LA ECONOMIA DE DIOS
1 y 2 Timoteo y Tito
----- Versículos de la Biblia -----
Leer con oración: Gá.1: 15-17; Hch 8: 1; Gá 1: 11-12; Hch 13: 1-3.
“Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado” (Hechos (13: 2).
UN NUEVO COMIENZO EN EL MOVER DE DIOS
Cuando agradó a Dios revelar a Su Hijo en Pablo, él no fue a Jerusalén, sino que fue a las regiones de Arabia (Gá 1: 15-17). La iglesia en Jerusalén fue la primera en ser levantada por el Espíritu Santo y los doce apóstoles servían allí. Hechos 8 dice: que la iglesia en Jerusalén fue perseguida y todos, a excepción de los apóstoles, fueron dispersos. Cuando los hermanos fueron a varios lugares, usando las palabras de hoy, emigraron y las iglesias fueron levantadas. Esas iglesias no fueron levantadas por la predicación del evangelio directamente de los apóstoles, sino por los discípulos, no por los hermanos de cinco talentos, sino por los de un talento. Por eso, todos los que tienen un talento deben salir y usar el don que el Señor les dio. Pero en aquella época, los apóstoles permanecieron en Jerusalén.
Parece que existía el concepto de que, puesto que la primera iglesia levantada fue en Jerusalén, todos debía obedecer a Jerusalén y el evangelio debía proceder de Jerusalén. No obstante, en Gálatas 1: 11-12, Pablo dice: “Más os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; pues yo no lo recibí, ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo”.
En Hechos 13: 1-3 leemos. “Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquia, profetas y maestros (…) Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron”. Existe una nota al pie de página, en la Versión Recobro del Nuevo Testamento que dice: “Este fue un gran paso que dio el Señor para la propagación del evangelio de Su Reino al mundo gentil. Comenzó desde Antioquia, un centro gentil de Siria, sin organizarse ninguna misión, sin recaudarse fondos, sin determinaciones ni plan ni métodos humanos. Fue iniciada por cinco miembros del Cuerpo de Cristo fieles y diligentes, quienes, ministrando y ayunando, le proporcionaron a la Cabeza del Cuerpo una oportunidad para que Él, como el Espíritu, los separase a fin de llevar a cabo la gran comisión de propagar el reino de Dios para el establecimiento de Su iglesia en el mundo gentil, mediante la predicación del evangelio.
Este gran paso no tuvo nada que ver con la iglesia en Jerusalén en cuanto a la organización, y no fue efectuado bajo la autoridad ni la dirección de Pedro, ni ninguno de los otros once apóstoles de Jerusalén. Tuvo un comienzo puro en un centro gentil, lejos de la atmósfera e influencia de cualquier antecedente y práctica judíos. Y aún de la práctica e influencia en la iglesia en Jerusalén. Fue un mover efectuado absolutamente por el Espíritu, en el Espíritu y con el Espíritu, mediante la coordinación entre los miembros fieles y diligentes del Cuerpo de Cristo, que está en la tierra, y la cabeza que está en los cielos. Por consiguiente, no fue un movimiento religioso que contase con un programa establecido por el hombre.
Desde Antioquia, el mover del Señor en la tierra para la economía neotestamentaria de Dios tuvo un comienzo totalmente nuevo. Aunque el fluir del mover del Señor empezó en Jerusalén el día de Pentecostés y más tarde llegó a Antioquia y de allí pasó al mundo gentil., tuvo un comienzo puro por el Espíritu al cambiar de dirección en Antioquia”. (Nota 3 del versículo 2 en Hechos 13, Versión Recobro, Witness Lee).
Palabra clave: Revelación
Pregunta: ¿Cómo puede ser útil al Señor un hermano de un talento?
Todos los derechos reservados a: Editora Árvore da Vida
¡¡¡Jesús es el Señor!!!
1 y 2 Timoteo y Tito
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Leer con oración: Gá.1: 15-17; Hch 8: 1; Gá 1: 11-12; Hch 13: 1-3.
“Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado” (Hechos (13: 2).
UN NUEVO COMIENZO EN EL MOVER DE DIOS
Cuando agradó a Dios revelar a Su Hijo en Pablo, él no fue a Jerusalén, sino que fue a las regiones de Arabia (Gá 1: 15-17). La iglesia en Jerusalén fue la primera en ser levantada por el Espíritu Santo y los doce apóstoles servían allí. Hechos 8 dice: que la iglesia en Jerusalén fue perseguida y todos, a excepción de los apóstoles, fueron dispersos. Cuando los hermanos fueron a varios lugares, usando las palabras de hoy, emigraron y las iglesias fueron levantadas. Esas iglesias no fueron levantadas por la predicación del evangelio directamente de los apóstoles, sino por los discípulos, no por los hermanos de cinco talentos, sino por los de un talento. Por eso, todos los que tienen un talento deben salir y usar el don que el Señor les dio. Pero en aquella época, los apóstoles permanecieron en Jerusalén.
Parece que existía el concepto de que, puesto que la primera iglesia levantada fue en Jerusalén, todos debía obedecer a Jerusalén y el evangelio debía proceder de Jerusalén. No obstante, en Gálatas 1: 11-12, Pablo dice: “Más os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; pues yo no lo recibí, ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo”.
En Hechos 13: 1-3 leemos. “Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquia, profetas y maestros (…) Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron”. Existe una nota al pie de página, en la Versión Recobro del Nuevo Testamento que dice: “Este fue un gran paso que dio el Señor para la propagación del evangelio de Su Reino al mundo gentil. Comenzó desde Antioquia, un centro gentil de Siria, sin organizarse ninguna misión, sin recaudarse fondos, sin determinaciones ni plan ni métodos humanos. Fue iniciada por cinco miembros del Cuerpo de Cristo fieles y diligentes, quienes, ministrando y ayunando, le proporcionaron a la Cabeza del Cuerpo una oportunidad para que Él, como el Espíritu, los separase a fin de llevar a cabo la gran comisión de propagar el reino de Dios para el establecimiento de Su iglesia en el mundo gentil, mediante la predicación del evangelio.
Este gran paso no tuvo nada que ver con la iglesia en Jerusalén en cuanto a la organización, y no fue efectuado bajo la autoridad ni la dirección de Pedro, ni ninguno de los otros once apóstoles de Jerusalén. Tuvo un comienzo puro en un centro gentil, lejos de la atmósfera e influencia de cualquier antecedente y práctica judíos. Y aún de la práctica e influencia en la iglesia en Jerusalén. Fue un mover efectuado absolutamente por el Espíritu, en el Espíritu y con el Espíritu, mediante la coordinación entre los miembros fieles y diligentes del Cuerpo de Cristo, que está en la tierra, y la cabeza que está en los cielos. Por consiguiente, no fue un movimiento religioso que contase con un programa establecido por el hombre.
Desde Antioquia, el mover del Señor en la tierra para la economía neotestamentaria de Dios tuvo un comienzo totalmente nuevo. Aunque el fluir del mover del Señor empezó en Jerusalén el día de Pentecostés y más tarde llegó a Antioquia y de allí pasó al mundo gentil., tuvo un comienzo puro por el Espíritu al cambiar de dirección en Antioquia”. (Nota 3 del versículo 2 en Hechos 13, Versión Recobro, Witness Lee).
Palabra clave: Revelación
Pregunta: ¿Cómo puede ser útil al Señor un hermano de un talento?
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