PRACTICANDO EL LIBRO DE LOS HECHOS
Semana 16 --- La iglesia en Corinto
Sábado --- Leer con oración: 1 Co 12:13; Gá 3:27; Ro 6:3; Mt 28:19
“Y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo” (Ef 1:22-23)
LA IGLESIA ES EL CUERPO DE CRISTO
En 1 Corintios 12:13, Pablo dice: “Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu”. El primer aspecto relacionado con el Cuerpo de Cristo es que en un solo Espíritu fuimos bautizados, es decir, fuimos introducidos en el Cuerpo. Los creyentes en Cristo, por medio del agua y del Espíritu, son bautizados en cuatro puntos: primero en Cristo (Gá 3:27); en segundo lugar, en la muerte de Cristo (Ro 6:3); en tercer lugar, en el nombre del Dios Triuno, que equivale a decir, en la Persona del Dios Triuno (Mt 28:19) y en cuarto lugar, en el Cuerpo de Cristo, como nos muestra 1 Corintios 12:13.
“Ser bautizado” es ser introducido en el Espíritu, mientras que “beber de un solo Espíritu”, es el Espíritu siendo introducido en nosotros, esto denota nuestra unión orgánica con el Señor en Su Cuerpo. Todos fuimos bautizados, ya sea judíos, griegos, esclavos, o libres, para formar el Cuerpo de Cristo, que es la iglesia (Col 1:24; Ef 1:22-23). Puesto que el Cuerpo es la iglesia y la iglesia es el Cuerpo, los que fueron bautizados en el Cuerpo fueron bautizados en la iglesia. Esto no incluye sólo los hermanos que se reúnen con nosotros, sino a todos los hermanos de todos los grupos cristianos.
Todos los hermanos que viven en una ciudad forman parte de la iglesia en aquella ciudad, aunque no todos tengan conciencia de eso y estén en diferentes grupos cristianos. Hay muchos cristianos que en un solo Espíritu fueron bautizados en el Cuerpo de Cristo, que es la iglesia, pero después comienzan a reunirse bajo un nombre o una denominación, dividiéndose entre sí. Nuestro encargo es transmitir a todos esta verdad: “Si usted fue bautizado, forma parte del Cuerpo de Cristo, que es la iglesia”. No hay necesidad de añadir ningún otro término después de la palabra “iglesia”. La iglesia es única, es el Cuerpo único de Cristo y se manifiesta de modo único en cada ciudad. Todos los que nacieron de nuevo y fueron bautizados forman parte del Cuerpo de Cristo y están en la iglesia. Tal vez los demás cristianos no quieran reconocer, pero nuestro Señor lo reconoce, por ser una realidad, un hecho espiritual. Nosotros respetamos a todos los pastores que han guiado a las personas a la salvación, pero tenemos claridad de que, según la Palabra, a los ojos de Dios, toda persona salva está en el Cuerpo de Cristo, que es la iglesia.
Hemos compartido esto con muchos que, por causa de esta palabra, vinieron a la vida de la iglesia. Muchas iglesias fueron levantadas por medio de los que fueron traídos de regreso para la base de la localidad, pues tuvieron tal visión y ahora se posicionaron por el Cuerpo de Cristo, que es la iglesia. ¡Cuán maravilloso sería si todos los cristianos tuviesen tal visión y caminasen en ese camino! Si eso ocurriera, el Señor sería realmente expresado en la realidad del Cuerpo en cada ciudad, de acuerdo con Su santa Palabra..
Punto Clave: Bautizados en un solo Cuerpo
Pregunta: ¿A la luz de esta palabra, al ser bautizados fuimos introducidos en donde?
Dong Yu Lan
SEMANA 6 — DÍA 6
Alimento matutino
1 Co. 9:22 Mehe hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho todo, para que de todos modos salve a algunos.
Jn. 15:5-6 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en Mí, y Yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de Mí nada podéis hacer. El que en Mí no permanece, es echado fuera como pámpano, y se seca; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.
