Hechos de los apóstoles
Semana 19 --- El tercer viaje de Pablo
Sábado --- Leer con oración: 2 Co 10:4-5; 2 Jn 10; Hch 2:28; 19:8-10
“Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre” (Sal 16:11)
APARTARSE DE LAS DISCUSIONES
La iglesia necesita vivir en el Espíritu. Sabemos que hay hermanos a los cuales les gusta andar por las casas y hablar mal de los santos y aun hablan mal de los que conducen la iglesia y la obra. Cuando alguien viene a tener comunión con nosotros, es fácil percibir si tal hermano está en el espíritu o en la mente: si el resultado es vida, entonces sus palabras proceden del Señor; en caso contrario, no debemos darle oídos. Satanás tiene sus fortalezas en nuestra mente: por un lado el pecado habita nosotros, en nuestra carne, e influye en nuestra alma; por otro, edifica fortalezas que nos impiden liberar el espíritu y servir al Señor adecuadamente. Para destruir tales fortalezas, no usamos armas carnales, sino espirituales y poderosas en Dios, para anular los sofismas, los argumentos (2 Co 10:4-5).
No debemos recibir a nadie cuyas palabras no procedan del Espíritu (cfr. 2 Jn 10). Necesitamos tener claridad y discernir de acuerdo con la verdad. No necesitamos solamente del Espíritu de poder externamente, sino que necesitamos mucho más del Espíritu de vida interiormente. Porque si buscamos llenarnos siempre con el Espíritu de vida, habrá crecimiento y madurez. Y al llenarnos hasta rebosar, el Espíritu de vida se transformará en poder para la obra. Lo más importante finalmente es la vida. Por eso, al comienzo del libro de los Hechos, tenemos un Salmo de David citado por Pedro: “Me hiciste conocer los caminos de la vida; me llenarás de gozo con Tu presencia” (Hch 2:28; cfr. Sal 16:11) Gracias al Señor que en Su recobro Él nos ha conducido al Espíritu, haciéndonos experimentar que solamente en el Espíritu hay vida. Cuando el enemigo de Dios, Satanás, esparce mentiras, chismes y rumores en medio nuestro, no seremos alcanzados si estamos en el Espíritu. Podemos decir: “Satanás, sal y déjanos en paz”.
En Hechos 19:8-10 leemos: “Y entrando Pablo en la sinagoga, habló con denuedo por espacio de tres meses, discutiendo y persuadiendo acerca del reino de Dios. Pero endureciéndose algunos y no creyendo, maldiciendo el Camino delante de la multitud, se apartó Pablo de ellos y separó a los discípulos, discutiendo cada día en la escuela de uno llamado Tirano. Así continuó por espacio de dos años, de manera que todos los que habitaban en Asia, judíos y griegos, oyeron la palabra del Señor Jesús”. Pablo simplemente se apartó de aquellos que hablaban mal y tenían un corazón endurecido. Hoy también debemos apartarnos de los que hablan mal y no discutir con ellos. Pablo, en su madurez, dijo a Timoteo: “Porque el esclavo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda el arrepentimiento que conduce al pleno conocimiento de la verdad, y vuelvan al buen sentido (sobriedad)” (2 Ti 2:24-26a). No debemos contender con nadie, pues al hacerlo caeremos en el lazo del diablo..
Punto Clave: Lo más importante es la vida
Pregunta: ¿Cuál debe ser nuestra actitud al oír cosas que no provienen del Espíritu?
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SEMANA 5 — DÍA 6
Alimento matutino
He. 11:8-10 Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber adónde iba. Por la fe habitó como extranjero en la tierra de la promesa como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; porque esperaba con anhelo la ciudad que tiene fundamentos, cuyo Arquitecto y Constructor es Dios.
