional:La ortodoxia de la iglesia, caps. 7-9; Messages for Building Up New Believers, cap. 45; The Conclusion of the New Testament, mensajes 235-238; Estudio-vida de Apocalipsis, mensajes 15-16
Witness Lee
¡Jesús es el Señor!
--------------------------
EL CUERPO DE CRISTO
Continuación…
Como la iglesia es el cuerpo de Cristo en la tierra, tiene que ser manifestada aquí. Aunque la cabeza está en el cielo y el cuerpo en la tierra, con todo son uno. Lo que está en el cielo y lo que está en la tierra son uno. De ahí que, la persecución de la iglesia sea la persecución del Señor, el perseguir al cuerpo es perseguir a la cabeza. La unión es tan perfecta que no pueden ser separados.
Muchas personas preguntan: "¿Cómo puede el cuerpo de Cristo haber estado en la tierra durante el tiempo en que vivió Pablo? Durante los dos mil años desde aquel tiempo
hasta el presente, ingentes multitudes han sido salvadas, y añadidas al cuerpo de Cristo. ¿Cómo, pues, podía la iglesia ser el cuerpo de Cristo en aquél período primitivo?" J.B. Stoney, un hermano muy espiritual y muy usado por Dios en el siglo pasado, dio una ilustración muy buena de esto:
Dijo que la iglesia es como un pájaro pequeño. Cuando empieza a aparecer por la cáscara del huevo se le llama un pájaro, aunque sus plumas todavía han de aparecer. Más tarde, cuando ha crecido, todavía se le llama pájaro. No se le niega el nombre de pájaro cuando sus plumas no son visibles del todo. Las plumas crecen lentamente desde dentro; no están aún en las alas, visibles desde fuera. Todo el crecimiento viene de dentro, hasta que gradualmente el pajarito llega a ser un pájaro adulto. Y esto es lo mismo que ocurre con la iglesia que existe en la tierra. Aunque en el tiempo de Pablo estaba sólo empezando, a pesar de ello era el cuerpo de Cristo. Hoy día ha crecido mucho, pero no se le ha añadido nada extraño. Todo el crecimiento ha venido de dentro.
Aunque el número de los que se salvan en la iglesia es todavía incompleto, con todo, la iglesia es perfecta dentro. Lo que está dentro tiene que ser desarrollado plenamente, esto es, Cristo tiene que ser manifestado desde dentro. Por tanto, la iglesia hoy, como la iglesia de ayer y la iglesia de mañana, es el cuerpo de Cristo. Dios no salva a las personas y las añade a la iglesia exteriormente; sino que el cuerpo de Cristo va creciendo continuamente desde dentro, de la cabeza.
La iglesia no es otra cosa que lo que viene de Cristo. Sale de la cabeza, que está en el cielo, pero reside en la tierra. Es un cuerpo. Como el pajarito, necesita crecer hasta llegar a la plena madurez. La iglesia, pues, es una desde el comienzo al fin.
La Biblia nos muestra que la base de la iglesia es el cuerpo de Cristo. Todo lo que no está fundado en el cuerpo de Cristo no es la iglesia. La palabra de Dios reconoce sólo una iglesia, el cuerpo de Cristo. No importan las razones o lo espirituales que sean sus argumentos, si algo no se basa en el cuerpo de Cristo no puede ser reconocido como iglesia. Cuando la influencia del protestantismo estaba en su auge en Europa, además de las iglesias nacionales, aparecieron muchos grupos y denominaciones que disentían. Durante este periodo, las iglesias establecidas por los hombres brotaron como en la primavera los bambúes después de una lluvia fresca. Escaparon de la servidumbre de la iglesia católico romana; huyeron a la libertad de las iglesias protestantes. Creyeron que tenían la libertad de establecer iglesias. Pero, ¿estaban las iglesias que establecieron fundadas en el principio del cuerpo?
Watchman Nee
¡Jesús es el Señor!
continúa....
Alimento matutino
Ap. 1:1, 11 …Dios…la declaró en señales…Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias: a Éfeso, a Esmirna, a Pérgamo, a Tiatira, a Sardis, a Filadelfia y a Laodicea.
