ALIMENTO DIARIO
Semana 19 --- Vosotros todos sois hijos de luz
Lunes --- Leer con oración: 1 Ts 1:7; 4:17-18; Mt 1:23
"Yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre" (Jn 14:16)
Nuestro consuelo es estar para siempre con el Señor
El trasfondo de las epístolas a los Tesalonicenses fue la predicación del evangelio en Tesalónica y la conversión de las personas allí. Pablo siguió la misma línea que tuvo en Filipos: Al predicar el evangelio, llevaba a los hermanos al Espíritu. A pesar de haberse quedado apenas unas tres semanas en Tesalónica, hablando en las sinagogas, un buen numero de personas se convirtió, las cuales guardaron las palabras proferidas por él, al punto de testificar en 1 Tesalonicenses 1:7: "De tal manera que habéis sido ejemplo a todos los de Macedonia y de Acaya". Esa iglesia que fue levantada en menos de un mes, era muy fuerte en el espíritu.
Pablo también fue perseguido allí, y por causa de esa persecución tuvo que dejarlos. Las persecuciones continuaron en Tesalónica, contra los que creyeron en el Señor, al punto de que algunos fueron martirizados. Como ellos eran nuevos en la fe, se entristecieron. Entonces Pablo para animarlos, les escribió lo que está registrado en 4:13: "Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza". Primeramente a ellos se les dijo que los que fueron martirizados no murieron sino que durmieron. Cuando alguien recibe al Señor Jesús y acepta Su muerte en la cruz, esa persona, de hecho, murió con el Señor y vivirá para siempre; lo mejor que le puede ocurrir es dormir con el Señor.
Los que duermen un día se levantarán. Cuando el Señor vuelva por segunda vez, al sonar la séptima y última trompeta, los que murieron en Cristo resucitarán. Nosotros los vivos, los que habremos quedados, seremos arrebatados juntamente con ellos; y nuestro cuerpo será transformado. El cuerpo corruptible se revestirá de incorruptibilidad, en resurrección, y no estará más bajo la influencia de la atracción de la gravedad. Entonces, todos juntos, nosotros y los que hayan dormido y resuciten, seremos arrebatados para encontrarnos con el Señor en los aires, y así estaremos para siempre con Él. Por eso Pablo dice en el versículo 18: "Alentaos los unos a los otros con estas palabras".
El versículo 17 dice: "Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor". Hoy el Señor Jesús está siempre con nosotros. Juan 14:16 dice: "Yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre". Después de Su muerte en la cruz, el Señor fue sepultado y al tercer día volvió en resurrección como el otro Consolador. Cuando nació recibió el nombre de Emanuel, que significa: Dios con nosotros (Mt 1:23). Quien estaba con el Señor Jesús en Su ministerio terrenal tenía a Dios con Él. Si el Señor fuese a Galilea, los de aquel lugar tendrían a Dios. Sin embargo, en esa momento, los de Jerusalén no lo tendrían, porque estaba en un cuerpo físico, limitado por el tiempo y el espacio.
Sin embargo, Dios es muy sabio. Su intención era estar siempre con el hombre, por eso, el Señor en carne necesitaba morir en la cruz, resucitar y volverse el otro Consolador, el Espíritu de realidad; de esta manera si puede estar con nosotros para siempre, pues como el Espíritu, ya no está limitado por el tiempo ni por el espacio. ¡Aleluya! ¡Hoy tenemos a Dios con nosotros!
Punto Clave:
Buscar la presencia del Señor
Su punto clave es:
Pregunta:
¿En que consistían las palabras de consuelo del apóstol Pablo a la iglesia en Tesalónica.
Dong Yu Lan
Derechos reservados a: Editora "Árvore da Vida"
¡Jesús es el Señor!
Semana 19 --- Vosotros todos sois hijos de luz
Lunes --- Leer con oración: 1 Ts 1:7; 4:17-18; Mt 1:23
"Yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre" (Jn 14:16)
Nuestro consuelo es estar para siempre con el Señor
El trasfondo de las epístolas a los Tesalonicenses fue la predicación del evangelio en Tesalónica y la conversión de las personas allí. Pablo siguió la misma línea que tuvo en Filipos: Al predicar el evangelio, llevaba a los hermanos al Espíritu. A pesar de haberse quedado apenas unas tres semanas en Tesalónica, hablando en las sinagogas, un buen numero de personas se convirtió, las cuales guardaron las palabras proferidas por él, al punto de testificar en 1 Tesalonicenses 1:7: "De tal manera que habéis sido ejemplo a todos los de Macedonia y de Acaya". Esa iglesia que fue levantada en menos de un mes, era muy fuerte en el espíritu.
Pablo también fue perseguido allí, y por causa de esa persecución tuvo que dejarlos. Las persecuciones continuaron en Tesalónica, contra los que creyeron en el Señor, al punto de que algunos fueron martirizados. Como ellos eran nuevos en la fe, se entristecieron. Entonces Pablo para animarlos, les escribió lo que está registrado en 4:13: "Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza". Primeramente a ellos se les dijo que los que fueron martirizados no murieron sino que durmieron. Cuando alguien recibe al Señor Jesús y acepta Su muerte en la cruz, esa persona, de hecho, murió con el Señor y vivirá para siempre; lo mejor que le puede ocurrir es dormir con el Señor.
Los que duermen un día se levantarán. Cuando el Señor vuelva por segunda vez, al sonar la séptima y última trompeta, los que murieron en Cristo resucitarán. Nosotros los vivos, los que habremos quedados, seremos arrebatados juntamente con ellos; y nuestro cuerpo será transformado. El cuerpo corruptible se revestirá de incorruptibilidad, en resurrección, y no estará más bajo la influencia de la atracción de la gravedad. Entonces, todos juntos, nosotros y los que hayan dormido y resuciten, seremos arrebatados para encontrarnos con el Señor en los aires, y así estaremos para siempre con Él. Por eso Pablo dice en el versículo 18: "Alentaos los unos a los otros con estas palabras".
El versículo 17 dice: "Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor". Hoy el Señor Jesús está siempre con nosotros. Juan 14:16 dice: "Yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre". Después de Su muerte en la cruz, el Señor fue sepultado y al tercer día volvió en resurrección como el otro Consolador. Cuando nació recibió el nombre de Emanuel, que significa: Dios con nosotros (Mt 1:23). Quien estaba con el Señor Jesús en Su ministerio terrenal tenía a Dios con Él. Si el Señor fuese a Galilea, los de aquel lugar tendrían a Dios. Sin embargo, en esa momento, los de Jerusalén no lo tendrían, porque estaba en un cuerpo físico, limitado por el tiempo y el espacio.
Sin embargo, Dios es muy sabio. Su intención era estar siempre con el hombre, por eso, el Señor en carne necesitaba morir en la cruz, resucitar y volverse el otro Consolador, el Espíritu de realidad; de esta manera si puede estar con nosotros para siempre, pues como el Espíritu, ya no está limitado por el tiempo ni por el espacio. ¡Aleluya! ¡Hoy tenemos a Dios con nosotros!
Punto Clave:
Buscar la presencia del Señor
Su punto clave es:
Pregunta:
¿En que consistían las palabras de consuelo del apóstol Pablo a la iglesia en Tesalónica.
Dong Yu Lan
Derechos reservados a: Editora "Árvore da Vida"
¡Jesús es el Señor!