ALGO DEL VATICANO

25 Enero 2000
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Como ahora está de moda copiar artículos y ponerlos en el Foro, revisando mi Revista Peruana "Caretas" me encontré esta joya que habla sobre el Vaticano. ¿Algunos comentarios?


Por OSCAR UGARTECHE

Crónicas Vaticanas
Marchas y contramarchas en el Día del Orgullo Gay en Roma. Testimonio in situ.

DOS años atrás, la International Lesbian and Gay Association (ILGA) organización internacional que asiste en el avance del desarrollo de los derechos de gays y lesbianas en el mundo, decidió que el año 2000, la XX Conferencia anual se haría en Roma. El Milenio debía estar junto con el concepto de Jubileo que en el mundo cristiano tiene algo que ver con el perdón. Hace nueve meses, en la XIX reunión de la ILGA en Johanesburgo, le pusieron fecha a esta conferencia y se decidió que sería del 3 al 7 de julio. Por su parte, los organizadores de las marchas y paradas grandes decidieron que el sábado 8 de julio se haría el World Pride Day caminando por la Vía del Foro hasta rodear el Coliseo.

Ajeno a todo esto, regresé a Lima la penúltima semana de junio, de cinco semanas de conferencias en Europa sobre mis dos libros más recientes de impacto global, La Arqueología de la Modernidad y El Falso Dilema, y sobre la constitución de un tribunal internacional de arbitraje en reemplazo del Club de París invitado por algunas cancillerías y universidades así como por la librería Albatross de Ginebra.

Tenía tres días de llegado a Lima cuando en este marco recibo una llamada telefónica de Quito ese domingo, de una amiga quien me pregunta qué está pasando con el arzobispo de Lima. Siendo que las jerarquías nunca me han impresionado no tenía la menor idea pero le dije que preguntaría. A la mañana siguiente, lunes, me llamaron periodistas en el siguiente orden: Canal 7, a las 8 de la mañana, Canal 4, poco después, Canal 2 un rato más tarde y Expreso al final de la mañana. En mi cabeza no había la menor duda de lo ocurrido ni cuál era la pared del juego pérfido de la demonización. Beto Ortiz llamó más tarde. Fenómeno su programa. Lástima que le costó el cogote. Así se hace Beto.

Mi amiga me volvió a llamar y me volvió a preguntar. Le conté lo acaecido durante el día y me imploró que fuera a Roma. Otro avión. Otras veinte horas de viaje. Otro hotel. Pero bueno, esto era cosa de grandes. Esto pasaba en el Perú pero lo excedía de lejos. Era un asunto político mayor.

Mientras tanto leía las correcciones endocrinológicas y las correcciones a las correcciones en sendos comunicados de la [/b]Comisión Episcopal. Finalmente el desautorizado era el demonizante. No es que crea que la compasión es un principio de modernidad ni de respeto al otro, pero algo, me dije, tomando café. ¿Compasión por amar o por no tener bebés?

Casi un bolero, medité en la ducha, mientras me preparaba para ir al aeropuerto otra vez.
Al llegar a Roma, al Hotel Cicerone, en la Vía Cicerone, cerca del Vaticano, estaba rodeado de Carabinieri. Sólidamente rodeado de Carabinieri. Alguien importante se aloja en este hotel, pensé. Eramos unos cien de todo el mundo. Casi todos relacionados al activismo en sus países. Y yo, un pasante intelectual jubilado del activismo por límite de edad en un movimiento juvenil por excelencia. El primer día la conferencia era sobre religión y homosexualidad. El obispo francés que nos iba a hablar entró al salón principal y se sentó en la mesa directiva. Ajustaron el micrófono. Entró una persona corriendo hacia el obispo quien se aprestaba a hablar y Monseñor se excusó y se paró, saliendo del salón al pasillo.

El moderador habló un poco sobre el tema de la tarde. La necesidad de comprender la relación entre la religión y la homosexualidad y las posturas cambiantes en diversos sentidos en los pasados años.
Las cuestiones filosóficas de fondo. Regresó Monseñor. Se excusó de no poder hablarnos porque Monseñor Sodano le había prohibido hablarnos en esa conferencia. Previa bendición, dijo algo así como que el espíritu estaba con nosotros. En italiano por un francés, fue difícil entender exactamente. Se fue. Atónitos nos quedamos para discutir lo ocurrido. Cogí los audífonos de la traducción.

-¿Quién es Sodano?, pregunté en mi ignorancia supina sobre El Vaticano y otras ciudades Estado. -El secretario de Estado-, me contestó alguien. -Tiene mando de tropa. Es un ejecutivo. -¿De dónde salió? [/b]¿Es Opus Dei?[/b] -No, hombre, me contestó un periodista turco especializado en América Latina en Estambul, gay naturalmente. Este es el hombre que fue Nuncio en Chile los años de Pinochet y que mandó la carta a Londres pidiendo clemencia por razones humanitarias para Pinochet cuando lo detuvieron. Me parece que es Sodalicio, me dijo. Ah, ya. Estamos, le sonreí. Todo claro. Es un facho.

Todavía con el jet lag en pleno, alcancé a recordar que afuera estábamos rodeados de Carabinieri y le hice la pregunta a boca de jarro. ¿Qué tiene que ver ese señor con estos Carabinieri? -Ha ejercido influencia sobre el alcalde de Roma para que no autorice la marcha del World Pride el sábado y más bien el alcalde ha autorizado la marcha de los neonazis.

Los Carabinieri fueron puestos por el hotel en vista que la amenaza neonazi ahora con luz verde de marchar era evidente. Pensé en los inmensos ventanales de la fachada. Cuidaban al hotel, no a nosotros, con lo que caminábamos por las calles de Roma, lo poquito que uno sale en estos eventos, sin la tarjeta adherida que dice tu nombre, el evento y la fecha. Es peligroso caminar con eso en la calle, dijo alguien, cuando salíamos de cenar en un barco que flota sobre el río, ubicado en una zona oscura. Me reí. Imagínate le digo, frente a nuestro arzobispo, estos matones son chancay de a medio. No me entendió.

Las discusiones que siguieron fueron sobre modernidad, derechos humanos, derechos económicos, sociales y culturales, una estrategia para eliminar la discriminación jurídica en el mundo entero antes del 2015. Igualmente se reafirmó que todos tenemos derechos por el mero hecho de existir. A partir de allí la lucha por la igualdad jurídica es impostergable. Sacamos un breve comunicado tocando el tema Vaticano, expresando nuestro shock ante su invocatoria a la violencia, nuestra sorpresa por retirar a un obispo en el momento de hablar y nuestro rechazo a posturas que no hablan del amor, que es lo que deben representar, ni el respeto a los derechos humanos.

