Queridos amigos:
Me gustaría compartir acerca de las distintas visiones acerca de la Salvación que existen entre diferentes grupos de cristianos.
Ojo! Ningún extremo es bueno.
Extremo 1
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Algunos caen en el error de creer que el Cielo se "compra con buenas obras". Según este extremo, la salvación es obra del hombre, que la gana con buenas obras o la pierde con sus pecados. El hombre solo, no puede alcanzar la salvación si no es a través de Jesucristo, puesto que nadie va al Padre sino por El, que es el Camino (Jn 14,6) y que "no hay otro nombre dado a los hombres por el cual podamos ser salvados", que el de Jesucristo (He 4,12).
Nota: Algunos no católicos acusan a los católicos de que este extremo es su concepción de la salvación, lo cual no es así. Que haya algunos católicos que CREAN que esto es así, es otra cosa, pero lamentablemente están equivocados...
Extremo 2
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Tampoco es bueno el otro extremo. La "sola fe" que propuso Lutero, es a veces mal interpretada llevándola al otro extremo. Algunos llegan a exagerar la Gracia de Jesucristo y la Salvación que El nos ganó con su muerte en la Cruz, llegando a inhibir totalmente la voluntad humana en la propia salvación. Según este extremo, la simple "adhesión por la fe, a Jesucristo" le gana la salvación al individuo independientemente de si después se comporta bien o mal...
El peligro de este segundo extremo es que alguien caiga en el facilismo de pensar: "Ya acepté a Jesucristo como mi Señor y Salvador, entonces ¡ya estoy salvado!". Esta frase es verdadera, si yo permanezco fiel a Jesucristo: "El que persevere hasta el fin, ése se salvará" (Mt 10,22)
¿El justo medio?
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Ojo! La "adhesión a Jesucristo" es verdadera, solamente si se manifiesta en las obras ("Por sus frutos los conocerás" - Mt 7,16.20). "La fe sin obras, es muerta" dice Santiago en su carta (Santiago 2,20.26).
La doctrina católica NO DICE que la salvación se gana por las obras, sino que las obras son como una muestra de la verdadera adhesión a Jesucristo que será quien nos gane la salvación: "Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les digo" (Jn 15,14).
No basta de nada proclamar de boca a Jesucristo, si esta no se traduce en la vida: "No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el Reino de los cielos, sino el que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos" (Mt 7,21).
"Jesucristo ya te salvó..."
Jesucristo ya nos salvó con su merte en la cruz y su resurrección (cfr. Col 1,19-20). Con su muerte reconcilió a la humanidad con Dios, a TODA LA HUMANIDAD.
"...pero todavía no"
Pero esto no quiere decir que todo ser humano se salvará indefectiblemente debido a esta obra de Jesucristo. Es preciso, primero creer en Jesucristo y convertirse a El (Mc 16,16). Pero también es preciso perseverar en la vida de Hijos de Dios: "El que persevere hasta el fin, ése se salvará" (Mt 10,22).
No basta solamente "tener fe" si esto no se manifiesta en la vida: "¿Qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene las obras? ¿Por ventura esta tal fe le podrá salvar? (San 2,14)
Sería una ilusión creer (como algunos afirman): "Yo ya acepté a Jesucristo como mi Salvador, por lo tanto estoy seguro de que me salvaré". Mas que una ilusión sería un acto de soberbia. La salvación se gana día a día con el auxilio de Jesucristo. Los humanos somos débiles, y necesitamos renovar continuamente nuestra fidelidad a Jesucristo y perseverar en esta adhesión. Aunque caigamos una y otra vez, debemos luchar por volver como el hijo pródigo. Nadie tiene asegurada la salvación por el solo hecho de ser cristiano... siempre se puede flaquear y caer, pero ahí está la maravillosa misericordia del Padre, que siempre nos espera con los brazos abiertos para volver arrepentidos (si es que lo hacemos de corazón) con el propósito de comenzar nuevamente.
Claro... que muchos pueden también usar este último argumento llevándolo a otro extremo: "Bueno, ahora puedo hacer lo que se me de la gana, total... después me arrepiento y ¡listo!". Es verdad. Dios no nos va a juzgar por los pecados pasados, sino por cómo lleguemos al final del camino, pero ¡ojo! Nadie sabe el día y la hora... (Mt 25,13) Mejor, estar vigilante por si vuelve el Esposo (Mt 25,1-13)
Un abrazo a todos.
