Alimento diario y matutino (martes)
El ministerio orgánico de Juan
Semana 5 --- La primera gran visión de Juan en el espíritu
Martes --- Leer con oración: Ap 1:9-13, 20; He 6:20
“Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro” (Ap 1:12)
LOS SIETE CANDELEROS DE ORO
Apocalipsis 1:9 dice: “Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo”. Este versículo nos muestra que Juan era igual que cualquiera de nosotros, compañero en la tribulación, en el reino y en la perseverancia en Jesús. Nosotros estamos en la vida de la iglesia por causa de la Palabra de Dios, y del testimonio de Jesús. El motivo principal de que Juan haya oído la voz del Señor, es que estaba en el espíritu: “Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor” (Ap 1:10a). Después de tantos años de experiencia con el Señor, y hasta aún habiendo pasado por el exilio, Juan fue totalmente cambiado, era una persona que vivía en el espíritu.
Esto es un aliento para nosotros: necesitamos vivir en el espíritu. En el espíritu tenemos poder, oímos las palabras del Señor y tenemos visión. Juan estaba en el espíritu, y oyó detrás de sí una gran voz: “Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias” (v. 11a). Si no hubiese estado en el Espíritu, no hubiera podido oír la gran voz; cuando la oyó, se volvió de inmediato. Nosotros también debemos tener esa actitud de volvernos para ver quién habla con nosotros. Solamente oír la palabra de Dios no es suficiente; debemos actuar rápido y volvernos inmediatamente.
El versículo 12 dice: “Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro”. Si oímos la voz del que nos llama, pero no nos volvemos, no tendremos la visión. Juan vio siete candeleros, o candelabros, y en medio de ellos estaba alguien semejante al Hijo del Hombre (v. 13). Los candeleros de oro son las siete iglesias (cfr. v. 20).
Cada iglesia tiene el nombre de la ciudad donde está, por tanto, en cada ciudad debe haber un candelero de oro. No importa el tamaño de la ciudad, si es grande o pequeña, si tiene un candelero de oro que brilla, sin duda, el Hijo del Hombre anda por allí. No debemos murmurar: “Sólo tenemos algunos hermanos partiendo el pan en nuestra ciudad; y sólo ellos sustentan el testimonio del candelero aquí. No es como en otras ciudades, donde hay centenas de personas en la reunión”. No importa el tamaño del candelero, si es grande o pequeño, lo que importa es que debe ser de oro y debe brillar.
El Hijo del Hombre anda en medio de los candeleros, y está siempre cuidando de ellos. Cuando ve algo erróneo, viene para corregir. Necesitamos de aquel que es “semejante al Hijo del Hombre” para cuidar de los candeleros y supervisar, ayudar y suplir, para que nuestro candelero de oro esté bien firme y brillante.
El Hijo del Hombre estaba vestido con una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro (v. 13b). Las vestiduras hasta los pies eran usadas por los sacerdotes, luego el Hijo del Hombre aquí se presenta como un sumo sacerdote. Hebreos 6:20 dice que el Señor es el sumo sacerdote según el orden de Melquisedec; Él es el sacerdote del Dios altísimo, y lleva al hombre hasta Dios. El Señor también tiene un cinto de oro a la altura del pecho. Generalmente el cinto ciñe los lomos, pero éste ésta a la altura del pecho. Los lomos simbolizan fuerza, pero el pecho prefigura el amor. Esto significa que el Señor Jesús está lleno de amor para con las iglesias.
Punto Clave:
Estar en el espíritu
Su punto clave es:
Pregunta:
Basados en Ap 1:12, ¿Cuál debe ser nuestra actitud hoy?
Dong Yu Lan
Derechos reservados a: Editora “Arvore da Vida”
¡Jesús es el Señor!
SEMANA 12 — DÍA 2
Alimento matutino
Ap. 2:7 …Al que venza, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en el Paraíso de Dios.
12:5 Y ella dio a luz un hijo varón, que pastoreará con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado a Dios y a Su trono.
14:1 Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con Él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de Él y el de Su Padre escrito en la frente.
4 …Éstos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Éstos fueron comprados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero.