El socio del de acá es de San Salvador, El Salvador y los que hacen coro son de San Francisco, California y Nueva York. Suenan las sotanas de la alta política en El Vaticano en los albores de un nuevo Papa.
La versión final del texto no la vi. Regresé a Lima el viernes de madrugada para ver a mi madre quien a los 88 años sigue haciéndole la lucha para vivir con una sonrisa. Me preguntó qué tal, le dije bien. Las cosas no son como eran antes. Han regresado a hacer política a partir de los discriminados. Ahora son los que sueltan los leones, ya no son los comidos. Cómo cambian los tiempos. Felizmente hay valores que están por encima de la intolerancia autoritaria y existen los derechos civiles. Por ejemplo, que no se puede discriminar en público en televisión. Nunca más. Ni arzobispo ni comediante ni nadie. Eso es fascismo antiguo inaceptable.

El World Pride del sábado 8 reunió 250.000 personas que marcharon felices celebrando los logros obtenidos en los veinte años de luchas de derechos en Europa. Tienen razón para festejar.

Acá aún no hay movimiento por los derechos civiles pero habrá. Cuando alguien deje de morirse de vergüenza de ser gay o lesbiana. ¿Y sobre El Vaticano? Pues, está en una marcha hacia el siglo XV militante en este campo. Veremos muchas discusiones y sables chocar dentro de la institución. El siglo XXI sí ha comenzado. Y con fuerza.

Este artículo lo copié del último número de Caretas.
 
Saludos Hno Ezequiel,
La pregunta es :

Como podra el Vaticano definir una posicion ante esta vieja (Sodoma y Gomorra) caracteristica de la raza caida, si no tiene una Regla de fe y conducta mas alla de ellos mismos ?
En otras palabras como demostrale a la sociedad del siglo XXI que cree que toda opinion humana es importante, que hay cosas y conductas definitivamente en contra del orden de Dios.
En mi vision de las cosas...creo que el movimiento Gay finalmente se impondra sobre el vaticano, dado que la Curia Romana, no tiene cobertura espiritual al abandonar la Palabra de Dios por su "Santa" Tradicion historica.
NO sera de extranar que pronto bajo las tunicas romanas se anide un acuerdo o pacto de "convivencia" o "no agresion" entre la fe catolica y el mundo gay. Es obvio, por cientos de anios Roma ha estado privando del orden natural a sus "sacerdotes" por lo tanto ya no tiene argumentos ni fuerzas para detener la perversion por la cual transita la raza este Siglo.

Saludos en el nombre del Dios todopoderoso, Su Hijo nuestro Cristo y el Glorioso Espiritu Santo.

"Secase la hierba, caese la flor, mas la Palabra del Dios nuestro PERMANECE PARA SIEMPRE"

HCCH
 
Espero que lo lean y asi hablar sabiendo lo que se piensa realmente.

Congregación para la Doctrina de la Fe

El problema de la homosexualidad y del juicio ético sobre los actos homosexuales se ha convertido cada vez más en objeto de debate público, incluso en ambientes católicos. En esta discusión frecuentemente se proponen argumentaciones y se expresan posiciones no conformes con la enseñanza de la Iglesia Católica, que suscitan una justa preocupación en todos aquellos que están comprometidos en el ministerio pastoral. Por consiguiente, esta Congregación ha considerado el problema tan grave y difundido, que justifica la presente Carta, dirigida a todos los Obispos de la Iglesia Católica, sobre la Atención Pastoral a las personas homosexuales.
En esta sede, naturalmente, no se puede afrontar un desarrollo exhaustivo de tan complejo problema; la atención se concentrará más bien en el contexto específico de la perspectiva moral católica. Esta encuentra apoyo también en seguros resultados de las ciencias humanas, las cuales, a su vez, tienen un objeto y método propio, que gozan de legítima autonomía.
La posición de la moral católica está fundada sobre la razón humana iluminada por la fe y guiada conscientemente por el intento de hacer la voluntad de Dios, nuestro Padre. De este modo la Iglesia está en condición no sólo de poder aprender los descubrimientos científicos, sino también de trascender su horizonte; ella está segura que su visión más completa respeta la compleja realidad de la persona humana que, en sus dimensiones espiritual y corpórea, ha sido creada por Dios y, por la gracia, llamada a ser heredera de la vida eterna.

Sólo dentro de este contexto, por consiguiente, se puede comprender con claridad en qué sentido el fenómeno de la homosexualidad, con sus múltiples dimensiones y con sus efectos sobre la sociedad y sobre la vida eclesial, es un problema que concierne propiamente a la preocupación pastoral de la Iglesia. Por los tanto se requiere de sus ministros un estudio atento, un compromiso concreto y una reflexión honesta, teológicamente equilibrada.

En la « Declaración sobre algunas cuestiones de ética sexual », del 29 de diciembre de 1975, la Congregación para la Doctrina de la Fe ya había tratado explícitamente este problema. En aquella Declaración se subrayaba el deber de tratar de comprender la condición homosexual y se observaba cómo la culpabilidad de los actos homosexuales debía ser juzgada con prudencia. Al mismo tiempo la Congregación tenía en cuenta la distinción comúnmente hecha entre condición o tendencia homosexual y actos homosexuales. Estos últimos venían descritos como actos que están privados de su finalidad esencial e indispensable, como « intrínsecamente desordenados » y que en ningún caso puede recibir aprobación. (cf. n. 8, par. 4).
Sin embargo, en la discusión que siguió a la publicación de la Declaración, se propusieron unas interpretaciones excesivamente benévolas de la condición homosexual misma, hasta el punto que alguno se atrevió a definirla indiferente o, sin más, buena. Es necesario precisar, por el contrario, que la particular inclinación de la persona homosexual, aunque en sí no sea pecado, constituye sin embargo una tendencia, más o menos fuerte, hacia un comportamiento intrínsecamente malo desde el punto de vista moral. Por este motivo la inclinación misma debe ser considerada como objetivamente desordenada.

Quienes se encuentran en esta condición deberían, por tanto, ser objeto de una particular solicitud pastoral, para que no lleguen a creer que la realización de tal tendencia en las relaciones homosexuales es una opción moralmente aceptable.

