¡Despierta, Iglesia! ¡La Nube se Mueve!


UNA IGLESIA QUE SE QUEDÓ ATRÁS…
Hace años, bajo una carpa polvorienta en África, una congregación vibrante se reunía. No había sillas cómodas, ni micrófonos, ni luces, pero sí una pasión ardiente. Personas caminaban kilómetros, sedientas por la presencia de Dios. Hoy, la carpa es un moderno edificio con aire acondicionado y pantallas LED. Pero, ¿qué se perdió en el cambio? La gente ya no llega temprano. Ya no hay lágrimas, ni temblor, ni expectativa…¿Fue Dios quien se alejó, o fuimos nosotros quienes nos acostumbramos?
CUANDO LA NUBE SE MUEVE, ¡DEBEMOS MOVERNOS!
Dios nunca llamó a Su pueblo a acampar en experiencias pasadas. ¡El Espíritu se mueve! Pero muchos hoy están atrapados en métodos, estructuras y formas que antes funcionaron, pero que ahora están vacías de gloria.La iglesia contemporánea ha confundido comodidad con estabilidad, convirtiendo lo temporal en permanente. Se ora igual, se adora igual, se predica igual, mientras el mundo se consume y las almas mueren sin conocer a Cristo.“Cuando se alzaba la nube del tabernáculo, los hijos de Israel se movían… y donde la nube se detenía, allí acampaban.” (Números 9:17)
Hoy, muchas iglesias están llenas de programas pero vacías de gloria. Cristianos activos en obras, pero desconectados del mover de Dios.“...no conociste el tiempo de tu visitación.” (Lucas 19:44)
EL GRITO DE DIOS A SU PUEBLO: ¡VUELVE A MÍ!
Dios no habita en templos hechos por manos humanas (Hechos 17:24). Su habitación preferida es el corazón quebrantado y humilde (Salmo 51:17).¿Qué encuentra hoy al visitar nuestras reuniones? ¿Entretenimiento? ¿Ego? ¿Competencias? ¿Negocios disfrazados de ministerio?
“Tienen apariencia de piedad, pero niegan su poder.” (2 Timoteo 3:5)
“Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí.” (Isaías 29:13)
LA CASA ABANDONADA
Una mujer regresa, años después, a la casa de su infancia. Todo está en orden: muebles limpios, cuadros en su sitio, pero no hay vida. Así están muchas iglesias: ordenadas, bellas, pero sin presencia ni fuego. Todo luce bien, pero está vacío.
¡LEVÁNTATE Y MARCHA!
Dios no nos llamó a ser cómodos, ¡sino a ser ardientes!Es tiempo de derribar altares de tradición, orgullo y religiosidad, y volver al altar del fuego vivo.
Si sientes que la gloria se ha ido, clama como Moisés:“¡Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti!” (Isaías 60:1)
“Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.” (Éxodo 33:15)

¡Enciende tu lámpara, prepara tu aceite y camina donde Él camina!
No más espectáculos. No más religiosidad.

Que este llamado despierte corazones, sacuda estructuras, y encienda de nuevo el fuego en Su Iglesia.
PREGUNTAS QUE DESPIERTAN AL ALMA
- ¿Sigues la nube en tu vida, o quedaste atrapado en una rutina espiritual muerta?
- ¿Cuándo fue la última vez que lloraste por Su presencia y no solo por tus problemas?
- Si el Espíritu Santo se retirara de tu iglesia, ¿notarías la diferencia?