SEMANA 10 — DÍA 4
Alimento matutino
1 Co. 12:12-13 Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también el Cristo. Porque en un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un solo Cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
Ef. 4:12 A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del Cuerpo de Cristo.
Pablo dice en Efesios 2:10 que nosotros somos la obra maestra de Dios. La palabra griega traducida “obra maestra” es póiema, es decir, poema. El Cuerpo de Cristo como nueva creación, como organismo de Dios, es el poema de Dios. Esta obra maestra la creó Dios en Cristo por medio de la muerte y resurrección de éste con Su elemento divino y Su característica de ser todo-inclusivo. Ésta es la razón por la cual esta obra maestra es un poema. Como obra maestra de Dios, debemos andar en las obras que Él preparó para que nosotros lleváramos a cabo Su economía eterna.
Necesitamos una visión…del Cuerpo de Cristo. En esto laboramos y esto es lo que edificamos. Cuando tengamos esta visión, experimentaremos un cambio revolucionario en nuestras vidas. Esta visión nos cambiará, y cambiará nuestros conceptos, nuestras actitudes y nuestro entendimiento de la obra de Dios. (La manera práctica de llevar una vida conforme a la cumbre de la revelación divina contenida en las santas Escrituras, págs. 64-65)
Lectura para hoy
Nuestra obra debe ser una obra que edifique el Cuerpo de Cristo (Ef. 4:12, 16).Esto cambiará nuestra mentalidad y nuestro punto de vista. Si tenemos tal visión, no podremos llevar a cabo ninguna obra que no forme parte del Cuerpo de Cristo.
Edificamos el Cuerpo de Cristo al crecer en la vida divina (v. 15).El grado en el que un colaborador puede edificar la iglesia dependerá del grado en el que haya crecido en Cristo…Nuestra obra de edificación debe ser el aumento de la medida de Cristo en nosotros. Tenemos que crecer en Cristo, la Cabeza, en todas las cosas … Necesitamos crecer en Él en todas las cosas, sean grandes o pequeñas.
Crecer así equivale a llevar una vida que se conforma al molde de la muerte de Cristo por el poder de Su resurrección y por la abundante suministración del Espíritu de Jesucristo (Fil. 3:10; 1:19b) … Esta clase de crecimiento hace posible la edificación corporativa del Cuerpo de Cristo (Ef. 4:16).
Todos los miembros del Cuerpo de Cristo están unidos por todas las coyunturas del rico suministro. Las coyunturas son los miembros dotados…(v. 11). Si los miembros no están unidos, no puede haber edificación…En el Cuerpo de Cristo nosotros estamos unidos por cada coyuntura del rico suministro.
El Cuerpo también está entrelazado por la función de cada miembro en su medida…Esto incluye a todos los miembros del Cuerpo de Cristo. La expresión de cada miembro hace referencia a los miembros del Cuerpo. Por medio del crecimiento en vida y el desarrollo de los dones, cada miembro del Cuerpo de Cristo tiene su propia medida, según la cual ejerce su función para que el Cuerpo crezca.
Quisiera hablar con ustedes en un tono de íntima comunión; quisiera dirigirme especialmente a los colaboradores y los ancianos que están en nuestro medio. No olviden que todo lo que hagan en su localidad o en el ámbito universal para otros países, lo deben hacer teniendo plena consciencia de estar edificando el Cuerpo de Cristo. Usted tal vez tenga una carga genuina de cuidar de la iglesia en su localidad, pero debe darse cuenta de que no está simplemente realizando un trabajo para edificar una obra. Al laborar activamente en el cuidado de la iglesia, siempre debe tener presente el Cuerpo. Usted debería decir: “Señor, lo que estoy haciendo aquí no es un fin en sí mismo, sino que se hace para Tu Cuerpo. Estoy bajo Tu asignación soberana para laborar en esta localidad. Parece que estoy trabajando para edificar la iglesia local aquí. Pero, Señor, en realidad no hago esto sólo para edificar la iglesia local aquí en mi localidad. Toda mi labor, Señor, está dirigida a la edificación de Tu Cuerpo”. (La manera práctica de llevar una vida conforme a la cumbre de la revelación divina contenida en las santas Escrituras, págs. 65-66, 59-60)
Lectura adicional: La manera práctica de llevar una vida conforme a la cumbre de la revelación divina contenida en las santas Escrituras, cap. 6; La esfera divina y mística, cap. 6
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¡Jesús es el Señor!