Nuestra manera de ser es la razón por la cual no llevamos fruto ni usamos nuestro talento para cuidar de las personas. Todavía somos muy naturales. Algunas personas se conducen lentamente sin importar la situación en que se encuentren o las personas con quienes estén. Da la impresión que ni siquiera echarían agua a una casa que se está quemando sin antes averiguar qué clase de agua echar. Esta clase de personas procuraría justificarse apoyándose en la Biblia, diciendo que Dios es siempre muy paciente y que jamás hace nada precipitadamente…El Señor podrá ser paciente en cualquier otro asunto, pero Él siempre está presto a recibir a los pecadores. Otros, en cambio, actúan muy precipitadamente. Llevan fruto rápidamente, pero después con su misma rapidez ofenden a las personas que han ganado, y al final su fruto no permanece. No tengo interés alguno en reprender ni poner en evidencia a nadie. Todo lo que debemos hacer es acudir al Señor y permitir que Él brille sobre nosotros. Entonces veremos cuán naturales somos. Por Su misericordia, tenemos que cambiar. (The Normal Way of Fruit-bearing and Shepherding for the Building Up of the Church, pág. 41)
Lectura para hoy
Si queremos ser útiles en las manos del Señor y llevar fruto, debemos tomar medidas respecto a nuestra manera de ser. En mi ministerio he visto muchas clases de modo de ser. Algunos son peculiares en su manera de hablar…Cuanto más sea quebrantada nuestra manera de ser, más útiles seremos en el ministerio de hablar por el Señor. Algunas personas nacieron con cierta facilidad para hablar, pero no son verdaderamente útiles. A fin de poder hablar por el Señor, debemos ser reconstituidos en nuestro ser, es decir, experimentar un cambio en nuestra manera de ser.
Si hemos de llegar a ser uno que vigila, es necesario que nuestra manera de ser sea quebrantada en muchos sentidos. De lo contrario, quedaremos descalificados. No debemos ser ni demasiado lentos ni demasiado impetuosos, tampoco debemos ser ni demasiado severos ni demasiado tolerantes. Cuando sea necesario ser estrictos, debemos ser estrictos, y cuando haya necesidad de ser tolerantes, debemos ser tolerantes. Las diversas circunstancias exigen que nuestra manera de ser se acople a ellas de diferentes maneras. Un anciano ciertamente debe ser flexible. Un buen anciano puede hablar severamente con un hermano para corregirlo, y después conversar con él de manera placentera. Sin embargo, esto no significa ser diplomáticos. Debemos ser auténticos…La gente es capaz de discernir si somos auténticos o no … La única manera de poder corregir a un hermano y luego conversar placenteramente con él es que nuestra manera de ser sea quebrantada. A fin de ser quebrantados, lo mejor es aborrecer nuestra manera de ser. Nuestra manera de ser es lo más profundo del yo, y es a lo que debemos negarnos. Si no somos útiles en las manos del Señor para cuidar de las personas, es debido a nuestra manera de ser natural e innata.
En la vida que llevamos con el Señor, el asunto más importante respecto a lo cual debemos tomar medidas es nuestra manera de ser. Debemos aprender a permitir que el Señor quebrante nuestra manera de ser. Si prestamos la debida atención al Señor y oramos mucho al respecto, nos resultará fácil cuidar de otros, llevar fruto y producir ganancias para el Señor haciendo uso de nuestro talento. Así, nuestra situación cambiará de forma radical.
Pablo era esta clase de persona. Él siempre gastaba lo que tenía y se gastaba él mismo. Él tomaba muy en serio los asuntos del Señor, y su único propósito en esta tierra era ganar a las personas. Fue por esto que también dijo: “Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho todo, para que de todos modos salve a algunos” (1 Co.9:22).Algunos hermanos en la vida de iglesia son muy fuertes en su manera de ser como para ser moldeados a tal grado; pareciera que nadie puede moldearlos de ninguna forma. Pablo, por su parte, parecía que no tenía una manera de ser propia, y que simplemente era como un trozo de madera que podía ser cortado de diferentes formas. Debido a que su manera de ser había sido completamente quebrantada por el Señor, Pablo era tolerante, dúctil y flexible, y se adaptaba fácilmente a cualquier situación. (The Normal Way of Fruit-bearing and Shepherding for the Building Up of the Church, págs. 41-43, 40)
Lectura adicional: The Normal Way of Fruit-bearing and Shepherding for the Building Up of the Church, caps. 3, 5
Witness Lee
¡Jesús es el Señor!
