Predicar el Evangelio del Reino semana 6

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5 Septiembre 2001
3.029
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Predicar el Evangelio del Reino
Semana 6--- La historia de la iglesia
Lunes --- Leer con oración: Mt 13:1-50; Ef 3:9-10; Col 2:2; Ap 1:8-11
“Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro” (Ap 1:12)
EL MISTERIO DE CRISTO ES LA IGLESIA
El tema de esta semana es "La historia de la iglesia". Lo trataremos a partir de la relación que hay entre las siete parábolas de Mateo 13 y las siete iglesias en Apocalipsis 2 y 3. Las parábolas de Mateo 13 muestran los misterios del reino de los cielos, que están directamente relacionados con la iglesia. En Apocalipsis, lo que es descrito al respecto de la condición de cada una de las siete iglesias revela, proféticamente, lo que sucedería con la iglesia a través de la historia desde la época de los apóstoles hasta la segunda venida del Señor Jesús.
La iglesia es el misterio de Cristo (Ef 3:3-4, 9-10), y Cristo es el misterio de Dios (Col 2:2). Esto fue revelado en Mateo 16:16-18. El Señor llevó a Sus discípulos a Cesarea de Filipos y les preguntó quien decía el pueblo que era Él (v. 13). Ellos entonces respondieron diciendo lo que unos y otros decían. Como la respuesta no Lo satisfizo, Jesús hizo Su pregunta dirigiéndose a ellos: "Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?" (v.15). Pedro Le respondió: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente" (v. 16). Esta revelación que Pedro tuvo no vino de él mismo, de su carne, sino del Padre que está en los cielos se lo reveló.
Entonces Jesús continuó: "Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos" (vs. 18-19a). Por tanto, el misterio de Cristo es la iglesia, que tiene las llaves del reino de los cielos. Para conocer el reino, necesitamos conocer la iglesia.
Como mencionamos anteriormente, las siete parábolas concernientes al reino de los cielos citadas en Mateo 13 pueden ser relacionadas a las siete iglesias en Apocalipsis. El Señor usó el nombre y la condición de las iglesias de Asia Menor para explicar los misterios del reino de los cielos y para describir la historia de la iglesia en estos últimos dos mil años.
En Apocalipsis 1:10-11 leemos: "Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea". Cuando el apóstol Juan se volvió para ver la voz que hablaba con él, vio siete candeleros de oro, que representan a las siete iglesias de Asia (vs. 12, 20). A continuación el Señor pidió a Juan que escribiese al ángel de cada iglesia: Éfeso (v. 1), Esmirna (v. 8), Pérgamo (v. 12), Tiatira (v. 18), Sardis (3:1), Filadelfia (v. 7) y Laodicea (v. 14). En Asia Menor no había solo siete iglesias; había otras, como la iglesia en Colosas. Esas siete iglesias fueron escogidas para describir y explicar los misterios del reino de los cielos y también la historia de la iglesia.
En esta semana vamos a relacionar el primer misterio con la primera iglesia, la iglesia en Éfeso; el segundo misterio con la iglesia en Esmirna; el tercero, con la iglesia en Pérgamo; el cuarto, con la iglesia en Tiatira; el quinto, con la iglesia en Sardis; el sexto, con la iglesia en Filadelfia; el séptimo, con la iglesia en Laodicea.
Punto Clave: Volvernos para ver.
Pregunta: ¿Cuál es la llave para que conozcamos los misterios del reino de los cielos?
 
