Guardar la Palabra de Dios y no prestar atención a las tradiciones
Mateo 15:1-3
Los judíos fanáticos acusaron a los discípulos del Señor diciendo que habían quebrantado su tradición, pero el Señor los condenó a ellos por quebrantar el mandamiento de Dios a causa de su tradición. Ellos prestaban atención a su tradición, pero no hacían caso del mandamiento de Dios. En principio, hoy en día la gente religiosa hace lo mismo. En el encuentro que el Señor Jesús tuvo con los fariseos, el Señor no prestó atención a las tradiciones de ellos. Por el contrario, les refirió la palabra de Dios. En principio, sucede lo mismo hoy en día. Los hombres continúan invalidando la palabra de Dios por causa de sus tradiciones, y nosotros somos acusados por no guardar tales tradiciones.
Al contestar a los que acusaban a Sus discípulos, el Señor parecía decir: “Vosotros fariseos acusáis a Mis discípulos de quebrantar vuestras tradiciones. Pero necesitáis ver que vosotros mismos habéis quebrantado los mandamientos de Dios por causa de éstas, y lo seguís haciendo”. De esta manera el Señor los trajo de regreso a la Palabra pura, mostrándoles la diferencia entre los mandamientos de Dios y las tradiciones de los hombres.
Mateo 15:1-3
Los judíos fanáticos acusaron a los discípulos del Señor diciendo que habían quebrantado su tradición, pero el Señor los condenó a ellos por quebrantar el mandamiento de Dios a causa de su tradición. Ellos prestaban atención a su tradición, pero no hacían caso del mandamiento de Dios. En principio, hoy en día la gente religiosa hace lo mismo. En el encuentro que el Señor Jesús tuvo con los fariseos, el Señor no prestó atención a las tradiciones de ellos. Por el contrario, les refirió la palabra de Dios. En principio, sucede lo mismo hoy en día. Los hombres continúan invalidando la palabra de Dios por causa de sus tradiciones, y nosotros somos acusados por no guardar tales tradiciones.
Al contestar a los que acusaban a Sus discípulos, el Señor parecía decir: “Vosotros fariseos acusáis a Mis discípulos de quebrantar vuestras tradiciones. Pero necesitáis ver que vosotros mismos habéis quebrantado los mandamientos de Dios por causa de éstas, y lo seguís haciendo”. De esta manera el Señor los trajo de regreso a la Palabra pura, mostrándoles la diferencia entre los mandamientos de Dios y las tradiciones de los hombres.