Alimento diario (domingo)
El ministerio orgánico de Juan – Las cuatro grandes visiones
Semana 2--- El ministerio de los doce apóstoles
Leer con oración: Juan 20:22; Romanos 8:11
“El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había el Espíritu, porque Jesús no había sido aún glorificado" (Jn 7:38-39 )
EL REBOSAR DEL ESPÍRITU PARA ALCANZAR A LAS PERSONAS
Además de los doce apóstoles, el Señor levantó también el ministerio de Pablo. Gracias al Señor, si Él no hubiese levantado a Pablo, el evangelio no habría llegado hasta nosotros. Hoy, para hacer la obra de expansión del evangelio, el Señor nos levantó especialmente a nosotros, diciéndonos cuál es Su voluntad eterna: debemos ser fructíferos, multiplicarnos, llenar la tierra y sojuzgada. Él nos encomendó hacer Su voluntad y nosotros recibimos ese encargo para hacer la obra de expansión; ya hemos practicado, hace varios años, y obtuvimos resultados, porque el Espíritu Santo ha estado con nosotros.
Últimamente, el Espíritu Santo nos ha mostrado que necesitamos andar más rápido en la obra de expansión, y para eso nos reveló que necesitamos del Espíritu de poder. Sin embargo, no es el Espíritu derramado exteriormente, como en el día de Pentecostés, según la necesidad de aquel momento. Puesto que el Espíritu entro en nuestro espíritu (cfr. Jn 20: 22), Él desea llenar las tres partes de nuestra alma: mente, voluntad y emoción, y aun expandirse hasta nuestro cuerpo mortal (Ro 8:11). Ese Espíritu que está en nuestro interior va a llenamos hasta rebosar (cfr. Jn 7:38-39) Y así ganaremos poder para ser enviados por el Señor.
Ese es el encargo que el Señor nos ha dado. Anteriormente, Él usó a Pablo y a sus compañeros; hoy nosotros ganamos esa comisión y experimentamos el poder del Espíritu, que ya nos llenó interiormente y trasbordó. Experimentamos cómo el Espíritu rebosa de nosotros, especialmente cuando ejercitamos nuestro espíritu. ¡Ejercitemos el espíritu, para atender al llamamiento del Señor para la obra de expansión, hasta que los reinos de este mundo sean del Señor y de Su Cristo! (Ap 11:15) ¡Expulsemos a Satanás de las ciudades usurpadas por él y establezcamos la Mesa del Señor, para que Cristo ejerza Su autoridad y dominio!
Nosotros proseguiremos con lo que los apóstoles no pudieron cumplir, hasta que se cumpla la voluntad eterna de Dios. ¡Que de nuestro interior fluyan ríos de agua viva! ¡Que no sólo nosotros estemos en el fluir del río Pisón, sino que también salvemos y traigamos de regreso a los que cayeron en el mundo del sustento, del pecado y de la religión! ¡Ellos también ganarán liberación, siguiendo ese fluir, disfrutando las riquezas del Dios Triuno, en el río Pisón, hasta que juntamente con nosotros, lleguen a la Nueva Jerusalén!
Punto clave: Ganar poder para ser un enviado
Pregunta: ¿Por qué el Señor levantó al apóstol Pablo?
Dong Yu Lan
Derechos reservados a: Editora “Arvore da Vida”
¡Jesús es Señor!
AGUAS REFRESCANTES
Meditaciones y pensamientos basados sobre textos bíblicos. Al avanzar en su lectura diaria el lector observará una feliz combinación de profundidad espiritual con una aplicación sensata y práctica para el diario andar del creyente. Será un verdadero refresco espiritual para el cristiano que anhela una renovación permanente de su vida con el Señor.
“Watchman Nee”
Aún seré solicitado por la casa de Israel, para hacerles esto. Ezequiel 36:37.
En éste pasaje Dios está expresando. su propósito de aumentar la casa de Israel como un redil. Aquellos que no están familiarizados con El preguntarán por qué, si El se ha propuesto hacerlo, sencillamente no produce el aumento. Sin duda, nadie podría impedírselo. Sin embargo, en este pasaje El establece su condición. Lo hará si es consultado por la casa de Israel, y ésta se lo solicita. El principio es inconfundible. Dios tiene un propósito ya determinado pero no lo impondrá por la fuerza.
Podemos aplicar esto a la función de la Iglesia delante de Dios hoy. Nunca debemos pensar de la Iglesia como un mero lugar de reunión. No. La Iglesia es un grupo de personas redimidas por la sangre preciosa, regeneradas por el Espíritu y encomendadas en la mano del Señor para el rol de inquirir de El por medio de la oración, hasta que su voluntad se realice en la tierra. Aun el más pequeño grupo de creyentes que ora contribuye a este fin. Dios hará lo que se ha propuesto, por medio de la oración de la Iglesia.