Alimento matutino
1 Co. 12:12-13 Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también el Cristo. Porque en un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un solo Cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
Ef. 4:12 A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del Cuerpo de Cristo.
Pablo dice en Efesios 2:10 que nosotros somos la obra maestra de Dios. La palabra griega traducida “obra maestra” es póiema, es decir, poema. El Cuerpo de Cristo como nueva creación, como organismo de Dios, es el poema de Dios. Esta obra maestra la creó Dios en Cristo por medio de la muerte y resurrección de éste con Su elemento divino y Su característica de ser todo-inclusivo. Ésta es la razón por la cual esta obra maestra es un poema. Como obra maestra de Dios, debemos andar en las obras que Él preparó para que nosotros lleváramos a cabo Su economía eterna.
Necesitamos una visión…del Cuerpo de Cristo. En esto laboramos y esto es lo que edificamos. Cuando tengamos esta visión, experimentaremos un cambio revolucionario en nuestras vidas. Esta visión nos cambiará, y cambiará nuestros conceptos, nuestras actitudes y nuestro entendimiento de la obra de Dios. (La manera práctica de llevar una vida conforme a la cumbre de la revelación divina contenida en las santas Escrituras, págs. 64-65)
Lectura para hoy
Nuestra obra debe ser una obra que edifique el Cuerpo de Cristo (Ef. 4:12, 16).Esto cambiará nuestra mentalidad y nuestro punto de vista. Si tenemos tal visión, no podremos llevar a cabo ninguna obra que no forme parte del Cuerpo de Cristo.
Edificamos el Cuerpo de Cristo al crecer en la vida divina (v. 15).El grado en el que un colaborador puede edificar la iglesia dependerá del grado en el que haya crecido en Cristo…Nuestra obra de edificación debe ser el aumento de la medida de Cristo en nosotros. Tenemos que crecer en Cristo, la Cabeza, en todas las cosas … Necesitamos crecer en Él en todas las cosas, sean grandes o pequeñas.
Crecer así equivale a llevar una vida que se conforma al molde de la muerte de Cristo por el poder de Su resurrección y por la abundante suministración del Espíritu de Jesucristo (Fil. 3:10; 1:19b) … Esta clase de crecimiento hace posible la edificación corporativa del Cuerpo de Cristo (Ef. 4:16).
Todos los miembros del Cuerpo de Cristo están unidos por todas las coyunturas del rico suministro. Las coyunturas son los miembros dotados…(v. 11). Si los miembros no están unidos, no puede haber edificación…En el Cuerpo de Cristo nosotros estamos unidos por cada coyuntura del rico suministro.
El Cuerpo también está entrelazado por la función de cada miembro en su medida…Esto incluye a todos los miembros del Cuerpo de Cristo. La expresión de cada miembro hace referencia a los miembros del Cuerpo. Por medio del crecimiento en vida y el desarrollo de los dones, cada miembro del Cuerpo de Cristo tiene su propia medida, según la cual ejerce su función para que el Cuerpo crezca.
Quisiera hablar con ustedes en un tono de íntima comunión; quisiera dirigirme especialmente a los colaboradores y los ancianos que están en nuestro medio. No olviden que todo lo que hagan en su localidad o en el ámbito universal para otros países, lo deben hacer teniendo plena consciencia de estar edificando el Cuerpo de Cristo. Usted tal vez tenga una carga genuina de cuidar de la iglesia en su localidad, pero debe darse cuenta de que no está simplemente realizando un trabajo para edificar una obra. Al laborar activamente en el cuidado de la iglesia, siempre debe tener presente el Cuerpo. Usted debería decir: “Señor, lo que estoy haciendo aquí no es un fin en sí mismo, sino que se hace para Tu Cuerpo. Estoy bajo Tu asignación soberana para laborar en esta localidad. Parece que estoy trabajando para edificar la iglesia local aquí. Pero, Señor, en realidad no hago esto sólo para edificar la iglesia local aquí en mi localidad. Toda mi labor, Señor, está dirigida a la edificación de Tu Cuerpo”. (La manera práctica de llevar una vida conforme a la cumbre de la revelación divina contenida en las santas Escrituras, págs. 65-66, 59-60)
Lectura adicional: La manera práctica de llevar una vida conforme a la cumbre de la revelación divina contenida en las santas Escrituras, cap. 6; La esfera divina y mística, cap. 6
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