De pequeño, me ahogaron un rato.
Perdí el conocimiento.
Aparecí en un túnel, mi alma.
No podía pensar ni actuar.
Solo ver como me guiaba en una energía.
Yo era esa energía.
Fui corriendo en la oscuridad hasta el final del túnel.
Lo curioso y lo que vi, fueron tres ángeles oscuros sin rostro.
A la izquierda era oscuridad y a la derecha la luz brillante.
Me quedé un rato frente a ellos.
No había conversaciones ni voces,
era un mundo paranormal del mas allá.
Por alguna razón, dejaron que viviera.
Me guiaron hacia a luz y abrí los ojos.
En ese momento, no podía creer donde estaba,
perdí por un momento la loción del tiempo entre dos mundos.
Luego fue algo asombroso por lo que viví.
Creo que pudo pasar más o menos un minuto en el otro lado.
Son cosas que nunca se olvidan, y esa experiencia, me indica que hay más allá.
Aunque muramos, iremos algún sitio.
La muerte, no existe.
Solo el cerebro es el que muere y olvidamos todo.
El alma persiste eternamente.
Por eso antiguamente,
la gente vendía el alma al diablo.
Una metáfora de supervivencia en la vida real.
Y quieras expresar algo.
Los ángeles tanto blancos como oscuros,
siempre están ahí.
Podrían ser hasta unos entes oscuros.
Son reales, pero no en la vida real.
Por eso hay gente,
que presencia algo extraño
como si alguien estuviera
tras tuyo, pero no hay nadie.
Son posibles síntomas
del subconsciente.
Están siempre ahí,
observándote.
Perdí el conocimiento.
Aparecí en un túnel, mi alma.
No podía pensar ni actuar.
Solo ver como me guiaba en una energía.
Yo era esa energía.
Fui corriendo en la oscuridad hasta el final del túnel.
Lo curioso y lo que vi, fueron tres ángeles oscuros sin rostro.
A la izquierda era oscuridad y a la derecha la luz brillante.
Me quedé un rato frente a ellos.
No había conversaciones ni voces,
era un mundo paranormal del mas allá.
Por alguna razón, dejaron que viviera.
Me guiaron hacia a luz y abrí los ojos.
En ese momento, no podía creer donde estaba,
perdí por un momento la loción del tiempo entre dos mundos.
Luego fue algo asombroso por lo que viví.
Creo que pudo pasar más o menos un minuto en el otro lado.
Son cosas que nunca se olvidan, y esa experiencia, me indica que hay más allá.
Aunque muramos, iremos algún sitio.
La muerte, no existe.
Solo el cerebro es el que muere y olvidamos todo.
El alma persiste eternamente.
Por eso antiguamente,
la gente vendía el alma al diablo.
Una metáfora de supervivencia en la vida real.
Y quieras expresar algo.
Los ángeles tanto blancos como oscuros,
siempre están ahí.
Podrían ser hasta unos entes oscuros.
Son reales, pero no en la vida real.
Por eso hay gente,
que presencia algo extraño
como si alguien estuviera
tras tuyo, pero no hay nadie.
Son posibles síntomas
del subconsciente.
Están siempre ahí,
observándote.