Una de las dimensiones esenciales de una auténtica atención pastoral es la identificación de las causas que han creado confusión en relación con la enseñanza de la Iglesia. Entre ellas se señala una nueva exégesis de la Sagrada Escritura, según la cual la Biblia o no tendría cosa alguna que decir sobre el problema de la homosexualidad, o incluso le daría en algún modo una tácita aprobación, o en fin ofrecería unas prescripciones morales tan condicionadas cultural e históricamente que ya no podrían ser aplicadas a la vida contemporánea. Tales opiniones, gravemente erróneas y desorientadas, requieren por consiguiente una especial vigilancia.
Es cierto que la literatura bíblica debe a las varias épocas en las que fue escrita gran parte de sus modelos de pensamiento y de expresión (cf. Dei Verbum, n. 12). En verdad, la Iglesia de hoy proclama el Evangelio a un mundo diferente al antiguo. Por otra parte el mundo en el que fue escrito el Nuevo Testamento estaba ya notablemente cambiado, por ejemplo, respecto a la situación en la que se escribieron o se redactaron las Sagradas Escrituras del pueblo hebreo.
Sin embargo, se debe destacar que, aun en el contexto de esta notable diversidad, existe una evidente coherencia dentro de las Escrituras mismas sobre el comportamiento homosexual. Por consiguiente la doctrina de la Iglesia sobre este punto no se basa solamente en frases aisladas, de las que se puedan sacar discutibles argumentaciones teológicas, sino más bien en el sólido fundamento de un constante testimonio bíblico. La actual comunidad de fe, en ininterrumpida continuidad con las comunidades judías y cristianas dentro de las cuales fueron redactadas las antiguas Escrituras, continúa siendo alimentada por esas mismas Escrituras y por el Espíritu de verdad del cual ellas son Palabra. Asimismo es esencial reconocer que los textos sagrados no son comprendidos realmente cuando se interpretan en un modo que contradice la Tradición viva de la Iglesia. La interpretación de la Escritura, para ser correcta, debe estar en efectivo acuerdo con esta Tradición.

El Concilio Vaticano II se expresa al respecto de la siguiente manera: « Es evidente, por tanto, que la Sagrada Tradición, la Sagrada Escritura y el Magisterio de la Iglesia, según el designio sapientísimo de Dios, están entrelazados y unidos de tal forma que no tienen consistencia el uno sin los otros, y que juntos, cada uno a su modo, bajo la acción del Espíritu Santo, contribuyen eficazmente a la salvación de las almas » (Dei Verbum, n. 10). A la luz de estas afirmaciones se traza ahora brevemente la enseñanza bíblica al respecto.

La teología de la creación, presente en el libro del Génesis, suministra el punto de vista fundamental para la comprensión adecuada de los problemas puestos por la homosexualidad. Dios, en su infinita sabiduría y en su amor omnipotente, llama a la existencia a toda la creación como reflejo de su bondad. Crea al hombrea a su imagen y semejanza como varón y hembra. Los seres humanos, por consiguiente, son creaturas de Dios, llamadas a reflejar, en la complementariedad de los sexos, la unidad interna del Creador. Ellos cooperan con Él en la transmisión de la vida, mediante la recíproca donación esponsal.
El capítulo tercero del Génesis muestra cómo esta verdad sobre la persona humana, en cuanto imagen de Dios, se oscureció por el pecado original. De allí se sigue inevitablemente una pérdida de la conciencia del carácter de alianza que tenía la unión de las personas humanas con Dios y entre sí. Aunque el cuerpo humano conserve aún su « significado nupcial » éste ahora se encuentra oscurecido por el pecado. Así el deterioro debido al pecado continúa desarrollándose en la historia de los hombres de Sodoma (cf. Génesis 19, 1-11). No puede haber duda acerca del juicio moral expresado allí contra las relaciones homosexuales. En el Levítico 18, 22 y 20, 13, cuando se indican las condiciones necesarias para pertenecer al pueblo elegido, el autor excluye del pueblo de Dios a quienes tienen un comportamiento homosexual.

Teniendo como telón de fondo esta legislación teocrática, San Pablo desarrolla una perspectiva escatológica, dentro de la cual propone de nuevo la misma doctrina, catalogando también a quien obra como homosexual entre aquellos que no entrarán en el reino de Dios (cf. 1 Cor 6,9). En otro pasaje de su epistolario, fundándose en las tradiciones morales de sus antepasados, pero colocándose en el nuevo contexto de la confrontación entre el Cristianismo y la sociedad pagana de su tiempo, presenta el comportamiento homosexual como un ejemplo de la ceguera en la que ha caído la humanidad. Suplantando la armonía entre el Creador y las creaturas, la grave desviación de la idolatría ha conducido a toda suerte de excesos en el campo moral. San Pablo encuentra el ejemplo más claro de esta desavenencia precisamente en las relaciones homosexuales (cf. Rom 1, 18-22). En fin, en continuidad perfecta con la enseñanza bíblica, en el catálogo de aquellos que obran en forma contraria a la sana doctrina, vienen explícitamente mencionados como pecadores aquellos que efectúan actos homosexuales (cf. 1 Tim 1, 10).

La Iglesia, obediente al Señor que la ha fundado y la ha enriquecido con el don de la vida sacramental, celebra en el sacramento del matrimonio el designio divino de la unión del hombre y de la mujer, unión de amor y capaz de dar vida. Sólo en la relación conyugal puede ser moralmente recto el uso de la facultad sexual. Por consiguiente, una persona que se comporta de manera homosexual obra inmoralmente.
Optar por una actividad sexual con una persona del mismo sexo equivale a anular el rico simbolismo y significado, para no hablar de fines, del designio del Creador en relación con la realidad sexual. La actividad homosexual no expresa una unión complementaria, capaz de transmitir la vida, y por lo tanto contradice la vocación a una existencia vivida en esa forma de auto-donación que, según el Evangelio, es la esencia misma de la vida cristiana. Esto no significa que las personas homosexuales no sean a menudo generosas y no se donen a sí mismas, pero cuando se empeñan en una actividad homosexual refuerzan dentro de ellas una inclinación sexual desordenada, en sí misma caracterizada por la auto-complacencia.

Como sucede en cualquier otro desorden moral, la actividad homosexual impide la propia realización y felicidad porque es contraria a la sabiduría creadora de Dios. La Iglesia, cuando rechaza las doctrinas erróneas en relación con la homosexualidad, no limita sino que más bien defiende la libertad y la dignidad de la persona, entendidas de modo realístico y auténtico.

La enseñanza de la Iglesia de hoy se encuentra, pues, en continuidad orgánica con la visión de la Sagrada Escritura y con la constante tradición. Aunque si el mundo de hoy desde muchos puntos de vista verdaderamente ha cambiado, la comunidad cristiana es consciente del lazo profundo y duradero que la une a las generaciones que la han precedido « en el signo de la fe ».
Sin embargo, en la actualidad un número cada vez más grande de personas, aun dentro de la Iglesia, ejercen una fortísima presión para llevarla a aceptar la condición homosexual, como si no fuera desordenada, y a legitimar los actos homosexuales. Quienes dentro de la comunidad de fe incitan en esta dirección tienen a menudo estrechos vínculos con los que obran fuera de ella. Ahora bien, estos grupos externos se mueven por una visión opuesta a la verdad sobre la persona humana, que nos ha sido plenamente revelada en el misterio de Cristo. Aunque no en un modo plenamente consciente, manifiestan una ideología materialista que niega la naturaleza trascendente de la persona humana, como también la vocación sobrenatural de todo individuo.