Semana 16 --- La iglesia en Corinto
Sábado --- Leer con oración: 1 Co 12:13; Gá 3:27; Ro 6:3; Mt 28:19
“Y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo” (Ef 1:22-23)
LA IGLESIA ES EL CUERPO DE CRISTO
En 1 Corintios 12:13, Pablo dice: “Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu”. El primer aspecto relacionado con el Cuerpo de Cristo es que en un solo Espíritu fuimos bautizados, es decir, fuimos introducidos en el Cuerpo. Los creyentes en Cristo, por medio del agua y del Espíritu, son bautizados en cuatro puntos: primero en Cristo (Gá 3:27); en segundo lugar, en la muerte de Cristo (Ro 6:3); en tercer lugar, en el nombre del Dios Triuno, que equivale a decir, en la Persona del Dios Triuno (Mt 28:19) y en cuarto lugar, en el Cuerpo de Cristo, como nos muestra 1 Corintios 12:13.
“Ser bautizado” es ser introducido en el Espíritu, mientras que “beber de un solo Espíritu”, es el Espíritu siendo introducido en nosotros, esto denota nuestra unión orgánica con el Señor en Su Cuerpo. Todos fuimos bautizados, ya sea judíos, griegos, esclavos, o libres, para formar el Cuerpo de Cristo, que es la iglesia (Col 1:24; Ef 1:22-23). Puesto que el Cuerpo es la iglesia y la iglesia es el Cuerpo, los que fueron bautizados en el Cuerpo fueron bautizados en la iglesia. Esto no incluye sólo los hermanos que se reúnen con nosotros, sino a todos los hermanos de todos los grupos cristianos.
Todos los hermanos que viven en una ciudad forman parte de la iglesia en aquella ciudad, aunque no todos tengan conciencia de eso y estén en diferentes grupos cristianos. Hay muchos cristianos que en un solo Espíritu fueron bautizados en el Cuerpo de Cristo, que es la iglesia, pero después comienzan a reunirse bajo un nombre o una denominación, dividiéndose entre sí. Nuestro encargo es transmitir a todos esta verdad: “Si usted fue bautizado, forma parte del Cuerpo de Cristo, que es la iglesia”. No hay necesidad de añadir ningún otro término después de la palabra “iglesia”. La iglesia es única, es el Cuerpo único de Cristo y se manifiesta de modo único en cada ciudad. Todos los que nacieron de nuevo y fueron bautizados forman parte del Cuerpo de Cristo y están en la iglesia. Tal vez los demás cristianos no quieran reconocer, pero nuestro Señor lo reconoce, por ser una realidad, un hecho espiritual. Nosotros respetamos a todos los pastores que han guiado a las personas a la salvación, pero tenemos claridad de que, según la Palabra, a los ojos de Dios, toda persona salva está en el Cuerpo de Cristo, que es la iglesia.
Hemos compartido esto con muchos que, por causa de esta palabra, vinieron a la vida de la iglesia. Muchas iglesias fueron levantadas por medio de los que fueron traídos de regreso para la base de la localidad, pues tuvieron tal visión y ahora se posicionaron por el Cuerpo de Cristo, que es la iglesia. ¡Cuán maravilloso sería si todos los cristianos tuviesen tal visión y caminasen en ese camino! Si eso ocurriera, el Señor sería realmente expresado en la realidad del Cuerpo en cada ciudad, de acuerdo con Su santa Palabra..
Punto Clave: Bautizados en un solo Cuerpo
Pregunta: ¿A la luz de esta palabra, al ser bautizados fuimos introducidos en donde?
Dong Yu Lan
SEMANA 6 — DÍA 6
Alimento matutino
1 Co. 9:22 Mehe hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho todo, para que de todos modos salve a algunos.
Jn. 15:5-6 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en Mí, y Yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de Mí nada podéis hacer. El que en Mí no permanece, es echado fuera como pámpano, y se seca; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.
