Alimento diario y matutino (martes)

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5 Septiembre 2001
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Alimento diario y matutino (martes)
El ministerio orgánico de Juan
La cuarta gran visión de Juan en el espíritu
Leer con oración: Ap 16:14, 16; 20:1-5; Jn 5:29; 1 Co 15:23b
“A fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos” (Fil 3:10-11)
EL ÉNFASIS DEL MINISTERIO DE JUAN
Juan tuvo un ministerio orgánico, con énfasis en la vida. Dios lo escogió especialmente para darle las cuatro visiones, comenzando por la historia de la iglesia, en la primera visión; en la segunda, tenemos la historia de la humanidad y el final de los tiempos, mostrándonos que todas las cosas en el mundo serán juzgadas y totalmente purificadas.
En tercer lugar, el Señor le mostró la gran Babilonia religiosa y la Babilonia material, que serán totalmente destruidas y con ellas todos los que se junten para pelear contra los elegidos de Dios. Serán los reyes y generales de los ejércitos, y los doscientos millones de jinetes, venidos del oriente y de la región norte de Europa, como Rusia y Siberia, y también del sur, como Egipto y Etiopía. Serán muchos ejércitos de varias naciones concentrados en un solo lugar, llamado Armagedón (Ap 16:14, 16). El Señor montando en un caballo blanco, juntamente con Sus ejércitos, también montados en sus caballos blancos, los destruirá y acabará de una sola vez con todos ellos (19:11-16). Todos los comandantes, los reyes, los ejércitos serán exterminados (19:19-21). La bestia, que es el anticristo, juntamente con el falso profeta, su portavoz, serán lanzados vivos en el lago de fuego (v. 20). Por tanto, la Babilonia religiosa como la Babilonia material tendrán su fin.
Después de todo eso, Satanás será atado y amarrado por mil años. En Apocalipsis 20:1-2 leemos: “Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años”. Satanás no será lanzado en el lago de fuego, sino colocado en el abismo, porque el Señor aún lo usará. Él permanecerá preso solamente por mil años, es decir, hasta el final del reino milenario (v. 3). El Señor incluso permitirá que permanezca, para entonces poner fin a todas las cosas negativas antes de la eternidad.
En el versículo 4a dice: “Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar”. Estos tronos no se refieren al trono de Dios y del Cordero, sino que se asemejan a los tronos de los veinticuatro ancianos. Los que se sentaron en ellos son los que tienen autoridad para juzgar: esos son los vencedores.
El versículo 4 prosigue: “Vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios”. Aquí se refiere a los vencedores muertos en toda la historia de la iglesia. Este versículo dice aún: “los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos”. Estos son los que fueron martirizados durante la gran tribulación. El versículo concluye: “y vivieron y reinaron con Cristo mil años”. Esta es la primera resurrección.
El versículo 5 se refiere a los incrédulos diciendo: “Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección”. Solamente participarán de la primera resurrección los que creyeron en Jesús y murieron; los restantes de los muertos tendrán que esperar mil años. La primera resurrección, es la resurrección de la vida (Jn 5:29; 1 Co 15:23b; 1 Ts 4:16), la resurrección de los justos (Lc 14:14) y la resurrección que Pablo buscaba (Fil 3:11-lit).
Punto Clave: Poner fin a todo lo que es negativo
Su punto clave es:
Pregunta: Comparta sobre la primera resurrección
Dong Yu Lan
Derechos reservados a: Editora “Arvore da Vida”
¡Jesús es el Señor!
SEMANA 3 — DÍA 2
Alimento matutino
1Co.6:17 Pero el que se une al Señor, es un solo espíritu con Él.
2 Ti. 4:22 El Señor esté con tu espíritu. La gracia sea con vosotros.
He. 11:6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que existe, y que es galardonador de los que con diligencia le buscan.
