PRACTICANDO EL LIBRO DE LOS HECHOS
Semana 13 --- El llamado de Macedonia
Jueves --- Leer con oración: Hch 15:36-41; 16:1-4; 2 Ti 1:6; 4:11; Gá 1:6-9
“Así que las iglesias eran confirmadas en la fe, y aumentaban en número cada día” (Hch 16:5)
EL INICIO DEL SEGUNDO VIAJE DE PABLO
Después de la conferencia de Hechos 15, Pablo y Bernabé volvieron a Antioquía y dieron continuidad a la obra. Hechos 15:36 dice: “Después de algunos días, Pablo dijo a Bernabé: Volvamos a visitar a los hermanos en todas las ciudades en que hemos anunciado la palabra del Señor, para ver cómo están”. Bernabé quería llevar con ellos a su primo Juan Marcos, con lo cual Pablo no estuvo de acuerdo, porque en el primer viaje ministerial, Juan Marcos no soportó las aflicciones y los abandonó en el camino (vs.37-38). Bernabé quería llevarlo nuevamente, tal vez para darle una nueva oportunidad después de su fracaso en el primer viaje. No debemos temer a los fracasos, pues cuando nos equivocamos podemos arrepentirnos y tener una nueva oportunidad. El fracaso puede generar la victoria, por eso no debemos temerle y, si fracasamos, debemos arrepentirnos, recibir la luz y preguntar: “Señor, ¿dónde fracasé? Concédeme una nueva oportunidad”.
Pablo no estuvo de acuerdo con la ida de Marcos. “Y hubo tal desacuerdo entre ellos, que se separaron el uno del otro; Bernabé, tomando a Marcos, navegó a Chipre, y Pablo, escogiendo a Silas, salió encomendado por los hermanos a la gracia del Señor” (vs.39-40). La actitud de Pablo aquí fue distinta de la que tuvo en relación a Timoteo, que se debilitó cuando estaba en Éfeso. En aquella ocasión Pablo lo alentó a que reavivara el don que había en él (2 Ti 1:6), pero ahora con Marcos, no insistió, sino que dejó que fuese con Bernabé a Chipre. Más tarde, Marcos volvió a ser colaborador de Pablo (cfr. 2 Ti 4:11).
Pablo, juntamente con Silas, “pasó por Siria y Cilicia, confirmando a las iglesias” (Hch 15:41). En la región de Derbe y Listra “había allí cierto discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego; y daban buen testimonio de él los hermanos que estaban en Listra y en Iconio. Quiso Pablo que éste fuese con él; y tomándole, le circuncidó por causa de los judíos que había en aquellos lugares; porque todos sabían que su padre era griego” (Hch 16:1-3). Pablo actuó de esa manera porque iba a pasar por las ciudades entregando a los hermanos la decisión tomada por los apóstoles y ancianos de Jerusalén (v. 4), acerca de abstenerse de las cosas sacrificadas a los ídolos, de ahogado, de sangre y de fornicación, para que las guardasen.
En el versículo 5 leemos: “Así que las iglesias eran confirmadas en la fe, y aumentaban en número cada día”. Aunque las iglesias se fortalecían mediante la obra de los apóstoles, podemos decir, tal vez, que esa carta, que contenía orientaciones bajo la influencia de la ley mosaica, abrió una brecha en las iglesias en la región de Galacia para que los judaizantes entrasen con ordenanzas de la ley y la circuncisión. Más tarde, en ese mismo viaje, cuando estaba en Corinto, Pablo escribió a los gálatas para que se volviesen de la ley hacia Cristo.
En Gálatas 1:6-9 leemos: “Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema”. El problema, en verdad, es que una brecha fue abierta por medio de la carta conteniendo la decisión de los apóstoles y ancianos de Jerusalén, dando a entender a los de Listra, Derbe e Iconio, que la iglesia en Jerusalén era la iglesia matriz, y fue por eso que, cuando descendieron de parte de Jerusalén hablando de guardar la ley, algunos los oyeron. ¡Guardémonos de cualquier cosa que nos aparte de Cristo! Permanezcamos firmes en la visión y revelación que el Señor nos dio acerca de Su economía neotestamentária.
Punto Clave: No recibir otro evangelio
Pregunta: ¿Qué lección podemos extraer de las experiencias de fracaso?
Dong Yu Lan
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SEMANA 4 — DÍA 4 68
Alimento matutino
Mt. 19:5-6 Y [Él] dijo: “Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne” … Por tanto, lo que Dios unió, no lo separe el hombre.