Nosotros los cristianos debemos ser personas que se mudan en cualquier momento. En Hechos 1:8 el Señor dijo que los discípulos serían Sus testigos en Jerusalén, en Judea, en Samaria y hasta en lo último de la tierra. Los discípulos emigraron a otros lugares, no para ganarse el sustento, sino para propagar el evangelio.
La Biblia nos dice que Abraham, Isaac y Jacob vivían en tiendas (He. 11:8-9). Una tienda es una morada móvil y no tiene cimientos. Abraham, Isaac y Jacob constantemente recogían sus tiendas y se iban a otro lugar. Ellos vivían en una tienda y con un altar, o sea, con la cruz de Cristo, para servir y adorar a Dios. Es por esto que ellos eran extranjeros y peregrinos. Éste es el principio primordial de nuestra vida cristiana. Que un cristiano que ama al Señor se establezca permanentemente en un lugar no se ajusta a la Biblia. Somos peregrinos hoy en esta tierra, y nos mudamos constantemente. (El caos satánico en la vieja creación y la economía divina para la nueva creación, págs. 86-87)
Lectura para hoy
Ahora nos gustaría decir algo en cuanto al mover del Señor…Todos aquellos que tienen algún sentir de ir…deben ser sobrios en su consideración. Mudarse de un país a otro para radicarse en éste implica muchas cosas.
Para tener una visión apropiada del mover actual del Señor…necesitamos entender la economía de Dios con respecto al linaje humano…Cuando Noé salió del diluvio, edificó un altar para servir a Dios, y esto agradó a Dios. Luego Noé cometió un error … [pero] después Dios le usó para que profetizara en cuanto a sus tres hijos: Sem, Cam y Jafet (Gn. 9:18-27).
Según la historia, estos tres hijos finalmente se convirtieron en tres grandes razas. Jafet llegó a ser el pueblo europeo, y según la profecía de Noé, habría de ser engrandecido por Dios. Esto significa que los descendientes de Jafet serían fuertes para conquistar y propagarse. Sem es el origen de la mayoría de los pueblos de Asia, incluyendo a los judíos. Palestina es parte de Asia. Cam vino a ser el padre de la raza que se estableció principalmente en África.
Si leemos cuidadosamente la historia, podemos ver que Dios, con el fin de llevar a cabo Su economía, siempre acudió a los pueblos fuertes…Por una parte, esa nación persiguió y aun crucificó a Cristo, y también persiguió y dio muerte a los apóstoles. Pero fue mediante este fuerte imperio que se preparó el camino para que Cristo naciera y fuera crucificado, y para que el evangelio fuera predicado.
Los descendientes de Jafet, según la profecía de Noé, han sido un pueblo fuerte. La mayoría de la gente de Europa, de Rusia y de los Estados Unidos son descendientes de Jafet.
En principio, para atender a lo que el Señor necesita al respecto, debemos salir a predicar el evangelio … pero no debemos hacerlo con ligereza … No podemos enviarlos a todos; de otro modo, sufriríamos una gran pérdida…Tenemos que discernir y considerar quién debe quedarse y quién debe ir.
Además, debemos tener en cuenta el sostenimiento económico. Para sostener a un misionero en la obra en Rusia, se requieren más de mil dólares al mes. Si tenemos cien hermanos que desean ir, debemos tener cien mil dólares al mes para su sostenimiento. Esto ascendería a un millón doscientos mil dólares al año … La capacidad actual que tienen los santos para sostener económicamente a los obreros en Rusia no es muy elevada. Al comienzo del mover que nos llevara hacia Rusia, recibimos una gran cantidad de ofrendas, pero las ofrendas han menguado… De modo que el número de personas que pueden ir está supeditado a nuestra capacidad financiera. (El caos satánico en la vieja creación y la economía divina para la nueva creación, págs. 86-87, 88-89, 91-92)
Lectura adicional: El caos satánico en la vieja creación y la economía divina para la nueva creación, págs. 86-92;
Witness Lee
Derechos reservados a:”Living Stream Ministry”
¡Jesús es el Señor!
