ESPAÑA SE SECULARIZA- LA RELIGION PIERDE PESO
España se seculariza, y la religión pierde peso en la sociedad
MADRID, 11/01/2008 (El País/ACPress.net)
Cada vez hay menos entradas emotivas en el altar con novia de blanco y más hijos nacidos fuera del matrimonio. Y están empezando a celebrarse ritos civiles alternativos a los religiosos: acogimientos en los ayuntamientos para los recién nacidos, fiestas de paso a la adolescencia o ceremonias de todo tipo para despedir a los fallecidos.
Los españoles, que aunque no pisaran jamás una iglesia y no cumplieran la doctrina católica, no dejaban de celebrar bodas, bautizos, comuniones y funerales, están perdiendo interés por los sacramentos. Mientras los obispos siguen reivindicando los tradicionales privilegios de los que siempre ha gozado la Iglesia católica en España. Las razones pueden estar relacionadas con varios factores: las alternativas civiles a los ritos católicos se han hecho más atractivas, el divorcio ha supuesto un descreimiento hacia el matrimonio y los jóvenes no han crecido ya en una España católica.
De las 211.818 bodas celebradas en 2006 en España, el 44,2% fueron civiles, según datos del Instituto Nacional de Estadística -en 2000 el porcentaje era del 24%-. Y en cuatro comunidades autónomas -Cataluña, Baleares, Canarias y Madrid-, junto con las ciudades de Ceuta y Melilla, el porcentaje supera el 50%. En el caso de Cataluña, asciende al 62,5%.
Los españoles cada vez se casan menos. La tasa de nupcialidad pasó del 5,72 en 1980 al 4,70 en 2006. Y va aumentando el número de hijos nacidos fuera del matrimonio. En 2005 fueron el 26% del total: 123.938 niños. El porcentaje sube cada año.
Estas cifras nada tienen que ver con los datos de la España franquista y católica de los años setenta, que sólo reconocía los matrimonios eclesiásticos católicos. El civil se consideraba subsidiario y para celebrarlo había que demostrar que los contrayentes no eran católicos. Desde 1981, cada uno, bautizado o no, tiene plena libertad para elegir cómo desea casarse.
Bautizos, primeras comuniones y confirmaciones van en retroceso. Y si se compara el número de menores de un año bautizados con el total de nacidos, se observa que el porcentaje de bebés que ingresan en la Iglesia católica pasó del 65% en 2001 al 57% en 2005, ocho puntos en cinco años. sigue:http://www.buenasnoticiasferrol.com/t13/page2.asp?Id=85524&Rf=54&Rt=5
España se seculariza, y la religión pierde peso en la sociedad
MADRID, 11/01/2008 (El País/ACPress.net)
Cada vez hay menos entradas emotivas en el altar con novia de blanco y más hijos nacidos fuera del matrimonio. Y están empezando a celebrarse ritos civiles alternativos a los religiosos: acogimientos en los ayuntamientos para los recién nacidos, fiestas de paso a la adolescencia o ceremonias de todo tipo para despedir a los fallecidos.
Los españoles, que aunque no pisaran jamás una iglesia y no cumplieran la doctrina católica, no dejaban de celebrar bodas, bautizos, comuniones y funerales, están perdiendo interés por los sacramentos. Mientras los obispos siguen reivindicando los tradicionales privilegios de los que siempre ha gozado la Iglesia católica en España. Las razones pueden estar relacionadas con varios factores: las alternativas civiles a los ritos católicos se han hecho más atractivas, el divorcio ha supuesto un descreimiento hacia el matrimonio y los jóvenes no han crecido ya en una España católica.
De las 211.818 bodas celebradas en 2006 en España, el 44,2% fueron civiles, según datos del Instituto Nacional de Estadística -en 2000 el porcentaje era del 24%-. Y en cuatro comunidades autónomas -Cataluña, Baleares, Canarias y Madrid-, junto con las ciudades de Ceuta y Melilla, el porcentaje supera el 50%. En el caso de Cataluña, asciende al 62,5%.
Los españoles cada vez se casan menos. La tasa de nupcialidad pasó del 5,72 en 1980 al 4,70 en 2006. Y va aumentando el número de hijos nacidos fuera del matrimonio. En 2005 fueron el 26% del total: 123.938 niños. El porcentaje sube cada año.
Estas cifras nada tienen que ver con los datos de la España franquista y católica de los años setenta, que sólo reconocía los matrimonios eclesiásticos católicos. El civil se consideraba subsidiario y para celebrarlo había que demostrar que los contrayentes no eran católicos. Desde 1981, cada uno, bautizado o no, tiene plena libertad para elegir cómo desea casarse.
Bautizos, primeras comuniones y confirmaciones van en retroceso. Y si se compara el número de menores de un año bautizados con el total de nacidos, se observa que el porcentaje de bebés que ingresan en la Iglesia católica pasó del 65% en 2001 al 57% en 2005, ocho puntos en cinco años. sigue:http://www.buenasnoticiasferrol.com/t13/page2.asp?Id=85524&Rf=54&Rt=5