LA PRIORIDAD DEL EVANGELIO DE LA GRACIA DE DIOS REVELADO A PABLO (Hch.20:24)
1Co 9:19 Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número.
1Co 9:20 Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están sujetos a la ley (aunque yo no esté sujeto a la ley) como sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley;
1Co 9:21 a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo), para ganar a los que están sin ley.
1Co 9:22 Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos.
Pablo supo esperar su llamado a la Obra, desde que el Señor, personalmente, desciende del cielo para evangelizarlo en su camino a Damasco, hasta que fue encomendado a la Obra en la Iglesia de Antioquía, habían transcurridos más de 15 años.
Hch 13:2 Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.
Durante un período de más de 15 años Pablo fue un desconocido; había gente que lo conocía, y sabían su pasado, leemos:
Gál 1:22 y no era conocido de vista a las iglesias de Judea, que eran en Cristo;
Gál 1:23 solamente oían decir: Aquel que en otro tiempo nos perseguía, ahora predica la fe que en otro tiempo asolaba.
Gál 2:1 Después, pasados catorce años, subí otra vez a Jerusalén con Bernabé, llevando también conmigo a Tito.
Pablo durante los primeros años, estuvo retirado en Arabia y en Damasco, no tuvo contacto con los apóstoles de Jerusalén y después fue a Siria y a Cilicia, pero no lo contemplamos desarrollando ningún ministerio y finalmente quien lo encontró fue un personaje llamado Bernabé y a partir de la encomendación de la Iglesia en Antioquía, comienza bíblicamente el ministerio de Pablo a los gentiles.
Pablo supo esperar, tenía claro cual era su llamamiento y lo que le había dicho Jesús el día de su conversión y lo que le dijo luego en Damasco y por lo tanto entendió que necesitaba ser capacitado por Cristo mismo para salir a la Obra.
Y al principio, ocupó lugares secundarios, porque el principal nombrado era Bernabé, solo después de Chipre, se menciona primero a Pablo y luego a Bernabé.
Otra lección que podemos apreciar en Pablo, es que lo importante es agradar a Dios y no a los hombres.
Gál 1:10 Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.
¿O TRATO DE AGRADAR A LOS HOMBRES?
Hay mucho líderes que poseen el mismo modo de pensar de estar bien con todo el mundo.
a) No tener problemas con nadie
b) Y estar dispuesto a predicar un mensaje que agrade el oído de todos
Esta clase de predicadores solo buscan mantenerse en una zona de confort, a la espera de las dádivas de las asambleas donde los llaman a predicar.
Esta categoría de sinverguenzas no son discípulos de Cristo.
Pablo no buscaba agradar a los hombres, lo que siempre buscó fue servir a Cristo.
Para agradar a los hombres, existen los payasos.
Pablo, en referencia a la porción citada de 1Cor.9:19-22, muy por encima de sus propios intereses, su prioridad era transmitir el mensaje que Cristo mismo le había revelado a él de manera Personal, donde ya no es un Cetro, un Rey, un Trono y un Reino, como ocurre en el evangelio predicado por Jesús, el cual fue rechazado por su propia nación y será nuevamente predicado en la Gran Tribulación (Mt.24:14), sino que ahora, en esta edad de la Iglesia, el énfasis, el testimonio de Dios, recae en los siguientes términos, que nos llevan a contemplar la Cruz de Cristo, leemos:
1Co 2:1 Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría.
1Co 2:2 Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado.
Y cuando uno observa el significado de estas palabras en su predicación:
"sino con demostración del Espíritu y de poder"
Contempla el fruto del poder del evangelio en vidas totalmente cambiadas, unos capítulos más adelante, leemos:
1Co 6:9 ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones,
1Co 6:10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.
1Co 6:11 Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.
Esta es la explicación del por qué Pablo está dispuesto a renunciar así mismo, precisamente para no obstaculizar el avance del evangelio:
1Co 9:19 Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número.
La idea de Pablo es clara, la revelación del evangelio de la gracia de Dios, no debe tener obstáculos personales, en su expansión.
El no está bajo la ley, pero está dispuesto a comportarse como si estuviera bajo ella, si tal hecho lo ayuda a convertir a un judío, para que sea fruto de la aflicción del alma de Cristo.
Incluso, está dispuesto a aceptar la debilidad de los débiles para poderlos conducir a los pies de Jesús.
Su galardón trasciende en mucho a las medallas dadas a los hombres por destacarse en las competencias humanas.
De seguro el apóstol aseguró su corona incorruptible, para los ganadores de almas por medio del evangelio:
1Co 9:25 Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.