La iglesia pobre ante la crisis

23 Agosto 2006
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Vaya por delante, que el 95% de la humanidad siempre esta en crisis, que son los pobres, los obreros. Unos, condenados a la miseria, la guerra y el hambre, otros, a la explotación, salarios bajos y el paro, por un sistema económico que ahora todos parecen querer salvar.
Decía Jesús de Nazareth: “No podéis servir a Dios y al dinero” y “No hay mayor mandamiento que este; que améis a Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como a uno mismo”. Desde que el carpintero de Nazareth pronunciara aquellas palabras hace 2.000 años, todas las organizaciones religiosas han negado sus enseñanzas de amor al prójimo, y contra el amor al dinero. Gracias a ello, hoy tienen su fruto en el sistema bancario mundial, basado en la usura y el enriquecimiento sin límites de sus directivos y accionistas. Lo que nos ha llevado al colapso del sistema financiero mundial, victima de su propia codicia infinita.
A la par, por arte de prestidigitación teológica, el clero de todas las religiones ha trasformado el amor a prójimo, en el acto de la limosna. Consiguiendo con ello, hacer creer que enriquecerse a costa del prójimo, como hace la banca o la empresa, es una labor cristiana.
Las diferentes iglesias ricas: católicos, protestantes, ortodoxos, etc. apoyan un sistema económico que crea la riqueza de unos pocos, y la marginación de una mayoría: los pobres, los desahuciados y endeudados de por vida. ¡Presta en salir en socorro de los necesitados, que su propia moral crea! Las organizaciones religiosas harán ostentación de su “caridad o limosna” con los pobres. Cerrando un circulo de la que sale triunfante, y todos sus seguidores pobres perjudicados, pero contentos al ver que se preocupan de ellos, a base de limosnitas, no de Justicia de Dios.
Así, lo que tendría que estar tipificado como delito: como lo es el robo o el hurto gracias a la permisividad moral de las instituciones religiosas y políticas ha pasado a ser una costumbre custodiada por la ley.
Costumbre de la que se han aprovechado las propias instituciones religiosas al participar del mundo de las finanzas con sus propios bancos y grupos inversores.
Costumbre de la usura o el cobro de interés, por el que todo ciudadano tiene que pasar esclavizado de los préstamos o hipotecas el resto de su vida.
Una de las muestras del autentico amor al prójimo es el reparto de beneficios entre todos los que participan del trabajo, donde si uno gana todos ganan y si uno pierde todos pierden.
Pero para ello, los que se llaman cristianos tienen que seguir a Cristo, que es amor, bondad, justicia, etc. y darse de baja de las organizaciones religiosas que permiten la aberración de un mundo dividido en ricos y pobres, es decir, de ricos que se enriquecen a costa del trabajo los pobres, en supuesta comunión con Dios. Burlándose así de Dios y del prójimo. Y mientras exista mano de obra en exceso y paro, no traigamos más hijos al mundo, que los ricos nos aseguren un futuro sin privaciones y carencias, y luego, que nazcan los hijos.
El empresario tiene derecho a montar una empresa y dirigirla. Pero una vez amortizadas todas las inversiones: locales, maquinaria, fondo de previsión, etc. Tiene el deber de repartir las ganancias en partes iguales entre todos los que participan del trabajo. Así la responsabilidad de que la empresa vaya bien o mal, recae sobre todo el personal del sistema productivo, y no solo, sobre el empresario. El trabajador deja de ser un subordinado que obedece órdenes del empresario, para ser un colaborador en el buen funcionamiento de la empresa. Se finaliza así con la división de la sociedad en ricos y pobres, con las patronales y los sindicatos, la miseria y el hambre en el mundo, las guerras, los conflictos sociales y el paro. Pero empecemos por nosotros mismos, la iglesia verdadera en cada casa obrera y Cristo en el corazón.
Un obrero de iglesia pobre.
 
