Alimento diario y matutino (viernes)

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5 Septiembre 2001
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Alimento diario y matutino (viernes)
El ministerio orgánico de Juan – Las cuatro grandes visiones
Semana 2--- El ministerio de los doce apóstoles
Leer con oración: Ga.2:7-9; Mt.28:19-20; Hch.1:6-8; Ef.2:11-13
“Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habeis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Porque Él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación (Ef.2:13-14)
HASTA LO ULTIMO DE LA TIERRA
Los doce apóstoles tenían sus doce ministerios diferentes, que inicialmente eran para los judíos. En el principio Dios los usó para predicar el evangelio en medio de los judíos. Los ciento veinte galileos recibieron, en el día de Pentecostés, el derramamiento del Espíritu y predicaron el evangelio a los judíos venidos de distintas partes del mundo. Dios les dio ese encargo de predicar a los judíos.
Sabemos por la historia, que los doce apóstoles tuvieron un ministerio principalmente para los judíos. En Gálatas 2:7-8 leemos; "Me había sido encomendado el evangelio de la incircuncisión, como a Pedro el de la circuncisión (pues el que actuó en Pedro para el apostolado de la circuncisión, actuó también en mí para con los gentiles)". Pablo dijo esto con respecto al encargo que recibió de predicar el evangelio a los gentiles. Sin embargo, algunos lo criticaban, diciendo que él no procedía de Jerusalén, y que su apostolado no salió de Jerusalén.
En el versículo 9 leemos: “y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bérnabé la diestra en señal de comunión, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión". Podemos ver que los doce apóstoles predicaban el evangelio sólo a los judíos, pero, el deseo original de Dios, era entregarles el encargo de la predicación del evangelio a todas las naciones (cfr.Mt.18:19-20), comenzando por los judíos y después expandiéndose hasta alcanzar a los gentiles. Por eso, el Señor Jesús les había dicho: “me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra" (Hch 1:8). No deberían detenerse en Judea, sino ir a Samaria, la tierra de los gentiles, y proseguir hasta alcanzar toda la tierra. '
Estas palabras fueron dichas por Jesús a los doce apóstoles, después de la resurrección y antes de la ascensión, porque ellos preguntaron: “Señor, restaurarás el reino a Israel en éste tiempo?" (v.6). Por el hecho de que los doce apóstoles se preocuparon por la restauración de la nación de Israel, fue como el Señor Jesús les hubiera dicho: "Mi intención es que ustedes salgan de Jerusalén y vayan a Judea; Samaria y hasta lo último la tierra". Esto confirma que el Señor quería entregar toda obra del evangelio a los doce apóstoles, pero lamentablemente, ellos tenían el concepto de preocuparse solamente con la nación de Israel.
Los gentiles eran considerados por los judíos como cerdos y perros. En Efesios 2:11-12 Pablo dice: "Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo". Esta era la tradición de los judíos, y su concepto con relación a los gentiles.
Pero, gracias al Señor porque según Su propósito eterno, nosotros los gentiles fuimos también incluidos en esa maravillosa salvación: “Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido! hechos cercanos por la sangre de Cristo" (v.13).
Punto clave: Judíos y gentiles
Pregunta: Explique Hechos 1:6
Dong Yu Lan
Derechos reservados a: Editora “Arvore da Vida”
¡Jesús es Señor!

SEMANA 9 — DÍA 5
Alimento matutino
1 P. 2:9 Mas vosotros sois un linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anunciéis las virtudes de Aquel que os llamó de las tinieblas a Su luz admirable.
He. 10:24-25 Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se
acerca.
Debemos poner en práctica el sacerdocio del evangelio revelado en el Nuevo Testamento. Tenemos que predicar el evangelio según nos lo muestra el Nuevo Testamento. Hemos visto también la necesidad de alimentar a los nuevos creyentes en las reuniones de hogar. Debemos alimentar a los nuevos creyentes y nutrirlos para que puedan crecer. Luego podemos proseguir a tener reuniones en las que se pueda equipar, enseñar y perfeccionar a los miembros del Cuerpo de Cristo a fin de que todos ellos puedan hacer lo mismo que hacen las personas dotadas, de modo que el Cuerpo de Cristo sea edificado.
