Re: Hebreos 11:35 ¡¡VAYA LIO!!
Mario, yo no se griego, lo leo y me ayudo de herramientas como diccionarios, concordancias y otras cosas que no tengo a la mano, por eso considero que mi opunión en cuanto al griego sería irreponsable.
Lo que veo es que citan la misiva a los Hebreos entonces considero que deberían tener en cuenta que estos receptores eran Hebreos.
En la literatura judía se usa la expresión "reencarnación" aunque no con el sentido que se maneja en occidente, es decir de un alma volviendo a nacer o algo así, pues tampoco conozco debidamente el tema "reencarnación" que se maneja por estos lares.
Por ejemplo se dice "Eliahu/Elías es Pinjas/Finees"
Se dice también que "koraj/Coré es Qáin/Caín"
Es un tema complejo, es realmente un "LIO" pero si se aborda sin misticismos puede ser fácilmente aceptable.
El Nefesh Jaiáh o Alma Vegetativa es una "parte" del ser humano, cuando el Eterno crea los animales los llama "nefesh jaiá" precisamente el "alma" judía tiene una estructura en algo diferente en cuanto a sensibilidad, es por eso que la Torá nos prohibe a los hijos de Israel de forma exclusiva el consumo de ciertos animales o de partes del animal pues no es una cuestión de digestión sino de "nefesh jaiáh".
En el nefesh jaiáh se encuentran algunas características del ser.
En ese sentido la "reencarnación" en literatura judía se refiere al nefesh jaiáh o alma vegetativa es decir, la energía que sustenta nuestro organizmo si se puede decir así, que queda a disposición de otro ser pues bien se dice que la energía no se destruye sino que se transforma.
Hay características de Elías el profeta que vieron los sabios de Israel también en Pinjas o viceversa y por eso dijeron que Eliahu era la "reencarnación" de Pinjas, refiriéndose a esa energía, al nefesh jaiáh.
Por eso también dijeron que Kóraj es la reencarnación de Qáin pues vieron características idénticas en los dos y siempre haciendo referencia al nefeh jaiáh/alma vegetativa, de hecho la tierra abrió su boca para beber la sangre de Abel y de acuerdo al principio "Midá kenegued midá" la tierra brió su boca y tragó a Kóraj.
Mario, yo no se griego, lo leo y me ayudo de herramientas como diccionarios, concordancias y otras cosas que no tengo a la mano, por eso considero que mi opunión en cuanto al griego sería irreponsable.
Lo que veo es que citan la misiva a los Hebreos entonces considero que deberían tener en cuenta que estos receptores eran Hebreos.
En la literatura judía se usa la expresión "reencarnación" aunque no con el sentido que se maneja en occidente, es decir de un alma volviendo a nacer o algo así, pues tampoco conozco debidamente el tema "reencarnación" que se maneja por estos lares.
Por ejemplo se dice "Eliahu/Elías es Pinjas/Finees"
Se dice también que "koraj/Coré es Qáin/Caín"
Es un tema complejo, es realmente un "LIO" pero si se aborda sin misticismos puede ser fácilmente aceptable.
El Nefesh Jaiáh o Alma Vegetativa es una "parte" del ser humano, cuando el Eterno crea los animales los llama "nefesh jaiá" precisamente el "alma" judía tiene una estructura en algo diferente en cuanto a sensibilidad, es por eso que la Torá nos prohibe a los hijos de Israel de forma exclusiva el consumo de ciertos animales o de partes del animal pues no es una cuestión de digestión sino de "nefesh jaiáh".
En el nefesh jaiáh se encuentran algunas características del ser.
En ese sentido la "reencarnación" en literatura judía se refiere al nefesh jaiáh o alma vegetativa es decir, la energía que sustenta nuestro organizmo si se puede decir así, que queda a disposición de otro ser pues bien se dice que la energía no se destruye sino que se transforma.
Hay características de Elías el profeta que vieron los sabios de Israel también en Pinjas o viceversa y por eso dijeron que Eliahu era la "reencarnación" de Pinjas, refiriéndose a esa energía, al nefesh jaiáh.
Por eso también dijeron que Kóraj es la reencarnación de Qáin pues vieron características idénticas en los dos y siempre haciendo referencia al nefeh jaiáh/alma vegetativa, de hecho la tierra abrió su boca para beber la sangre de Abel y de acuerdo al principio "Midá kenegued midá" la tierra brió su boca y tragó a Kóraj.