Su propio primo, unos 6 meses mayor que El (Lc 1:24-38), cuestionaba el mesianismo de Jesús, sin embargo afortunadamente aquello no le costó ser el hombre más grande de la tierra entre los hijos de hombre y mujer (Mt 11:11).
Juan el Bautista era al parecer un hombre de carácter fuerte, ¿pero por que no habría de serlo? ¿Acaso un hombre común y corriente con tiernas expectativas de formar una familia y asentarse en un hogar iría a vivirse solo en el desierto?
Por la forma de vivir de Juan, parece haber tenido contacto con la secta judía de los esenios, el momento y el lugar de su misión profética se prestan para pensar en ello, lo que no está muy claro es si los esenios absorbieron de él, o él de los esenios, de cualquier manera, Juan no hizo menos de lo que había sido llamado a hacer:
Lucas 1:15-17
porque será grande ante el Señor; no beberá vino ni licor; estará lleno de Espíritu Santo ya desde el seno de su madre,
y convertirá al Señor su Dios a muchos de los hijos de Israel e irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos y a los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto."
El poder de Elías... solo el ministerio de Elías, porque Juan no era Elías:
Juan 1:21-23
Y le preguntaron: "¿Qué pues?; ¿Eres tú Elías?" Él dijo: "No lo soy"." - "¿Eres tú el profeta?" Respondió: "No."
Entonces le dijeron: "¿Quién eres, pues, para que demos respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?"
Dijo él: "Yo soy la voz del que clama en el desierto: Rectificad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías" (Is 40:3-4).
Pero todo esto ya lo sabemos.
Luego nuestro héroe de los evangelios, es más que un profeta porque en realidad él representa el primero que habla en nombre del Señor bajo el Nuevo Pacto, representa la figura que da fín al Antiguo Testamento y abre las puertas al Evangelio.
Mat 11:12-13
Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los Cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan.
Pues todos los profetas, lo mismo que la Ley, hasta Juan profetizaron.
Esta violencia de la que habla Jesús no es otra que la violencia de la gran batalla espiritual que se libraba en el cielo:
Apo 12:7-10
Entonces se entabló una batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron con el Dragón. También el Dragón y sus ángeles combatieron,
pero no prevalecieron y no hubo ya en el cielo lugar para ellos.
Y fue arrojado el gran Dragón, la Serpiente antigua, el llamado diablo y Satanás, el seductor del mundo entero; fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él.
Oí entonces una fuerte voz que decía en el cielo: "Ahora ya ha llegado la salvación, el poder y el reinado de nuestro Dios y la potestad de su Cristo, porque ha sido arrojado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios.
Esa lucha habría de durar hasta el momento que Jesús manda a los 72 discípulos a sanar y expulsar demonios en su nombre, poco tiempo después que Juan fuera decapitado:
Luc 10:17-18
Regresaron los setenta y dos, y dijeron alegres: "Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre."
Él les dijo: "Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.
--------------------
Juan el poderoso profeta, sabía que era único y de alguna manera sabiéndose en el pedestal de su ministerio, llegó al punto de menospreciar, si MENOSPRECIAR al ministerio de Jesús, tal vez impulsado por sus pensamientos "¿Si yo ayuno y no tomo como puede ser que el hijo de Dios no se prive de estas cosas?":
La Biblia no abunda en detalles al respecto, pero evidentemente Juan, quien había compartido con esenios asumía que la perfección se alcanzaba con el ascetismo, otros junto con el habían logrado llevar exitosamente ese tipo de vida "¿Por que mi Primo Jesús no lo hace así?"
La siguiente pregunta de Juan es absurda, recelosa y tal vez irónica, considerando que conocía perfectamente a Jesús:
Mat 11:2-6
Juan, que en la cárcel había oído hablar de las obras de Cristo, envió a sus discípulos a decirle:
"¿Eres tú el que ha de venir, o debemos esperar a otro?"
Jesús les respondió: "Id y contad a Juan lo que oís y veis:
los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia a los pobres la Buena Nueva;
¡y dichoso aquel que no halle escándalo en mí!"
Y la respuesta de Jesús cortante pero sutil: DICHOSO AQUEL QUE NO HALLA ESCÁNDALO EN MÍ.
"¡Juan no te escandalices de Mí!"
Por eso los discípulos de Juan contagiados de ese recelo le preguntan a Jesús:
Mat 9:14-15
Entonces se le acercan los discípulos de Juan y le dicen: "¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos, y tus discípulos no ayunan?"
Jesús les dijo: "¿Pueden acaso los invitados a la boda ponerse tristes mientras el novio está con ellos? Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán.
Pero Juan humildemente a pesar de este pequeño desliz, sabía cual era su puesto, siempre lo supo:
Jua 3:29-32
El que tiene a la novia es el novio; pero el amigo del novio, el que asiste y le oye, se alegra mucho con la voz del novio. Esta es, pues, mi alegría, que ha alcanzado su plenitud.
Es preciso que él crezca y que yo disminuya.
