El Rapto Secreto

El Rapto Secreto

  • Votos: 1 14,3%
  • No

    Votos: 6 85,7%

  • Votantes totales
    7
Re: El Rapto Secreto

El Rapto Secreto

Según algunos creyentes, muy pronto el mundo se vera sacudido por eventos inauditos. Súbitamente, sin advertencia previa, un grupo considerable de personas desaparecerá físicamente y será llevado al cielo, mientras que el resto de los seres humanos quedaran consternados y mas dispuestos entonces a aceptar una nueva invitación de Dios a prepararse para una venida visible de Jesús y el juicio final. No es difícil imaginarse que la súbita ausencia de pilotos, conductores, médicos y funcionarios, crea un cuadro sumamente dramático.

Este es el concepto del rapto secreto, un intento de explicar como sucede la traslación de la iglesia cristiana al cielo. ¿Será cierto tal escenario? ¿O habrá razones bíblicas para descartarlo?
 
Re: El Rapto Secreto

Esta doctrina enseña que la traslación de los hijos al cielo (el “rapto”) seria en forma invisible o en secreto, tendría lugar antes o a la mitad de la gran tribulación de los últimos días y que la segunda venida de Cristo ocurriría después de la tribulación o varios años después del “rapto”. “El rapto secreto” y la segunda venida de Cristo son, para ellos, dos eventos distintos. El primero tendrá lugar antes o a la mitad de la tribulación y el segundo después.

Un punto básico de la doctrina del “rapto secreto” es la creencia de que Dios tiene dos pueblos en la tierra y que cada uno de esos puede alcanzar la salvación a través de distintos métodos o programas. Uno de esos dos pueblos es el pueblo judío que quedara en la tierra y sufrirá la gran tribulación. El otro pueblo es la iglesia cristiana que será raptada en secreto a la mitad de la gran tribulación.
 
Re: El Rapto Secreto

¿Qué validez bíblica tienen estas ideas? Para comenzar, la creencia de que Dios tiene dos pueblos en la tierra—sobre la cual descansa la doctrina del “rapto secreto”—no tiene ningún apoyo bíblico.

Según el Nuevo Testamento, Dios tiene tan solo un pueblo en la tierra. Así lo afirmo San Pablo a los cristianos de Efeso que tanto judíos como gentiles han “sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Porque el es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación” (Efesios 2:11-14; Gálatas 3:27-29; 1 San Pedro 2:9, 10)
Por lo tanto, desde el punto de vista de los apóstoles, la idea de que Dios tiene dos pueblos en la tierra (uno el pueblo judío y el otro la iglesia cristiana) no tiene ningún apoyo.

Por otro lado, fue el mismo Señor Jesús quien prometió a sus discípulos: “Vendré otra vez, y os tomare conmigo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (San Juan 14:3). Así que la segunda venida del Señor Jesús tiene como uno de sus propósitos trasladar a su pueblo de esta tierra al cielo. Por lo tanto no puede ser antes de su segunda venida. San Pablo, en su carta a la iglesia de Tesalónica, también presento el evento de la segunda venida del Señor Jesús en conexión con el traslado de la iglesia Cristiana.
El escribió: “Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros los que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo y los muertos en Cristo resucitaran primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (1 Tesalonicenses 4:15-17).

En el Nuevo Testamento, la segunda venida de Cristo y la traslación del pueblo de Dios son dos eventos simultáneos. Por lo tanto, se puede concluir que la doctrina del “rapto secreto” contradice las enseñanzas bíblicas.
 