martes

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Semana 6 --- La historia de la iglesia
Martes --- Leer con oración: Job 14:9; Jer 17:8; Ez 36:26; Mt 13:1-23; Fil 4:6-7
“Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre” (Jn 20:31)
LA PARÁBOLA DEL SEMBRADOR - ÉFESO
El primer misterio es la parábola del sembrador y está relacionado con la iglesia en Éfeso, que representa la condición de la iglesia en el periodo apostólico hasta el final del primer siglo (Mt 13:1-23; cfr. Ap 2:1-7). En esta parábola lo que fue sembrado cayó en cuatro tipos de suelo, que representan las cuatro situaciones de nuestro corazón: junto al camino, el suelo pedregoso, el suelo con espinos y la buena tierra. En la primera situación, una parte cayó junto al camino, en la tierra dura; vinieron las aves y se comieron las semillas (Mt 13:4). Esto muestra que la tierra de nuestro corazón necesita ser ablandada para que la Palabra penetre (Ez 36:26). En la segunda situación, parte de la semilla cayó en los pedregales, donde había poca tierra. Este tipo de suelo muestra que si no removemos las piedras, las raíces no se profundizarán. En una situación normal, para poder brotar, la planta echa raíces y busca agua (Jer 17:8); en esta parábola, no obstante, como hay poco suelo, ésta brota rápidamente para que sus hojas absorban la humedad del aire (Job 14:9). Puesto que el suelo es de pedregales, no logra desarrollar las raíces y de esa manera, al recibir el calor del sol, la planta se seca. En la tercera situación, parte de la semilla cayó entre espinos, que crecieron y la ahogaron. Estos espinos representan los afanes de este siglo y el engaño de las riquezas, que la sofocaron. No podemos depositar nuestra confianza en las cosas terrenales ni permanecer ansiosos, por el contrario, debemos echar todas nuestras ansiedades sobre el Señor (1 P 5:7). Finalmente, en la cuarta situación, la semilla cayó en buena tierra y produjo a cien, a sesenta y a treinta por uno. En nuestra experiencia, por medio de ablandar la tierra, de remover las piedras y por quemar los espinos, nuestro corazón llega a ser una buena tierra que fructifica.
En la iglesia en Éfeso, que es representada por la parábola del sembrador, tenemos también cuatro situaciones. La primera de ellas, junto al camino, puede ser relacionada con la iglesia en Éfeso en sus inicios. Cuando Pablo predicó a los efesios, ellos no recibieron la palabra como vida, por tanto esa palabra no logró penetrar en ellos, así como la semilla que fue plantada y cayó junto al camino. El motivo fue que ellos estaban en la esfera del alma, tomando la palabra solamente para discutir en vez de disfrutar (Hch 19:8-9; cfr. 1 Ti 1:3-4; 6:3-4). Consecuentemente, las "aves" vinieron y arrebataron las palabras del corazón.
En la segunda situación, la tierra tenía muchas piedras, esto muestra una iglesia que vivía en la esfera de las opiniones. Por causa de los "pedregales" que había en el corazón de los hermanos en Éfeso, hasta Timoteo, que había sido enviado para ayudar a la iglesia, se debilitó (2 Ti 1:6-7). Como consecuencia de la esfera anímica reinante en la iglesia en Éfeso, la palabra de vida que Pablo sembró no encontró un ambiente favorable para crecer y finalmente se secó.
En la tercera situación, la semilla fue ahogada por los espinos, que representan los afanes de este siglo y la preocupación por las riquezas (Mt 13:22). Los afanes de este siglo generan ansiedades cuando estamos en nuestra vida del alma, pero quien está en el espíritu no permanece ansioso (Fil 4:6-7). En cuanto al peligro de caer en el engaño de las riquezas, Pablo también intentó ayudarlos. En la comunión que tuvo en Mileto con los ancianos de la iglesia en Éfeso, entre los varios asuntos tratados, les recordó las palabras del Señor Jesús: "Más bienaventurado es dar que recibir" (Hch 20:35b). Basados en estas palabras podemos ver que la iglesia en Éfeso tenía dificultades con relación a dar, en cuanto al ofrendar (1 Ti 6:9-10, 17-19).
La cuarta situación está relacionada con la buena tierra, que es lo que sucedió después que el apóstol Juan salió del exilio en la isla de Patmos, y según la historia, fue a servir en la iglesia en Éfeso. Aunque la iglesia allí recibió mucha ayuda de Pablo durante tres años (Hch 20:31), que ciertamente les transmitió palabras sobre la economía neotestamentaria de Dios, pero ellos no las absorbieron, por el contrario, aquellas enseñanzas tan saludables llegaron a ser doctrinas que sirvieron sólo para discusiones (1 Ti 1:4).
Ante tal cuadro, la primera actitud de Juan para recobrar a la iglesia en Éfeso fue traerla al Espíritu y a la vida dando énfasis al nombre del Señor y a Su Palabra (Jn 1:12; 20:30-31; Jn 1:1; 1 Jn 1:1-2). Entonces, cuando la iglesia en Éfeso comenzó a invocar el nombre del Señor y a tomar la palabra de Dios con oración (Ef 6:17-18; He 4:12), al igual que la semilla que cayó en buena tierra, produjo muchos frutos, al punto de enviar hermanos para colaborar en otras regiones y desarrollar la obra de expansión (3 Jn 3-7). Así, la iglesia en Éfeso fue ayudada a volver a la condición de deseable, conforme al significado de su nombre.
Punto Clave: Dar énfasis al nombre y a la palabra del Señor.
Pregunta: ¿Qué transformó a Éfeso en una "buena tierra"?
 
