Esta nota me ha confirmado muchas de las sospechas que hicieron me saliera de la Institución Romana:
Pues bien, En este problemón que planteó a los paladines defensores de la ICR no hay salida posible. Por lo siguiente
Asumiendo sin Conceder, que el prestamo es válido, surgen muchas interrogantes que el sr cepeda tendrá que explicar:
¿De donde saco los 130 millones de dolares?
¿Los habrá sacado de su diócesis? ahi surge la interrogante: ¿El Católico regular conoce como se manejan los estados financieros de su Institución?
¿Los sacó de su fortuna personal (asumiendo que la tiene) o a nombre de un tercero? En el primer caso....¿por qué no da ese dinero a los pobres? Contradice la palabra de nuestro señor JesuCristo. En ambos casos...¿Acaso no está prohibido por la ley de cultos que el señor realice operaciones mercantiles con FINES DE LUCRO? Debe explicar con que motivo hizo tal prestamo.
En la otra hipótesis, Que nunca ocurrió tal prestamo, entonces el sr. obispo está cometiendo UN DELITO.
La última hipótesis, y la cual parece tener que cuenta con sólida evidencia, es que el sr obispo se coludió con el albacea y asesor financiero de la rica fallecida PARA APROPIARSE DE LA HERENCIA. Lo cual al ser la fallecida una feligrés fiel al obispo (pues tenía estrecha relación espiritual con éste) constituye un ACTO DE ALTISIMA TRAICION para la señora fallecida al NO querer respetar su voluntad (pues se dictaminó que el testamento contenía la voluntad de la fallecida de heredar a familiares). Y pretender apropiarse de sus bienes.
Pero...¿que más da? si la curia romanista ha traicionado incluso al mismo JesuCristo!! que no haga con una pobre creyente fiel de ellos. "por sus obras los conocereís" a estos lobos rapaces que no perdonan ni a los de su mismo rebaño.
Saludos en Cristo.
El Obispo Onésimo Cepeda denunciado por fraude millonario.
Los abogados Xavier Olea, Arsenio Farell Campa y Jorge Castro Trejo son quienes encabezan la denuncia que se presentó ante la Procuraduría General de Justicia local en contra del obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda Silva y del administrador y el empresario Jaime Matute Labrador, por presunto fraude procesal de 130 millones de dólares.
El representante legal de la empresa Arthinia Internacional, informó que el fraude de 130 millones de dólares es por un supuesto embargo de al menos 40 obras de arte autoría de reconocidos pintores como Rufino Tamayo, Diego Rivera, José Clemente Orozco y Pablo Picasso.
El litigante se presentó ante la oficialía de partes de la Procuraduría capitalina para denunciar una “simulación de actos jurídicos” o fraude procesal, por los cuales, presuntamente les permitió adjudicarse la propiedad de las obras pictóricas, propiedad de la señora Olga Azcárraga Madero, fallecida el 21 de noviembre de 2003.
La simulación de actos jurídicos consiste en la presentación de un pagaré supuestamente firmado por la hoy occisa, Azcárraga Madero, ante un juez civil para reclamar el cobro de dicha cantidad, o en su defecto proceder a un embargo, lo que a entender del litigante, representa un fraude procesal en agravio de la empresa que representa, pues el documento carece de una validez oficial.
El fundamento de la querella es que el obispo sostiene que hace cinco años le prestó 130 millones de dólares en efectivo a la señora Olga Azcárraga (hermana del presidente de Grupo Fórmula, Rogelio Azcárraga), siete meses antes de su muerte, una operación financiera que algunos familiares de la occisa aseguran es falsa.
El abogado informó que Cepeda y Matute han ostentado un pagaré que avala la entrega en calidad de préstamo, por parte del jerarca católico, de 130 millones de dólares en efectivo a favor de la mujer, transacción que se llevó a cabo el 28 de abril del año 2003.
Olea Peláez, aseguró que Jaime Matute se valió de la estrecha relación que tenía con la señora Azcárraga, al fungir como su administrador financiero en la empresa Arthinia Internacional y asesorarla en transacciones comerciales y financieras (posteriormente albacea que encabezaría la sucesión de bienes de la señora), utilizando la información para coludirse con el obispo Onésimo Cepeda (su confesor) y planear el presunto despojo al convencerla de firmar un papel en blanco en abril de 2003.
Precisó que ahora, Onésimo Cepeda deberá explicar cómo un jerarca de la Iglesia obtuvo 130 millones de dólares en efectivo para prestarlos a un particular, ya que no hay pruebas de la procedencia de dicho dinero.
“Cómo un obispo de la Iglesia católica puede tener 130 millones de dólares en efectivo para prestar. Posteriormente, el sacerdote endosa en propiedad ese pagaré a Matute Labrador, quien lo presenta ante un juzgado civil para embargar los derechos litigiosos de un juicio sucesorio en agravio de la señora Azcárraga Madero”, dijo el litigante antes de entrar a la PGJDF a presentar la denuncia. Precisó que las 40 obras de arte en cuestión, de las cuales la mitad las tiene el empresario Matute Labrador, y el resto la empresa Arthinia, avalan el presunto préstamo que hizo Onésimo Cepeda a la hoy occisa, quien donó dichas obras a la empresa Arthinia Internacional, cuando era presidenta del Consejo Directivo.
Sin embargo aseguró que no hay un registro bancario, notarial o financiero que avalen una operación monetaria por dicha cantidad, asimismo, tampoco se cuentan con los comprobantes de las cuentas de la hoy occisa, así como de la empresa Arthinia Internacional por dicha cantidad.
