¿Ahí tienes a tu hijo. Ahí tienes a tu madre?

Raül Joaquim

Jeremías 1:4-12
1 Junio 2022
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En este día, si me acompañas en el estudio de la palabra de Dios, te darás cuenta hasta que punto nos hemos aferrado y confiado ciegamente en la tradición, que hemos terminado creyendo erradamente en una clara tergiversación del texto que estudiaremos hoy. Nos bastará con leer la Biblia con detenimiento y prestándole la debida atención, para darnos cuenta de ello. Como siempre: pidamos a Dios Padre, en el nombre de Jesucristo, que sea el Espíritu Santo quien nos guíe, dándonos debida luz y entendimiento, al conocimiento de toda la verdad. Toma tu Biblia, y vayámonos a leer el evangelio según Juan:

Jn 19:25 Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, y la hermana de su madre, María, esposa de Cleofás, y María Magdalena.

¿Quiénes estaban junto a la cruz de Jesús? Cuatro mujeres son las que estaban: 1) su madre, y 2) la hermana de su madre, 3) María, esposa de Cleofás, y 4) María Magdalena. No estaba María sola, ¿verdad que no? No, junto con ella había tres mujeres más. Todas ellas junto a la cruz de Jesús. Tenlo muy presente porque es vital para bien entender lo que sigue:

Jn 19:26 Cuando Jesús vio a su madre, y junto a ella al discípulo a quien él quería mucho, dijo a su madre: —Mujer, ahí tienes a tu hijo.

¿Cuántas mujeres estaban junto a la cruz de Jesús? Cuatro. Bien, ¿le dice Jesús a María; “ahí tienes a tus hijas”? No, Jesús habla en singular: “ahí tienes a tu hijo”. El Señor omite clara y totalmente a las mujeres que, al igual que María y el discípulo amado, están junto con ellos ante Jesús. ¿Es así? Sí, lo es, lo estamos leyendo juntos. Bien, sigamos:

Jn 19:27 Luego le dijo al discípulo: —Ahí tienes a tu madre. Desde entonces, ese discípulo la recibió en su casa.

¿Qué le dice Jesús al discípulo amado? Ahí tienes a tu madre. ¿Por qué Jesús habla nuevamente en singular, y no en plural? ¿Por qué Jesús no dice; “he ahí tu hijo e hijas”? ¿Por qué no dice; “he ahí vuestra madre”? Recordemos que son cinco las personas que están junto a la cruz de Jesús. Atiende y entiende: si según creencias de algunos, y en base única a estos aislados versículos, les ha sido dada María como madre ¿por qué Jesús habla en singular? ¿Será que es madre de todos, menos de las tres mujeres mencionadas? ¿Las rechazó el Señor, y quizás, en el último momento? ¿O no será más bien que Jesús no estaba dejando a María como madre de todos los creyentes, sino que es otra la razón por la cual el evangelio nos habla de ello? Para poder entenderlo con más claridad, acompáñame un momento a leer la primera epístola de Pedro, porque la Biblia no hay que interpretarla, sino dejar que se interprete a sí misma:

1Pe 3:6 Así fue Sara, que obedeció a Abraham y lo llamó “mi señor”. Y ustedes son hijas de ella, si hacen el bien y no tienen miedo de nada.

¿De quién nos dice Pedro que son hijas? De Sara. Por lo tanto, si son hijas de Sara, ¿quién es la madre? No, no lo dice un servidor, no, quede claro. Lo dice la palabra de Dios, inspirada por el Espíritu Santo, y siendo Dios su autor. Sí, al igual que Abraham es padre de todos quienes tienen fe, Sara, su mujer, es a su vez madre. Es curioso, ¿verdad? En lugar alguno nos dice la Biblia que María sea madre de todos los que tienen fe, pero si nos dice que Sara lo es. ¿Se debió confundir el que escribió la epístola, y en vez de indicar que lo es María, puso Sara? ¿O será que el Espíritu Santo se equivocó y le inspiró erradamente? No, evidentemente, no. Lo dejamos aquí para la reflexión. Ahora volvamos al evangelio según Juan, pues queda un detalle pendiente de estudiar:

Jn 19:27 Luego le dijo al discípulo: —Ahí tienes a tu madre. Desde entonces, ese discípulo la recibió en su casa.

Prestemos atención a la segunda parte, donde nos dice: “Desde entonces, ese discípulo la recibió en su casa”. Vamos a ver ¿quién recibe a quién en su casa? Es el discípulo quien recibe en su casa a María. ¿Quién queda a cargo de quién y bajo la cobertura de quién? Está claro: María es la que queda a cargo y bajo la cobertura del discípulo, que no el discípulo a cargo de María y bajo su cobertura. Es el discípulo amado quien se hace cargo de María, no María del discípulo. ¿Entendido?

Como siempre indico, ahora toma tu Biblia, lee todo sin prisas, prestando debida atención a lo escrito, pidiendo guía y luz al Espíritu Santo que, como bien sabes, es el único quien, por medio de tus lecturas de la escritura, de la palabra de Dios contenida en las mismas, te puede llevar al conocimiento de toda la verdad, de Jesucristo mismo.

La gracia y paz de Jesucristo, el amor de Dios Padre, y la comunión del Espíritu Santo, sea contigo.

En Cristo Jesús, Raül Gil - Lectio Divina
 
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