A Miguel Hernandez. Poeta.

30 Marzo 2000
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A Miguel Hernandez:


Umbrío por la pena, casi bruno,
porque la pena tizna cuando estalla
donde yo no me hallo, no se halla
hombre más apenado que ninguno.

Pena con pena y pena desayuno,
pena es mi paz y pena mi batalla,
perro que ni me deja ni se calla,
siempre a su dueño fiel, pero importuno.

Cardos, penas me oponen su corona,
cardos, penas me azuzan sus leopardos
y no me dejan bueno hueso alguno.

No podrá con la pena mi persona
circundada de penas y de cardos:
cuánto penar para morirse uno!

[]Cedesin>
 
A Miguel Hernandez:


Para la libertad sangro, lucho, pervivo,
para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.

Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.

Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.

Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.

Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.

[]Cedesin>
 
Dios te bendiga Cedesin. El te ama de sobremanera. Te ama mas que una madre ame a su criatura en su vientre.

tejano
 
Gracias, Tejano.

Así debe ser, aunque no lo merezco.

Un abrazo de un hermano.

[]Cedesin>