“Esperamos que no le tiemble la mano al procurador (Miguel Ángel Mancera) y que cite a comparecer al señor obispo, porque se le debe dar un trato igual que a cualquier otro ciudadano acusado de un delito”, sostuvo Xavier Olea Peláez, uno de los abogados que elaboraron la demanda. Pidieron al Ministerio Público capitalino citar a declarar a Cepeda en calidad de indiciado, sin importar su jerarquía dentro de la Iglesia Católica.
La prueba fuerte de los querellantes es un pagaré –al parecer manipulado– que Olga Azcárraga firmó en favor de Cepeda Silva y que el prelado endosó en propiedad al empresario Jaime Matute, administrador de la señora y de la compañía Arthinia Internacional, titular de los derechos de posesión de las obras de arte.
Respecto del pagaré que tiene la firma del prelado y que el pasado 23 de junio fue endosado en propiedad a Jaime Matute Labrador, Xavier Olea indicó: “pudimos comprobar pericialmente que se hizo en dos tiempos: primero se firmó la hoja en blanco, cuando aún vivía la señora; y luego, tras su fallecimiento, se rellenó, especificando los 130 millones”.
Dentro de las interrogantes que se hacen los querellantes son: “¿De dónde, un representante de la Iglesia católica “tiene esa cantidad y la entrega en efectivo”, además por que concepto?”.
Además se menciona una declaración que el 15 de diciembre de 2004 hizo Cepeda ante un juez civil que desahoga un juicio paralelo abierto por Rogelio Azcárraga en contra del prelado, la cual dice:
“No es verdad que el suscrito Onésimo Cepeda sea un hombre rico en lo material, y menos cierta es la supuesta capacidad económica que el actor me atribuye para satisfacer el apetito de dinero que mediante este juicio revela”, sostuvo el prelado ante el juez 56 de lo civil del Distrito Federal.
Valiéndose de esta afirmación del obispo, los querellantes resaltaron: “si el señor obispo no es rico en lo material, cómo pudo hacer un préstamo en efectivo por 130 millones de dólares a mi representada; y más aún, cómo pudo pensar que Arthimia se iba a obligar a pagar 130 millones de dólares (recordemos que Cepeda Silva, antes de ser sacerdote y, en consecuencia obispo, fue corredor de bolsa, miembro relevante de la comunidad financiera mexicana, lo que implica que conoce de números y riesgos financieros),”.
Aseguró que Onésimo Cepeda, en su carácter de ministro de culto, esta “impedido” para realizar operaciones mercantiles credicticias cuando éstas persigan fines de lucro, como se establece en la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público.
Reiteró el abogado, “fue una transacción simulada, ficticia. No la hubo, tomando en consideración que nunca ingresó esa cantidad a las arcas de la señora Azcárraga y menos a las de Arthinia Internacional, que es la titular de las obras de arte de pintores famosos.”
Las obras en litigio son de autores de reconocimiento mundial, algunas de las cuales podrían ser consideradas patrimonio nacional, como es el caso de Mujer caminando, del oaxaqueño Rufino Tamayo, cotizada en un millón de dólares, también se encuentran un Modigliani, un Rivera, un Orozco, un Clausell y un Picasso.
El único activo de esta empresa, que se constituyó el 7 de junio de 1976 en la ciudad de Panamá, Panamá, con un capital social de 25 mil dólares, son 24 obras de arte, entre ellas Tunas, de Frida Khalo; Autorretrato, de Oskar Kokosha; El baile, de Francisco Goitia, y Naturaleza, de Diego Rivera, así como otras de Leonora Carrington, Goya, Pablo Picasso, Marc Chagall y Amedeo Modigliani.
http://expresionmx.com/2008/10/17/e...84F5F1C34BE5=7qopR2XJg3DpFEtsLtn+A0QAAAA7aBLx
Pues bien, En este problemón que planteó a los paladines defensores de la ICR no hay salida posible. Por lo siguiente
Asumiendo sin Conceder, que el prestamo es válido, surgen muchas interrogantes que el sr cepeda tendrá que explicar:
¿De donde saco los 130 millones de dolares?
¿Los habrá sacado de su diócesis? ahi surge la interrogante: ¿El Católico regular conoce como se manejan los estados financieros de su Institución?
¿Los sacó de su fortuna personal (asumiendo que la tiene) o a nombre de un tercero? En el primer caso....¿por qué no da ese dinero a los pobres? Contradice la palabra de nuestro señor JesuCristo. En ambos casos...¿Acaso no está prohibido por la ley de cultos que el señor realice operaciones mercantiles con FINES DE LUCRO? Debe explicar con que motivo hizo tal prestamo.
En la otra hipótesis, Que nunca ocurrió tal prestamo, entonces el sr. obispo está cometiendo UN DELITO.
La última hipótesis, y la cual parece tener que cuenta con sólida evidencia, es que el sr obispo se coludió con el albacea y asesor financiero de la rica fallecida PARA APROPIARSE DE LA HERENCIA. Lo cual al ser la fallecida una feligrés fiel al obispo (pues tenía estrecha relación espiritual con éste) constituye un ACTO DE ALTISIMA TRAICION para la señora fallecida al NO querer respetar su voluntad (pues se dictaminó que el testamento contenía la voluntad de la fallecida de heredar a familiares). Y pretender apropiarse de sus bienes.
Pero...¿que más da? si la curia romanista ha traicionado incluso al mismo JesuCristo!! que no haga con una pobre creyente fiel de ellos. "por sus obras los conocereís" a estos lobos rapaces que no perdonan ni a los de su mismo rebaño.
Saludos en Cristo.