Re: El Rapto Secreto

Cuatro Razones Para Rechazar la Idea de un Rapto Secreto
Un estudio cuidadoso de las Escrituras sugiere al menos cuatro razones mayores para rechazar una venida de Jesús en dos etapas:
1. El vocabulario de la segunda venida no apoya tal posición. Los que enseñan el rapto aseguran que cuando San Pablo escribió 1 Tesalonicenses 4:15, utilizo la palabra parusía, “venida”, para describir el rapto secreto. Pero en 1 Tesalonicenses 3:13, el empleo la misma palabra para describir la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos”.
Nuevamente, en 2 Tesalonicenses 2:8, San Pablo empleo el termino parusía para referirse a la venida de Cristo que causara la destrucción del anticristo.
2. El nuevo Testamento no contiene ningún indicio de un rapto invisible e instantáneo de la iglesia. De hecho 1 Tesalonicenses 4:15-17 sugiere todo lo contrario. El clamor, la trompeta y la gran reunión de redimidos vivos y resucitados difícilmente sugiere in evento secreto e invisible.
3. Los pasajes sobre la tribulación no apoyan un rapto previo a la tribulación. En su discurso del Monte de los Olivos, Jesús hablo de la gran tribulación que precederá a su venida y prometió que “por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados” (S. Mateo 24:22). El paralelismo entre S. Mateo 24:30, 31 y 1 Tesalonicenses 4:16, 17, indica claramente que se trata del mismo evento. Jesús no prometió un rapto secreto antes de la tribulación, sino que nos daría protección en medio de ella (ver S. Juan 17:15).
4. Tanto San Pablo como el libro de Apocalipsis niegan la noción de un rapto secreto. Apocalipsis 7:14 describe una multitud como los que han “salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas… en la sangre del Cordero”.
Los capítulos 4 al 9 de Apocalipsis describen la persecución que recibe la iglesia. Se presenta a un ángel que sella a los escogidos en la frente para que sean protegidos cuando la ira de Dios caiga sobre los impenitentes (Apocalipsis 7:3; 9:4).
 
Re: El Rapto Secreto

La enseñanza popular de una venida secreta de Jesús para raptar a la iglesia antes de la tribulación final carece de apoyo bíblico y crearía un trato preferencial de la iglesia al quitarla de la tierra mientras los judíos conversos sufren la tribulación final. La escritura enseña que la segunda venida de Cristo es un solo evento que ocurre después de la tribulación y será experimentado por los creyentes de todos los tiempos y todas las razas. (ver Apocalipsis 14:6).
La unión visible y permanente de Cristo con su iglesia es uno de los mas profundos anhelos de cada creyente. La iglesia, a través de los siglos, ha añorado la feliz realización de ese inefable momento. Tal unión significa que la iglesia será removida de la esfera de pecado y corrupción de este mundo para ser llevada por Cristo a los cielos. Entre un gran numero de cristianos se usa la expresión “rapto secreto” para referirse a la forma en que la iglesia será trasladada de este mundo al celestial.
La palabra rapto nos viene del latín rapio, y significa “apoderarse de”, “arrebatar”. El vocablo latino parece estar relacionado etimológicamente con el griego harpázo.
Entre sus diferentes usos en el Nuevo Testamento, harpázo designa la obra del Espíritu al trasladar a una persona en forma sobrenatural de un lugar a otro (Hechos 8:39; 2 Corintios 12:2-4). San Pablo usa ese mismo verbo para referirse a la forma en que el pueblo de Dios se unirá con el Señor:
“Seremos arrebatados” (1 Tesalonicenses 4:17). En un momento especifico, los santos serán “arrebatados” de la tierra para encontrarse con el Señor.
En la definición e interpretación de esta creencia han surgido dos áreas de desacuerdo entre algunos creyentes. La primera está relacionada con la identificación del momento en que la unión se realiza. ¿Es la iglesia trasladada antes de la segunda venida de Cristo o coincide el traslado con la venida? El segundo motivo de desacuerdo tiene que ver con la forma del rapto. ¿Es este un evento secreto en el cual la aparición de Cristo no es visible o es un evento que puede ser observado por todo el mundo?
 