Los ministros de la Iglesia deben procurar que las personas homosexuales confiadas a su cuidado no se desvíen por estas opiniones, tan profundamente opuestas a la enseñanza de la Iglesia. Sin embargo el riesgo es grande y hay muchos que tratan de crear confusión en relación con la posición de la Iglesia y de aprovechar esta confusión para sus propios fines.

Dentro de la Iglesia se ha formado también una tendencia, constituida por grupos de presión con diversos nombres y diversa amplitud, que intenta acreditarse como representante de todas las personas homosexuales que son católicas. Pero el hecho es que sus seguidores, generalmente, son personas que, o ignoran la enseñanza de la Iglesia, o buscan subvertirla de alguna manera. Se trata de mantener bajo el amparo del catolicismo a personas homosexuales que no tienen intención alguna de abandonar su comportamiento homosexual. Una de las tácticas utilizadas es la de afirmar, en tono de protesta, que cualquier crítica, o reserva en relación con las personas homosexuales, con su actividad y con su estilo de vida, constituye simplemente una forma de injusta discriminación.
En algunas naciones se realiza, por consiguiente, un verdadero y propio tentativo de manipular a la Iglesia conquistando el apoyo de sus pastores, frecuentemente de buena fe, en el esfuerzo de cambiar las normas de la legislación civil. El fin de tal acción consiste en conformar esta legislación con la concepción propia de estos grupos de presión, para quienes la homosexualidad es, si no totalmente buena, al menos una realidad perfectamente inocua. Aunque la práctica de la homosexualidad amenace seriamente la vida y el bienestar de un gran número de personas, los partidarios de esta tendencia no desisten de sus acciones y se niegan a tomar en consideración las proporciones del riesgo allí implicado.

La Iglesia no puede dejar de preocuparse de todo esto y por consiguiente mantiene firme su clara posición al respecto, que no puede ser modificada por la presión de la legislación civil o de la moda del momento. Ella se preocupa sinceramente también de muchísimas personas que no se sienten representadas por los movimientos pro-homosexuales y de aquellos que podrían estar tentados a creer en su engañosa propaganda. La Iglesia es consciente de que la opinión, según la cual la actividad homosexual sería equivalente, o por lo menos igualmente aceptable, cuanto la expresión sexual del amor conyugal, tiene una incidencia directa sobre la concepción que la sociedad tiene acerca de la naturaleza y de los derechos de la familia, poniéndolos seriamente en peligro.

Es de deplorar con firmeza que las personas homosexuales hayan sido y sean todavía objeto de expresiones malévolas y de acciones violentas. Tales comportamientos merecen la condena de los pastores de la Iglesia, dondequiera que se verifiquen. Revelan una falta de respeto por los demás, que lesiona unos principios elementales sobre los que se basa una sana convivencia civil. La dignidad propia de toda persona siempre debe ser respetada en las palabras, en las acciones y en las legislaciones.
Sin embargo, la justa reacción a las injusticias cometidas contra las personas homosexuales de ningún modo puede llevar a la afirmación de la condición homosexual no sea desordenada. Cuando tal afirmación es acogida y, por consiguiente, la actividad homosexual es aceptada como buena, o también cuando se introduce una legislación civil para proteger un comportamiento al cual ninguno puede reivindicar derecho alguno, ni la Iglesia, ni la sociedad en su conjunto deberían luego sorprenderse si también ganan terreno otras opiniones y prácticas torcidas y si aumentan los comportamientos irracionales y violentos.

Algunos sostienen que la tendencia homosexual, en ciertos casos, no es el resultado de una elección deliberada y que la persona homosexual no tiene alternativa, sino que es forzada a comportarse de una manera homosexual. Como consecuencia se afirma que ella, no siendo verdaderamente libre, obraría sin culpa en estos casos.
Al respecto es necesario volver a referirse a la sabia tradición moral de la Iglesia, la cual pone en guardia contra generalizaciones en el juicio de los casos particulares. De hecho en un caso determinado pueden haber existido en el pasado o pueden todavía subsistir circunstancias tales que reducen y hasta quitan la culpabilidad del individuo; otras circunstancias, por el contrario, pueden aumentarla. De todos modos se debe evitar la presunción infundada y humillante de que el comportamiento homosexual de las personas homosexuales esté siempre y totalmente sujeto a la coacción y por consiguiente sin culpa. En realidad también en las personas con tendencia homosexual se debe reconocer aquella libertad fundamental que caracteriza a la persona humana y le confiere su particular dignidad. Como en toda conversión del mal, gracias a esta libertad, el esfuerzo humano, iluminado y sostenido por la gracia de Dios, podrá permitirles evitar la actividad homosexual.

¿Qué debe hacer entonces una persona homosexual que busca seguir al Señor? Sustancialmente, estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, uniendo al sacrificio de la cruz del Señor todo sufrimiento y dificultad que puedan experimentar a causa de su condición. Para el creyente la cruz es un sacrificio fructuoso, puesto que de esa muerte provienen la vida y la redención. Aun sí toda invitación a llevar la cruz o a entender de este modo el sufrimiento del cristiano será presumiblemente objeto de mofa por parte de alguno, se deberá recordar que ésta es la vía de la salvación para todos aquellos que son seguidores de Cristo.
Esto no es otra cosa, en realidad, que la enseñanza del apóstol San Pablo a los Gálatas, cuando dice que el Espíritu produce la vida del creyente: « amor, gozo, paz, paciencia, benevolencia, bondad, fidelidad, mansedumbre y domino de sí » y aún más: « No podéis pertenecer a Cristo sin crucificar la carne con sus pasiones y sus deseos » (Gal 5, 22. 24).

Esta invitación, sin embargo, se interpreta mal cuando se la considera solamente como un inútil esfuerzo de auto-renuncia. La cruz constituye ciertamente una renuncia de sí, pero en el abandono de la voluntad de aquel Dios que de la muerte hace brotar la vida y capacita a aquellos que ponen su confianza en Él para que puedan practicar la virtud en cambio del vicio.

