Alimento diario y matutino (martes)
El ministerio orgánico de Juan – Las cuatro grandes visiones
Semana 3--- El ministerio del apóstol Pablo
Leer con oración: Hch.15:1, 4-5, 7-11, 19-31,40; 16:6-10; 18:14
"Cuando vio la visión, en seguida procuramos partir para Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el evangelio" (Hch 1:10)
SEGUIR EN TODO AL ESPIRÍTU
. En su primer viaje ministerial, Pablo salió con Bernabé a la región de Galacia. De acuerdo con lo que escribió en Gálatas, cuando una iglesia se levantaba, él la llevaba a invocar el nombre del Señor y la introducía en el Espíritu. Por el hecho de que Pablo invocaba el nombre del Señor, las iglesias que engendraba también invocaban, y eso las hacía disfrutar del Espíritu. Así, las iglesias fueron levantadas en la región de Galacia.
En esa ocasión, sucedió que algunos de Jerusalén descendieron para llevar a los gentiles a circuncidarse según la costumbre de Moisés (cfr. Hch 15:1, 5). Por esta razón, Pablo y Bernabé subieron a Jerusalén para tener comunión con los hermanos, y hablaron de cómo el Señor los había enviado para la obra entre los gentiles (15:4). El primero que dio testimonio a favor de ellos fue Pedro, diciendo que Dios preparó a los gentiles para recibir al Señor (vs.7-11). Seguidamente Santiago, hermano según la carne del Señor, dijo: “Por lo cual yo juzgo que no se inquiete a los gentiles que se convierten a Dios, sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de ahogado y de sangre. Porque Moisés desde tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien lo predique en las sinagogas, donde es leído cada día de reposo" (vs.19-21). Esa decisión tenía cierta influencia del Antiguo Testamento.
Dos hermanos de Jerusalén, Judas, llamado Barsabás, y Silas, acompañaron a los apóstoles para llevar la carta y leerla en Antioquía (vs. 22-31). Una vez cumplida esa tarea, ellos deberían regresar, sin embargo, Silas prefirió permanecer allí, y Pablo lo escogió para salir a la obra a partir de Antioquía, en su segundo viaje ministerial (v.40). Vemos que en ese viaje hubo mucha bendición de Dios, porque ellos andaban según el Espíritu. Cuando recorrían la región de Galacia fueron impedidos por el Espíritu Santo de predicar la Palabra en Asia; entonces intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se los permitió. De noche Pablo tuvo una visión en la cual un varón macedonio le rogaba: pasa a Macedonia y ayúdanos. Enseguida procuraron partir para allá, dando por cierto que Dios lo llamaba para anunciarles el evangelio (cfr. 16:6-10). En su segundo viaje, Pablo hizo una excelente obra en Filipos y Tesalónica, donde las iglesias fueron levantadas, conducidas al Espíritu y llenadas de gracia.
Después, fue a Corinto, donde permaneció un año y medio y conoció a un matrimonio, Aquila y Priscila, judíos que habían salido de Roma (18:1-4). Como eran del mismo oficio, Pablo se quedó con ellos, y trabajaron juntos. Priscila y Aquila recibieron mucha ayuda de Pablo y lo acompañaron hasta Éfeso, donde permanecieron cuando Pablo terminó su segundo viaje ministerial y volvió para Antioquía. En ese tiempo, llegó a Éfeso un judío llamado Apolos, hombre elocuente y poderoso en las Escrituras, instruido en el camino del Señor, ferviente de espíritu, que hablaba y enseñaba lo concerniente al Señor, aunque solamente conocía el bautismo de Juan (vs. 24-25). Aquila y Priscila le ayudaron, exponiéndole más exactamente el camino de Dios y animándolo. Después de eso Apolos fue a Corinto (vs. 26-28).
En cuanto a Pablo, los hermanos de Éfeso le rogaron que permaneciese más tiempo allí, pero él les dijo: “Otra vez volveré a vosotros, si Dios quiere" (v. 21); pues el Espíritu Santo no quería que permaneciese allí. Ese fue el resultado de su segundo viaje, muy lleno de la gracia del Señor, porque en todo Pablo siguió al Espíritu.
Punto clave: Dar atención al guiar del Espíritu
Pregunta: ¿Cuál fue el motivo del éxito del segundo viaje de Pablo?
Dong Yu Lan
Derechos reservados a: Editora “Arvore da Vida”
¡Jesús es el Señor!
SEMANA 10 — DÍA 2
Alimento matutino
Ef. 1:22-23 …La iglesia, la cual es Su Cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.
