SEMANA 5 — DÍA 2
Alimento matutino
Ef. 4:4-6 Un Cuerpo, y un Espíritu … un Señor … un Dios y Padre de todos…
11-13 Y Él mismo dio a unos como apóstoles, a otros como profetas, a otros como evangelistas, a otros como pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del Cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del pleno conocimiento del Hijo de Dios, a un hombre de plena madurez, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.
Efesios 4:4-6 revela este grupo de cuatro personas —un Cuerpo, un Espíritu, un Señor y un Dios y Padre— que se mezclan como una sola entidad para conformar el Cuerpo orgánico de Cristo. Dicha mezcla divina es la realidad de la vida de iglesia. Otro pasaje de Efesios 4 dice que los miembros necesitan ser perfeccionados por las personas dotadas con el fin de que hagan la obra del ministerio neotestamentario para la edificación del Cuerpo de Cristo (vs. 11-16). Cuando nos mezclamos con el Dios Triuno, nos sentimos muy contentos con el Señor. Le amamos y deseamos laborar para Él. Anhelamos ser útiles y ayudar en la vida de iglesia. Pero, ¿cómo podemos serlo? Siendo perfeccionados. El Señor como Cabeza nos perfecciona, no directamente sino indirectamente por medio de Sus dones: los apóstoles, los profetas, los evangelistas, y los pastores y maestros. Gracias al Señor porque en la iglesia tenemos estas personas dotadas. Ellas son las que pueden perfeccionarnos. (La visión intrínseca del Cuerpo de Cristo, pág. 67)
Lectura para hoy
Conforme a nuestra experiencia, el perfeccionamiento se lleva a cabo principalmente en las reuniones de grupo. Cada iglesia necesita tener reuniones de grupo…La práctica de tener reuniones de grupo concuerda con Hebreos 10:24-25, que dice: “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca”. Estos versículos muestran que no debemos dejar de congregarnos. En las reuniones de grupo nos juntamos para estimularnos al amor y exhortarnos unos a otros. Usted me aviva a mí, y yo lo avivo a usted; usted me corrige a mí, y yo lo corrijo a usted. Esto es lo que significa ser perfeccionados.
Todos los santos son perfeccionados para hacer la misma obra que hacen los apóstoles, los profetas, los evangelistas, y los pastores y maestros. Por medio de este perfeccionamiento, la iglesia se desarrollará y crecerá hasta llegar a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo, el Cuerpo de Cristo (Ef. 4:13). Con el tiempo, todos seremos plenamente maduros. Ya no seremos niños sacudidos por las olas y zarandeados por todo viento de enseñanza (v. 14).Nos asiremos a la verdad en amor para crecer en todo en Aquel que es la Cabeza, Cristo (v. 15), de quien todo el Cuerpo crecerá por la función de los miembros, es decir, por las coyunturas del suministro y por la función de cada miembro en su medida, para edificar el Cuerpo (v. 16). De esta manera el Cuerpo será edificado, no por medio de grandes predicadores, sino por cada miembro del Cuerpo. Esto significa que el Cuerpo causa el crecimiento del propio Cuerpo, para la edificación de sí mismo en amor.
En Efesios 4:4-6 vemos la mezcla de cuatro personas que conforman un grupo. Luego, en la siguiente sección de Efesios 4 vemos la edificación de un grupo más grande, el cual incluye a todos los miembros del Cuerpo de Cristo. La mezcla es el inicio, y la edificación es la consumación. Hoy estamos disfrutando de la mezcla, y nos encontramos en el proceso de ser plenamente edificados; finalmente, alcanzaremos la consumación de la edificación completa del Cuerpo de Cristo. Ahora en el universo existe un edificio que es la consumación máxima de la mezcla divina del Dios Triuno con la humanidad elevada en los cielos. Este edificio es la consumación de la vida de iglesia. El Cuerpo de Cristo edificado es la meta que todos tenemos que alcanzar, el destino al cual tenemos que llegar. Debemos avanzar sin detenernos hasta llegar a dicho destino…Ésta es la visión intrínseca del Cuerpo de Cristo revelada en Efesios 4. (La visión intrínseca del Cuerpo de
Cristo, págs. 67-68, 69-70)
Lectura adicional: La visión intrínseca del Cuerpo de Cristo, cap. 4
Witness Lee
Derechos reservados a: Living Stream Ministry
¡Jesús es el Señor!