El Misterio Pascual se celebra verdaderamente sólo si se deja que empape el tejido de la vida cotidiana. Rechazar el sacrificio de la propia voluntad en la obediencia a la voluntad del Señor constituye de hecho poner un obstáculo a la salvación. Así como la Cruz es el centro de la manifestación del amor redentor de Dios por nosotros en Jesús, así la conformidad de la auto-renuncia de los hombres y de las mujeres homosexuales con el sacrificio del Señor constituirá para ellos una fuente de auto-donación que los salvará de una forma de vida que amenaza continuamente de destruirlos.

Las personas homosexuales, como los demás cristianos, están llamados a vivir la castidad. Si se dedican con asiduidad a comprender la naturaleza de la llamada personal de Dios respecto a ellas, estarán en condición de celebrar más fielmente el sacramento de la Penitencia y de recibir la gracia del Señor, que se ofrece generosamente en este sacramento para poderse convertir más plenamente caminando en el seguimiento de Cristo.

Es evidente, además, que una clara y eficaz transmisión de la doctrina de la Iglesia a todos los fieles y a la sociedad en su conjunto depende en gran parte de la correcta enseñanza y de la fidelidad de quien ejercita el ministerio pastoral. Los Obispos tienen la responsabilidad particularmente grave de preocuparse de que sus colaboradores en el ministerio, y sobre todo los sacerdotes, estén rectamente informados y personalmente bien dispuestos para comunicar a todos la doctrina de la Iglesia en su integridad.
Es admirable la particular solicitud y la buena voluntad que demuestran muchos sacerdotes y religiosos a la atención pastoral a las personas homosexuales, y esta Congregación espera que no disminuirá. Estos celosos ministros deben tener la certeza de que están cumpliendo fielmente la voluntad del Señor cuando estimulan a la persona homosexual a conducir una vida casta y le recuerdan la dignidad incomparable que Dios ha dado también a ella.

Al hacer las anteriores consideraciones, esta Congregación quiere pedir a los Obispos que estén particularmente vigilantes en relación con aquellos programas que de hecho intentan ejercer una presión sobre la Iglesia para que cambie su doctrina, aunque a veces se niegue de palabra que sea así. Un estudio de las declaraciones públicas y de las actividades que promueven esos programas revela una calculada ambigüedad, a través de la cual buscan confundir a los pastores y a los fieles. Presentan a veces, por ejemplo, la enseñanza del Magisterio, pero sólo como una fuente facultativa en orden de la formación de la conciencia, sin reconocer su peculiar autoridad. Algunos grupos suelen incluso calificar como « católicas » a sus organizaciones o a las personas a quienes intentan dirigirse, pero en realidad no defienden ni promueven la enseñanza del Magisterio, por el contrario, a veces lo atacan abiertamente. Aunque sus miembros reivindiquen que quieren conformar su vida con la enseñanza de Jesús, de hecho abandonan la enseñanza de la Iglesia. Este comportamiento contradictorio de ninguna manera puede tener el apoyo de los Obispos.
Esta Congregación, por consiguiente, anima a los Obispos para que promuevan en sus diócesis una pastoral que, en relación con las personas homosexuales, esté plenamente de acuerdo con la enseñanza de la Iglesia. Ningún programa pastoral auténtico podrá incluir organizaciones en las que se asocien entre sí personas homosexuales, sin que se establezca claramente que la actividad homosexual es inmoral. Una actitud verdaderamente pastoral comprenderá la necesidad de evitar las ocasiones próximas de pecado a las personas homosexuales.
Deben ser estimulados aquellos programas en los que se evitan estos peligros. Pero se debe dejar bien en claro que todo alejamiento de la enseñanza de la Iglesia, o el silencio acerca de ella, so pretexto de ofrecer un cuidado pastoral, no constituye una forma de auténtica atención ni de pastoral válida. Sólo lo que es verdadero puede finalmente ser también pastoral. Cuando no se tiene presente la posición de la Iglesia se impide que los hombres y las mujeres homosexuales reciban aquella atención que necesitan y a la que tienen derecho.

Un auténtico programa pastoral ayudará a las personas homosexuales en todos los niveles de su vida espiritual, mediante los sacramentos y en particular a través de la frecuente y sincera confesión sacramental, mediante la oración, el testimonio, el consejo y la atención individual. De este modo la entera comunidad cristiana puede reconocer su vocación a asistir a estos hermanos y hermanas, evitándoles ya sea la desilusión, ya sea el aislamiento.

De esta aproximación diversificada se pueden derivar muchas ventajas, entre las cuales es no menos importante la constatación de que una persona homosexual, como por lo demás todo ser humano, tiene una profunda exigencia de ser ayudada contemporáneamente a distintos niveles.
La persona humana, creada a imagen y semejanza de Dios, no puede ser definida de manera adecuada con una referencia reductiva sólo a su orientación sexual. Cualquier persona que viva sobre la faz de la tierra tiene problemas y dificultades personales, pero también tiene oportunidades de crecimiento, recursos, talentos y dones propios. La Iglesia ofrece para la atención a la persona humana, el contexto de lo que hoy se siente una extrema exigencia, precisamente cuando se rechaza el que se considere la persona puramente como un « heterosexual » o a un « homosexual » y cuando subraya que todos tienen la misma identidad fundamental: el ser creatura y, por gracia, hijo de Dios, heredero de la vida eterna.

Ofreciendo esas clarificaciones y orientaciones pastorales a la atención de los Obispos, esta Congregación desea contribuir a sus esfuerzos en relación a asegurar que la enseñanza del Señor y de su Iglesia sobre este importante tema sea transmitida de manera íntegra a todos los fieles.
A la luz de cuanto se ha expuesto hasta ahora, se invita a los Ordinarios del lugar a valorar, en el ámbito de su competencia, la necesidad de particulares intervenciones. Además, si se retiene útil, se podrá recurrir a una ulterior acción coordinada a nivel de conferencias episcopales nacionales.

En particular, los Obispos deben procurar sostener con los medios a su disposición el desarrollo de formas especializadas de atención pastoral para las personas homosexuales. Esto podría incluir la colaboración de las ciencias sicológicas, sociológicas y médicas, manteniéndose siempre en plena fidelidad a la doctrina de la Iglesia.

Los Obispos, sobre todo, no dejarán de solicitar la colaboración de todos los teólogos católicos para que éstos, enseñando lo que la Iglesia enseña y profundizando con sus reflexiones el significado auténtico de la sexualidad humana y del matrimonio cristiano en el plan divino, como también de las virtudes que éste comporta, puedan ofrecer una válida ayuda en este campo específico de la actividad pastoral.

Particular atención deberán tener, pues, los Obispos en la selección de los ministros encargados de esta delicada tarea, de tal modo que éstos, por su fidelidad al Magisterio y por su elevado grado de madurez espiritual y sicológica, puedan prestar una ayuda efectiva a las personas homosexuales en la consecución de su bien integral. Estos ministros deberán rechazar las opiniones teológicas que son contrarias a la enseñanza de la Iglesia y que, por tanto, no pueden servir de normas en el campo pastoral.