3:18-19 [A fin de que] seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la altura y la profundidad, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis
llenos hasta la medida de toda la plenitud de Dios.
4:3-4 Diligentes en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; un Cuerpo, y un Espíritu…
Todos los problemas tienen su origen en una sola cosa: el hecho de que no conocemos el Cuerpo…Siempre que vayamos a hacer algo…debemos tomar en consideración cómo el Cuerpo se sentiría acerca de lo que vamos a hacer. El mayor problema, el problema único, consiste en que no conocemos el Cuerpo ni nos preocupamos por él. Si tenemos en cuenta el Cuerpo y nos preocupamos por él, no habrá ningún problema.
Nosotros estamos aquí por causa del Cuerpo. No podemos poner en práctica las iglesias locales sin el respaldo del Cuerpo y del recobro. Si practicamos la vida de iglesia local sin tener en cuenta el Cuerpo, nuestra iglesia local se convertirá en una secta local.
Todo lo que se lleva a cabo en el recobro no tiene como fin el beneficio de algún individuo o de alguna iglesia local, sino el beneficio del Cuerpo. Si deseamos hacer algo, debemos considerar cómo el Cuerpo, el recobro, reaccionaría. Todos los problemas que se suscitan se deben a que no vemos el Cuerpo y que no nos preocupamos por el Cuerpo. Todos necesitamos regresar a la verdad bíblica, y al poner en práctica la verdad estaremos cuidando del Cuerpo.A veces el Cuerpo está fuerte, y otras veces no lo está, pero aun así, sigue siendo el Cuerpo. Si regresamos a la verdad y guardamos el orden adecuado que se halla en el Cuerpo, éste se fortalecerá inmediatamente. Todos los problemas se deben a un solo factor: no ver el Cuerpo, no conocerlo ni preocuparnos por él. Debemos honrar al Cuerpo.
Debemos tomar la resolución de negarnos a nosotros mismos y ser vencedores por amor al Señor, por amor a Su recobro y por amor a Su Cuerpo. Necesitamos tomar tal resolución…Los vencedores ven el Cuerpo, conocen el Cuerpo y cuidan del Cuerpo. (The Problems Causing the Turmoils in the Church Life, págs. 35-36)
Lectura para hoy
En el Nuevo Testamento no se hace énfasis en la unidad de la iglesia; la unidad no es algo que concierne a la iglesia, sino al Cuerpo. La oración que el Señor hizo por los creyentes en Juan 17 era acerca del Cuerpo. Él oró diciendo: “Padre santo, guárdalos en Tu nombre, el cual me has dado, para que sean uno, así como Nosotros … para que todos sean uno; como Tú, Padre, estás enMí, y Yo en Ti, que también ellos estén en Nosotros” (vs. 11b, 21). Los creyentes pueden experimentar esta unidad únicamente si están en el Padre Santo, en el Hijo Santo y en la Trinidad Santa.
La unidad a la cual aspiraba el Señor y por la cual oraba en Juan 17 es la unidad del Espíritu descrita en Efesios 4:3-6. Es imprescindible que veamos que la iglesia es el Cuerpo de Cristo, el cual es una entidad constituida por el Dios Triuno y por aquellos que Él escogió y redimió. En este Cuerpo se halla la realidad de la unidad … La verdadera unidad es la unidad orgánica del Cuerpo. En una localidad, esta unidad es llamada la unanimidad. Sin la unidad del Cuerpo, no sería posible la unanimidad en la iglesia.
Debemos ver el Cuerpo de Cristo y tener muy en claro esta visión. Esta visión debe llegar a ser la visión que nos rija y nos dirija. Debemos hacer la obra del recobro del Señor regulados por esta visión. La obra del recobro del Señor es la obra de Su economía, la obra del Cuerpo de Cristo.
En el Cuerpo es imprescindible que guardemos la unidad del Espíritu; en la iglesia y entre las iglesias locales, es menester que seamos unánimes. En esto consiste la verdadera unidad. (The Governing and Controlling Vision in the Bible, págs. 29, 33-34)
Lectura adicional: The Problems Causing the Turmoils in the Church Life, cap. 4; TheGoverning and Controlling Vision in the Bible, cap. 2; The Intrinsic Problem in the Lord’s Recovery Today and Its Scriptural Remedy, cap. 1; Living in andwith the Divine Trinity, cap. 5; Una visión completa del Cuerpo de Cristo, cap. 2; La cumbre de la visión y la realidad del Cuerpo de Cristo, caps. 3-4
Witness Lee
Derechos reservados a: “Living Stream Ministry”
¡Jesús es el Señor!