Siempre debemos tener en mente que la función prevaleciente, la verdadera función que en los hechos desempeñan los ancianos consiste en ministrar vida, en alimentar a las personas. Con base en este principio, quisiera darles a conocer un asunto muy crucial y práctico. Los ancianos deben mantenerse alejados de los asuntos prácticos concernientes a la vida de los santos, tales como asuntos matrimoniales. Es posible que los santos, especialmente los más
jóvenes, acudan a usted a fin de obtener ayuda con respecto al matrimonio, a su elección en el matrimonio, e incluso con respecto al cortejo. No quiero decir que nosotros, los de más edad, no debamos ayudarles, pero existe una gran tentación siempre que les ayudamos en estos asuntos. A la postre, podríamos terminar dirigiéndolos e, incluso, de alguna manera, controlándolos. Esto es muy peligroso. Cuando ustedes, santos más jóvenes, acudieron a mí hace unos cuarenta y cinco años, yo siempre tenía ciertos principios y normas que quería comunicarles. Siempre tenía ciertas instrucciones listas, y confiaba plenamente en que mis principios eran verdaderamente correctos y prevalecientes…[Pero] hoy en día, si alguien viene a mí para hablar sobre su matrimonio o su elección matrimonial, no me siento ni urgido ni interesado en aconsejarles. He aprendido a no aconsejar a los santos más jóvenes sobre la persona con la cual se deben casar. Incluso a mis parientes más cercanos les he dicho que simplemente confíen en el Señor con respecto a su matrimonio. Únicamente el Señor sabe quién es una buena pareja para alguien. Nosotros no lo sabemos. (Entrenamiento para ancianos, libro 4: Otros asuntos cruciales relacionados con la manera en que debemos poner en práctica el recobro del Señor, pág. 124)
Lectura para hoy
En la vida de iglesia todo lo que podemos hacer con respecto al matrimonio de los jóvenes es ministrarles vida. Tenemos que ayudarles a que busquen la dirección del Señor, a que aprendan a andar en el Espíritu, y también debemos ayudarles a que no sean indulgentes consigo mismos dando lugar a sus concupiscencias, ni a sus propios gustos o preferencias. Esto es todo lo que podemos hacer. No debemos tratar de conducirlos a un matrimonio ni tratar de buscarles pareja. Entre nosotros, no se debe ejercer ninguna clase de control con respecto al matrimonio de los santos más jóvenes…Existe la tentación que los demás edad entre nosotros piensen que pueden ayudar a los más jóvenes. Esto, sin embargo, es la mano del hombre, no la mano del Señor.
El asunto del matrimonio es muy complicado e intricado en extremo. Debemos intentar ser muy objetivos y procurar impartir vida a los más jóvenes. Jamás intente reunir a dos jóvenes sin ejercer sumo cuidado. Esto es peligroso. Tal vez a algunos de ustedes les parezca que en alguna ocasión hicieron esto y tuvieron gran éxito. Es posible que hayan tenido éxito en un matrimonio, pero ello no debe alentarlos a seguir practicando esto. No debemos abordar estos asuntos de una manera natural. Debemos dejar tales asuntos al Señor y orar por los involucrados. Debemos impartirles tanta vida como podamos a fin de ayudarles y jamás indicar qué hermano o hermana sería mejor para ellos. Si dejamos este asunto en las manos del Señor, le ahorraremos a la iglesia muchos problemas.
Por otro lado, cuando los ancianos se percaten de que un hermano joven y una hermana joven salen juntos de manera impropia, tienen que ayudarles … No es seguro en absoluto que un hermano joven esté con una hermana joven de manera descuidada. Además, los ancianos deben ayudarles a considerar su futuro. Ellos deben reflexionar sobre la necesidad de no comprometerse tan rápidamente antes de casarse. Ellos también tienen que considerar lo relacionado a sus familias, sus padres, sus trabajos, su situación financiera y otras responsabilidades. Esto es una verdadera ayuda en lo referido a su vida humana…Debemos ayudarles a aprender a orar con respecto a su matrimonio, así como a no ser indulgentes consigo mismos ni dar lugar a sus concupiscencias. Tenemos que ayudarles en asuntos relacionados con su moralidad, la vida humana, la vida espiritual y el camino del Señor. Ellos son jóvenes en el Señor y necesitan esta clase de ayuda … Debemos ayudarles a dejar este asunto en las manos del Señor. Como ancianos, debemos hacer esto debido a que pastoreamos al rebaño. (Entrenamiento para ancianos, libro 4: Otro asuntos cruciales relacionados con la manera en que debemos poner en práctica el recobro del Señor, págs. 125-126)
Lectura adicional: Entrenamiento para ancianos, libro 4: Otros asuntos cruciales relacionados con la manera en que debemos poner en práctica el recobro del Señor, cap. 9
Witness Lee
¡Jesús es el Señor!