Re: El Rapto Secreto

ORIGEN DE LA ENSEÑANZA DEL RAPTO SECRETO

Tradicionalmente los cristianos han entendido que la traslación de la iglesia ocurre en el momento de la segunda venida de Cristo y que por lo tanto no es un evento secreto. La historia de la teoría del rapto secreto de la iglesia indica que ésta se introdujo en el pensamiento cristiano durante el siglo XIX.
A mediados del siglo XIX hubo entre un grupo de protestantes ingleses un interés marcado por una mejor comprensión de las Escrituras, particularmente en lo que a las profecías concernía. Uno de los principales lideres de ese movimiento fue el ministro anglicano John Nelson Darby (1800-1882). Desilusionado con la iglesia anglicana, Darby se unió a grupos de hermanos que se reunían privadamente a estudiar la Biblia.
Como resultado de sus estudios de la Biblia, Darby introdujo en el protestantismo el dispensacionalismo. De acuerdo a él la historia puede dividirse en eras o dispensaciones. Cada dispensación consiste en una forma distinta en que Dios salva al hombre. Las dispensaciones mas importantes son la de la ley (la judía) y la de la gracia (la iglesia).
Darby fue el primero en enseñar que la venida de Cristo consistía de dos etapas separadas entre si por un periodo de tiempo. Durante la primera etapa sucedería el rapto secreto de la iglesia, antes de la gran tribulación. Con ese evento concluiría la dispensación de la iglesia. De hecho, él pensaba que la dispensación de la iglesia era en realidad un paréntesis dentro de la dispensación judía. Una vez que el rapto aconteciese, la dispensación judía sería restablecida. Después de la gran tribulación ocurriría la segunda etapa de la segunda venida de Cristo. Entonces él vendría en forma visible a establecer su reino mesiánico.
John Darby visitó Estados Unidos varias veces. Sus ideas influyeron significativamente sobre los protestantes evangélicos. Sus enseñanzas fueron popularizadas por medio de La Biblia de C. I. Scofield. Las notas aclaratorias que se le añadieron a esa Biblia enseñan el dispensacionalismo y el rapto de la iglesia. Hace pocos años el rapto recibió un nuevo impulso por medio del libro de Hal Lindsey, titulado en inglés The Late Great Planet Earth, y que ha sido traducido al español.
Resumen de la enseñanza del rapto secreto de la iglesia. Los más claros exponentes modernos de la enseñanza del rapto secreto de la iglesia son John E Walvoord y Paul D. Feinberg. La doctrina parte de dos enseñanzas neotestamentarias interpretadas en forma peculiar. La primera establece que la venida de Cristo es inminente. Es decir, la venida no esta precedida por señal alguna y, por lo tanto, puede acontecer en cualquier momento en forma inesperada. La segunda establece que antes de la segunda venida habrá una gran tribulación, pero la iglesia no pasará por ella (Apocalipsis 3:10).
En el desarrollo de la enseñanza del rapto secreto fue necesario preguntarse, ¿cómo se puede decir que la venida de Cristo es inminente y, a la misma vez, que será precedida por la gran tribulación? Además, si la gran tribulación ocurre antes de la venida de Cristo, ¿en qué forma se puede decir que la iglesia no pasará por ella?
Es en la búsqueda de la solución a esos interrogantes, y otros semejantes, que surge la teoría del rapto secreto de la iglesia. La segunda venida se define como consistiendo de dos etapas, una invisible y la otra visible. Entre ambas etapas hay un periodo de unos siete años. La venida invisible de Cristo tiene como propósito remover la iglesia del mundo. Esto sucede a través del rapto. En esa ocasión los santos son resucitados en forma incorruptible y, unidos a los vivos transformados, son llevados por Cristo al cielo (S. Juan 14:1-4).
 
