Alimento diario y ser guiados porel

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5 Septiembre 2001
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PRACTICANDO EL LIBRO DE LOS HECHOS
Semana 7 --- La Iglesia en Jerusalén Sufre Gran Persecución
Domingo --- Leer con oración: Hch 2:41; 4:4
"Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio" (Hch 8:4)
LOS SUFRIMIENTOS CAUSADOS POR LA PERSECUCIÓN ERAN PARA QUE LA VOLUNTAD DE DIOS SE REALICE
Con excepción de los apóstoles, todos los de la iglesia en Jerusalén fueron esparcidos por las regiones de Judea y Samaria, pero la iglesia aún permaneció, porque los apóstoles estaban allí y ciertamente había también un grupo de discípulos. Debemos preguntarnos ¿cuál sería nuestra reacción si estuviésemos en Jerusalén cuando la persecución se levantó? ¿Habríamos permanecido o salido de Jerusalén? ¿Dejaríamos de invocar al Señor por miedo de ser muertos? Cada uno debe preguntarse a sí mismo: “¿Si yo estuviese en Jerusalén, qué hubiese hecho? ¿Me hubiese quedado, pues allí estaba mi casa y mi negocio, o hubiese salido?”
Ciertamente, no podemos olvidarnos que la intención del Señor era proclamar el evangelio no sólo en Jerusalén, sino en toda la tierra. Tal vez nadie quiso salir de Jerusalén, una ciudad grande con la vida de la iglesia establecida, y con los apóstoles que estuvieron personalmente con el Señor en la tierra. Pero el encargo del Señor era que ellos fuesen fructíferos, que se multiplicaran, llenaran la tierra y la sojuzgasen. Esa comisión no era sólo para Jerusalén, sino para toda la tierra.
Debemos siempre recordar que la iglesia es un asunto de vida, que está compuesta de personas que tienen la vida divina. Los que creyeron y vivían en la ciudad de Jerusalén eran la iglesia en Jerusalén, independientemente de invocar o no el nombre del Señor. La iglesia depende del arrepentimiento, del perdón de los pecados y de creer en el Señor Jesús, y no directamente de invocar el nombre del Señor. Sin embargo, todo aquel que invoca el nombre del Señor ciertamente es porque creyó en Él; de eso no hay la menor duda.
Los doce apóstoles permanecieron en Jerusalén, pero la mayoría de los hermanos emigró y muchas iglesias surgieron. Esa fue la obra del Espíritu Santo en aquella circunstancia: primero levantó ciento veinte que permanecieron después de la muerte del Señor, y luego tres mil fueron salvos (Hch 2:41) y después cinco mil más (4:4); por lo tanto, probablemente había alrededor de diez mil hermanos reuniéndose en una sola ciudad. Era una vida de iglesia tan intensa, que ellos pasaban mucho tiempo juntos, diariamente, en el templo y de casa en casa, e incluso siete diáconos fueron elegidos para cuidar de la alimentación. Pero el encargo del Señor era que saliesen para la propagación de la vida. Ellos estaban cómodamente instalados, tenían comunión y disfrutaban. Entonces, el Señor tuvo que levantar una situación para que ellos fuesen forzados a salir, y los que salieron predicaban el evangelio.
Por causa de esa circunstancia levantada por el Señor, los cristianos salieron a Judea, Samaria y deberían ir hasta lo último de la tierra. Gracias al Señor, por un lado, la persecución de la iglesia en Jerusalén es triste, pero Dios es sabio y soberano; Él hizo que los discípulos fuesen dispersos, para que Su voluntad de llenar la tierra sea una realidad.
Punto Clave: Salir para la propagación de la vida
Pregunta: Según su experiencia, responda las preguntas del primer párrafo
¡Jesús es el Señor!
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Ser guiados por el Espíritu (1)
Romanos 8:14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
Romanos 8:6 Porque la mente puesta en la carne es muerte, pero la mente puesta en el espíritu es vida y paz.
Palabras del Ministerio
Muchos cristianos tienen un concepto natural y equivocado con respecto a la guía o la dirección del Espíritu. Invariablemente piensan que la dirección del Espíritu viene repentinamente del tercer cielo o de alguna otra parte. Algunos piden al Señor una señal, diciendo: “Oh Señor, dame alguna señal, algo que me indique si debo o no comprar esto. Señor, si hallo transporte, esto significará que Tú quieres que compre esta cosa, pero si no encuentro transporte, esto querrá decir que no es Tu voluntad que la compre. Señor, mantén las tiendas abiertas, porque si las encuentro cerradas, será una señal de que Tú no deseas que compre nada”.
El guiar del Espíritu no proviene de algo externo ni depende de ello. Por el contrario, es el producto de la vida interior. Yo diría que proviene del sentir de la vida, de la conciencia de la vida divina dentro de nosotros. La palabra “vida” se menciona al menos cinco veces en el capítulo ocho de Romanos. Por lo tanto, la guía del Espíritu está relacionada con la vida, y con el sentir y la conciencia de la vida. La mente puesta en el espíritu es vida (v. 6). ¿Cómo podemos conocer esta vida? No por las circunstancias externas, sino por el sentir y la conciencia interiores de esta vida.
Hay un sentir o sentido interior que se produce al poner nosotros la mente en el espíritu. Si ponemos la mente en el espíritu, inmediatamente seremos fortalecidos y satisfechos en nuestro interior. También el agua de vida nos riega y nos da refrigerio. Por tal sentir y conciencia podemos conocer la vida dentro de nosotros, y por ese sentir de vida podemos saber si nos conducimos de una manera recta. En otras palabras, de esta forma podemos saber si el Espíritu nos está guiando.
Los versículos del Nuevo Testamento son tomados de la Versión Recobro del Nuevo Testamento y los versículos del Antiguo Testamento, de la versión Reina Valera 1960.
Las "Palabras del ministerio" provienen de Estudio-vida de Romanos, escrito por Witness Lee, mensaje 18, págs. 239-240. Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, CA.
¡Jesús es el Señor!