El ministerio orgánico de Juan – Las cuatro grandes visiones
Semana 3--- El ministerio del apóstol Pablo
Leer con oración: Hch.15:1, 4-5, 7-11, 19-31,40; 16:6-10; 18:14
"Cuando vio la visión, en seguida procuramos partir para Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el evangelio" (Hch 1:10)
SEGUIR EN TODO AL ESPIRÍTU
. En su primer viaje ministerial, Pablo salió con Bernabé a la región de Galacia. De acuerdo con lo que escribió en Gálatas, cuando una iglesia se levantaba, él la llevaba a invocar el nombre del Señor y la introducía en el Espíritu. Por el hecho de que Pablo invocaba el nombre del Señor, las iglesias que engendraba también invocaban, y eso las hacía disfrutar del Espíritu. Así, las iglesias fueron levantadas en la región de Galacia.
En esa ocasión, sucedió que algunos de Jerusalén descendieron para llevar a los gentiles a circuncidarse según la costumbre de Moisés (cfr. Hch 15:1, 5). Por esta razón, Pablo y Bernabé subieron a Jerusalén para tener comunión con los hermanos, y hablaron de cómo el Señor los había enviado para la obra entre los gentiles (15:4). El primero que dio testimonio a favor de ellos fue Pedro, diciendo que Dios preparó a los gentiles para recibir al Señor (vs.7-11). Seguidamente Santiago, hermano según la carne del Señor, dijo: “Por lo cual yo juzgo que no se inquiete a los gentiles que se convierten a Dios, sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de ahogado y de sangre. Porque Moisés desde tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien lo predique en las sinagogas, donde es leído cada día de reposo" (vs.19-21). Esa decisión tenía cierta influencia del Antiguo Testamento.
Dos hermanos de Jerusalén, Judas, llamado Barsabás, y Silas, acompañaron a los apóstoles para llevar la carta y leerla en Antioquía (vs. 22-31). Una vez cumplida esa tarea, ellos deberían regresar, sin embargo, Silas prefirió permanecer allí, y Pablo lo escogió para salir a la obra a partir de Antioquía, en su segundo viaje ministerial (v.40). Vemos que en ese viaje hubo mucha bendición de Dios, porque ellos andaban según el Espíritu. Cuando recorrían la región de Galacia fueron impedidos por el Espíritu Santo de predicar la Palabra en Asia; entonces intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se los permitió. De noche Pablo tuvo una visión en la cual un varón macedonio le rogaba: pasa a Macedonia y ayúdanos. Enseguida procuraron partir para allá, dando por cierto que Dios lo llamaba para anunciarles el evangelio (cfr. 16:6-10). En su segundo viaje, Pablo hizo una excelente obra en Filipos y Tesalónica, donde las iglesias fueron levantadas, conducidas al Espíritu y llenadas de gracia.
Después, fue a Corinto, donde permaneció un año y medio y conoció a un matrimonio, Aquila y Priscila, judíos que habían salido de Roma (18:1-4). Como eran del mismo oficio, Pablo se quedó con ellos, y trabajaron juntos. Priscila y Aquila recibieron mucha ayuda de Pablo y lo acompañaron hasta Éfeso, donde permanecieron cuando Pablo terminó su segundo viaje ministerial y volvió para Antioquía. En ese tiempo, llegó a Éfeso un judío llamado Apolos, hombre elocuente y poderoso en las Escrituras, instruido en el camino del Señor, ferviente de espíritu, que hablaba y enseñaba lo concerniente al Señor, aunque solamente conocía el bautismo de Juan (vs. 24-25). Aquila y Priscila le ayudaron, exponiéndole más exactamente el camino de Dios y animándolo. Después de eso Apolos fue a Corinto (vs. 26-28).
En cuanto a Pablo, los hermanos de Éfeso le rogaron que permaneciese más tiempo allí, pero él les dijo: “Otra vez volveré a vosotros, si Dios quiere" (v. 21); pues el Espíritu Santo no quería que permaneciese allí. Ese fue el resultado de su segundo viaje, muy lleno de la gracia del Señor, porque en todo Pablo siguió al Espíritu.
Punto clave: Dar atención al guiar del Espíritu
Pregunta: ¿Cuál fue el motivo del éxito del segundo viaje de Pablo?
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¡Jesús es el Señor!
SEMANA 10 — DÍA 2
Alimento matutino
Ef. 1:22-23 …La iglesia, la cual es Su Cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.
