Abuso político - religioso

Yevari

Recién registrado
8 Mayo 2025
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He sido coercionado toda mi vida a perder mi voluntad. Al punto de que si me dispongo a lavar mi ropa crearán un drama en donde siempre seré el culpable y alborotador. La idea es siempre humillarme incluso intentando hacerme creer que no merezco la salvación o que debiera estar en la cárcel o en la calle y que no les importan las amenazas de muerte que me han hecho.

No puedo ofrecer amor a mi hija, ni puedo optar por un trabajo porque ellos tienen mi mente esclavizada con su presencia.

Luego de estudiar un poco, me dí cuenta que esto está relacionado con personalidades antisociales integradas y que afectan a personas vulnerables como lo es mi caso, ya que soy autista por lo que ellos se aprovechan de mi debilidad.

Necesito ayuda y apoyo, lamentablemente mi estabilidad psicológica pende de un hilo el cual no todos tendrán la sensibilidad. Pero si me ofrecen contención y protección puedo demostrar que mis objetivos son tan simples como trabajar, preocuparme de mi descendencia y hacer la voluntad de Dios.

Hoy por hoy estoy recibiendo mucho ostigamiento y como me ha ocurrido a lo largo de mi vida es posible que me echen a vivir a la calle a pesar de no haber hecho nada.
 
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No es fácil saber hasta dónde se puede llegar en la crítica y reprimenda o amonestación a una persona por mal comportamiento. Hay personas que no han hecho nada que sea realmente malo y son criticadas o amonestadas y hostigadas injustamente. Otras personas pueden haber hecho algo que sea digno de crítica y amonestación y que no sean tratadas como deberían ser tratadas. Muchas veces es difícil saber encontrar el equilibrio y el camino correcto. Algunas veces se a las personas según los intereses y conveniencia de los miembros de las Iglesias; o según las interpretaciones subjetivas de las Escrituras.

No es descartable la existencia de posibles abusos de los miembros de las Iglesias. Pero también hay que tener en cuenta que hay abusos mucho peores en la sociedad moderna. Las "personas" partidarias de la modernidad secularista ejercen una presión psicológica brutal contra los que no crean en la modernidad. Las normas sociales de la modernidad son asfixiantes y opresivas. La modernidad no permite a las personas vivir según su religión. Se nos obliga a ocultar o infringir las convicciones religiosas. Se ha convertido el pecado en un estilo de vida impuesto a todas las personas. Si alguien intenta ser diferente a lo establecido en la sociedad moderna se convierte en un incomprendido, un inadaptado, un marginado, un ridiculizado y un maltratado. Este es el peor abuso.