Miercoñes

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Semana 6 --- La historia de la iglesia
Miércoles --- Leer con oración: Mt 13:24-30, 36-43; Jn 19:39-40; Hch 7:59
“No temas en nada lo que vas a padecer (…) Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida” (Ap 2:10)
LA PARÁBOLA DEL TRIGO Y LA CIZAÑA - ESMIRNA
El segundo misterio es la parábola del trigo y la cizaña y está relacionado con la iglesia en Esmirna, que representa la condición de la iglesia bajo la persecución del imperio romano entre el final del siglo I y el comienzo del siglo IV (Mt 13:24-30, 36-43; cfr. Ap 2:8-11). Esmirna significa mirra, una especia aromática de sabor muy amargo, usada en la preparación de los cuerpos que serían sepultados (Jn 19:39-40). La mirra, por tanto, está relacionada al sufrimiento.
La iglesia en Esmirna es la continuación de la iglesia en Éfeso, después que ésta llegó a ser deseable. Ella pasó por muchos sufrimientos bajo la persecución del imperio romano porque invocaba el nombre del Señor y oraba y leía la Palabra. Esto sucedió porque el enemigo, insatisfecho, vino a atacarla.
Una situación similar sucedió al inicio de la iglesia en Jerusalén. Cuando recién fue levantada la iglesia, los hermanos invocaban el nombre del Señor (Hch 2:21; 7:59). La religión judía utilizó entonces a personas como Saulo para perseguir a aquellos que invocaban el nombre del Señor (9:14, 21). Por causa de esa situación, la iglesia en Jerusalén dejó de invocar el nombre del Señor. Con la iglesia en Esmirna no fue así. Ella era la continuación de la iglesia en Éfeso, los hermanos prosiguieron invocando el Nombre, oraban y leían la palabra del Señor aún ante la muerte. No importa cuán perseguidos seamos, debemos siempre continuar invocando el nombre del Señor, porque en el espíritu obtenemos vida.
La iglesia en Esmirna, de acuerdo con la historia, pasó por diez grandes persecuciones en ese periodo (Ap 2:10). En esa época muchos hermanos murieron, pero la iglesia continuaba viva y firme. Esa postura se debe al nombre que ellos invocaban y a la Palabra que leían y oraban. Por el hecho de ejercitar el espíritu, invocar y orar-leer a Palabra, aun con la acción del enemigo, que "sembró cizaña en medio del trigo" para hacerlos sufrir, los santos permanecieron luchando para avanzar.
Apocalipsis 2:13 registra la muerte de Antipas. Aunque su nombre fue mencionado en la carta a la iglesia en Pérgamo, todo indica que era contemporánea de Esmirna, pues se trataba de un mártir de la iglesia. El nombre Antipas significa contra todo. La Biblia lo llama testigo fiel. Mientras estaba vivo, la iglesia invocaba el nombre del Señor y leía-oraba la Palabra. El Señor animó a la iglesia en Esmirna a no temer a las cosas que padecería. Ella debía ser fiel hasta la muerte para recibir la corona de la vida (Ap 2:10).
LA PARÁBOLA DEL GRANO DE MOSTAZA - PÉRGAMO
El tercer misterio está relacionado con la parábola del grano de mostaza, representado por la iglesia en Pérgamo (Mt 13:31-32; Ap 2:12-17). La palabra Pérgamo significa casamiento, unión o torre alta y corresponde a la condición de la iglesia a comienzos del siglo IV hasta el siglo XVI. En la época de la iglesia en Esmirna, la estrategia usada por el enemigo para destruirla fue la persecución; sin embargo, en la época de Pérgamo, fue la inserción de los falsos cristianos y la exaltación de ellos por el emperador romano Constantino, quien comenzó a concederles beneficios y privilegios. Esa actitud, propició la entrada de muchos "interesados" en la iglesia. En otras palabras, su intención fue exaltar a los cristianos, colocarlos en una "torre alta".
La iglesia en Esmirna no era tan numerosa, pero en la época de Pérgamo aumentó rápidamente en número, después que el emperador Constantino comenzó a exaltar a los cristianos. En la parábola de Mateo, el pequeño grano de mostaza, que debía convertirse en una hortaliza, llegó a ser un gran árbol en el cual se anidaban muchas aves. Estas aves representan a Satanás (cfr. Mt 13:4, 19). Cuando la iglesia se une al mundo o a la política, Satanás viene para "anidarse", es decir, establece su trono y produce un crecimiento anormal en la iglesia (Ap 2:13).
Punto Clave: La persecución produce un crecimiento normal.
Pregunta: ¿Qué sucedió con la iglesia después de la muerte de Antipas?
 