3:18-19 [A fin de que] seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la altura y la profundidad, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis
llenos hasta la medida de toda la plenitud de Dios.
4:3-4 Diligentes en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; un Cuerpo, y un Espíritu…
Todos los problemas tienen su origen en una sola cosa: el hecho de que no conocemos el Cuerpo…Siempre que vayamos a hacer algo…debemos tomar en consideración cómo el Cuerpo se sentiría acerca de lo que vamos a hacer. El mayor problema, el problema único, consiste en que no conocemos el Cuerpo ni nos preocupamos por él. Si tenemos en cuenta el Cuerpo y nos preocupamos por él, no habrá ningún problema.
Nosotros estamos aquí por causa del Cuerpo. No podemos poner en práctica las iglesias locales sin el respaldo del Cuerpo y del recobro. Si practicamos la vida de iglesia local sin tener en cuenta el Cuerpo, nuestra iglesia local se convertirá en una secta local.
Todo lo que se lleva a cabo en el recobro no tiene como fin el beneficio de algún individuo o de alguna iglesia local, sino el beneficio del Cuerpo. Si deseamos hacer algo, debemos considerar cómo el Cuerpo, el recobro, reaccionaría. Todos los problemas que se suscitan se deben a que no vemos el Cuerpo y que no nos preocupamos por el Cuerpo. Todos necesitamos regresar a la verdad bíblica, y al poner en práctica la verdad estaremos cuidando del Cuerpo.A veces el Cuerpo está fuerte, y otras veces no lo está, pero aun así, sigue siendo el Cuerpo. Si regresamos a la verdad y guardamos el orden adecuado que se halla en el Cuerpo, éste se fortalecerá inmediatamente. Todos los problemas se deben a un solo factor: no ver el Cuerpo, no conocerlo ni preocuparnos por él. Debemos honrar al Cuerpo.
Debemos tomar la resolución de negarnos a nosotros mismos y ser vencedores por amor al Señor, por amor a Su recobro y por amor a Su Cuerpo. Necesitamos tomar tal resolución…Los vencedores ven el Cuerpo, conocen el Cuerpo y cuidan del Cuerpo. (The Problems Causing the Turmoils in the Church Life, págs. 35-36)
Lectura para hoy
En el Nuevo Testamento no se hace énfasis en la unidad de la iglesia; la unidad no es algo que concierne a la iglesia, sino al Cuerpo. La oración que el Señor hizo por los creyentes en Juan 17 era acerca del Cuerpo. Él oró diciendo: “Padre santo, guárdalos en Tu nombre, el cual me has dado, para que sean uno, así como Nosotros … para que todos sean uno; como Tú, Padre, estás enMí, y Yo en Ti, que también ellos estén en Nosotros” (vs. 11b, 21). Los creyentes pueden experimentar esta unidad únicamente si están en el Padre Santo, en el Hijo Santo y en la Trinidad Santa.
La unidad a la cual aspiraba el Señor y por la cual oraba en Juan 17 es la unidad del Espíritu descrita en Efesios 4:3-6. Es imprescindible que veamos que la iglesia es el Cuerpo de Cristo, el cual es una entidad constituida por el Dios Triuno y por aquellos que Él escogió y redimió. En este Cuerpo se halla la realidad de la unidad … La verdadera unidad es la unidad orgánica del Cuerpo. En una localidad, esta unidad es llamada la unanimidad. Sin la unidad del Cuerpo, no sería posible la unanimidad en la iglesia.
Debemos ver el Cuerpo de Cristo y tener muy en claro esta visión. Esta visión debe llegar a ser la visión que nos rija y nos dirija. Debemos hacer la obra del recobro del Señor regulados por esta visión. La obra del recobro del Señor es la obra de Su economía, la obra del Cuerpo de Cristo.
En el Cuerpo es imprescindible que guardemos la unidad del Espíritu; en la iglesia y entre las iglesias locales, es menester que seamos unánimes. En esto consiste la verdadera unidad. (The Governing and Controlling Vision in the Bible, págs. 29, 33-34)
Lectura adicional: The Problems Causing the Turmoils in the Church Life, cap. 4; TheGoverning and Controlling Vision in the Bible, cap. 2; The Intrinsic Problem in the Lord’s Recovery Today and Its Scriptural Remedy, cap. 1; Living in andwith the Divine Trinity, cap. 5; Una visión completa del Cuerpo de Cristo, cap. 2; La cumbre de la visión y la realidad del Cuerpo de Cristo, caps. 3-4
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