Re: Salmo 2:12 "¿honrad al hijo?"
El Mashíaj ben Yosef y El Mashíaj ben Dawid
Si le preguntamos a un judío ortodoxo ¿Por qué no acepta a Yahoshúa como el Mashíaj de Israel? Tendríamos una respuesta directa: “Él no es el Mesías porque no cumplió la expectación mesiánica, no trajo el Reino Mesiánico de Paz y Prosperidad que anunciaron los Profetas.”
Los Rabinos que han guiado a la Comunidad Judía han desechado las características bíblicas del Mesías y han preferido adaptarse a una visión humanista; no obstante han orientado al pueblo a mantenerse unidos conservando estrictamente las costumbres y las prácticas de la antigüedad. Los Rabinos han tratado de dar una respuesta a las necesidades cambiantes de la Comunidad Judía a través de la historia, preservando al mismo tiempo la tradición, lo cual puede verse justificable desde una perspectiva completamente humana, más no en la perspectiva bíblica que implica la actividad del Eterno en la historia del pueblo israelita.
Teyvie, el lechero de la película “Violinista sobre el tejado” resume esta doble enseñanza ante lo incomprensible en una sola palabra: ¡Tradición!
Los Israelitas Nazarenos no desechamos la tradición, al contrario la amamos y sabemos que es el medio por el cual Elohim ha actuado sobrenaturalmente para preservar al pueblo judío. Pero en este punto lo que criticamos del rabinismo, en todas sus variantes y denominaciones, es la separación entre el concepto del Mesías revelado en el Tanakh y el establecido por la tradición, especialmente a partir de la primera venida del Mesías, cuando los líderes de las academias rechazaron el testimonio de cientos y miles de hombres y mujeres del pueblo judío, que presenciaron los milagros y maravillas que les hicieron reconocer a Yahoshúa de Nazaret como el Mesías esperado. Miles de estos judíos, de todos los estratos y condiciones, dieron sus vidas por proclamar al Resucitado como el Mesías de Israel.
Las leyendas y las fábulas forman parte de la tradición y así como el folklore se convierte en historias populares, también ha influido en el pensamiento rabínico y en los mismos comentaristas del Talmud y en la literatura rabínica. El Mesías de la tradición es un héroe militar montado sobre un corcel blanco, el gran vengador. Debido a esa conformación de la enseñanza rabínica, la tradición bíblica de un Mesías sufriente es extraña a la mayoría de los judíos contemporáneos.
Pero este concepto está claramente mostrado en la Escritura en el capítulo 53 del Profeta Yeshayahu (Isaías), un Mesías que no solamente asumía el sufrimiento de Israel sino que también lleva sus pecados y enfermedades, y además es un hombre que después de muerto “vivirá por largos días”.
Pero para sorpresa de algunos, el mismo Talmud y diferentes comentarios rabínicos de la antigüedad reconocen que Yeshayah (Isaías) se refiere al Mesías. Algunos sectores ortodoxos de la actualidad esgrimieron Yeshayah (Isaías) 53 para sostener la supuesta mesianidad del Rabino neoyorkino Menahem Schneerson, fallecido en 1994.
Algunos protestarán diciendo: “se trata de comentaristas aislados”. Pero hay evidencias de la discusión de este concepto entre los “Sabios”, muchos de los cuales creyeron y enseñaron que Yeshayah (Isaías) 53 es un pasaje mesiánico. Los Rabinos modernos rechazan esta enseñanza del Talmud, como es el caso de David Berger y Michael Wyschograd en su obra “Jews and Jewish Christianity” publicado en Nueva York en 1978 por Ktav Publishing, de donde extraemos el siguiente texto (de la página 49): “El hecho de que algunos Rabínos talmúdicos tomaran el capítulo (Isaías 53) mesiánicamente (aunque no en el sentido cristiano) es de interés para los historiadores, pero no significa que los judíos estén, de ningún modo, obligados a adoptar tal interpretación. Pero en la Edad Media, virtualmente todas las autoridades judías la rechazaron, no solamente por oposición al cristianismo, sino porque no hay base para ello en el texto”.
Este comentario podría levantar numerosas preguntas, pues si no hay base bíblica para creer que Yeshayah (Isaías) 53 se refiere al Mesías ¿Por qué los escritores del Talmud lo aceptaron y creyeron en tal cosa?¿Por qué tener a los escritores talmúdicos en tal estima si no aceptamos seriamente sus escritos? ¿Y si es cierto que de esos escritos algunos son válidos y otros no, quién es la autoridad que determina cuáles son correctos y cuáles no? ¿Por qué hemos de asignar más valor a las autoridades judías de la Edad Media, quienes estaban luchando ferozmente contra la asimilación frente a los católicos y musulmanes, que a los escritores talmúdicos de Israel de los primeros siglos de esta Era?
¿Sobre un pollino, en una nube ... o en ambos?
En el pensamiento rabínico estaba claro el concepto de un Mesías sufriente y humilde, de acuerdo a las Escrituras Sagradas, lo cual llevó al planteamiento de un segundo Mesías, mejor conocida como “Teoría de los dos Mesías”, lo cual nos remonta a los tiempos de Daniyel (Daniel) en su capítulo 9, donde se habla de que “se quitará la vida al Mesías”. Sobre este tema el Doctor Rafael Patai, un famoso antropólogo y profesor de hebreo en la Universidad Hebrea, en su libro “Messiah Texts” (publicado en 1979. Avoon Books. Nueva York) formula la siguiente pregunta: “¿Cómo se concilia este concepto de un Mesías que pierde la vida y un Mesías redentor que viene a establecer un Reino milenial de Paz y Prosperidad? El dilema fue resuelto dividiendo el Mesías en dos Mesías: Mesías ben Yosef y Mesías ben David”.
