Alimento diario (miercoles)

hgo

2
5 Septiembre 2001
3.029
1
A todos los amados santos con los cuales comparto estos mensajes, les ruego intercedan a Dios por mi salud. "Esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria" 2 Co.4:17.
-----------------------------
ALIMENTO DIARIO
Practicando los libros de 1 y 2 de Tesalonicenses
Semana 19 --- Vosotros todos sois hijos de luz
Miércoles --- Leer con oración: 1 Co 12:1-3; Ap 2:10; 3:8, 11; 1 Ts 4:17-18
"El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida" (Jn 6:63)
Invocar su nombre y alimentarse de la palabra nos hará crecer
Primera de Corintios 12:1-3 nos habla que podemos invocar el nombre del Señor porque estamos en el Espíritu. Ninguno puede afirmar que Jesús es el Señor si no estuviere en el Espíritu. Si no estamos en el Espíritu, estamos en el alma, y en el alma no hay manera que el Señor esté con nosotros.
El Señor nos ha conducido a estar en el Espíritu, mediante la práctica de invocar Su nombre, la lectura, el estudio de la palabra y los Estudios-Vida. Entre las siete iglesias en Apocalipsis, Filadelfia era la que practicaba esas dos cosas: tenía el nombre del Señor y también Su palabra (Ap 3:8). El Espíritu es el que da vida, y las palabras del Señor son Espíritu y son vida (Jn 6:63). Invocar el nombre del Señor y alimentarse de la palabra no sólo nos da vida, también la hace crecer. Los hermanos del primer siglo, representados por la iglesia en Esmirna, no temían ser martirizados, pues sabían que lo único que podían hacer sus enemigos era matar su cuerpo físico, pero la vida permanece para siempre (cfr. Ap 2:10). La palabra nos dice que la corona de la vida ya estaba reservada para la iglesia en Esmirna, para los que invocaban el nombre del Señor y guardaban Su palabra. En el siglo veinte, la iglesia "en Filadelfia" fue levantada con la práctica de invocar el nombre del Señor y el hecho de no negar Su palabra. Ahora, los santos en la iglesia, tienen en sus manos la corona de la vida, pero hay una advertencia: "Yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona" (3:11). ¡Gracias al Señor!
Cuando estamos en el Espíritu ganamos vida; eso es lo que el Señor quiere que practiquemos a fin de ganar vida en el espíritu. Cuando caemos en el alma, perdemos Su presencia, pero cuando estamos en el Espíritu, experimentamos la constante presencia del Señor, y cuando Él vuelva estaremos para siempre en Su presencia.
Cuando el Espíritu de realidad vino, pasó a estar para siempre con nosotros. Cuando tenemos una condición normal, tenemos Su presencia constante, pero si caemos en el pecado o en el alma, no la experimentaremos en la práctica, porque Él es Santo, es el Espíritu de justicia y no puede habitar con la pecaminosidad y la injusticia.
Como ya vimos, en 1 Tesalonicenses 4:17, Pablo dijo: "Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor". Él concluyó diciendo: "Consolaos, los unos a los otros con estas palabras" (v. 18). Cuando alguien cae en la mente, debemos decirle: "No esté en la mente, porque si está en el alma y no en el espíritu, Dios no puede estar con usted. Coloque la mente en el espíritu, y así tendrá vida y paz". Debemos consolarnos y animarnos, unos a otros.
Cuando el Señor vuelva estaremos para siempre con Él, pero habrá un juicio. Si somos vencedores, sin duda estaremos para siempre con Él; pero si somos reprobados en el tribunal de Cristo, no podremos estar con Él por un período de mil años, en el reino milenario. En la eternidad futura, todos estaremos para siempre con el Señor, pero, en el milenio, los que no fueron vencedores no podrán estar con el Señor. ¡Cuánto sufrimiento! En esos mil años, los que no fueron vencedores estarán en las tinieblas de afuera donde será el lloro y el crujir de dientes (cfr. Mt 25:30). ¡Que el Señor nos salve de esto!
Punto Clave:
Alimentarse de la Palabra
Su punto clave es:
Pregunta:
¿Cuáles eran las características de Filadelfia para mantener la corona de la vida?
Dong Yu Lan
Derechos reservados a: Editora “Árbore da Vida”
¡Jesús es el Señor!