Toda la Escritura…concluye con dos cosas: los vencedores y la Nueva Jerusalén. Éstos son los dos puntos principales revelados en Apocalipsis, el último libro de la Biblia. Apocalipsis 1—20 nos da una narración completa de los vencedores, y la Nueva Jerusalén de Apocalipsis 21—22 será el resultado, el fruto, la consumación, de los vencedores. La Nueva Jerusalén será manifestada en dos etapas. En la primera etapa se manifestará en el milenio, el reino de mil años, el cual será el precursor de la Nueva Jerusalén en el cielo nuevo y la tierra nueva por la eternidad, la cual corresponde a la segunda etapa de la Nueva Jerusalén en la era eterna. (Los vencedores, págs. 9-10)
Lectura para hoy
La Nueva Jerusalén es la totalidad de los vencedores. Los vencedores serán la Nueva Jerusalén en la era venidera, la era del milenio, y, como tales, serán los precursores de la Nueva Jerusalén en la eternidad futura. Sólo una parte relativamente pequeña de los creyentes será la compañía de vencedores. La mayoría de los creyentes … serán derrotados. Al regreso del Señor, Él se llevará consigo sólo a los vencedores y dejará al resto de los creyentes en otra categoría debido a que no habrán alcanzado la madurez en la vida divina. En el milenio los creyentes vencedores estarán con Cristo en la gloria resplandeciente del reino, mientras que los creyentes derrotados sufrirán castigo en las tinieblas de afuera (Mt. 8:12; 22:13; 25:30). Esto tiene como propósito que ellos sean perfeccionados para llegar a la madurez.
Los vencedores tempranos serán recompensados…con lo que ellos son en Cristo. Ellos disfrutarán la victoria; sin embargo, los derrotados, los que no se prepararon, no tendrán nada que puedan disfrutar como su recompensa. En lugar de eso, el Señor los disciplinará para que maduren y sean perfeccionados. Finalmente, la mayoría de los creyentes disfrutarán lo que ellos sean en Cristo por la eternidad.
Un vencedor es alguien que vence en todos los aspectos de su vida diaria. El Señor Jesús opera en nuestro interior para expresar Su vivir en nosotros incluso en la manera en que nos peinamos y nos cortamos el cabello … Vencer … significa que le amamos [al Señor] más que a nuestro yo, más que a nuestra vida del alma. Un vencedor conoce y ama sólo a Cristo.
La Nueva Jerusalén que estará en el cielo nuevo y la tierra nueva por la eternidad…será la totalidad de todos los creyentes que hayan vivido a través de todas las generaciones del Antiguo Testamento y del Nuevo. Para ese entonces todo el pueblo escogido y redimido por Dios habrá llegado a ser vencedor. (Los vencedores, págs. 10-11, 12-13)
Verdaderamente esta era está llegando a su fin. Observemos cómo viene desarrollándose la situación mundial. La nación de Israel ha sido restaurada y Jerusalén ha retornado a manos de los israelitas. Por tanto, esta era pronto deberá llegar a su culminación. Pero tal parece que el Señor aún no tiene la manera de dar culminación a esta era. La razón por la cual el Señor todavía no ha podido dar culminación a esta era es que Él todavía está a la espera de los vencedores. Él está a la espera de un grupo de vencedores que lleven una vida en el Cuerpo de Cristo en resurrección a fin de ser ellos el medio que el Señor utilice para dar inicio a la era de Su reino.