Alimento matutino
Ef. 4:4-6 Un Cuerpo, y un Espíritu … un Señor … un Dios y Padre de todos…
11-13 Y Él mismo dio a unos como apóstoles, a otros como profetas, a otros como evangelistas, a otros como pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del Cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del pleno conocimiento del Hijo de Dios, a un hombre de plena madurez, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.
Efesios 4:4-6 revela este grupo de cuatro personas —un Cuerpo, un Espíritu, un Señor y un Dios y Padre— que se mezclan como una sola entidad para conformar el Cuerpo orgánico de Cristo. Dicha mezcla divina es la realidad de la vida de iglesia. Otro pasaje de Efesios 4 dice que los miembros necesitan ser perfeccionados por las personas dotadas con el fin de que hagan la obra del ministerio neotestamentario para la edificación del Cuerpo de Cristo (vs. 11-16). Cuando nos mezclamos con el Dios Triuno, nos sentimos muy contentos con el Señor. Le amamos y deseamos laborar para Él. Anhelamos ser útiles y ayudar en la vida de iglesia. Pero, ¿cómo podemos serlo? Siendo perfeccionados. El Señor como Cabeza nos perfecciona, no directamente sino indirectamente por medio de Sus dones: los apóstoles, los profetas, los evangelistas, y los pastores y maestros. Gracias al Señor porque en la iglesia tenemos estas personas dotadas. Ellas son las que pueden perfeccionarnos. (La visión intrínseca del Cuerpo de Cristo, pág. 67)
Lectura para hoy
Conforme a nuestra experiencia, el perfeccionamiento se lleva a cabo principalmente en las reuniones de grupo. Cada iglesia necesita tener reuniones de grupo…La práctica de tener reuniones de grupo concuerda con Hebreos 10:24-25, que dice: “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca”. Estos versículos muestran que no debemos dejar de congregarnos. En las reuniones de grupo nos juntamos para estimularnos al amor y exhortarnos unos a otros. Usted me aviva a mí, y yo lo avivo a usted; usted me corrige a mí, y yo lo corrijo a usted. Esto es lo que significa ser perfeccionados.
Todos los santos son perfeccionados para hacer la misma obra que hacen los apóstoles, los profetas, los evangelistas, y los pastores y maestros. Por medio de este perfeccionamiento, la iglesia se desarrollará y crecerá hasta llegar a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo, el Cuerpo de Cristo (Ef. 4:13). Con el tiempo, todos seremos plenamente maduros. Ya no seremos niños sacudidos por las olas y zarandeados por todo viento de enseñanza (v. 14).Nos asiremos a la verdad en amor para crecer en todo en Aquel que es la Cabeza, Cristo (v. 15), de quien todo el Cuerpo crecerá por la función de los miembros, es decir, por las coyunturas del suministro y por la función de cada miembro en su medida, para edificar el Cuerpo (v. 16). De esta manera el Cuerpo será edificado, no por medio de grandes predicadores, sino por cada miembro del Cuerpo. Esto significa que el Cuerpo causa el crecimiento del propio Cuerpo, para la edificación de sí mismo en amor.
En Efesios 4:4-6 vemos la mezcla de cuatro personas que conforman un grupo. Luego, en la siguiente sección de Efesios 4 vemos la edificación de un grupo más grande, el cual incluye a todos los miembros del Cuerpo de Cristo. La mezcla es el inicio, y la edificación es la consumación. Hoy estamos disfrutando de la mezcla, y nos encontramos en el proceso de ser plenamente edificados; finalmente, alcanzaremos la consumación de la edificación completa del Cuerpo de Cristo. Ahora en el universo existe un edificio que es la consumación máxima de la mezcla divina del Dios Triuno con la humanidad elevada en los cielos. Este edificio es la consumación de la vida de iglesia. El Cuerpo de Cristo edificado es la meta que todos tenemos que alcanzar, el destino al cual tenemos que llegar. Debemos avanzar sin detenernos hasta llegar a dicho destino…Ésta es la visión intrínseca del Cuerpo de Cristo revelada en Efesios 4. (La visión intrínseca del Cuerpo de
Cristo, págs. 67-68, 69-70)
Lectura adicional: La visión intrínseca del Cuerpo de Cristo, cap. 4
Witness Lee
Derechos reservados a: Living Stream Ministry
¡Jesús es el Señor!