Re: ¿ QUE DEBEMOS HACER PARA SER SALVOS?
Que tal Joan Michel, un saludo.
Antes de responder me gustarías que leyeras nuevamente tu aporte y me respondieras la sgte pregunta:
¿En donde defines que es la fe?, pues no veo que lo hagas en ningún lado.
Si te fijas, simplemente mencionas el causante u originador de la fe verdadera en el hombre, es decir Dios, pero no defines fe en ningún lado. Solo eso para empezar.
¿Y qué es la fe? Simple, es asentir intelectualmente a ciertas proposiciones, en este caso particular serían las proposiciones verdaderas contenidas en el Evangelio, y en general todas las Escrituras. Por ejemplo, si yo te prometo algo a tí y tú me crees, es decir sabes que lo que te digo es cierto y confías en mí, entonces tienes fe en mí. La fe salvadora es lo mismo, simplemente cambia el objeto en que la fe es puesta.
Estimado kimeradrummer,
Aunque parezca muy razonable, me permito disentir con ese párrafo tuyo, afirmando que esa NO es la definición de fe que nos da la Biblia; ni es acertado el ejemplo dado para ilustrarla. Empezando por la ilustración conviene recordar que el centro mismo de la Biblia es este texto, que es Palabra de Dios:
“Mejor es confiar en Jehová que confiar en el hombre” (Salmo 118:8).
Que alguien se haga acreedor por un tiempo de nuestra confianza terrena no puede jamás compararse con la fe que necesitamos para ser salvos por la eternidad.
1.- Después de afirmar que la definición de fe que ofrezco '
NO es la definición de fe que nos da la Biblia', dices que el ejemplo analógico que propongo '
(no) es acertado...para ilustrarla', pero esto me hace preguntar si verdaderamente leíste mi comentario.
No solamente propuse este ejemplo analógico, sino que propuse uno bíblico tanbién, a fin de probar que la diferencia entre fe salvadora y fe ordinaria está en el objeto de la fe y no en la naturaleza de ésta, que es intelectual ('
La fe salvadora es lo mismo, simplemente cambia el objeto en que la fe es puesta...'). Me cito nuevamente:
Así lo hizo Abraham. Dios le dijo que en él sería padre, aún con su edad avanzada, y que su descendencia sería numerosa (Génesis 15:4-5). ¿Que hizo Abraham? Simplemente creyó que lo que Dios le dijo era cierto, y fue justificado por eso (vs. 6). No hizo ninguna obra, ni tampoco Dios le estaba dando ningún mandamiento específico para que obrara, sino que Dios le prometió a Abraham algo, y Abraham le creyó. No hay nada misterioso en ello.
En conclusión, tanto mi ejemplo analógico como el ejemplo bíblico (Abraham, el padre de la fe,
Romanos 4:13-25) nos muestran la naturaleza de la fe (intelectual, es decir, el asentir intelectualmente a ciertas proposiciones como verdaderas) y la diferencia entre fe salvadora y fe ordinaria, es decir, el objeto de la fe.
Que mejor ejemplo que el de Abraham para ilustrar y definir la naturaleza de la fe y su objeto necesario para hacerla salvadora, de hecho, Pablo cita su ejemplo como ilustración de la fe en el pasaje de
Romanos que te doy arriba. Leelo lentamente, analízalo y medítalo.
2.- El
vs. que me traes, es decir el
Salmo 118:8, en vez de refutar o contradecir mi punto, lo confirma.
Este
vs. dice que "
Mejor es confiar en Jehová que confiar en el hombre". Si te fijas, la palabra "
confiar" es ocupada dos veces,
y en ambas veces significa lo mismo, es decir, la naturaleza de la fe que allí se discúte es la misma.
¿Cuál es la diferencia? La diferencia está en
el objeto de la fe o la confianza, es decir, Dios o el hombre.
Básicamente es lo mismo que he dicho yo hasta ahora, que la naturaleza de la fe es la misma, pero es el objeto el que cambia, y es el objeto de la fe lo que define si ésta es salvadora u ordinaria.
Por lo tanto, este
vs. confirma mi punto, no lo niega.
3.- Lo que dice el último párrafo de esta sección finalmente es irrelevante, pues si somos verdaderamente cristianos deberíamos saber que es Dios y no el hombre Quien nos salva por la eternidad, y por lo tanto es en Él en Quien debemos confiar. Y eso nos lleva nuevamente a la naturaleza de la fe (intelectual) y el objeto de la fe salvadora (Dios).
Es el objeto el que hace la diferencia (y podríamos hablar tambien de su orígen sin que esto cambie la naturaleza de la fe), no la fe en sí misma.