Jueves

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Semana 6 --- La historia de la iglesia
Jueves --- Leer con oración: Mt 13:33; 16:11-12; Ap 2:18-29
“De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto” (Jn 12:24)
LA PARÁBOLA DE LA LEVADURA - TIATIRA
El cuarto misterio es la parábola de la levadura y está relacionado con la iglesia en Tiatira, que representa a la condición de la iglesia al final del siglo VI (Mt 13:33; cfr. Ap 2:18-29). Tiatira significa sacrificio incesante.
El misterio de la parábola de la mujer que tomó la levadura y la escondió en tres medidas de harina hasta que todo fue leudado es abierto por la iglesia en Tiatira. Esa levadura no se refiere a la levadura de los panes, sino a la doctrina de los fariseos y saduceos (Mt 16:11-12). En el Nuevo Testamento vivimos en el espíritu; la palabra que recibimos de Dios es la verdad y debemos practicarla. Cuando no practicamos las palabras que oímos, éstas terminan siendo doctrinas, meras enseñanzas.
En Apocalipsis 2:18, 20 leemos: "Y escribe al ángel de la iglesia en Tiatira (…) Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos". Jezabel representa a la mujer que tomó levadura y la escondió en tres medidas de harina hasta que todo fue leudado. En la época de la iglesia en Pérgamo, lo que predominaba era la política del imperio romano. Después, en la época de la iglesia en Tiatira, fue la religión romana la que llegó a prevalecer, principalmente por medio del sistema papal. Todo pasó a no ser más determinado por la palabra de Dios, sino por esa mujer, por ese sistema, que tiene su propia enseñanza, su levadura que causa mezcla y confusión. La sutileza de ese sistema es que coloca la levadura de la enseñanza misma en tres medidas de harina, que tipifican al Dios Triuno: al Padre, al Hijo y al Espíritu. En Tiatira está la Palabra, sin embargo, está mezclada con levadura; tiene el nombre, pero no el nombre del Señor, sino el de esa profetiza.
De acuerdo con la historia, la Iglesia Católica adoptó la enseñanza de esa mujer y substituyó el nombre de Jesús por el de María; el sistema papal y las tradiciones de la iglesia romana llegaron a ser más valoradas que la palabra del Señor.
Para reaccionar en contra de todo eso, el Señor levantó a Martín Lutero. En aquel tiempo sólo el clero tenía acceso a la Biblia. Mientras Lutero las estudiaba, leyó que la justificación es por la fe y no por las obras. Por medio de él, esa importante verdad fue recobrada y la Biblia llegó a ser pública. Además, en esa misma época fue inventada la imprenta, y la Biblia llegó a ser accesible a todos los cristianos.
Punto Clave: Dar valor a la palabra de Dios.
Pregunta: ¿A qué se refiere la levadura en esa parábola?
 
Viernes

Viernes

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Semana 6 --- La historia de la iglesia
Viernes --- Leer con oración: Mt 13:44-46; Jn 10:7; 1 Co 3:12; Col 1:18
“Que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró” (Mt 13:46)
EL TESORO - SARDIS
El quinto misterio es la parábola del tesoro escondido y está relacionado con la iglesia en Sardis, que representa la condición de la iglesia a partir del comienzo del siglo XVI (Mt 13:44; cfr. Ap 3:1-6). Sardis significa restauración o recobro, sin embargo, su recobro no fue completo.
La iglesia en Sardis salió de la Iglesia Católica Romana, es decir, salió de Tiatira. Así como sucedió en la parábola del tesoro, también sucedió con la iglesia en Sardis. Aquel tesoro escondido en el campo, aun después de haber sido encontrado por cierto hombre, permaneció escondido. Aunque la iglesia en Sardis "encontró" el reino, ellos no lo practicaron. Este tesoro, compuesto por oro, plata y piedras preciosas, es el material usado para la edificación de la iglesia, la cual es el reino de los cielos (1 Co 3:12).
El Señor les dijo: "Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto" (Ap 3:1b). Ellos tienen el nombre de recobro, pero no hicieron la obra del recobro. El tesoro ya fue descubierto, se pagó un alto precio para comprarlo, no obstante, éste continúa escondido en el campo. La iglesia en Sardis sólo tiene el conocimiento del reino; encontraron por medio de la Biblia un tesoro muy precioso: el reino, pero no edificaron la iglesia con él, sino que lo dejaron escondido en el campo. Solamente cuando la iglesia sea edificada es que tendremos la manifestación del reino de los cielos.