El que viene de arriba está por encima de todos: el que es de la tierra, es de la tierra y habla de la tierra. El que viene del cielo, da testimonio de lo que ha visto y oído, y su testimonio nadie lo acepta.
Saludos
Juan el Bautista era al parecer un hombre de carácter fuerte, ¿pero por que no habría de serlo? ¿Acaso un hombre común y corriente con tiernas expectativas de formar una familia y asentarse en un hogar iría a vivirse solo en el desierto?
Por la forma de vivir de Juan, parece haber tenido contacto con la secta judía de los esenios, el momento y el lugar de su misión profética se prestan para pensar en ello, lo que no está muy claro es si los esenios absorbieron de él, o él de los esenios, de cualquier manera, Juan no hizo menos de lo que había sido llamado a hacer:
Lucas 1:15-17
porque será grande ante el Señor; no beberá vino ni licor; estará lleno de Espíritu Santo ya desde el seno de su madre,
y convertirá al Señor su Dios a muchos de los hijos de Israel e irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos y a los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto."
El poder de Elías... solo el ministerio de Elías, porque Juan no era Elías:
Juan 1:21-23
Y le preguntaron: "¿Qué pues?; ¿Eres tú Elías?" Él dijo: "No lo soy"." - "¿Eres tú el profeta?" Respondió: "No."
Entonces le dijeron: "¿Quién eres, pues, para que demos respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?"
Dijo él: "Yo soy la voz del que clama en el desierto: Rectificad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías" (Is 40:3-4).
Pero todo esto ya lo sabemos.
Luego nuestro héroe de los evangelios, es más que un profeta porque en realidad él representa el primero que habla en nombre del Señor bajo el Nuevo Pacto, representa la figura que da fín al Antiguo Testamento y abre las puertas al Evangelio.
Mat 11:12-13
Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los Cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan.
Pues todos los profetas, lo mismo que la Ley, hasta Juan profetizaron.
Esta violencia de la que habla Jesús no es otra que la violencia de la gran batalla espiritual que se libraba en el cielo:
Apo 12:7-10
Entonces se entabló una batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron con el Dragón. También el Dragón y sus ángeles combatieron,
pero no prevalecieron y no hubo ya en el cielo lugar para ellos.
Y fue arrojado el gran Dragón, la Serpiente antigua, el llamado diablo y Satanás, el seductor del mundo entero; fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él.
Oí entonces una fuerte voz que decía en el cielo: "Ahora ya ha llegado la salvación, el poder y el reinado de nuestro Dios y la potestad de su Cristo, porque ha sido arrojado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios.
Esa lucha habría de durar hasta el momento que Jesús manda a los 72 discípulos a sanar y expulsar demonios en su nombre, poco tiempo después que Juan fuera decapitado:
Luc 10:17-18
Regresaron los setenta y dos, y dijeron alegres: "Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre."
Él les dijo: "Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.
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Juan el poderoso profeta, sabía que era único y de alguna manera sabiéndose en el pedestal de su ministerio, llegó al punto de menospreciar, si MENOSPRECIAR al ministerio de Jesús, tal vez impulsado por sus pensamientos "¿Si yo ayuno y no tomo como puede ser que el hijo de Dios no se prive de estas cosas?":
La Biblia no abunda en detalles al respecto, pero evidentemente Juan, quien había compartido con esenios asumía que la perfección se alcanzaba con el ascetismo, otros junto con el habían logrado llevar exitosamente ese tipo de vida "¿Por que mi Primo Jesús no lo hace así?"
La siguiente pregunta de Juan es absurda, recelosa y tal vez irónica, considerando que conocía perfectamente a Jesús:
Mat 11:2-6
Juan, que en la cárcel había oído hablar de las obras de Cristo, envió a sus discípulos a decirle:
"¿Eres tú el que ha de venir, o debemos esperar a otro?"
Jesús les respondió: "Id y contad a Juan lo que oís y veis:
los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia a los pobres la Buena Nueva;
¡y dichoso aquel que no halle escándalo en mí!"
Y la respuesta de Jesús cortante pero sutil: DICHOSO AQUEL QUE NO HALLA ESCÁNDALO EN MÍ.
"¡Juan no te escandalices de Mí!"
Por eso los discípulos de Juan contagiados de ese recelo le preguntan a Jesús:
Mat 9:14-15
Entonces se le acercan los discípulos de Juan y le dicen: "¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos, y tus discípulos no ayunan?"
Jesús les dijo: "¿Pueden acaso los invitados a la boda ponerse tristes mientras el novio está con ellos? Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán.
Pero Juan humildemente a pesar de este pequeño desliz, sabía cual era su puesto, siempre lo supo:
Jua 3:29-32
El que tiene a la novia es el novio; pero el amigo del novio, el que asiste y le oye, se alegra mucho con la voz del novio. Esta es, pues, mi alegría, que ha alcanzado su plenitud.
Es preciso que él crezca y que yo disminuya.
El que viene de arriba está por encima de todos: el que es de la tierra, es de la tierra y habla de la tierra. El que viene del cielo, da testimonio de lo que ha visto y oído, y su testimonio nadie lo acepta.
Saludos