En Apocalipsis 14 vemos que aun cuando son muchos los que han sido salvos, los vencedores son apenas ciento cuarenta y cuatro mil. Quiera el Señor tener misericordia de nosotros y nos haga vencedores en la era presente a fin de que Él pueda dar culminación a esta era y traer la era de Su reino. (A General Outline of God’s Economyand the Proper Living of aGod-man, págs. 44-45)
Lectura adicional: Los vencedores, cap. 1; Experiencing the Mingling of God with Man for theOneness of the Body of Christ, caps. 4-5; A General Outline of God’s Economy and the Proper Living of a God-man, caps. 3-4
Witness Lee
Derechos reservados a: “Living Stream Ministry”
¡Jesús es el Señor”
El ministerio orgánico de Juan
Semana 5 --- La primera gran visión de Juan en el espíritu
Martes --- Leer con oración: Ap 1:9-13, 20; He 6:20
“Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro” (Ap 1:12)
LOS SIETE CANDELEROS DE ORO
Apocalipsis 1:9 dice: “Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo”. Este versículo nos muestra que Juan era igual que cualquiera de nosotros, compañero en la tribulación, en el reino y en la perseverancia en Jesús. Nosotros estamos en la vida de la iglesia por causa de la Palabra de Dios, y del testimonio de Jesús. El motivo principal de que Juan haya oído la voz del Señor, es que estaba en el espíritu: “Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor” (Ap 1:10a). Después de tantos años de experiencia con el Señor, y hasta aún habiendo pasado por el exilio, Juan fue totalmente cambiado, era una persona que vivía en el espíritu.
Esto es un aliento para nosotros: necesitamos vivir en el espíritu. En el espíritu tenemos poder, oímos las palabras del Señor y tenemos visión. Juan estaba en el espíritu, y oyó detrás de sí una gran voz: “Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias” (v. 11a). Si no hubiese estado en el Espíritu, no hubiera podido oír la gran voz; cuando la oyó, se volvió de inmediato. Nosotros también debemos tener esa actitud de volvernos para ver quién habla con nosotros. Solamente oír la palabra de Dios no es suficiente; debemos actuar rápido y volvernos inmediatamente.
El versículo 12 dice: “Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro”. Si oímos la voz del que nos llama, pero no nos volvemos, no tendremos la visión. Juan vio siete candeleros, o candelabros, y en medio de ellos estaba alguien semejante al Hijo del Hombre (v. 13). Los candeleros de oro son las siete iglesias (cfr. v. 20).
Cada iglesia tiene el nombre de la ciudad donde está, por tanto, en cada ciudad debe haber un candelero de oro. No importa el tamaño de la ciudad, si es grande o pequeña, si tiene un candelero de oro que brilla, sin duda, el Hijo del Hombre anda por allí. No debemos murmurar: “Sólo tenemos algunos hermanos partiendo el pan en nuestra ciudad; y sólo ellos sustentan el testimonio del candelero aquí. No es como en otras ciudades, donde hay centenas de personas en la reunión”. No importa el tamaño del candelero, si es grande o pequeño, lo que importa es que debe ser de oro y debe brillar.
El Hijo del Hombre anda en medio de los candeleros, y está siempre cuidando de ellos. Cuando ve algo erróneo, viene para corregir. Necesitamos de aquel que es “semejante al Hijo del Hombre” para cuidar de los candeleros y supervisar, ayudar y suplir, para que nuestro candelero de oro esté bien firme y brillante.
El Hijo del Hombre estaba vestido con una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro (v. 13b). Las vestiduras hasta los pies eran usadas por los sacerdotes, luego el Hijo del Hombre aquí se presenta como un sumo sacerdote. Hebreos 6:20 dice que el Señor es el sumo sacerdote según el orden de Melquisedec; Él es el sacerdote del Dios altísimo, y lleva al hombre hasta Dios. El Señor también tiene un cinto de oro a la altura del pecho. Generalmente el cinto ciñe los lomos, pero éste ésta a la altura del pecho. Los lomos simbolizan fuerza, pero el pecho prefigura el amor. Esto significa que el Señor Jesús está lleno de amor para con las iglesias.
Punto Clave:
Estar en el espíritu
Su punto clave es:
Pregunta:
Basados en Ap 1:12, ¿Cuál debe ser nuestra actitud hoy?
Dong Yu Lan
Derechos reservados a: Editora “Arvore da Vida”
¡Jesús es el Señor!
SEMANA 12 — DÍA 2
Alimento matutino
Ap. 2:7 …Al que venza, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en el Paraíso de Dios.
12:5 Y ella dio a luz un hijo varón, que pastoreará con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado a Dios y a Su trono.
14:1 Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con Él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de Él y el de Su Padre escrito en la frente.
4 …Éstos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Éstos fueron comprados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero.