Re: El Rapto Secreto

Los que creen en el rapto secreto fundamentan su convicción en una distinción radical entre el Israel nacional y la iglesia. Israel designa para ellos los descendientes literales de Abrahán. La iglesia está compuesta únicamente por gentiles que aceptaron el Evangelio del Señor Jesucristo. Esta enseñanza no tiene el apoyo de las Escrituras.
Veamos:
a. Israel en el Antiguo Testamento.
Israel designa a una nación o grupo étnico. El vocablo se utiliza para referirse a la unión de las doce tribus que descendieron de los doce hijos de Jacob (Génesis 34:7). También se usa para designar las diez tribus que formaron el reino del norte (1 Reyes 11:37). Cuando el reino del norte fue destruido por los asirios en el 722 a.C., el nombre Israel fue aplicado a Judá por los profetas (Miqueas 3:1).
• Israel designa una comunidad religiosa. Este es el uso más importante de ese nombre. La primera vez que el nombre Israel se usa en la Biblia se lo aplica a Jacob que experimentó un cambio de carácter (Génesis 32:27-28). El nombre expresa una nueva relación entre Dios y Jacob. Israel llega a ser, pues, el nombre que designa al pueblo que adora a Jehová (Éxodo 4:22). Este es, de hecho, el pueblo especial de Dios (Éxodo 19:4-6) y permanecerá como tal si es leal al pacto (Éxodo 20-34; Deuteronomio 27:9-10).
• Israel designa al remanente fiel. Israel ceso de existir como nación con la destrucción de Jerusalén en el 586 a.C. Sin embargo, los profetas habían estado anunciando que Dios iba a preservar un remanente de Israel (Amos 3:12; 5:15). Este estaría compuesto de un grupo de israelitas que permanecería fiel al Señor. El remanente se define exclusivamente en términos religiosos. Es decir, no todos los descendientes de Abrahán forman parte del remanente. De ahí que se le llame un “remanente santo” (Isaías 4:3). Ellos han puesto su confianza absoluta en Dios (Isaías 10:20).
En este nuevo Israel, constituido por el remanente, participaran los gentiles. Ellos también se unirían a Dios en fe y obediencia (Isaías 65:1-5) y tendrían pleno derecho a la adoración en el templo (Isaías 56:6-7).
b. Israel en el Nuevo Testamento. De acuerdo al Nuevo Testamento las promesas que Dios le hiciera a Israel se han cumplido o se están cumpliendo plenamente en Cristo y en su iglesia. El nuevo Israel ha sido creado. Este nuevo pueblo de Dios tiene varias importantes características.
• Está formado por un remanente del Israel étnico. Los judíos que vieron en Jesús al Mesías de Dios son parte del nuevo Israel. San Pablo establece en Romanos 11:5 que “también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia”. Se refiere a un remanente israelita. Este grupo de judíos ha sido elegido para formar parte del nuevo pueblo de Dios no en base a la Ley sino a la gracia divina. Lo que define ahora quién es parte del pueblo de Dios es la fe en Cristo.
• Está formado por conversos judíos. En los inicios de la iglesia los apóstoles creían que el pueblo de Dios estaba formado por judíos convertidos al cristianismo. Dios reveló lo limitado que era este concepto del nuevo Israel por medio de una visión que le dio a San Pedro (Hechos 10-11). Se le dice: “lo que Dios limpió, no lo llames tú común” (Hechos 10:15). San Pedro entendió la visión que el mismo había tenido y concluyó diciendo: “Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia” (Hechos 10:34-35). Aquel grupo de gentiles fue bautizado por el Espíritu Santo. Una vez que los apóstoles en Judea escucharon lo sucedido exclamaron: “¡De manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida!” (Hechos 11:18). Así vino a la existencia el nuevo Israel. Ahora los gentiles también pueden formar parte del pueblo de Dios. Las fronteras del mundo gentil fueron abiertas para la evangelización. Dios escogió especialmente a San Pablo para realizar la misión a los gentiles (Hechos 9:15-, 13:2-3).
A la vista de Dios la raza humana es una gran masa de pecadores en la cual las distinciones étnicas no juegan papel alguno: “Porque no hay diferencia; por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:22, 23). El mundo entero, añade San Pablo, está “bajo el juicio de Dios” (Romanos 3:19).
• Heredero de las promesas hechas al Israel natural. En el antiguo Israel se heredaba en base a la descendencia natural. Era natural que los judíos limitasen el cumplimiento de las promesas hechas a Abrahán a sus descendientes. San Pablo rechaza ese razonamiento aclarando que las promesas le fueron dadas al patriarca no en base a su obediencia a la ley sino en base a la fe. Abrahán creyó a Dios y fue justificado (Gá1atas 3:6). De ahí San Pablo establece que “los que son de fe, éstos son hijos de Abraham” (Gálatas 3:7). Es decir, los descendientes de Abrahán se deben identificar en términos religiosos o espirituales. Todos los que son justificados por la fe son descendientes del patriarca. EI “es padre de todos nosotros” (Romanos 4:16), Siendo que la verdadera simiente de Abrahán es Cristo, “si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa” (Gálatas 3:29) Las promesas hechas a Abrahán se cumplieron únicamente a través de Cristo. El nuevo pueblo de Dios esta formado por judíos y gentiles que han sido justificados por la fe en Cristo.
Ese es el Israel de Dios (Romanos 11:17-24).
 
Re: El Rapto Secreto

CONCLUSION

El rapto secreto de la iglesia es desconocido en las Escrituras. Sí, la Biblia habla de un rapto, pero no es secreto. El mismo fundamento de esta doctrina carece de solidez. Las promesas que Dios les hiciera a los israelitas eran condicionales. El fracaso espiritual de Israel no hizo posible el cumplimiento de esas promesas a todos los descendientes naturales, de Abrahán. Sin embargo, esas promesas se han cumplido en Cristo y en su iglesia.
La serie de eventos relacionados con el rapto secreto también cae por falta de fundamento. La interpretación dispensacionalista de Daniel 9 separa una porción de tiempo profético con un paréntesis de cientos de años para hacer cuadrar La profecía con su esquema. La profecía de Daniel 9 es mesiánica y se refiere a la obra de Cristo en la tierra y el inicio de su ministerio en el santuario celestial.
La promesa de la unión permanente de la Iglesia con Cristo en el momento de su retorno a la tierra le ha provisto a cada creyente una esperanza gloriosa. Esta ha venido a enriquecer su existencia proveyéndole valor para confrontar el futuro y para vivir diariamente con dignidad y respeto propio.
 