Será conveniente además promover programas apropiados de catequesis, fundados sobre la verdad concerniente a la sexualidad humana, en su relación con la vida de la familia, tal como es enseñada por la Iglesia. Tales programas, en efecto, suministran un óptimo contexto, dentro del cual se puede tratar también la cuestión de la homosexualidad.

Esta catequesis podrá ayudar asimismo a aquellas familias, en las que se encuentran personas homosexuales, a afrontar el problema que las toca tan profundamente.

Se deberá retirar todo apoyo a cualquier organización que busque subvertir la enseñanza de la Iglesia, que sea ambigua respecto a ella o que la descuide completamente. Un apoyo en este sentido, o aún su apariencia, puede dar origen a graves malentendidos. Una especial atención se deberá tener en la práctica de la programación de celebraciones religiosas o en el uso de edificios pertenecientes a la Iglesia por parte de estos grupos, incluida la posibilidad de disponer de escuelas y de los institutos católicos de estudios superiores. El permiso para hacer uso de una propiedad de la Iglesia les puede parecer a algunos solamente un gesto de justicia y caridad, pero en realidad constituye una contradicción con las finalidades mismas para las cuales estas instituciones fueron fundadas y puede ser fuente de malentendidos y de escándalo.

Al evaluar eventuales proyectos legislativos, se deberá poner en primer plano el empeño por defender y promover la vida de la familia.

El Señor Jesús ha dicho: « Vosotros conoceréis la verdad y la verdad os hará libres » (Jn 8, 32). La Escritura nos manda realizar la verdad en la caridad (cf. Ef 4, 15). Dios que es a la vez Verdad y Amor llama a la Iglesia a ponerse en servicio de todo hombre, mujer y niño con la solicitud pastoral del Señor misericordioso. Con este espíritu la Congregación para la Doctrina de la Fe ha dirigido esta Carta a Ustedes, Obispos de la Iglesia, con la esperanza de que les sirva de ayuda en la atención pastoral a personas, cuyos sufrimientos pueden ser agravados por doctrinas erróneas y ser aliviados en cambio por la palabra de la verdad.


El Sumo Pontífice Juan Pablo II, en el transcurso de la Audiencia concedida al suscrito Prefecto, ha aprobado la presente Carta acordada en la reunión ordinaria de esta Congregación y ha ordenado su publicación.
 
Sería bueno que la limpieza empezara por casa. ¿Cuántos de nosotros hemos conocido curas sospechosos de tercersexismo? ¿Cuántos de nosotros hemos escuchado y leído e curas que han abusado de niños? ¿Cuántos de nosotros hemos conocido mujeres "católicas" que han jurado nunca jamás acercarse a ningún confesionario por las sugestivas preguntas que les hiceron? ¿Cuántos de nosotros hemos . . .?
 
ok, Elenaa, de acuerdo, lo que transcribiste es lo que dicen, pero y de lo que hacen???? Para qué sirve todo eso que escribiste si sigue habiendo homosexualismo entre los sacerdotes, obispos, etc.???? Y todos se tapan con la misma cobija!!!!
 
ELENAA,
Saludos en Cristo, espero que estes bien. Veo que tomaste tiempo para poner toda una vision del Tema desde la Perspectiva catolica.

SOLO QUIERO HACER UN COMENTARIO ACERCA DE LO QUE COPIASTE Y ES EL SIGUIENTE:

LA GRAN DIFERENCIA ENTRE LA IGLESIA CATOLICA ROMANA Y LA IGLESIA CRISTIANA VERDADERA QUE CRISTO FUNDO RADICA EN QUE LA ICR, DECLARA :

"La posición de la moral católica está fundada sobre la razón humana iluminada por la fe y guiada conscientemente por el intento de hacer la voluntad de Dios, nuestro Padre"

SOLO TE PUEDO DECIR QUE LA IGLESIA DE CRISTO NO SE BASA "EN UNA MORAL FUNDADA EN LA RAZON HUMANA" YA QUE ESO NOS HARIA MALDITOS, NO PIENSES QUE PRETENDO OFENDER, DIOS CONOCE MI CORAZON, PERO MI BIBLIA ME CUENTA QUE ES

"Maldito el hombre que confia en el hombre y pone su esperanza en brazo humano..."

La historia de la raza habla por si sola acerca de cual ha sido el resultado de "La razon humana".

Saludos

HCCH
 
Hola!!

26 Y dijo Dios: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra, y manden en los peces del mar y en las aves de los cielos, y en las bestias y en todas las alimañas terrestres, y en todas las sierpes que serpean por la tierra.

27 Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó, macho y hembra los creó.


La moral humana proviene de Dios, esto nos dice la palabra al hacernos a imagen y semajanza de El....
O no???

No juzguemos sin conocer, es de ignorantes...

No generalicemos en nuestro juicio, es de intransigentes...

El que tenga oidos que oiga...

Su hermano en Cristo

Tib

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Señor, hazme un instrumento de tu paz.

San Francisco de Asis.
 
Hola!!

Perdon, la cita es del Libro del Genesis...

Su hermano en Cristo

Tib

------------------
Señor, hazme un instrumento de tu paz.

San Francisco de Asis.
 
Hola Tib.

Me podrías decir que significa "imagen y semejanza" en la cita que transcribiste, y con base en qué das esa "definición"????
 
Saludos Tib,
Solo un comentario, si lees unas pocas paginas mas adelante en la Biblia, en el libro de Genesis, te daras cuenta, si eres buen lector, que la raza esta caida....
NO PUEDES BASAR TU FE EN LA MORAL DE UNA RAZA CAIDA, PORQUE CREES QUE DIOS TUVO QUE LLAMAR A NOE Y "EMPEZAR DE NUEVO..."
Dios te bendiga y es bueno ir leyendo la Biblia....La Palabra de Dios nunca vuelve vacia.

En Cristo,

HCCH
 
Más allá de algunas diferencias en cuanto al modo de expresión o el énfasis, a mí me parece muy bueno el documento que transcribió Elena.
Bendiciones en Cristo,
Jetonius
 
Hola!!

26 Y dijo Dios: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra, y manden en los peces del mar y en las aves de los cielos, y en las bestias y en todas las alimañas terrestres, y en todas las sierpes que serpean por la tierra.

27 Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó, macho y hembra los creó.

Tib, esta la narración antes de la REBELION DEL HOMBRE CONTRA DIOS.