Re: La iglesia pobre ante la crisis

Vaya por delante, que el 95% de la humanidad siempre esta en crisis, que son los pobres, los obreros. Unos, condenados a la miseria, la guerra y el hambre, otros, a la explotación, salarios bajos y el paro, por un sistema económico que ahora todos parecen querer salvar.
Decía Jesús de Nazareth: “No podéis servir a Dios y al dinero” y “No hay mayor mandamiento que este; que améis a Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como a uno mismo”. Desde que el carpintero de Nazareth pronunciara aquellas palabras hace 2.000 años, todas las organizaciones religiosas han negado sus enseñanzas de amor al prójimo, y contra el amor al dinero. Gracias a ello, hoy tienen su fruto en el sistema bancario mundial, basado en la usura y el enriquecimiento sin límites de sus directivos y accionistas. Lo que nos ha llevado al colapso del sistema financiero mundial, victima de su propia codicia infinita.
A la par, por arte de prestidigitación teológica, el clero de todas las religiones ha trasformado el amor a prójimo, en el acto de la limosna. Consiguiendo con ello, hacer creer que enriquecerse a costa del prójimo, como hace la banca o la empresa, es una labor cristiana.
Las diferentes iglesias ricas: católicos, protestantes, ortodoxos, etc. apoyan un sistema económico que crea la riqueza de unos pocos, y la marginación de una mayoría: los pobres, los desahuciados y endeudados de por vida. ¡Presta en salir en socorro de los necesitados, que su propia moral crea! Las organizaciones religiosas harán ostentación de su “caridad o limosna” con los pobres. Cerrando un circulo de la que sale triunfante, y todos sus seguidores pobres perjudicados, pero contentos al ver que se preocupan de ellos, a base de limosnitas, no de Justicia de Dios.
Así, lo que tendría que estar tipificado como delito: como lo es el robo o el hurto gracias a la permisividad moral de las instituciones religiosas y políticas ha pasado a ser una costumbre custodiada por la ley.
Costumbre de la que se han aprovechado las propias instituciones religiosas al participar del mundo de las finanzas con sus propios bancos y grupos inversores.
Costumbre de la usura o el cobro de interés, por el que todo ciudadano tiene que pasar esclavizado de los préstamos o hipotecas el resto de su vida.
Una de las muestras del autentico amor al prójimo es el reparto de beneficios entre todos los que participan del trabajo, donde si uno gana todos ganan y si uno pierde todos pierden.
Pero para ello, los que se llaman cristianos tienen que seguir a Cristo, que es amor, bondad, justicia, etc. y darse de baja de las organizaciones religiosas que permiten la aberración de un mundo dividido en ricos y pobres, es decir, de ricos que se enriquecen a costa del trabajo los pobres, en supuesta comunión con Dios. Burlándose así de Dios y del prójimo. Y mientras exista mano de obra en exceso y paro, no traigamos más hijos al mundo, que los ricos nos aseguren un futuro sin privaciones y carencias, y luego, que nazcan los hijos.
El empresario tiene derecho a montar una empresa y dirigirla. Pero una vez amortizadas todas las inversiones: locales, maquinaria, fondo de previsión, etc. Tiene el deber de repartir las ganancias en partes iguales entre todos los que participan del trabajo. Así la responsabilidad de que la empresa vaya bien o mal, recae sobre todo el personal del sistema productivo, y no solo, sobre el empresario. El trabajador deja de ser un subordinado que obedece órdenes del empresario, para ser un colaborador en el buen funcionamiento de la empresa. Se finaliza así con la división de la sociedad en ricos y pobres, con las patronales y los sindicatos, la miseria y el hambre en el mundo, las guerras, los conflictos sociales y el paro. Pero empecemos por nosotros mismos, la iglesia verdadera en cada casa obrera y Cristo en el corazón.
Un obrero de iglesia pobre.

Si el mundo fuera obediente a Dios no habrían pobres.
 
Re: La iglesia pobre ante la crisis

Si el mundo fuera obediente a Dios no habrían pobres.
La palabra contradice esto que dices, pues de los mismos labios de Jesús salió esto:

"...Porque siempre tendréis pobres con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis.
..."


Dios te bendice!

Greivin.
 
Re: La iglesia pobre ante la crisis

La palabra contradice esto que dices, pues de los mismos labios de Jesús salió esto:

"...Porque siempre tendréis pobres con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis.
..."


Dios te bendice!

Greivin.

Que LA PAZ esté contigo Greivin.

Siempre ha habido pobres, porque nunca hubo muchos cristianos.

Que DIOS te bendiga.
 
Re: La iglesia pobre ante la crisis

La palabra contradice esto que dices, pues de los mismos labios de Jesús salió esto:

"...Porque siempre tendréis pobres con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis.
..."