Semana 19 --- El tercer viaje de Pablo
Sábado --- Leer con oración: 2 Co 10:4-5; 2 Jn 10; Hch 2:28; 19:8-10
“Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre” (Sal 16:11)
APARTARSE DE LAS DISCUSIONES
La iglesia necesita vivir en el Espíritu. Sabemos que hay hermanos a los cuales les gusta andar por las casas y hablar mal de los santos y aun hablan mal de los que conducen la iglesia y la obra. Cuando alguien viene a tener comunión con nosotros, es fácil percibir si tal hermano está en el espíritu o en la mente: si el resultado es vida, entonces sus palabras proceden del Señor; en caso contrario, no debemos darle oídos. Satanás tiene sus fortalezas en nuestra mente: por un lado el pecado habita nosotros, en nuestra carne, e influye en nuestra alma; por otro, edifica fortalezas que nos impiden liberar el espíritu y servir al Señor adecuadamente. Para destruir tales fortalezas, no usamos armas carnales, sino espirituales y poderosas en Dios, para anular los sofismas, los argumentos (2 Co 10:4-5).
No debemos recibir a nadie cuyas palabras no procedan del Espíritu (cfr. 2 Jn 10). Necesitamos tener claridad y discernir de acuerdo con la verdad. No necesitamos solamente del Espíritu de poder externamente, sino que necesitamos mucho más del Espíritu de vida interiormente. Porque si buscamos llenarnos siempre con el Espíritu de vida, habrá crecimiento y madurez. Y al llenarnos hasta rebosar, el Espíritu de vida se transformará en poder para la obra. Lo más importante finalmente es la vida. Por eso, al comienzo del libro de los Hechos, tenemos un Salmo de David citado por Pedro: “Me hiciste conocer los caminos de la vida; me llenarás de gozo con Tu presencia” (Hch 2:28; cfr. Sal 16:11) Gracias al Señor que en Su recobro Él nos ha conducido al Espíritu, haciéndonos experimentar que solamente en el Espíritu hay vida. Cuando el enemigo de Dios, Satanás, esparce mentiras, chismes y rumores en medio nuestro, no seremos alcanzados si estamos en el Espíritu. Podemos decir: “Satanás, sal y déjanos en paz”.
En Hechos 19:8-10 leemos: “Y entrando Pablo en la sinagoga, habló con denuedo por espacio de tres meses, discutiendo y persuadiendo acerca del reino de Dios. Pero endureciéndose algunos y no creyendo, maldiciendo el Camino delante de la multitud, se apartó Pablo de ellos y separó a los discípulos, discutiendo cada día en la escuela de uno llamado Tirano. Así continuó por espacio de dos años, de manera que todos los que habitaban en Asia, judíos y griegos, oyeron la palabra del Señor Jesús”. Pablo simplemente se apartó de aquellos que hablaban mal y tenían un corazón endurecido. Hoy también debemos apartarnos de los que hablan mal y no discutir con ellos. Pablo, en su madurez, dijo a Timoteo: “Porque el esclavo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda el arrepentimiento que conduce al pleno conocimiento de la verdad, y vuelvan al buen sentido (sobriedad)” (2 Ti 2:24-26a). No debemos contender con nadie, pues al hacerlo caeremos en el lazo del diablo..
Punto Clave: Lo más importante es la vida
Pregunta: ¿Cuál debe ser nuestra actitud al oír cosas que no provienen del Espíritu?
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SEMANA 5 — DÍA 6
Alimento matutino
He. 11:8-10 Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber adónde iba. Por la fe habitó como extranjero en la tierra de la promesa como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; porque esperaba con anhelo la ciudad que tiene fundamentos, cuyo Arquitecto y Constructor es Dios.
