La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros
La Palabra, esa preciosa palabra.
San Pablo se refiere al Verbo divino, la Palabra hecha carne que habitó entre nosotros y que seguirá hasta el fin de los tiempos en todos los discípulos que tienen fe en la Palabra (Mateo 28:20).
Así se entiende también mejor la resurección, ese hecho tan específico del cristianismo junto a la encarnación. Aunque a muchos les seduce enormemente la resurección física, esta no es tan importante como la espiritual, vease el amigo de Jesús: Lazaro, que se levantó y andó, si ahí hubiera terminado todo me imagino que no estaríamos en este foro hablando de Jesucristo 2.000 años después, pues ni era la primera ni la última resurección, es más, hoy día os sorprendería la cantidad de resucitados que tenemos en el día a día, personas que de otra manera habrían muerto, son resucitados con tecnología y vienen con sus preciosas experiencias cercanas a la muerte a abrirnos los ojos de otra realidad.
Entonces, ¿qué significado tiene la Resurección de Cristo?, es más que trascendental entender que los discípulos no reconocieron a su maestro sino por los gestos, creo que con esto alcanzamos más comprensión de ese hecho de fe: los discípulos de Emaús sentían en el corazón esa Palabra, pero no acertaban a ver al Maestro hasta que partió el pan, y ahí se les reveló. Hoy día esto sigue ocurriendo, reconocemos al Maestro cuando en nuestras vidas particulares sale a nuestro encuentro y nos llama por nuestro nombre, o nos parte el pan, o nos dice la Palabra, esa justa y exacta que enciende nuestro corazón.