Porque, si fuera tan simple como “asentir intelectualmente a ciertas proposiciones” nadie podría decir que fue exitoso para el comunismo lo hecho por Fidel Castro, condicionando intelectualmente a tres generaciones de niños escolares. ¿Cuántos de esos que recitaron con convicción las proposiciones marxistas, cruzaron después el océano buscando su libertad, o murieron en el intento?
Aquí entramos a hablar del falso asentimiento y del verdadero asentimiento (o la fe falsa y la fe verdadera). Uno puede tener conocimiento de algo y no asentirlo verdaderamente (no creer que sea verdad), o no someterse a lo que implíca tal conocimiento (por ejemplo, la fe del demonio).
Estos niños, por ejemplo, pudieron haber recitado con convicción las enseñanzas de Fidel, pero sus obras demostraron finalmente que
no creían verdaderamente en sus enseñanzas o no aceptaron someterse a ellas.
Esto no dice nada en contra de mi posición. Si yo creo que algo es verdad, naturalmente esa fe me llevará a obrar (aunque en el hombre pecador no de manera perfecta) en concordancia con lo que creo. Si no lo hago, demuestro que no creo verdaderamente lo que digo creer, o que soy un rebelde indiferente a lo que digo creer, que si lo piensas detenidamente, tiene un grado de incredulidad.
La fe que salva, según todo el consejo divino, es la que Dios nos provee de manera sobrenatural, sin ningún pre-requisito a cumplir de nuestra parte; sea éste intelectual o volitivo. Dios es el autor y consumador de nuestra fe. Él da fe a quien Él quiere, en la medida que Él lo cree conveniente.
Y yo no he dicho lo contrario, sino que en mi comentario digo lo sgte:
Ser salvos no es costoso, tampoco presentar la salvación de esta manera es hacer la gracia barata, sino que ser salvos es gratuíto (Apocalipsis 22:17). Sin embargo, para el hombre esto es imposible, pues el hombre está muerto y ni siquiera puede ver el reino de Dios mientras permanezca así (Juan 3:3). Por eso la fe en Cristo necesaria para ser salvos es un don Soberano de Dios a Sus elegidos (Efesios 2:8).
El mejor ejemplo que encuentro para ilustrar lo que afirmo es el de Simón Pedro. A la pregunta hecha por el Maestro a sus discípulos: “Y vosotros ¿quién decís que soy yo?”, el impulsivo seguidor de Jesús es el primero en responder, diciendo: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”.
Conocemos muy bien que la razón de tal suprema declaración -piedra fundamental de nuestra fe- no se encuentra en Pedro sino en quien se la reveló; Jesús se lo declara así: “Bienaventurado eres, Simón hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.”(Mateo 16:13-17)
Este ejemplo que traes ilústra perfectamente mi punto. La fe de Pedro está expresada en su confesión. Ésta confesión consiste en una proposición, a saber que Jesús es "
el Cristo, el Hijo del Dios viviente". Pedro asentía intelectualmente a esta proposición como verdadera, con lo cual nuevamente tenemos la relación entre fe y objeto.
Cristo confirma que la fe verdadera es intelectual al decir que la proposición fue revelada a la mente de Pedro por Dios Padre, es decir, el Padre le otorgó este conocimiento y le concedió a Pedro el creer que éste conocimiento era verdadero.
No hay nada en este pasaje que contradiga en lo más mínimo mi posición, sino que la confirma totalmente. Pedro creía como verdaderas ciertas proposiciones sobre Cristo. Y creer en Cristo es básicamente eso: creer cierta información o proposiciones sobre la persona de Cristo.
Si te fijas, aquí sigues enfatizando en el originador de la fe, algo que yo no he negado, pero no nos das una definición en cuanto a lo que es la fe, es decir, no nos dices que es la fe.
Lo que nos salva no es el “objeto” sobre el que depositamos nuestra fe.
Lo que nos salva es el “sujeto” (Dios) que nos provee de la fe que necesitamos para creer en Jesucristo, único gracias a quien somos salvos.
No veo el sentido de lo que dices.
¿Que diferencia existe entre 'objeto' y 'sujeto'?
Cuando hablo de '
objeto', hablo de aquella información '
objetiva' con respecto a un '
sujeto' en que depositamos la fe. Básicamente, creer en un '
sujeto' es creer ciertas proposiciones con respecto a ese sujeto como verdaderas, y luego hacemos a este '
sujeto' el '
objeto' de nuestra fe.
Por eso no veo el sentido o la relevancia en cuanto a lo que dices.
Igualmente.
Dios te guarde...