Lamentándolo mucho, mis ocupaciones me obligarán a ausentarme durante un tiempo posiblemente considerable. Antes de partir, me complace compartir esta "perla" escrita en 1872 por la falsa profetisa del adventismo:
"The First Day Adventists are a class that are the most difficult to reach. They will generally reject the truth, as did the Jews. We should, as far as possible, go forward as though there were not such a people in existence. They are the elements of confusion. Immoralities exist among them to a fearful extent. It would be the greatest calamity to have many of their members embrace the truth." (Manuscript Releases, tomo 13, p. 346).
Traducción:
"Los adventistas del primer día son una clase [de personas] sumamente difícil de alcanzar. Generalmente rechazan pertinazmente la verdad, como hicieron los judíos. En la medida de lo posible, deberíamos avanzar como si tales personas no existieran. Son elementos de confusión. Entre ellos se dan inmoralidades hasta un extremo espantoso. Sería la mayor de las calamidades que muchos de sus miembros abrazasen la verdad".
Decodificación:
"Adventista del primer día": Cualquier exmillerita que no se tragase los cuentos estúpidos de Joseph Bates, James y Ellen White, como imaginarse que el palurdo de Miller tuvo "razón" en algo, que en Orión hay una zona profundísima sin estrellas, que Enoc va por ahí visitando mundos con gente que lleva puestos atuendos de corte grecorromano, que el zumo de limón cura el paludismo, que un dios se comunicaba con la tal Ellen y le revelaba los "pecados ocultos" de los adventistas del primer día y del séptimo día, que hay que guardar el sábado y memeces de ese calibre.
"Verdad": Las imbecilidades imaginadas por los tres pájaros anteriores.
O sea: En general, los adventistas deben ignorar a todo antiguo colega del fraude millerita que se negase a aceptar que los tres pájaros mencionados contaban con el beneplácito divino. Según la farsante White, tales personas no solo estaban plagadas de "inmoralidades" (de las que hay que suponer que ella y los suyos estaban libres), sino que sería terrible para el adventismo que tales personas se incorporasen a la organización adventista. Por lo visto, la "conversión" de esas personas refractarias podría resultar gravemente contraproducente para los intereses y la identidad de la secta remanente. La secta debe "avanzar" como si los elementos refractarios no existiesen. Esa es la forma más segura de ir "de triunfo en triunfo". Si no te das por aludido cuando te abofetean puedes alardear de tu poderío pugilístico. De ahí precisamente viene el mito de que los adventistas siempre "ganan" en todas sus confrontaciones, de lo cual el ejemplo más patético y, a la vez, patético, es el del tal gavialito.
Ya sabes, gavialito: Según tu pitonisa, "sería la mayor de las calamidades" que gente como algunos de los que visitamos ocasionalmente este foro abrazásemos la "verdad" boba de tu secta. Mantén tu distancia.
"The First Day Adventists are a class that are the most difficult to reach. They will generally reject the truth, as did the Jews. We should, as far as possible, go forward as though there were not such a people in existence. They are the elements of confusion. Immoralities exist among them to a fearful extent. It would be the greatest calamity to have many of their members embrace the truth." (Manuscript Releases, tomo 13, p. 346).
Traducción:
"Los adventistas del primer día son una clase [de personas] sumamente difícil de alcanzar. Generalmente rechazan pertinazmente la verdad, como hicieron los judíos. En la medida de lo posible, deberíamos avanzar como si tales personas no existieran. Son elementos de confusión. Entre ellos se dan inmoralidades hasta un extremo espantoso. Sería la mayor de las calamidades que muchos de sus miembros abrazasen la verdad".
Decodificación:
"Adventista del primer día": Cualquier exmillerita que no se tragase los cuentos estúpidos de Joseph Bates, James y Ellen White, como imaginarse que el palurdo de Miller tuvo "razón" en algo, que en Orión hay una zona profundísima sin estrellas, que Enoc va por ahí visitando mundos con gente que lleva puestos atuendos de corte grecorromano, que el zumo de limón cura el paludismo, que un dios se comunicaba con la tal Ellen y le revelaba los "pecados ocultos" de los adventistas del primer día y del séptimo día, que hay que guardar el sábado y memeces de ese calibre.
"Verdad": Las imbecilidades imaginadas por los tres pájaros anteriores.
O sea: En general, los adventistas deben ignorar a todo antiguo colega del fraude millerita que se negase a aceptar que los tres pájaros mencionados contaban con el beneplácito divino. Según la farsante White, tales personas no solo estaban plagadas de "inmoralidades" (de las que hay que suponer que ella y los suyos estaban libres), sino que sería terrible para el adventismo que tales personas se incorporasen a la organización adventista. Por lo visto, la "conversión" de esas personas refractarias podría resultar gravemente contraproducente para los intereses y la identidad de la secta remanente. La secta debe "avanzar" como si los elementos refractarios no existiesen. Esa es la forma más segura de ir "de triunfo en triunfo". Si no te das por aludido cuando te abofetean puedes alardear de tu poderío pugilístico. De ahí precisamente viene el mito de que los adventistas siempre "ganan" en todas sus confrontaciones, de lo cual el ejemplo más patético y, a la vez, patético, es el del tal gavialito.
Ya sabes, gavialito: Según tu pitonisa, "sería la mayor de las calamidades" que gente como algunos de los que visitamos ocasionalmente este foro abrazásemos la "verdad" boba de tu secta. Mantén tu distancia.