Las siete epístolas que se encuentran en…Apocalipsis [2—3] son un relato de la verdadera condición de las siete iglesias de Asia (1:4) en la época en que dichas epístolas fueron escritas. Sin embargo, puesto que este libro es un libro de señales y es de naturaleza profética, lo que acontece a las siete iglesias son también señales que simbolizan de manera profética el desarrollo de la iglesia en siete etapas. La primera epístola, dirigida a la iglesia en Éfeso, nos presenta un cuadro de la iglesia al final de su primera etapa, durante el último periodo del primer siglo. La segunda epístola, dirigida a la iglesia en Esmirna, prefigura a la iglesia sufriente que fue perseguida por el Imperio Romano, desde finales del siglo I hasta inicios del siglo IV, cuando Constantino el Grande hizo que la iglesia gozara del favor imperial. La tercera epístola, dirigida a la iglesia en Pérgamo, simboliza a la iglesia mundana, la iglesia que entabló una relación matrimonial con el mundo, desde el día en que Constantino aceptó el cristianismo hasta que el sistema papal fue establecido a fines del siglo VI. La epístola dirigida a la iglesia en Tiatira describe proféticamente a la iglesia apóstata, desde el establecimiento del sistema papal a fines del siglo VI hasta el final de esta era, cuando Cristo regrese. La quinta epístola, dirigida a la iglesia en Sardis, prefigura a la iglesia protestante, desde la Reforma, a principios del siglo XVI, hasta la venida de Cristo. La sexta epístola, dirigida a la iglesia en Filadelfia, prefigura a la iglesia del amor fraternal, el recobro de la vida apropiada de iglesia, desde la primera parte del siglo XIX, cuando el Señor hizo surgir a algunos hermanos en Inglaterra para que comenzaran a practicar la vida de iglesia fuera de todo sistema denominacional divisivo, hasta la segunda manifestación del Señor. La séptima epístola, dirigida a la iglesia en Laodicea, prefigura la degradación de la vida de iglesia que experimentaron los hermanos en el siglo XIX, desde la última parte del siglo XIX hasta el regreso del Señor. (The Conclusion of the New Testament, págs. 2497-2498)
Lectura para hoy
En Apocalipsis 2 y 3 se revela la historia de la iglesia durante los siguientes dos mil años. Además, estos capítulos nos muestran qué clase de iglesia es la que Dios condena y qué clase de iglesia Él aprueba…Únicamente al estudiar estos dos capítulos podemos comprender la senda de la iglesia, la clase de iglesia en la que debemos estar y la clase de persona que debemos llegar a ser, a fin de agradar al Señor. El tema de Apocalipsis 2 y 3 es el camino de la iglesia. En particular, estos capítulos nos dicen qué debe de hacer la iglesia a fin de agradar al Señor. Por lo tanto, si no entendemos Apocalipsis 2 y 3, no podremos ser cristianos buenos y apropiados.
Todo hijo de Dios tiene que elegir por sí mismo la senda que habrá de tomar con respecto a la iglesia … Nosotros tenemos que aprender a permanecer firmes sobre el terreno de Filadelfia. Guardemos siempre la palabra del Señor y jamás neguemos Su nombre. ¡Debemos retener la hermandad y jamás ser arrogantes! No sean arrogantes ante el catolicismo, el protestantismo o las denominaciones. Una vez que ustedes sean arrogantes, ¡se convertirán en Laodicea y dejarán de ser Filadelfia!
La senda que Dios ordenó para la iglesia es el camino de Filadelfia… Una vez que tomemos el camino de Filadelfia, la mayor tentación será la de volvernos arrogantes y decir: “Nosotros somos mejores que ustedes. ¡Nuestras verdades son más claras que las suyas, y nosotros las entendemos mejor que ustedes!”… Una vez que nos volvemos arrogantes, caemos en Laodicea. Aquellos que siguen al Señor no tienen orgullo. El Señor vomitará de Su boca a los orgullosos. ¡Que el Señor tenga misericordia de nosotros! Esto es una advertencia para todos nosotros: ¡Nunca debemos ser arrogantes al hablar! Para que una persona evite pronunciar palabras arrogantes, ella tiene que vivir de continuo en la presencia del Señor. Únicamente quienes viven en la presencia de Dios todo el tiempo no se considerarán ricos. ¡Sólo ellos no serán orgullosos! (Watchman Nee, Messages for Building Up New Believers, págs. 765, 786-787)
Lectura adicional:La ortodoxia de la iglesia, caps. 7-9; Messages for Building Up New Believers, cap. 45; The Conclusion of the New Testament, mensajes 235-238; Estudio-vida de Apocalipsis, mensajes 15-16
Witness Lee
¡Jesús es el Señor!