Re: El Rapto Secreto

La Segunda Venida

Unos mil ochocientos pasajes bíblicos se refieren a, o analizan el, segundo advenimiento. De hecho, el tema de la venida de Cristo es el tema principal de diecisiete libros del Antiguo Testamento y de dos en el Nuevo. Además, alguien ha calculado que uno de cada veinticinco versículos del Nuevo Testamento habla de su retorno al planeta tierra. Las siguientes tres promesas muestran cuán importante es este evento en el pensamiento de los autores del Nuevo Testamento.

Justo antes de su crucifixión, Jesús animó a sus discípulos con una promesa que ha sido muy amada por los cristianos desde entonces. Dijo: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mi. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mi mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (S. Juan 14:1—3).

San Pablo, al escribir acerca del retorno de Jesús, dijo: “Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida” (2 Timoteo 4:8).
Y en el último libro de La Biblia, San Juan registró la seguridad que Jesús Le dio: “He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra” (Apocalipsis 22:12).

PASAJES QUE HABLAN SOBRE EL RETORNO DE CRISTO

Los artículos previos han demostrado que la Biblia no apoya la doctrina del rapto secreto. ¿Cómo, entonces, describe la segunda venida de Jesús? Consideremos algunas pocas declaraciones relacionadas con este evento. Según La Biblia, cuando Jesús regrese a este mundo, vendrá:

1. Con todos los ángeles (S. Mateo 24:31; 25:31; S. Marcos 8:38);
2. Con poder y gran gloria (S. Mateo 24:30; S. Marcos 13:26; S. Lucas 2 1:27);
3. Con voz de mando (1 Tesalonicenses 4:16);
4. Con voz de arcángel (1 Tesalonicenses 4:16);
5. Con gran sonido de trompeta (S. Mateo 24:31; 1 Corintios 15:52; 1 Tesalonicenses 4:16);
6. En la gloria de su Padre (S. Mateo 16:27; 5. Marcos 8:38; S. Lucas 9:26);
7. En su propia gloria (S. Lucas 9:26);
8. Con resplandor (2 Tesalonicenses 2:8);
9. En llama de fuego (2 Tesalonicenses 1:7,8);
10. Como el brillo de un relámpago (S. Mateo 24:27);
11. Visiblemente —todo ojo le verá (Apocalipsis 1:7).

Como Jesús vino Literal, visible, y personalmente en su primera venida, así también lo hará en su segundo advenimiento. Así como su primera venida cumplió las predicciones bíblicas al pie de la letra, así será en la segunda. Así como su afrenta en la cruz durante la primera venida fue literal y visible para todos; así también su gloria en su segunda venida será visible para todos.
“He aquí que viene con las nubes”, dice San Juan, “y todo ojo le vera, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán Lamentación por él” (Apocalipsis 1:7).

Los justos Le verán regresar (1 Corintios 1:7; Hebreos 9:28) y también los impíos (S. Mateo 24:30; S. Marcos 13:26; S. Lucas 21:27). Su regreso será audible (Salmo 50:3; 5. Mateo 24:31; 1 Corintios 15:52; 1 Tesalonicenses 4:16). Regresará personalmente (Hechos 1:11). Retornará gloriosamente (S. Marcos 13:26; S. Lucas 21:27). Y regresará antes del milenio (S. Mateo 24:36-39, 44; 1 Tesalonicenses 4:15-17; Apocalipsis 20:6).

Verdaderamente, la segunda venida de Cristo será un grande y glorioso evento para aquellos que lo reclaman como su Salvador - especialmente para aquellos que dejaron a sus seres amados en el sepulcro con la esperanza de la mañana de la resurrección. Gracias a Dios, a la voz del arcángel y la trompeta de Dios Los muertos en Cristo serán resucitados (1 Tesalonicenses 4:16; 1 Corintios 15:22, 23, 52) y entonces serán reunidos con los justos vivos por los ángeles de Dios (S. Mateo 24:31), desde “el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo” (S. Marcos 13:27).
En ese momento los justos, con rostros radiantes, exclamarán: “¡He aquí, este es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación!” (Isaías 25:9).