LA PERLA - FILADELFIA
El sexto misterio es la parábola del mercader que negocia y busca buenas perlas y está relacionado con la iglesia en Filadelfia (Mt 13:45-46; cfr. Ap 3:7-13). Filadelfia significa amor fraternal.
En Mateo 13:45-46, leemos: "También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró". Cristo y la iglesia son tipificados por esta parábola. Cristo es la cabeza, y la iglesia, Su Cuerpo (Col 1:18). Cuando tal hombre descubrió la perla preciosa, que es Cristo, pagó todo el precio para obtenerlo.
Por un lado, la perla se refiere a Cristo, pues en la Nueva Jerusalén las doce puertas son doce perlas (Ap 21:21; cfr. Jn 10:7). Por otro, Cristo es como una ostra por medio de la cual llegamos a ser las muchas perlas. Así como la ostra sufre cuando un grano de arena penetra en su interior, Cristo también sufrió, al punto de dar Su vida misma cuando aún éramos pecadores. Como la ostra, Él no nos expulsó, pero día tras día nos está formando, protegiendonos y envolviéndonos. Mientras más tiempo permanezcamos en Cristo, más de Cristo tendremos, y más grande será la "perla". Este cuadro es muy parecido al auditorio de la Estancia Árvore da Vida - Brasil, que tiene la forma de una ostra, que representa a Cristo. En el interior de esta "gran ostra", representamos a las perlas que permanecen en Cristo y reciben vida por la Palabra para crecer lo máximo posible.
En la parábola de Mateo 13, aquel mercader vendió todo lo que tenía para comprarla porque se trataba de una perla de gran precio. Grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne. Por un lado, esa perla es Cristo, por otro, somos nosotros, que fuimos "envueltos" por Cristo para expresarlo. Así tenemos la realidad de ese gran misterio ¡Cristo y la iglesia!
Punto Clave: Desenterrar el tesoro y permanecer en Cristo.
Pregunta: ¿Cuál es la diferencia entre la parábola del tesoro escondido y la de la perla?
 
Sabado

Sabado

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Semana 6 --- La historia de la iglesia
Sábado --- Leer con oración: Mt 13:47-50; Ap 3:11, 14-22
“Retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona” (Ap 3:11b)
LA PARÁBOLA DE LA RED - LAODICEA
El séptimo misterio es la parábola de la red y está relacionado con la iglesia en Laodicea (Mt 13:47-50; cfr. Ap 3:14-22). Laodicea significa la opinión del pueblo común.
En Mateo 13:47-48 leemos: "Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase de peces; y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera". Esto se refiere a la iglesia en Laodicea, que se considera que entiende todo; aunque su contenido sea equivalente a "pocos peces", ella se siente muy satisfecha: "Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad" (v. 17a). No obstante, el Señor le dijo: "Y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo" (v. 17b).
El Señor nos colocó en la iglesia, para que también pasemos por esas siete etapas. Así como era la situación de la iglesia en Éfeso al comienzo, a veces empezamos con un corazón muy duro para el Señor. Entonces comenzamos a recibir la Palabra, pero como todavía tenemos muchas piedras, no logramos crecer. Después que retiramos las piedras, aún crecen los espinos y nos ahogan. Pero, por medio del Espíritu y por la ayuda del ministerio del apóstol Juan, hemos sido ayudados a invocar el nombre del Señor y a orarleer Su Palabra; así comenzamos a vivir más en el espíritu. ¡Aleluya! Llegamos a ser una buena tierra donde más frutos del espíritu son producidos.
Las últimas cuatro iglesias citadas en Apocalipsis permanecerán hasta la segunda venida del Señor: la iglesia en Tiatira, el catolicismo; la iglesia en Sardis, el recobro que es sólo de nombre; la iglesia en Filadelfia, el recobro del Señor; y la iglesia en Laodicea, el recobro orgulloso, sin la práctica.
La iglesia en Filadelfia, que significa amor fraternal, está constituida por todos los que invocan el nombre del Señor y leen y oran la Palabra. Esta iglesia ya tiene su corona. El Señor le dice: "He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona" (Ap 3:11). Los que están en Filadelfia deben continuar en el espíritu. Si no retenemos firme lo que tenemos, podemos caer en la condición de Laodicea: orgullosos, cerrados y tibios, sin reacción a la palabra de Dios. El encargo dado a Filadelfia fue: "¡Retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona!"..
Punto Clave: Los siete misterios son explicados por las siete iglesias.
Pregunta: ¿Qué cuidados debemos tener para no caer en la condición de Laodicea?
 