¡Jesús es el Señor!
El ministerio orgánico de Juan – Las cuatro grandes visiones
Semana 2--- El ministerio de los doce apóstoles
Leer con oración: Juan 20:22; Romanos 8:11
“El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había el Espíritu, porque Jesús no había sido aún glorificado" (Jn 7:38-39 )
EL REBOSAR DEL ESPÍRITU PARA ALCANZAR A LAS PERSONAS
Además de los doce apóstoles, el Señor levantó también el ministerio de Pablo. Gracias al Señor, si Él no hubiese levantado a Pablo, el evangelio no habría llegado hasta nosotros. Hoy, para hacer la obra de expansión del evangelio, el Señor nos levantó especialmente a nosotros, diciéndonos cuál es Su voluntad eterna: debemos ser fructíferos, multiplicarnos, llenar la tierra y sojuzgada. Él nos encomendó hacer Su voluntad y nosotros recibimos ese encargo para hacer la obra de expansión; ya hemos practicado, hace varios años, y obtuvimos resultados, porque el Espíritu Santo ha estado con nosotros.
Últimamente, el Espíritu Santo nos ha mostrado que necesitamos andar más rápido en la obra de expansión, y para eso nos reveló que necesitamos del Espíritu de poder. Sin embargo, no es el Espíritu derramado exteriormente, como en el día de Pentecostés, según la necesidad de aquel momento. Puesto que el Espíritu entro en nuestro espíritu (cfr. Jn 20: 22), Él desea llenar las tres partes de nuestra alma: mente, voluntad y emoción, y aun expandirse hasta nuestro cuerpo mortal (Ro 8:11). Ese Espíritu que está en nuestro interior va a llenamos hasta rebosar (cfr. Jn 7:38-39) Y así ganaremos poder para ser enviados por el Señor.
Ese es el encargo que el Señor nos ha dado. Anteriormente, Él usó a Pablo y a sus compañeros; hoy nosotros ganamos esa comisión y experimentamos el poder del Espíritu, que ya nos llenó interiormente y trasbordó. Experimentamos cómo el Espíritu rebosa de nosotros, especialmente cuando ejercitamos nuestro espíritu. ¡Ejercitemos el espíritu, para atender al llamamiento del Señor para la obra de expansión, hasta que los reinos de este mundo sean del Señor y de Su Cristo! (Ap 11:15) ¡Expulsemos a Satanás de las ciudades usurpadas por él y establezcamos la Mesa del Señor, para que Cristo ejerza Su autoridad y dominio!
Nosotros proseguiremos con lo que los apóstoles no pudieron cumplir, hasta que se cumpla la voluntad eterna de Dios. ¡Que de nuestro interior fluyan ríos de agua viva! ¡Que no sólo nosotros estemos en el fluir del río Pisón, sino que también salvemos y traigamos de regreso a los que cayeron en el mundo del sustento, del pecado y de la religión! ¡Ellos también ganarán liberación, siguiendo ese fluir, disfrutando las riquezas del Dios Triuno, en el río Pisón, hasta que juntamente con nosotros, lleguen a la Nueva Jerusalén!
Punto clave: Ganar poder para ser un enviado
Pregunta: ¿Por qué el Señor levantó al apóstol Pablo?
Dong Yu Lan
Derechos reservados a: Editora “Arvore da Vida”
¡Jesús es Señor!
AGUAS REFRESCANTES
Meditaciones y pensamientos basados sobre textos bíblicos. Al avanzar en su lectura diaria el lector observará una feliz combinación de profundidad espiritual con una aplicación sensata y práctica para el diario andar del creyente. Será un verdadero refresco espiritual para el cristiano que anhela una renovación permanente de su vida con el Señor.
“Watchman Nee”
Aún seré solicitado por la casa de Israel, para hacerles esto. Ezequiel 36:37.
En éste pasaje Dios está expresando. su propósito de aumentar la casa de Israel como un redil. Aquellos que no están familiarizados con El preguntarán por qué, si El se ha propuesto hacerlo, sencillamente no produce el aumento. Sin duda, nadie podría impedírselo. Sin embargo, en este pasaje El establece su condición. Lo hará si es consultado por la casa de Israel, y ésta se lo solicita. El principio es inconfundible. Dios tiene un propósito ya determinado pero no lo impondrá por la fuerza.
Podemos aplicar esto a la función de la Iglesia delante de Dios hoy. Nunca debemos pensar de la Iglesia como un mero lugar de reunión. No. La Iglesia es un grupo de personas redimidas por la sangre preciosa, regeneradas por el Espíritu y encomendadas en la mano del Señor para el rol de inquirir de El por medio de la oración, hasta que su voluntad se realice en la tierra. Aun el más pequeño grupo de creyentes que ora contribuye a este fin. Dios hará lo que se ha propuesto, por medio de la oración de la Iglesia.
¡Jesús es el Señor!