Nuestra manera de ser es la razón por la cual no llevamos fruto ni usamos nuestro talento para cuidar de las personas. Todavía somos muy naturales. Algunas personas se conducen lentamente sin importar la situación en que se encuentren o las personas con quienes estén. Da la impresión que ni siquiera echarían agua a una casa que se está quemando sin antes averiguar qué clase de agua echar. Esta clase de personas procuraría justificarse apoyándose en la Biblia, diciendo que Dios es siempre muy paciente y que jamás hace nada precipitadamente…El Señor podrá ser paciente en cualquier otro asunto, pero Él siempre está presto a recibir a los pecadores. Otros, en cambio, actúan muy precipitadamente. Llevan fruto rápidamente, pero después con su misma rapidez ofenden a las personas que han ganado, y al final su fruto no permanece. No tengo interés alguno en reprender ni poner en evidencia a nadie. Todo lo que debemos hacer es acudir al Señor y permitir que Él brille sobre nosotros. Entonces veremos cuán naturales somos. Por Su misericordia, tenemos que cambiar. (The Normal Way of Fruit-bearing and Shepherding for the Building Up of the Church, pág. 41)
Lectura para hoy
Si queremos ser útiles en las manos del Señor y llevar fruto, debemos tomar medidas respecto a nuestra manera de ser. En mi ministerio he visto muchas clases de modo de ser. Algunos son peculiares en su manera de hablar…Cuanto más sea quebrantada nuestra manera de ser, más útiles seremos en el ministerio de hablar por el Señor. Algunas personas nacieron con cierta facilidad para hablar, pero no son verdaderamente útiles. A fin de poder hablar por el Señor, debemos ser reconstituidos en nuestro ser, es decir, experimentar un cambio en nuestra manera de ser.
Si hemos de llegar a ser uno que vigila, es necesario que nuestra manera de ser sea quebrantada en muchos sentidos. De lo contrario, quedaremos descalificados. No debemos ser ni demasiado lentos ni demasiado impetuosos, tampoco debemos ser ni demasiado severos ni demasiado tolerantes. Cuando sea necesario ser estrictos, debemos ser estrictos, y cuando haya necesidad de ser tolerantes, debemos ser tolerantes. Las diversas circunstancias exigen que nuestra manera de ser se acople a ellas de diferentes maneras. Un anciano ciertamente debe ser flexible. Un buen anciano puede hablar severamente con un hermano para corregirlo, y después conversar con él de manera placentera. Sin embargo, esto no significa ser diplomáticos. Debemos ser auténticos…La gente es capaz de discernir si somos auténticos o no … La única manera de poder corregir a un hermano y luego conversar placenteramente con él es que nuestra manera de ser sea quebrantada. A fin de ser quebrantados, lo mejor es aborrecer nuestra manera de ser. Nuestra manera de ser es lo más profundo del yo, y es a lo que debemos negarnos. Si no somos útiles en las manos del Señor para cuidar de las personas, es debido a nuestra manera de ser natural e innata.
En la vida que llevamos con el Señor, el asunto más importante respecto a lo cual debemos tomar medidas es nuestra manera de ser. Debemos aprender a permitir que el Señor quebrante nuestra manera de ser. Si prestamos la debida atención al Señor y oramos mucho al respecto, nos resultará fácil cuidar de otros, llevar fruto y producir ganancias para el Señor haciendo uso de nuestro talento. Así, nuestra situación cambiará de forma radical.
Pablo era esta clase de persona. Él siempre gastaba lo que tenía y se gastaba él mismo. Él tomaba muy en serio los asuntos del Señor, y su único propósito en esta tierra era ganar a las personas. Fue por esto que también dijo: “Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho todo, para que de todos modos salve a algunos” (1 Co.9:22).Algunos hermanos en la vida de iglesia son muy fuertes en su manera de ser como para ser moldeados a tal grado; pareciera que nadie puede moldearlos de ninguna forma. Pablo, por su parte, parecía que no tenía una manera de ser propia, y que simplemente era como un trozo de madera que podía ser cortado de diferentes formas. Debido a que su manera de ser había sido completamente quebrantada por el Señor, Pablo era tolerante, dúctil y flexible, y se adaptaba fácilmente a cualquier situación. (The Normal Way of Fruit-bearing and Shepherding for the Building Up of the Church, págs. 41-43, 40)
Lectura adicional: The Normal Way of Fruit-bearing and Shepherding for the Building Up of the Church, caps. 3, 5
Witness Lee
¡Jesús es el Señor!