A conciencia, por la gracia de Dios y encomendados a Él.
Los nacidos de nuevo, reciben la ciudadanía de una mejor patria, por lo que sus decisiones son de carácter más elevado.
Por eso, esta es la postura de los nacidos de nuevo, ante elecciones presidenciales:
No eligen a un candidato a presidir sobre alguna nación, sin antes, meditar en Dios, en su palabra y en su inmutable justicia.
No eligen a un candidato por llevar un apellido agradable o familiar, mas bien investigan qué tanto respeta el nombre del Señor Jesús, tal candidato.
No eligen a un candidato por su oratoria, o elegancia, o en el caso opuesto, por su parlar criollo, sino, examina si habla como quien sabe que Dios también escucha y demanda.
No eligen a un candidato por ser el más popular, sino, porque sean de aprobación a Dios, los proyectos que propone hacer funcionar.
No eligen a un candidato por sus promesas de traer más entradas económicas, sino al que reconoce que la necesidad más imperiosa de la sociedad, está en sus principios morales.
No eligen a un candidato, por los empleos que promete crear, sino, al que se inclina a proteger los valores y el respeto a Dios.
No eligen a un candidato que al hablar de cambios, insista más en la economía, que en el respeto a la vida y a la dignidad humana.
No eligen a un candidato porque vaya a beneficiar a una raza en específico, si al mismo tiempo, les va a privar de aquello que hombres de Dios implantaron y que fue legítimamente justo, y dado bajo la compasiva y perfecta dirección divina.
No eligen a un candidato que se incline a corrientes modernas de pensamiento, si éstas atentan contra lo que Dios estableció como verdad y justicia.
No eligen a un candidato, que llame feto a una criatura que ya cuenta con el hálito divino.
No eligen a un candidato que abandere su plataforma política, en los ideales de algún difunto militar,¨prócer¨, escritor, o activista que se hayan declarado ateos.
No eligen a un candidato, que ante preguntas que definan los principios morales, dé respuestas ensayadas...; de esas que buscan el favor de todos los sectores.
No eligen a un candidato que muestre simpatía y empatía a legislaciones que buscan convertir en matrimonio aquello que Dios llamó pecado, atadura, perversión y rebelión.
No eligen a un candidato que suela poner nuevas etiquetas, a lo que Dios ya marcó.
Los nacidos de nuevo, ponen como prioridad, el depósito del alma, ante cualquier depósito bancario.
Los nacidos de nuevo, saben distinguir entre la libertad y el libertinaje.
Los nacidos de nuevo, a conciencia no votarán, contra lo que pretenda poner mordaza a la palabra santa de Dios.
Los nacidos de nuevo, votan conscientes que aún en ese derecho, lo hacen como siervos de un Señor Santo y Justo.
¿Y si todos los contendientes se parecen en sus planteamientos?
Los nacidos de nuevo, votarán por aquel que más temor a Dios muestre...
Los nacidos de nuevo, saben que Dios quita y pone reyes, pero saben, paralelo a eso, que Él espera que sus hijos clamen por las autoridades y los reinos pasajeros de este mundo, ante su presencia.
Si... los nacidos de Dios también votan.
Al hacerlo, quedan en paz, entendiendo que no han cedido a la corriente popular de la mayoría, sino, han honrado a Dios una vez más, intentando levantar con su voto, aquella proclamación antigua que hasta hoy suena en la tierra, y hace eco en los cielos:
Y si mal os parece servir á Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis: pero yo y mi casa serviremos á Jehová.
Josué 24:15
En Cristo y en su celo.....Erskine.
Copyright2008 Erskine
Los nacidos de nuevo, reciben la ciudadanía de una mejor patria, por lo que sus decisiones son de carácter más elevado.
Por eso, esta es la postura de los nacidos de nuevo, ante elecciones presidenciales:
No eligen a un candidato a presidir sobre alguna nación, sin antes, meditar en Dios, en su palabra y en su inmutable justicia.
No eligen a un candidato por llevar un apellido agradable o familiar, mas bien investigan qué tanto respeta el nombre del Señor Jesús, tal candidato.
No eligen a un candidato por su oratoria, o elegancia, o en el caso opuesto, por su parlar criollo, sino, examina si habla como quien sabe que Dios también escucha y demanda.
No eligen a un candidato por ser el más popular, sino, porque sean de aprobación a Dios, los proyectos que propone hacer funcionar.
No eligen a un candidato por sus promesas de traer más entradas económicas, sino al que reconoce que la necesidad más imperiosa de la sociedad, está en sus principios morales.
No eligen a un candidato, por los empleos que promete crear, sino, al que se inclina a proteger los valores y el respeto a Dios.
No eligen a un candidato que al hablar de cambios, insista más en la economía, que en el respeto a la vida y a la dignidad humana.
No eligen a un candidato porque vaya a beneficiar a una raza en específico, si al mismo tiempo, les va a privar de aquello que hombres de Dios implantaron y que fue legítimamente justo, y dado bajo la compasiva y perfecta dirección divina.
No eligen a un candidato que se incline a corrientes modernas de pensamiento, si éstas atentan contra lo que Dios estableció como verdad y justicia.
No eligen a un candidato, que llame feto a una criatura que ya cuenta con el hálito divino.
No eligen a un candidato que abandere su plataforma política, en los ideales de algún difunto militar,¨prócer¨, escritor, o activista que se hayan declarado ateos.
No eligen a un candidato, que ante preguntas que definan los principios morales, dé respuestas ensayadas...; de esas que buscan el favor de todos los sectores.
No eligen a un candidato que muestre simpatía y empatía a legislaciones que buscan convertir en matrimonio aquello que Dios llamó pecado, atadura, perversión y rebelión.
No eligen a un candidato que suela poner nuevas etiquetas, a lo que Dios ya marcó.
Los nacidos de nuevo, ponen como prioridad, el depósito del alma, ante cualquier depósito bancario.
Los nacidos de nuevo, saben distinguir entre la libertad y el libertinaje.
Los nacidos de nuevo, a conciencia no votarán, contra lo que pretenda poner mordaza a la palabra santa de Dios.
Los nacidos de nuevo, votan conscientes que aún en ese derecho, lo hacen como siervos de un Señor Santo y Justo.
¿Y si todos los contendientes se parecen en sus planteamientos?
Los nacidos de nuevo, votarán por aquel que más temor a Dios muestre...
Los nacidos de nuevo, saben que Dios quita y pone reyes, pero saben, paralelo a eso, que Él espera que sus hijos clamen por las autoridades y los reinos pasajeros de este mundo, ante su presencia.
Si... los nacidos de Dios también votan.
Al hacerlo, quedan en paz, entendiendo que no han cedido a la corriente popular de la mayoría, sino, han honrado a Dios una vez más, intentando levantar con su voto, aquella proclamación antigua que hasta hoy suena en la tierra, y hace eco en los cielos:
Y si mal os parece servir á Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis: pero yo y mi casa serviremos á Jehová.
Josué 24:15
En Cristo y en su celo.....Erskine.
Copyright2008 Erskine