La gracia de Dios, en Su economía, es Su corporificación. Dios se hizo carne a fin de entrar en el hombre y mezclarse con él como una sola entidad; por consiguiente, Él es Emanuel. Él es el Dios-hombre: es Dios y a la vez hombre, y es hombre y a la vez Dios. En Él, Dios y el hombre llegaron a ser uno. Este Emanuel, el Dios encarnado, es la gracia para que el hombre le disfrute (Jn. 1:1, 14).Aquí tenemos a una Persona que era Dios y se hizo hombre… Él es la gracia. Espero que todos podamos ver esta visión y revelación…La gracia es Dios corporificado. Primero, Dios como Padre se corporificó en el Hijo, y luego el Hijo fue hecho real para nosotros como el Espíritu vivificante. Este Espíritu entra en nosotros como gracia para que lo disfrutemos. Debemos ver lo que es la gracia. La gracia es la corporificación de Dios, quien se hizo un Dios-hombre poseyendo tanto divinidad como humanidad, el cual experimentó el vivir humano, murió, resucitó y entró en ascensión. Ahora Él ha llegado a ser el Espíritu vivificante y mora en nosotros. Por esta razón, 2 Timoteo 4:22 dice: “El Señor esté con tu espíritu”, y luego añade: “La gracia sea con vosotros”.El hecho que el Señor esté con nuestro espíritu equivale a que la gracia sea con nosotros. El Señor es gracia para que le recibamos y le disfrutemos como nuestro suministro y experiencia. (La ley y gracia de Dios en Su economía, pág. 35)
Lectura para hoy
La gracia que los creyentes experimentan en la economía de Dios es el Dios Triuno procesado. Si el Dios Triuno no se hubiera procesado, no podría ser la gracia para los creyentes. Dios es uno y a la vez tres, a saber, el Padre, el Hijo y el Espíritu. El Hijo es la corporificación y expresión del Padre; y el Espíritu es la realidad del Hijo y el Hijo hecho real para los creyentes. En el Hijo, el Padre es expresado y visto; y como el Espíritu, el Hijo es revelado y hecho real para nosotros. El Dios Triuno se imparte en nosotros para ser nuestra porción como gracia a fin de que le disfrutemos, en Su Trinidad Divina, como nuestro todo. Hoy el Dios Triuno procesado y consumado ha llegado a ser el Espíritu vivificante y es todo-inclusivo. Como tal Persona, Él está en nosotros con el fin de introducirnos en Su organismo. En tal organismo se halla el elemento orgánico que Dios desea…Necesitamos estar en el Dios Triuno procesado y consumado, tomándole como nuestra vida y nuestra persona. Estamos en la cruz y, sin embargo, en Su resurrección hemos sido resucitados y además hemos ascendido juntamente con El. Aquí, Dios y el hombre se mezclan para producir un organismo. Esto es algo que la gracia logra. La gracia, en la economía de Dios, es la corporificación de Dios a fin de que el hombre le reciba como su disfrute y suministro.
Debemos aprender a recibir tal gracia corporificada a fin de tener este disfrute y suministración. Como resultado de ello, estaremos llenos del elemento orgánico en nuestro interior, y así llegaremos a ser el organismo de Dios. (La ley y gracia de Dios en Su economía, págs. 52) Los escritos de Juan empiezan y terminan con la gracia de Dios. Juan muestra que cuando Dios se encarnó, esto fue la gracia que vino al hombre [Jn. 1:14-17]…Los escritos de Juan terminan con la gracia como la consumación de todas las Escrituras (Ap. 22:21).
En el Nuevo Testamento, Dios fue procesado y consumado para ser el todo de Su pueblo escogido, a fin de cumplir la economía de Dios. Nosotros no somos nada, y Él lo es todo. Nosotros, los que nos acercamos a Dios, tenemos que creer que Dios es y que nosotros no somos (He. 11:6). Los primeros tres mandamientos de los Diez Mandamientos están relacionados con Dios mismo (Éx. 20:1-7). El cuarto está relacionado con guardar el sábado (v.8). Esto indica que si queremos recibir a Dios como el todo, tenemos que dejar de trabajar…Todo el tiempo o era que corresponde al Nuevo Testamento es un sábado. El sábado significa que Dios lo es todo, lo hace todo y lo da todo, y que el hombre debe cesar toda actividad. No hagan nada, no sean nada ni den nada. Simplemente reciban a Dios, quien lo es todo. (La cristalización de la Epístola a los Romanos, págs. 223-224)
Lectura adicional: La ley y gracia de Dios en Su economía, págs. 21-32; La cristalización de la Epístola a los Romanos, mensaje 20
Witness Lee
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