Semana 13 --- El llamado de Macedonia
Jueves --- Leer con oración: Hch 15:36-41; 16:1-4; 2 Ti 1:6; 4:11; Gá 1:6-9
“Así que las iglesias eran confirmadas en la fe, y aumentaban en número cada día” (Hch 16:5)
EL INICIO DEL SEGUNDO VIAJE DE PABLO
Después de la conferencia de Hechos 15, Pablo y Bernabé volvieron a Antioquía y dieron continuidad a la obra. Hechos 15:36 dice: “Después de algunos días, Pablo dijo a Bernabé: Volvamos a visitar a los hermanos en todas las ciudades en que hemos anunciado la palabra del Señor, para ver cómo están”. Bernabé quería llevar con ellos a su primo Juan Marcos, con lo cual Pablo no estuvo de acuerdo, porque en el primer viaje ministerial, Juan Marcos no soportó las aflicciones y los abandonó en el camino (vs.37-38). Bernabé quería llevarlo nuevamente, tal vez para darle una nueva oportunidad después de su fracaso en el primer viaje. No debemos temer a los fracasos, pues cuando nos equivocamos podemos arrepentirnos y tener una nueva oportunidad. El fracaso puede generar la victoria, por eso no debemos temerle y, si fracasamos, debemos arrepentirnos, recibir la luz y preguntar: “Señor, ¿dónde fracasé? Concédeme una nueva oportunidad”.
Pablo no estuvo de acuerdo con la ida de Marcos. “Y hubo tal desacuerdo entre ellos, que se separaron el uno del otro; Bernabé, tomando a Marcos, navegó a Chipre, y Pablo, escogiendo a Silas, salió encomendado por los hermanos a la gracia del Señor” (vs.39-40). La actitud de Pablo aquí fue distinta de la que tuvo en relación a Timoteo, que se debilitó cuando estaba en Éfeso. En aquella ocasión Pablo lo alentó a que reavivara el don que había en él (2 Ti 1:6), pero ahora con Marcos, no insistió, sino que dejó que fuese con Bernabé a Chipre. Más tarde, Marcos volvió a ser colaborador de Pablo (cfr. 2 Ti 4:11).
Pablo, juntamente con Silas, “pasó por Siria y Cilicia, confirmando a las iglesias” (Hch 15:41). En la región de Derbe y Listra “había allí cierto discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego; y daban buen testimonio de él los hermanos que estaban en Listra y en Iconio. Quiso Pablo que éste fuese con él; y tomándole, le circuncidó por causa de los judíos que había en aquellos lugares; porque todos sabían que su padre era griego” (Hch 16:1-3). Pablo actuó de esa manera porque iba a pasar por las ciudades entregando a los hermanos la decisión tomada por los apóstoles y ancianos de Jerusalén (v. 4), acerca de abstenerse de las cosas sacrificadas a los ídolos, de ahogado, de sangre y de fornicación, para que las guardasen.
En el versículo 5 leemos: “Así que las iglesias eran confirmadas en la fe, y aumentaban en número cada día”. Aunque las iglesias se fortalecían mediante la obra de los apóstoles, podemos decir, tal vez, que esa carta, que contenía orientaciones bajo la influencia de la ley mosaica, abrió una brecha en las iglesias en la región de Galacia para que los judaizantes entrasen con ordenanzas de la ley y la circuncisión. Más tarde, en ese mismo viaje, cuando estaba en Corinto, Pablo escribió a los gálatas para que se volviesen de la ley hacia Cristo.
En Gálatas 1:6-9 leemos: “Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema”. El problema, en verdad, es que una brecha fue abierta por medio de la carta conteniendo la decisión de los apóstoles y ancianos de Jerusalén, dando a entender a los de Listra, Derbe e Iconio, que la iglesia en Jerusalén era la iglesia matriz, y fue por eso que, cuando descendieron de parte de Jerusalén hablando de guardar la ley, algunos los oyeron. ¡Guardémonos de cualquier cosa que nos aparte de Cristo! Permanezcamos firmes en la visión y revelación que el Señor nos dio acerca de Su economía neotestamentária.
Punto Clave: No recibir otro evangelio
Pregunta: ¿Qué lección podemos extraer de las experiencias de fracaso?
Dong Yu Lan
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SEMANA 4 — DÍA 4 68
Alimento matutino
Mt. 19:5-6 Y [Él] dijo: “Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne” … Por tanto, lo que Dios unió, no lo separe el hombre.
