-Recientemente estuve ausente del Foro pues permanecí internando por una semana y tres días, a causa de una embolia pulmonar que me dificultaba la respiración tras el mínimo esfuerzo.
-Lo que más me sorprendió durante ese tiempo que estuve primero en C.T.I., luego en cuidados intermedios y finalmente en sala, fue que el compañero de cuarto, los acompañantes, visitas y enfermeras, fueran personas que tras su mucho hablar evidenciaran estar viviendo vidas sin Dios.
-Con la sola excepción de un líder mormón con el que bien pude dialogar, en los demás casos me horrorizaba que Dios estuviera ausente de sus vidas en el pasado, en el presente y sin atisbos de Él para el futuro.
-Por supuesto que aproveché cuanta oportunidad se me presentó para testificar como cristiano, pero fueron muy pocas. En aquellas ocasiones que creé la oportunidad, lo hice soltando mi frase favorita: "En la actual sociedad en que vivimos, hablar de Dios suena de mal gusto, pero el mencionar el solo nombre de Jesucristo los hace huir despavoridos". A esto siempre seguía un profundo silencio de los presentes, no teniendo como saber si asentían a lo dicho o que mal le caía lo que oían.
-Lo sorprendente para mí, es que cuando solían entretenerse contando anécdotas y vicisitudes de sus vidas ¡Dios no estaba para nada!
-Ya es muy triste estar enfermo, pero cuando uno se halla rodeado de gente sin Cristo, sin Dios y sin esperanza, más bien que como paciente hospitalizado me pareció encontrarme en un cementerio viviente.
-Doy gracias al Señor por lo muy poco que pude dejar sembrado, y ojalá algo dé fruto en salvación para su gloria.
-Lo que más me sorprendió durante ese tiempo que estuve primero en C.T.I., luego en cuidados intermedios y finalmente en sala, fue que el compañero de cuarto, los acompañantes, visitas y enfermeras, fueran personas que tras su mucho hablar evidenciaran estar viviendo vidas sin Dios.
-Con la sola excepción de un líder mormón con el que bien pude dialogar, en los demás casos me horrorizaba que Dios estuviera ausente de sus vidas en el pasado, en el presente y sin atisbos de Él para el futuro.
-Por supuesto que aproveché cuanta oportunidad se me presentó para testificar como cristiano, pero fueron muy pocas. En aquellas ocasiones que creé la oportunidad, lo hice soltando mi frase favorita: "En la actual sociedad en que vivimos, hablar de Dios suena de mal gusto, pero el mencionar el solo nombre de Jesucristo los hace huir despavoridos". A esto siempre seguía un profundo silencio de los presentes, no teniendo como saber si asentían a lo dicho o que mal le caía lo que oían.
-Lo sorprendente para mí, es que cuando solían entretenerse contando anécdotas y vicisitudes de sus vidas ¡Dios no estaba para nada!
-Ya es muy triste estar enfermo, pero cuando uno se halla rodeado de gente sin Cristo, sin Dios y sin esperanza, más bien que como paciente hospitalizado me pareció encontrarme en un cementerio viviente.
-Doy gracias al Señor por lo muy poco que pude dejar sembrado, y ojalá algo dé fruto en salvación para su gloria.