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EL CUERPO DE CRISTO
Continuación…
Como la iglesia es el cuerpo de Cristo en la tierra, tiene que ser manifestada aquí. Aunque la cabeza está en el cielo y el cuerpo en la tierra, con todo son uno. Lo que está en el cielo y lo que está en la tierra son uno. De ahí que, la persecución de la iglesia sea la persecución del Señor, el perseguir al cuerpo es perseguir a la cabeza. La unión es tan perfecta que no pueden ser separados.
Muchas personas preguntan: "¿Cómo puede el cuerpo de Cristo haber estado en la tierra durante el tiempo en que vivió Pablo? Durante los dos mil años desde aquel tiempo
hasta el presente, ingentes multitudes han sido salvadas, y añadidas al cuerpo de Cristo. ¿Cómo, pues, podía la iglesia ser el cuerpo de Cristo en aquél período primitivo?" J.B. Stoney, un hermano muy espiritual y muy usado por Dios en el siglo pasado, dio una ilustración muy buena de esto:
Dijo que la iglesia es como un pájaro pequeño. Cuando empieza a aparecer por la cáscara del huevo se le llama un pájaro, aunque sus plumas todavía han de aparecer. Más tarde, cuando ha crecido, todavía se le llama pájaro. No se le niega el nombre de pájaro cuando sus plumas no son visibles del todo. Las plumas crecen lentamente desde dentro; no están aún en las alas, visibles desde fuera. Todo el crecimiento viene de dentro, hasta que gradualmente el pajarito llega a ser un pájaro adulto. Y esto es lo mismo que ocurre con la iglesia que existe en la tierra. Aunque en el tiempo de Pablo estaba sólo empezando, a pesar de ello era el cuerpo de Cristo. Hoy día ha crecido mucho, pero no se le ha añadido nada extraño. Todo el crecimiento ha venido de dentro.
Aunque el número de los que se salvan en la iglesia es todavía incompleto, con todo, la iglesia es perfecta dentro. Lo que está dentro tiene que ser desarrollado plenamente, esto es, Cristo tiene que ser manifestado desde dentro. Por tanto, la iglesia hoy, como la iglesia de ayer y la iglesia de mañana, es el cuerpo de Cristo. Dios no salva a las personas y las añade a la iglesia exteriormente; sino que el cuerpo de Cristo va creciendo continuamente desde dentro, de la cabeza.
La iglesia no es otra cosa que lo que viene de Cristo. Sale de la cabeza, que está en el cielo, pero reside en la tierra. Es un cuerpo. Como el pajarito, necesita crecer hasta llegar a la plena madurez. La iglesia, pues, es una desde el comienzo al fin.
La Biblia nos muestra que la base de la iglesia es el cuerpo de Cristo. Todo lo que no está fundado en el cuerpo de Cristo no es la iglesia. La palabra de Dios reconoce sólo una iglesia, el cuerpo de Cristo. No importan las razones o lo espirituales que sean sus argumentos, si algo no se basa en el cuerpo de Cristo no puede ser reconocido como iglesia. Cuando la influencia del protestantismo estaba en su auge en Europa, además de las iglesias nacionales, aparecieron muchos grupos y denominaciones que disentían. Durante este periodo, las iglesias establecidas por los hombres brotaron como en la primavera los bambúes después de una lluvia fresca. Escaparon de la servidumbre de la iglesia católico romana; huyeron a la libertad de las iglesias protestantes. Creyeron que tenían la libertad de establecer iglesias. Pero, ¿estaban las iglesias que establecieron fundadas en el principio del cuerpo?
Watchman Nee
¡Jesús es el Señor!
continúa....