Alimento matutino (sabado)

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5 Septiembre 2001
3.029
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SEMANA 8 — DÍA 6 160
Alimento matutino
1 Co. 3:12-13 Y si sobre este fundamento alguno edifica oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego es revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego mismo la probará.
1 P. 1:24 Porque: “Toda carne es como hierba, y toda su gloria como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae”.
Pablo nos exhortó a edificar la iglesia en la debida forma. La mayor parte de la obra que se lleva a cabo entre los cristianos no es de oro, ni de plata, ni de perlas, ni de piedras preciosas, sino de madera, de heno y de hojarasca. Mientras el oro en tipología representa la naturaleza divina, la madera representa nuestra naturaleza humana. Por tanto, la madera es lo opuesto al oro. Nos gusta decir que todos somos humanos, especialmente cuando cometemos errores. Sin embargo, no debemos tomar nuestra humanidad como pretexto. Nuestra humanidad debe ser una humanidad resucitada, pues la humanidad natural no está calificada para edificar la iglesia de Dios. La edificación de la iglesia requiere una humanidad transformada, y no una humanidad de madera.
El heno está en contraste con la plata. La Biblia nos dice que toda carne es como heno (Is. 40:6;1P.1:24).El heno representa a la gente que se ha hecho carne. El heno no es tan sólido como la madera; es débil y frágil. De modo que el heno representa la naturaleza caída del hombre. (Estudio-vida de Génesis, págs.165-166)
Lectura para hoy
El último aspecto que Pablo menciona en 1 Corintios 3:12 es la hojarasca. La hojarasca es lo que queda del tallo de los cultivos después de haber sido trillado el grano de una cosecha. La hojarasca que proviene del suelo, aquí está en contraste con las piedras preciosas, las cuales son sustancias que han sido transformadas. En 1 Corintios 3:12 se presenta un vívido contraste. La madera es un árbol sin fruto, y la hojarasca es el cultivo despojado de su grano. No debemos ser madera ni hojarasca, materiales que serán quemados y que son inútiles para edificar la iglesia de Dios.
Para edificar la morada del Señor necesitamos el oro divino, la perla regenerada y las piedras preciosas transformadas. Cuanto más materiales preciosos tengamos, más fácilmente podremos ser edificados espontáneamente. Si experimentamos el oro, la perla y las piedras preciosas, no sólo seremos los materiales preciosos, sino también un edificio bien acoplado que constituye la morada de Dios en nuestro espíritu (Ef. 2:22).Por consiguiente, la transformación es indispensable para el edificio de Dios. Debemos orar acerca de estos asuntos y tener comunión al respecto para que el Señor nos introduzca a todos en la realidad de la transformación por causa de Su edificio. (Estudio-vida de Génesis, pág. 166)
En 1 Corintios 3:12 Pablo habla de dos maneras de edificar… La primera consiste en edificar con oro, plata y piedras preciosas; la segunda, con madera, heno y hojarasca. En este mensaje se aprecian dos categorías de materiales. El oro, la plata y las piedras preciosas son minerales, mientras que la madera, el heno y la hojarasca se relacionan con la vida vegetal. En el recobro del Señor todos estamos llevando a cabo la obra de edificación. Por consiguiente, debemos mirar cómo edificamos. ¿Estamos edificando con oro, plata y piedras preciosas, o con madera, heno y hojarasca?
Lo que Pablo dice en 3:12 no está dirigido solamente a ancianos o a colaboradores, sino a todos los creyentes. Este versículo forma parte de una epístola dirigida a la iglesia en Corinto, con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Así que, este versículo se escribió para todos nosotros; se aplica a usted y también a mí.
En la edificación de la iglesia, nosotros mismos somos los materiales. Siendo así, debemos preguntarnos qué clase de materiales somos. ¿Somos madera u oro, plata o heno, piedras preciosas u hojarasca?…Estamos en el proceso de transformación y, por consiguiente, en cierto sentido, somos madera y oro, heno y plata, hojarasca y piedras preciosas. Usando un ejemplo del mundo de los insectos, podemos compararnos con una oruga que está en su capullo, la cual está en el proceso de transformarse en mariposa. Por una parte, somos todavía una oruga; por otra parte, hay señales de que nos estamos convirtiendo en mariposa. El proceso de transformación ha empezado, pero todavía no se ha completado. Todos estamos en el camino de la transformación, en el proceso de ser transformados. (Estudio-vida de 1 Corintios, pág. 275)
Lectura adicional: Estudio-vida de 1Corintios. mensaje 31;Estudio de cristalización de Cantar de cantares, mensaje 4
Witness Lee
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