Domingo

Domingo

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Semana 6 --- La historia de la iglesia
Domingo --- Leer con oración: Mt 13:11, 16-17
“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” (Ap 3:13)
TIATIRA, SARDIS, FILADELFIA Y LAODICEA
Gracias al Señor, los misterios del reino de los cielos fueron desvendados por las iglesias en Apocalipsis. Somos bienaventurados al practicar lo que el Señor nos ha revelado por medio del Espíritu. "Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado (…) Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen. Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron" (Mt 13:11, 16-17). Que podamos aplicar la revelación de estos misterios a nuestro vivir para que tengamos la realidad del reino de los cielos hoy. Que jamás suceda que la relación de las parábolas con las iglesias en Apocalipsis llegue a ser meramente "excelentes" mensajes.
A partir de la conclusión de cada carta a las iglesias citadas en Apocalipsis 2 y 3, podemos distinguir dos grupos bajo el punto de vista histórico y profético: el primero está compuesto por las tres primeras iglesias, cuyas profecías ya sucedieron, y el segundo está compuesto por las cuatro últimas, que permanecerán hasta la segunda venida de Cristo. En la conclusión de las tres primeras cartas a las iglesias, primeramente nos es dicho: "El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias", y después: "Al que venciere" (2:7, 11, 17); mientras que en las cuatro últimas la orden es inversa (2:26, 29; 3:5-6; 12-13, 21-22). En otras palabras, por la historia podemos verificar que las profecías de las iglesias en Éfeso, Esmirna y Pérgamo fueron cumplidas, sin embargo, las profecías de las iglesias en Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea aún se están cumpliendo; estas iglesias permanecerán hasta la venida del Señor.
Cuando venga el juicio de Dios ¿quién podrá pasar por él? La iglesia en Tiatira no soportará ese juicio, porque colocó levadura en las tres medidas de harina y substituyó el nombre del Señor por otro nombre. El nombre y la palabra del Señor fueron substituidos por el nombre y las enseñanzas de Jezabel, las cuales no lograrán pasar por el juicio del Señor.
La iglesia en Sardis, por tener sólo el nombre de "recobro" y estar muerta, no logrará entrar en la manifestación del reino de los cielos. Todo el conocimiento de la verdad que obtuvieron no fue practicado. Por asuntos doctrinales y fuertes opiniones, ellos se dividieron mucho. Cuando el Señor venga a juzgarlos estarán llenos de opiniones y de la vida del alma. ¿Cómo pasarán por el juicio de Dios permaneciendo de esa manera?
Como la iglesia en Filadelfia ya tiene la corona de la vida (cfr. Ap 2:10 - Filadelfia sigue la línea de Esmirna); el Señor le advirtió que la retuviera. Con todo, a la iglesia en Laodicea, el Señor le dice: "Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas" (Ap 3:18). Si ella no se arrepiente, tampoco podrá pasar por el juicio.
Solamente por vivir en el espíritu, por medio de invocar el nombre del Señor y orar-leer Su Palabra, seremos guardados de caer en la situación de Laodicea: conocedores de todas las verdades, pero orgullosos, pobres, ciegos y desnudos. Las diferentes situaciones de las siete iglesias en Apocalipsis nos explican los misterios de las siete parábolas de Mateo 13 y nos ayudan a ver donde estamos y escoger adónde queremos estar.
Punto Clave: Retener la corona.
Pregunta: ¿Dónde está usted y cuál es su elección?
Dong Yu Lan
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