Toda la Escritura…concluye con dos cosas: los vencedores y la Nueva Jerusalén. Éstos son los dos puntos principales revelados en Apocalipsis, el último libro de la Biblia. Apocalipsis 1—20 nos da una narración completa de los vencedores, y la Nueva Jerusalén de Apocalipsis 21—22 será el resultado, el fruto, la consumación, de los vencedores. La Nueva Jerusalén será manifestada en dos etapas. En la primera etapa se manifestará en el milenio, el reino de mil años, el cual será el precursor de la Nueva Jerusalén en el cielo nuevo y la tierra nueva por la eternidad, la cual corresponde a la segunda etapa de la Nueva Jerusalén en la era eterna. (Los vencedores, págs. 9-10)
Lectura para hoy
La Nueva Jerusalén es la totalidad de los vencedores. Los vencedores serán la Nueva Jerusalén en la era venidera, la era del milenio, y, como tales, serán los precursores de la Nueva Jerusalén en la eternidad futura. Sólo una parte relativamente pequeña de los creyentes será la compañía de vencedores. La mayoría de los creyentes … serán derrotados. Al regreso del Señor, Él se llevará consigo sólo a los vencedores y dejará al resto de los creyentes en otra categoría debido a que no habrán alcanzado la madurez en la vida divina. En el milenio los creyentes vencedores estarán con Cristo en la gloria resplandeciente del reino, mientras que los creyentes derrotados sufrirán castigo en las tinieblas de afuera (Mt. 8:12; 22:13; 25:30). Esto tiene como propósito que ellos sean perfeccionados para llegar a la madurez.
Los vencedores tempranos serán recompensados…con lo que ellos son en Cristo. Ellos disfrutarán la victoria; sin embargo, los derrotados, los que no se prepararon, no tendrán nada que puedan disfrutar como su recompensa. En lugar de eso, el Señor los disciplinará para que maduren y sean perfeccionados. Finalmente, la mayoría de los creyentes disfrutarán lo que ellos sean en Cristo por la eternidad.
Un vencedor es alguien que vence en todos los aspectos de su vida diaria. El Señor Jesús opera en nuestro interior para expresar Su vivir en nosotros incluso en la manera en que nos peinamos y nos cortamos el cabello … Vencer … significa que le amamos [al Señor] más que a nuestro yo, más que a nuestra vida del alma. Un vencedor conoce y ama sólo a Cristo.
La Nueva Jerusalén que estará en el cielo nuevo y la tierra nueva por la eternidad…será la totalidad de todos los creyentes que hayan vivido a través de todas las generaciones del Antiguo Testamento y del Nuevo. Para ese entonces todo el pueblo escogido y redimido por Dios habrá llegado a ser vencedor. (Los vencedores, págs. 10-11, 12-13)
Verdaderamente esta era está llegando a su fin. Observemos cómo viene desarrollándose la situación mundial. La nación de Israel ha sido restaurada y Jerusalén ha retornado a manos de los israelitas. Por tanto, esta era pronto deberá llegar a su culminación. Pero tal parece que el Señor aún no tiene la manera de dar culminación a esta era. La razón por la cual el Señor todavía no ha podido dar culminación a esta era es que Él todavía está a la espera de los vencedores. Él está a la espera de un grupo de vencedores que lleven una vida en el Cuerpo de Cristo en resurrección a fin de ser ellos el medio que el Señor utilice para dar inicio a la era de Su reino.
En Apocalipsis 14 vemos que aun cuando son muchos los que han sido salvos, los vencedores son apenas ciento cuarenta y cuatro mil. Quiera el Señor tener misericordia de nosotros y nos haga vencedores en la era presente a fin de que Él pueda dar culminación a esta era y traer la era de Su reino. (A General Outline of God’s Economyand the Proper Living of aGod-man, págs. 44-45)
Lectura adicional: Los vencedores, cap. 1; Experiencing the Mingling of God with Man for theOneness of the Body of Christ, caps. 4-5; A General Outline of God’s Economy and the Proper Living of a God-man, caps. 3-4
Witness Lee
Derechos reservados a: “Living Stream Ministry”
¡Jesús es el Señor”