La moral humana proviene de Dios, esto nos dice la palabra al hacernos a imagen y semajanza de El....O no???

Mi respuesta es: NO. Tib, la moral humana proviene del humano; ¿cómo le puedes echar la culpa a Dios acerca de la moral, la conducta del hombre.

Tal vez lo que has querido decir es que el hombre debe adoptar la moral bíblica. Fatalmente, si no has nacido de nuevo y no te has lavado en la Sangre de Cristo, tu moral va a ser siempre humana.

Otra otra nota, los evangélicos pensamos como dice la Biblia que no importa la mejor moral que practiques en esta tierra si no has pasado por el Calvario, no perteneces al Reino de Dios.

Dices, "No juzguemos sin conocer, es de ignorantes...". Tu afiremación es muy interesante ya que nos das carta abierta para juzgar: Como no somos ignorantes de la Palabra de Dios, podemos juzgar. No lo vamos a hacer, de ninguna manera aunque nos lo autorices. Lo que hacemos es discernir lo que Dios dice y lo aplicamos en nuestras vidas y queremos que los otros que se consideran cristianos también lo hagan.

También dices: "No generalicemos en nuestro juicio, es de intransigentes..." ¿Quién más intransigente que el Dios de los Cielos? Tan intransigente que mandó a su Hijo JESUCRISTO para que se humanara y muriera para salvar a su pueblo. Yo agradezco ser INTRANSIGENTE en las cosas de mi Padre Celestial. ¡Aleluya!

Terminas diciendo; "El que tenga oidos que oiga...". Bueno ya oído, ahora escuchen. La Palabra ha sido enseñada, ahora obedézcanla.

Deseando que le poder de Dios se manifieste en tu vida las 24 horas del día,

Ezequiel Romero

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Señor JESUCRISTO, TU ERES MI PAZ. (San Ezequiel, santo del siglo XXI)
 
Fegna, dijiste:
<BLOCKQUOTE><font size="1" face="Helvetica, Verdana, Arial">Comentario:</font><HR>"NO juzguéis, para que no seáis juzgados"por juzgemos sólo por sospechas, oidas o lecturas.

Es decir cambiamos[/quote]

Entonces qué hacemos, esperamos que un sacerdote trate de violarnos para que ya no sean "sospechas, oidas o lecturas"??? En mi barrio un joven apuñaleo a un sacerdote y lo dejaron en libertad porque se demostró que fue en defensa propia porque el sacerdote trató de violarlo, qué es eso según tú, "sospechas"?? u "oidas"??? u "lecturas"??

No tratemos de tapar el Sol con un dedo y muy pequeño!!!!!!
 
<BLOCKQUOTE><font size="1" face="Helvetica, Verdana, Arial">Comentario:</font><HR>Originalmente enviado por Ezequiel Romero:
Sería bueno que la limpieza empezara por casa. ¿Cuántos de nosotros hemos conocido curas sospechosos de tercersexismo? ¿Cuántos de nosotros hemos escuchado y leído e curas que han abusado de niños? ¿Cuántos de nosotros hemos conocido mujeres "católicas" que han jurado nunca jamás acercarse a ningún confesionario por las sugestivas preguntas que les hiceron? ¿Cuántos de nosotros hemos . . .?[/quote]

Comento:
Amén a la primera frase "Sería bueno que la limpieza empezara por casa".

Luego:
NUEVO EVANGELIO
Reemplazamos la mala traducción de Mt 7:1
"NO juzguéis, para que no seáis juzgados"
por juzgemos sólo por sospechas, oidas o lecturas.

Es decir cambiamos

Finalizo:
Hemos cambiado Lk:6:41: ¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y la viga que está en tu propio ojo no consideras? (RVA) ya que yo pregunto ¿hemos oido de algún pastor hacer lo mismo?, hermano Ezequiel, partiste bien pero no limpiaste tu casa, sino que miraste la paja en el ojo ajeno.

Pregunta a católicos:
¿Conocen algún sacerdote que case homosexuales (con un matrimonio canónicamente válido)?, pues yo se de iglesias "evangélicas" en que dicho paso está admitido y garantizado.

Fraternalmente en Cristo.

PD: Buen aporte de Jetonius, un hombre que logra encontrar lo bueno y rescatarlo sin importar de donde venga. Lamentablemente no es la actitud de la mayoría de este foro.

PD2: ¿Qué tal maestro Ezequiel? ¿Estoy aprendiendo el nuevo evangelio que intentas pregonar por la red? ¿No aparecen las citas en mi RVA ni Dios habla hoy (tengo la Compu), de donde las puedo obtener? y por último, siga no más maestro, yo resalto sus grandes aportes al cristianismo.

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1Jn:4:8:
El que no ama, no conoce á Dios; porque Dios es amor.
 
Hola Fegna:


¿Quién cambia el evangelio?. La palabra de Dios es MUY CLARA, y no se puede cambiar ni hacerle añadidos; está tan perfectamente escrita que si intentas hacerle alguna variación, habrá otras citas que acusarán al falsificador.

¿Que opinas?


Maripaz



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Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres
(Palabras de San Pedro y de los Apóstoles en Hechos 5:29)
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Porque no me avergüenzo del Evangelio, porque es poder de Dios para salvación.(Romanos 1:16)
 
<BLOCKQUOTE><font size="1" face="Helvetica, Verdana, Arial">Comentario:</font><HR>Originalmente enviado por Fegna:
Hermano, haces del mundo una casuística, quieres saber cuantos titulares de prensa se han dado con sacerdotes violadores y cuantos con pastores (te aseguro que vas en desventaja), mira la globalidad no el caso a caso.

En todo caso, ¿esto justifica cambiar el Evangelio?

Fraternalmente en Cristo.

[/B][/quote]


Salesiano, otra vez confundido me dejas.

Dices:

(1)"haces del mundo una casuística,"

¿Qué entiendes por casuística? ¿Qué tiene que ver el mundo con la casuística?

(2) quieres saber cuantos titulares de prensa se han dado con sacerdotes violadores y cuantos con pastores (te aseguro que vas en desventaja),

¿Qué casuística es esta, salesiano?

¿Tú lees todos los periódicos del mundo? ¿Cómo puedes hablar así, niñito?

¿Qué competencia es esta de violadores?


mira la globalidad no el caso a caso.

Está bien que la palabra "globalización" esté de moda; pero ¿tú controlas la "globalidad"?

En todo caso, ¿esto justifica cambiar el Evangelio?

Después de hablar de "casuística", "globalidad", ahora quieres hablar de Evangelio. ¿Qué entienes de Evangelio?

Y todo lo consumas tratando de incluirte en el exclusivo club cuando dices:

Fraternalmente en Cristo.