Por último, debemos esforzarnos por llegar a la etapa en la cual todos los miembros de la iglesia profeticen en las reuniones de la iglesia a fin de que la iglesia sea edificada como Cuerpo de Cristo y como nuevo hombre. (Elders’ Training, Book 11: The Eldership and the God-ordained Way (3), pág. 90)
Lectura para hoy
Nuestra carencia estriba en que aún no tenemos la verdadera práctica de la manera ordenada por Dios. La verdadera práctica de la manera ordenada por Dios reemplaza el sistema papal y el sistema de clérigos y laicos …No deberíamos predicar el evangelio según la vieja manera, que consiste solamente en ganar almas. En vez de ello, debemos poner en práctica el sacerdocio del evangelio revelado en el Nuevo Testamento, a fin de presentar y ofrecer a los pecadores que son salvos como sacrificios a Dios (Ro. 15:16; 1 P.2:5) … La práctica del sacerdocio del evangelio revelado en el Nuevo Testamento no depende principalmente de grandes reuniones con buenos oradores, sino que depende de la función que desempeñan todos los miembros del Cuerpo de Cristo al tener contacto con las personas, una por una. (Elders’ Training, Book 11: The Eldership and the God-ordained Way (3), pág. 90)
La práctica de ir a visitar a las personas para predicarles el evangelio es la manera bíblica. Dios visitó a Adán (Gn. 3:8-9) y le predicó el evangelio (3:15). El Señor Jesús visitó a la gente (Lc.19:1-10; Jn. 4:3-15), y envió a los doce discípulos a visitar a las personas (Mt. 10:5-8,11-13). Además, Él envió a los setenta a que fueran a toda ciudad y lugar para buscar a los hijos de paz (Lc. 10:1-6). Después de Su resurrección, Él mandó a todos Sus discípulos a que fueran a hacer discípulos a las naciones, bautizándolos en el Dios Triuno (Mt. 28:19) … Tenemos que ir. Ir equivale a visitar.
[Esta] práctica incluye el hecho de establecer reuniones de hogar (Hch. 2:46; 5:42) y reuniones de grupo (12:12). A muchas personas no les gusta venir a las reuniones grandes, pero nosotros podemos llevarles la reunión a sus hogares. Ellos nos agradecerán mucho por esto, y se mostrarán muy abiertos a esta clase de reunión. (La manera bíblica de reunirse y de servir para la edificación del Cuerpo de Cristo, págs. 235, 237)
Si el camino que les he presentado a ustedes es el camino que Dios ha dispuesto y que es conforme a las Escrituras, tenemos que ponerlo en práctica a cualquier precio. Entonces, el Señor podrá operar entre nosotros a fin de dar conclusión a Su obra de recobro. De otro modo, podríamos obligarle a abandonarnos y acudir a otros. El Señor, en Su mover, dejó a otros y vino a nosotros hace más de sesenta años, pero ¿dónde estamos hoy? Las personas dotadas… tienen que perfeccionar a los santos necesitados … visitándolos en sus hogares. Tal vez a algunos de los colaboradores más viejos les pueda parecer que ahora que hemos decidido avanzar por este nuevo camino, ellos han dejado de ser útiles. En realidad, si los mayores de entre nosotros optan por esta nueva senda, ellos llegarán a ser más útiles. Sus años de experiencia son necesarios para poder perfeccionar a los santos. Sin embargo, si no hacemos caso a la corriente del Espíritu en esta era, terminaremos por desistir del todo. El tiempo no se detendrá por causa de nosotros. A esto se debe que el Nuevo Testamento nos diga que debemos redimir el tiempo (Ef. 5:16).
(Elders’ Training, Book 9: The Eldership and the God-ordained Way (1), pág. 114)
Lectura adicional: Profetizar en las reuniones de la iglesia para la edificación orgánica de la iglesia como el Cuerpo de Cristo, bosquejos 1-2; Elders’ Training, Book 9: The Eldership and the God-ordained Way (1), cap. 8; La manera bíblica de reunirse y de servir para la edificación del Cuerpo de Cristo, caps. 6-7, 20
Witness Lee
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¡Jesús es el Señor!