Nosotros los cristianos debemos ser personas que se mudan en cualquier momento. En Hechos 1:8 el Señor dijo que los discípulos serían Sus testigos en Jerusalén, en Judea, en Samaria y hasta en lo último de la tierra. Los discípulos emigraron a otros lugares, no para ganarse el sustento, sino para propagar el evangelio.
La Biblia nos dice que Abraham, Isaac y Jacob vivían en tiendas (He. 11:8-9). Una tienda es una morada móvil y no tiene cimientos. Abraham, Isaac y Jacob constantemente recogían sus tiendas y se iban a otro lugar. Ellos vivían en una tienda y con un altar, o sea, con la cruz de Cristo, para servir y adorar a Dios. Es por esto que ellos eran extranjeros y peregrinos. Éste es el principio primordial de nuestra vida cristiana. Que un cristiano que ama al Señor se establezca permanentemente en un lugar no se ajusta a la Biblia. Somos peregrinos hoy en esta tierra, y nos mudamos constantemente. (El caos satánico en la vieja creación y la economía divina para la nueva creación, págs. 86-87)
Lectura para hoy
Ahora nos gustaría decir algo en cuanto al mover del Señor…Todos aquellos que tienen algún sentir de ir…deben ser sobrios en su consideración. Mudarse de un país a otro para radicarse en éste implica muchas cosas.
Para tener una visión apropiada del mover actual del Señor…necesitamos entender la economía de Dios con respecto al linaje humano…Cuando Noé salió del diluvio, edificó un altar para servir a Dios, y esto agradó a Dios. Luego Noé cometió un error … [pero] después Dios le usó para que profetizara en cuanto a sus tres hijos: Sem, Cam y Jafet (Gn. 9:18-27).
Según la historia, estos tres hijos finalmente se convirtieron en tres grandes razas. Jafet llegó a ser el pueblo europeo, y según la profecía de Noé, habría de ser engrandecido por Dios. Esto significa que los descendientes de Jafet serían fuertes para conquistar y propagarse. Sem es el origen de la mayoría de los pueblos de Asia, incluyendo a los judíos. Palestina es parte de Asia. Cam vino a ser el padre de la raza que se estableció principalmente en África.
Si leemos cuidadosamente la historia, podemos ver que Dios, con el fin de llevar a cabo Su economía, siempre acudió a los pueblos fuertes…Por una parte, esa nación persiguió y aun crucificó a Cristo, y también persiguió y dio muerte a los apóstoles. Pero fue mediante este fuerte imperio que se preparó el camino para que Cristo naciera y fuera crucificado, y para que el evangelio fuera predicado.
Los descendientes de Jafet, según la profecía de Noé, han sido un pueblo fuerte. La mayoría de la gente de Europa, de Rusia y de los Estados Unidos son descendientes de Jafet.
En principio, para atender a lo que el Señor necesita al respecto, debemos salir a predicar el evangelio … pero no debemos hacerlo con ligereza … No podemos enviarlos a todos; de otro modo, sufriríamos una gran pérdida…Tenemos que discernir y considerar quién debe quedarse y quién debe ir.
Además, debemos tener en cuenta el sostenimiento económico. Para sostener a un misionero en la obra en Rusia, se requieren más de mil dólares al mes. Si tenemos cien hermanos que desean ir, debemos tener cien mil dólares al mes para su sostenimiento. Esto ascendería a un millón doscientos mil dólares al año … La capacidad actual que tienen los santos para sostener económicamente a los obreros en Rusia no es muy elevada. Al comienzo del mover que nos llevara hacia Rusia, recibimos una gran cantidad de ofrendas, pero las ofrendas han menguado… De modo que el número de personas que pueden ir está supeditado a nuestra capacidad financiera. (El caos satánico en la vieja creación y la economía divina para la nueva creación, págs. 86-87, 88-89, 91-92)
Lectura adicional: El caos satánico en la vieja creación y la economía divina para la nueva creación, págs. 86-92;
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