1 Corintios cap. 3

12 Junio 2005
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Capítulo dedicado a los doctores de este mundo, los egresados de Universidades teológicas y todo teólogo de cada una de las quinicientas doctrinas y denominaciones que existen allá afuera:

1 Corintios 3:

[1]De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. [2]Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, [3]porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres? [4]Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales? [5]¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según* lo* que* a* cada* uno* concedió* el* Señor*. [6]Yo planté, Apolos regó; pero el* crecimiento* lo* ha* dado* Dios*. [7]Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino* Dios*, que da* el* crecimiento*. [8]Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor*. [9]Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza* de Dios, edificio de Dios. [10]Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. [11]Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. [12]Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, [13]la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. [14]Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. [15]Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego. [16]¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? [17]Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es. [18]Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio. [19]Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: El prende a los sabios en la astucia de ellos. [20]Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos. [21]Así que, ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es vuestro: [22]sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir, todo es vuestro, [23]y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.

¡A trabajar!