¿Eres lavado en la sangre del Cordero para que te consideres parte de los elegidos?
 
Hermano, haces del mundo una casuística, quieres saber cuantos titulares de prensa se han dado con sacerdotes violadores y cuantos con pastores (te aseguro que vas en desventaja), mira la globalidad no el caso a caso.

En todo caso, ¿esto justifica cambiar el Evangelio?

Fraternalmente en Cristo.

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1Jn:4:8:
El que no ama, no conoce á Dios; porque Dios es amor.
 
Saludos hermanos, amigos y lectores de esta apertura.
Quisiera referirme al escrito de uno de los foristas, que escribio :

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Hermano, haces del mundo una casuística, quieres saber cuantos titulares de prensa se han dado con sacerdotes violadores y cuantos con pastores (te aseguro que vas en desventaja), mira la globalidad no el caso a caso.
En todo caso, ¿esto justifica cambiar el Evangelio?

Fraternalmente en Cristo.

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1Jn:4:8:
El que no ama, no conoce á Dios; porque Dios es amor.
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Bien, como Fegna es el que escribe y es chileno el hombre...me permitire contestar como Chileno que soy tambien.......

FEGNA, ES TIEMPO DE QUE ABRAS LOS OJOS....ESPIRITUALES LOS OJOS DEL ALMA. Evidentemente el problema de la sexualidad es un tema complejo dentro de la Iglesia Catolica, dada como todos sabemos a inventar mandamientos de hombres....pues cuando se abandona la Biblia como regla de Fe y conducta obviamente...se termina en mandamientos de hombres.
Bien, si la sexualidad normal es tratada como tema tabu....imaginen que consejeria y que punto de vista se podra tener frente al tema de las desviaciones sexuales, lo cual fue el tema original de este mensaje. Persisto en mi opinion de que la IC llegara a un acuerdo de "no agresion" con el mundo gay.
Recuerdo que hace como 1 anio y medio TV nacional de Chile informo que el periodico oficial de Roma (Vaticano) comentaba que la IC aceptaba que se fuese homosexual, mientras no se "fuese practicante"....esto lo vi y escuche claramente. No mas comentarios.
PARA FEGNA : querido compatriota, yo no se si eres ciego o hipocrita...perdona mi claridad pero creo que basta del estandar que estableces en cada uno de tus mensajes. Fegna, no basta con firmar que Dios es amor, para luego tirar la piedra como se dice en Chile (Tiras la piedra y escondes la mano). Cada vez que se menciona el tema de comparar la situacion entre evangelicos y catolicos sales con frases como la de tu mensaje, al decir que son los pastores los que van ganando como "top ten" de violadores....
Fegna, crees tu acaso que las jerarquias catolicas de chile van a permitir que sus sacerdotes homosexuales, pervertidos o violadores sean denunciados publicamente por la prensa....? Crees,acaso que el mercurio de Santiago va a publicar un Titular como "SACERDOTE HOMOSEXUAL CONMOCIONA EL BARRIO ALTO"....? Te aseguro que eso no va a ocurrir. Lo que no significa que dentro de la organizacion romana chilena cosas como las violaciones y otras similares o peores no ocurran.
Me imagino que conoces el dicho chileno: " Andai..tirando piedras y tenis techo de vidrio...". Te puedo asegurar que cada vez que encontremos un caso en donde se presente inmoralidad de caracter sexual en un lider religioso, si este es evangelico ..sin duda sera "lapidado" por nuestra buena prensa nacional...tipo "Diario la Cuarta.." sabes a lo que me refiero.
Fegna, en Chile existen instituciones de facto (Los poderes ocultos..)....ya lo dijo uno de nuestros politicos.. Allamand)...dejame agragar a la lista de Allamand a la Iglesia Catolica....
Te puedo asegurar que hablo con conocimiento de causa.Producto de mi actividad profesional fui asignado por mi compania por dos anios al Congreso Nacional y alli Dios me permitio muchas veces ver el "Baile" del Poder Humano....Como por ejemplo el besuqueo de manos que el periodista asignado del canal 13 al Congreso, le hacia al "Cardenal", tu crees que ese periodista algun dia va a publicar algo contra un Sacerdote, y si quisiera lo dejarian...?
Hasta cuando Fegna.........Piensa un poco por favor...cuando un evangelico peca todo el mundo sabe sus pecados....pero parece que los sacerdotes catolicos chlenos "son santos" porque nunca la prensa "descubre" sus pecados....
Fegna, creo que debes de dejar de pensar infantilmente...hay mucho de tu propia organizacion que desconoces...mira a Cristo, el te mostrara lo que es el verdadero amor.
PARA TODOS, CATOLICOS,EVANGELICOS, ETC. Hace un tiempo atras en este mismo foro, un forista chileno al que NO VOY A NOMBRAR, pero su "nick" comienza con "F" y curiosamente termina con "A" y que tiene la costumbre de sentarse en la Plaza de Armas de Santiago de Chile a "conversar" con algunos hermanos separados que gritan un "inculto" evangelio..DENUNCIO QUE EL SABIA DE UN PASTOR CHILENO que estaba acosando sexualmente a una hermana joven de su Iglesia. Bueno, yo envie un mensaje donde decia mas o menos " Bueno...por el hecho de estar en el servicio a Dios como PASTOR conozco a casi todos los lideres evangelicos chilenos....mi email es [email protected], por favor enviame algun antecedente del caso y yo reservadamente hablare con gente que conozca a este Pastor y le ayude a ordenar su vida..." esa era la idea mas o menos...BUENO EL MENSAJE NUNCA LLEGO...que se puede pensar....?
Dios nos ayude a todos...basta de hipocresia espiritual....todos busquemos un sincero arrepentimiento pues Dios esta viendo cada corazon.
Todo homosexual, lesviana,ladron, adultero, mentiroso, religioso...etc, sea evangelico o catolico o no religioso, si no se arrepiente se ira al infierno (Perdicion eterna).
LA IGLESIA NO SALVA, CRISTO SALVA, LOS LIDERES NO SON PERFECTOS, SOMOS TODOS PECADORES. LA DIFERENCIA ES QUE HAY PECADORES Y PECADORES ARREPENTIDOS.

Saludos a Todos.

HCCH
 
HCCH,

Así se habla, sin tapujos y dominando la lengua del Gran Neruda y de la gran cuyo nombre se me olvidó pero que cual quier chileno la tiene en la punta de su lengua. Ella me alumbró mi niñez.

Mi glorioso Macchu Picchu fue cantado por Neruda quien murió en momentos trágicos para América.

HCCH, báilate una cueca por mí, hermano, que yo me bailaré una marinera y juntos saborearemos esas manzanas tan ricas que ustedes producen.