Esta tradición sostiene que el Mesías hijo de Yosef está destinado a sufrir y morir, mientras que el Mesías ben David fue escogido para reinar. Algunos Rabinos afirman que el Mesías ben Yosef moriría en la batalla final contra Gog y Magog. Su muerte prepararía el reinado del otro Mesías.
Podemos leer un Midrash que dice así: “En el tiempo por venir, el Ungido para la Guerra se levantará de Yosef, y el Mesías que se levanta de Yahudah será más fuerte que él...”
Pero hay otras leyendas rabínicas que invierten los roles de los dos Mesías, donde el Mesías ben David es quien cae y el Mesías ben Yosef es quien reina. La leyenda toma lugar en un lugar del Paraiso llamado “La Quinta Casa”. Eliyahu agarra la cabeza del Mesías, la pone en su regazo y dice “Soporta el sufrimiento y la sentencia de su Maestro quien le hace sufrir por causa del pecado de Israel”. La historia concluye citando Yeshayahu 53:5 “Más el fue herido por nuestras rebeliones”.
Hay muy pocos comentarios sobre este pasaje en la literatura rabínica. La teoría o doctrina sobre este Mesías dual reconcilia la aparente contradicción entre el Mesías que viene humildemente sobre un pollino hijo de asna (de Zejaryah (Zacarías) 9:9) y el Mesías que aparece gloriosamente en las nubes de Daniyel 7:13; y a pesar de estar tan claro en la literatura rabínica es ignorado por muchos Rabinos de la actualidad. La explicación a la conducta de estos maestros del judaísmo contemporáneo que reniegan del Talmud es su tradición de rechazo a Yahoshúa como Mesías. Cuando se refieren a los pasajes citados por Rafael Patai, del Talmud y de los Midrashim, los citan como especulaciones y tradiciones de “algunos” Rabinos o dictados por “algunos” Rabinos.
Los Sabios Rabinos de la antigüedad no tenían ninguna dificultad en aceptar el concepto de dos distintos individuos cumpliendo el rol del Mesías, pues para ellos esto no violaba las Escrituras Sagradas. Es más, hay otras Escrituras Hebreas que nos han sido “puestas como Ley (Torah) sobre mejores promesas” (Heb. 8:6). En los Escritos Nazarenos se nos da una explicación que concilia tanto la verdad bíblica como la idea rabínica sobre un Mesías sufriente que precede a un Mesías Rey. Este Mesías es Yahoshúa de Nazaret, quien vino como un siervo sufriente y vendrá como el Monarca del Reino Eterno de David.
Si el escéptico persiste en su pregunta: “Si Yahoshúa fue el Mesías, ¿Por qué no hay paz en la tierra?” Le podremos responder que la historia de Yahoshúa no finaliza en el madero de ejecucción hace dos mil años. Yahoshúa habló sobre su retorno, citando al Profeta Daniyel para describir ese tiempo:
“Los hombres se desmayarán a causa del terror y de la expectación de las cosas que sobrevendrán al mundo habitado, porque los poderes de los cielos se sacudirán. Entonces verán al Hijo del Hombre viniendo en una nube, con poder y gran gloria.»” (Lc. 25:26-27)
En el Pirke Mashíaj, entre los siglos séptimo y décimo de esta era, los Rabinos citan el mismo pasaje de la Escritura para referirse al Mesías ben David: «Y ahora hablemos en alabanza del Rey Mesías quien vendrá con las nubes del cielo y dos Serafim, a su diestra y a su izquierda, como está escrito: “He aquí, en las nubes del cielo viene uno como Ben Adam (Hijo del Hombre)”». Es el retorno de Yahoshúa quien es el Mesías ben David, el Principe de Paz.
Los Rabinos siempre han enseñado quién no es el Mesías, nunca quien es el Mesías, generalmente tratando de descalificar a Yahoshúa como el Mesías. Independientemente de cualquier enseñanza humana, provenga de nazarenos o de judíos, YHWH no se equivoca. Más que rechazar a Yahoshúa porque no cumpla nuestras expectativas sobre el Mesías debemos aceptar lo que las Escrituras Sagradas dicen acerca del Ungido de YHWH como aquel que sufriría por nuestras rebeliones.
En el Talmud, Sanhedrín 98a, está la siguiente leyenda: “De acuerdo a la leyenda Rabí Joshua ben Leví se encontró a Elías y le preguntó ¿cuándo vendrá el Mesías? Elías le dijo: Vamos donde el Mesías y hagámosle la pregunta personalmente. El Mesías estaba sentado entre los pobres leprosos. ¿Cúando vas a venir Maestro? El Mesías le respondió: Hoy. Quien hizo la pregunta le dijo a Elías: El me habló falsamente, diciéndome que lo haría hoy y no lo ha hecho. Elías respondió: Esto es lo que Él te dijo: Hoy si puedes escuchar su voz”
El Mesías ya vino, tú puedes escuchar su voz o, por el contrario, la voz de los Rabinos que perdieron el Camino.