12 ORACIÓN, divino tesoro – ORACIÓN EN LA CUEVA

25 Noviembre 2001
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*Masquil de David. Cuando estaba en la cueva. Oración.”.
Título del Salmo 142


Oración en la cueva

David oró cuando estaba en la cueva. Si hubiese orado tan sólo la mitad de lo que lo oró en la cueva que cuando estuvo en el palacio, habría sido mucho mejor para él. Si hubiese estado mirando hacia los cielos, si su corazón hubiese estado en comunión con Dios, él nunca habría mirado desde la azotea de su palacio hacia aquella casa aledaña ni habría cometido aquel crimen tan grande que mancilló tan profundamente todo su carácter.

Nuestro Dios no es sólo el Dios de las colinas sino también el de los valles; Él es Dios tanto del mar como de la tierra. Él oyó a Jonás cuando la tierra con sus barrotes parecía estar a punto de aprisionarlo para siempre. Doquiera que trabajes, tú puedes orar. Doquiera descanses, tú puedes orar. No hay lugar en el cual te sea prohibido orar, donde Dios no esté cerca, así como no hay hora del día o de la noche cuando Su trono esté inaccesible. Las cuevas han escuchado las mejores oraciones. Algunos de los HIJOS DE DIOS alumbran más brillantemente en la oscuridad. Muchos de los HEREDEROS DEL REINO DE LOS CIELOS nunca oran tan bien como cuando están se ven obligados a hacerlo. Algunos, cuyo canto rara vez es oído cuando están pletóricos de salud, cantan himnos en alta voz, a las mil maravillas, desde sus camas de enfermo. Algunos, bajo el FUEGO DE LA AFLICCIÓN, retumban los divinos predios con altas alabanzas a DIOS que no habían sido capaces de hacer antes de que la prueba viniera.

David estaba a punto de reinar sobre todo Israel. ¿Cuál era el camino al trono de Jerusalén? Fue aquél a través de la cueva de Adulam. Debía ir allí como un paria ya que ése era el camino que tenía que transitar para convertirse en rey. Siempre que Dios está a punto de elevarte a una plataforma más alta en tu vida espiritual, eres lanzado al suelo. Él te hace hambriento antes de alimentarte; Él te desnuda antes de vestirte; Él te hace añicos antes de hacer algo de ti. Jacob sólo se convirtió en “el príncipe de Dios” después de que Dios le tocó el muslo y lo sacó de su coyuntura. No te sorprendas, pues, si te toca transitar el camino de la cueva. Allí sí es verdad que Él te enseñará a orar.


Padre, sea lo que sea que venga a mí hoy, sea una cueva o un trono, que Tus más altas alabanzas permanezcan en mis labios. ¡Amén!

Amado, amada, que me escuchas: Si este mensaje (traducido a la lengua castellana y proveniente de un inspirado hermano en Cristo Jesús que ahora mora con el Señor) te ha sido de edificación y deseas leer otros de la misma cosecha, te ruego entonces que abras los vínculos siguientes:

* 01 ORACIÓN, divino tesoro - ¡LLAMA A LA PUERTA!
* 02 ORACIÓN, divino tesoro - ¡NO TE PREOCUPES!
* 03 ORACIÓN, divino tesoro – ADOPCIÓN: EL ESPÍRITU y EL GRITO
* 04 ORACIÓN, divino tesoro – ORACIÓN EFICAZ
* 05 ORACIÓN, divino tesoro – ORANDO EN EL ESPÍRITU
* 06 ORACIÓN, divino tesoro – ORACIÓN VERDADERA, ¡VERDADERO PODER!
* 07 ORACIÓN, divino tesoro – INCESANTE ORACIÓN
* 08 ORACIÓN, divino tesoro – HÁGASE TU VOLUNTAD
* 09 ORACIÓN, divino tesoro – EL TRONO DE LA GRACIA
* 10 ORACIÓN, divino tesoro – ADORACIÓN
* 11 ORACIÓN, divino tesoro – LA DORADA LLAVE DE LA ORACIÓN