Siempre debemos tener en mente que la función prevaleciente, la verdadera función que en los hechos desempeñan los ancianos consiste en ministrar vida, en alimentar a las personas. Con base en este principio, quisiera darles a conocer un asunto muy crucial y práctico. Los ancianos deben mantenerse alejados de los asuntos prácticos concernientes a la vida de los santos, tales como asuntos matrimoniales. Es posible que los santos, especialmente los más
jóvenes, acudan a usted a fin de obtener ayuda con respecto al matrimonio, a su elección en el matrimonio, e incluso con respecto al cortejo. No quiero decir que nosotros, los de más edad, no debamos ayudarles, pero existe una gran tentación siempre que les ayudamos en estos asuntos. A la postre, podríamos terminar dirigiéndolos e, incluso, de alguna manera, controlándolos. Esto es muy peligroso. Cuando ustedes, santos más jóvenes, acudieron a mí hace unos cuarenta y cinco años, yo siempre tenía ciertos principios y normas que quería comunicarles. Siempre tenía ciertas instrucciones listas, y confiaba plenamente en que mis principios eran verdaderamente correctos y prevalecientes…[Pero] hoy en día, si alguien viene a mí para hablar sobre su matrimonio o su elección matrimonial, no me siento ni urgido ni interesado en aconsejarles. He aprendido a no aconsejar a los santos más jóvenes sobre la persona con la cual se deben casar. Incluso a mis parientes más cercanos les he dicho que simplemente confíen en el Señor con respecto a su matrimonio. Únicamente el Señor sabe quién es una buena pareja para alguien. Nosotros no lo sabemos. (Entrenamiento para ancianos, libro 4: Otros asuntos cruciales relacionados con la manera en que debemos poner en práctica el recobro del Señor, pág. 124)
Lectura para hoy
En la vida de iglesia todo lo que podemos hacer con respecto al matrimonio de los jóvenes es ministrarles vida. Tenemos que ayudarles a que busquen la dirección del Señor, a que aprendan a andar en el Espíritu, y también debemos ayudarles a que no sean indulgentes consigo mismos dando lugar a sus concupiscencias, ni a sus propios gustos o preferencias. Esto es todo lo que podemos hacer. No debemos tratar de conducirlos a un matrimonio ni tratar de buscarles pareja. Entre nosotros, no se debe ejercer ninguna clase de control con respecto al matrimonio de los santos más jóvenes…Existe la tentación que los demás edad entre nosotros piensen que pueden ayudar a los más jóvenes. Esto, sin embargo, es la mano del hombre, no la mano del Señor.
El asunto del matrimonio es muy complicado e intricado en extremo. Debemos intentar ser muy objetivos y procurar impartir vida a los más jóvenes. Jamás intente reunir a dos jóvenes sin ejercer sumo cuidado. Esto es peligroso. Tal vez a algunos de ustedes les parezca que en alguna ocasión hicieron esto y tuvieron gran éxito. Es posible que hayan tenido éxito en un matrimonio, pero ello no debe alentarlos a seguir practicando esto. No debemos abordar estos asuntos de una manera natural. Debemos dejar tales asuntos al Señor y orar por los involucrados. Debemos impartirles tanta vida como podamos a fin de ayudarles y jamás indicar qué hermano o hermana sería mejor para ellos. Si dejamos este asunto en las manos del Señor, le ahorraremos a la iglesia muchos problemas.
Por otro lado, cuando los ancianos se percaten de que un hermano joven y una hermana joven salen juntos de manera impropia, tienen que ayudarles … No es seguro en absoluto que un hermano joven esté con una hermana joven de manera descuidada. Además, los ancianos deben ayudarles a considerar su futuro. Ellos deben reflexionar sobre la necesidad de no comprometerse tan rápidamente antes de casarse. Ellos también tienen que considerar lo relacionado a sus familias, sus padres, sus trabajos, su situación financiera y otras responsabilidades. Esto es una verdadera ayuda en lo referido a su vida humana…Debemos ayudarles a aprender a orar con respecto a su matrimonio, así como a no ser indulgentes consigo mismos ni dar lugar a sus concupiscencias. Tenemos que ayudarles en asuntos relacionados con su moralidad, la vida humana, la vida espiritual y el camino del Señor. Ellos son jóvenes en el Señor y necesitan esta clase de ayuda … Debemos ayudarles a dejar este asunto en las manos del Señor. Como ancianos, debemos hacer esto debido a que pastoreamos al rebaño. (Entrenamiento para ancianos, libro 4: Otro asuntos cruciales relacionados con la manera en que debemos poner en práctica el recobro del Señor, págs. 125-126)
Lectura adicional: Entrenamiento para ancianos, libro 4: Otros asuntos cruciales relacionados con la manera en que debemos poner en práctica el recobro del Señor, cap. 9
Witness Lee
¡Jesús es el Señor!