Miguel
Me gustaría compartir acerca de las distintas visiones acerca de la Salvación que existen entre diferentes grupos de cristianos.
Ojo! Ningún extremo es bueno.
Extremo 1
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Algunos caen en el error de creer que el Cielo se "compra con buenas obras". Según este extremo, la salvación es obra del hombre, que la gana con buenas obras o la pierde con sus pecados. El hombre solo, no puede alcanzar la salvación si no es a través de Jesucristo, puesto que nadie va al Padre sino por El, que es el Camino (Jn 14,6) y que "no hay otro nombre dado a los hombres por el cual podamos ser salvados", que el de Jesucristo (He 4,12).
Nota: Algunos no católicos acusan a los católicos de que este extremo es su concepción de la salvación, lo cual no es así. Que haya algunos católicos que CREAN que esto es así, es otra cosa, pero lamentablemente están equivocados...
Extremo 2
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Tampoco es bueno el otro extremo. La "sola fe" que propuso Lutero, es a veces mal interpretada llevándola al otro extremo. Algunos llegan a exagerar la Gracia de Jesucristo y la Salvación que El nos ganó con su muerte en la Cruz, llegando a inhibir totalmente la voluntad humana en la propia salvación. Según este extremo, la simple "adhesión por la fe, a Jesucristo" le gana la salvación al individuo independientemente de si después se comporta bien o mal...
El peligro de este segundo extremo es que alguien caiga en el facilismo de pensar: "Ya acepté a Jesucristo como mi Señor y Salvador, entonces ¡ya estoy salvado!". Esta frase es verdadera, si yo permanezco fiel a Jesucristo: "El que persevere hasta el fin, ése se salvará" (Mt 10,22)
¿El justo medio?
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Ojo! La "adhesión a Jesucristo" es verdadera, solamente si se manifiesta en las obras ("Por sus frutos los conocerás" - Mt 7,16.20). "La fe sin obras, es muerta" dice Santiago en su carta (Santiago 2,20.26).
La doctrina católica NO DICE que la salvación se gana por las obras, sino que las obras son como una muestra de la verdadera adhesión a Jesucristo que será quien nos gane la salvación: "Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les digo" (Jn 15,14).
No basta de nada proclamar de boca a Jesucristo, si esta no se traduce en la vida: "No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el Reino de los cielos, sino el que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos" (Mt 7,21).
"Jesucristo ya te salvó..."
Jesucristo ya nos salvó con su merte en la cruz y su resurrección (cfr. Col 1,19-20). Con su muerte reconcilió a la humanidad con Dios, a TODA LA HUMANIDAD.
"...pero todavía no"
Pero esto no quiere decir que todo ser humano se salvará indefectiblemente debido a esta obra de Jesucristo. Es preciso, primero creer en Jesucristo y convertirse a El (Mc 16,16). Pero también es preciso perseverar en la vida de Hijos de Dios: "El que persevere hasta el fin, ése se salvará" (Mt 10,22).
No basta solamente "tener fe" si esto no se manifiesta en la vida: "¿Qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene las obras? ¿Por ventura esta tal fe le podrá salvar? (San 2,14)
Sería una ilusión creer (como algunos afirman): "Yo ya acepté a Jesucristo como mi Salvador, por lo tanto estoy seguro de que me salvaré". Mas que una ilusión sería un acto de soberbia. La salvación se gana día a día con el auxilio de Jesucristo. Los humanos somos débiles, y necesitamos renovar continuamente nuestra fidelidad a Jesucristo y perseverar en esta adhesión. Aunque caigamos una y otra vez, debemos luchar por volver como el hijo pródigo. Nadie tiene asegurada la salvación por el solo hecho de ser cristiano... siempre se puede flaquear y caer, pero ahí está la maravillosa misericordia del Padre, que siempre nos espera con los brazos abiertos para volver arrepentidos (si es que lo hacemos de corazón) con el propósito de comenzar nuevamente.
Claro... que muchos pueden también usar este último argumento llevándolo a otro extremo: "Bueno, ahora puedo hacer lo que se me de la gana, total... después me arrepiento y ¡listo!". Es verdad. Dios no nos va a juzgar por los pecados pasados, sino por cómo lleguemos al final del camino, pero ¡ojo! Nadie sabe el día y la hora... (Mt 25,13) Mejor, estar vigilante por si vuelve el Esposo (Mt 25,1-13)
Un abrazo a todos.
Miguel