Dios te bendice!

Greivin.

Por qué Jesús dijo esto?
Porque él sabe que la mayoría de la gente del mundo seguirá en rebeldía y desobediencia hasta el final, pero después de que Dios restaure la creación "no habrá más llanto ni clamor, ni dolor", por lo tanto no habrá más pobres, además porque creo que no habrán limitaciones materiales, es decir, lo material no será importante.

Saludos.
 
Re: La iglesia pobre ante la crisis

Que LA PAZ esté contigo Greivin.

Siempre ha habido pobres, porque nunca hubo muchos cristianos.

Que DIOS te bendiga.
¿Acaso el cristiano por ser tal no puede ser pobre? ¿Es acaso que necesariamente el cristiano deba ser rico?. ¿En que parte de la biblia se asegura la prosperidad material (no pobresa) a los cristianos?.

"...Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?..."

Hay pobres mas ricos de Dios, que ricos necesitados de él.

Dios es la riqueza del pobre y en sus arcas están los tesoros que algún día disfrutará el pobre que aquí en la tierra no tiene nada.

Dios te bendice!

Greivin.
 
Re: La iglesia pobre ante la crisis


Por qué Jesús dijo esto?
Porque él sabe que la mayoría de la gente del mundo seguirá en rebeldía y desobediencia hasta el final, pero después de que Dios restaure la creación "no habrá más llanto ni clamor, ni dolor", por lo tanto no habrá más pobres, además porque creo que no habrán limitaciones materiales, es decir, lo material no será importante.

Saludos.
"Conoce el justo la causa de los pobres; Mas el impío no entiende sabiduría." Proverbios

Curiosamente Jesús insta a los apóstoles a que hagan bién a los pobres que el se refiere. ¿Acaso por su rebendía y desobediencia?."...Siempre tendréis a los pobres con vosotros, y cuando queráis les podréis hacer bien;..."

"Peca el que menosprecia a su prójimo; Mas el que tiene misericordia de los pobres es bienaventurado." Proverbios

No amigo, estos pobres a los que se refiere Jesús, son tan cristianos y por ende gososos, que el mas rico de los ricos. La pobreza no es un castigo divino, sino una condición que hace mas necesitado de Dios al que la sufre y una forma de medir la misericordia del que dios le ha dado poder para hacer las riquezas.

"Hay quienes pretenden ser ricos, y no tienen nada; Y hay quienes pretenden ser pobres, y tienen muchas riquezas." Proverbios


Dios te bendice!

Greivin.
 
Re: La iglesia pobre ante la crisis

"Conoce el justo la causa de los pobres; Mas el impío no entiende sabiduría." Proverbios

Curiosamente Jesús insta a los apóstoles a que hagan bién a los pobres que el se refiere. ¿Acaso por su rebendía y desobediencia?."...Siempre tendréis a los pobres con vosotros, y cuando queráis les podréis hacer bien;..."

"Peca el que menosprecia a su prójimo; Mas el que tiene misericordia de los pobres es bienaventurado." Proverbios

No amigo, estos pobres a los que se refiere Jesús, son tan cristianos y por ende gososos, que el mas rico de los ricos. La pobreza no es un castigo divino, sino una condición que hace mas necesitado de Dios al que la sufre y una forma de medir la misericordia del que dios le ha dado poder para hacer las riquezas.

"Hay quienes pretenden ser ricos, y no tienen nada; Y hay quienes pretenden ser pobres, y tienen muchas riquezas." Proverbios


Dios te bendice!

Greivin.

Claro, las riquezas materiales son un lazo para el alma y nos alejan de Dios.

Los verdaderos tesoros están en el cielo.

Pablo dijo:Cuando soy débil, fuerte soy.

Saludos.
 
Re: La iglesia pobre ante la crisis

¿Acaso el cristiano por ser tal no puede ser pobre? ¿Es acaso que necesariamente el cristiano deba ser rico?. ¿En que parte de la biblia se asegura la prosperidad material (no pobresa) a los cristianos?.

"...Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?..."

Hay pobres mas ricos de Dios, que ricos necesitados de él.

Dios es la riqueza del pobre y en sus arcas están los tesoros que algún día disfrutará el pobre que aquí en la tierra no tiene nada.

Dios te bendice!

Greivin.

QueLA PAZ esté contigo Greivin.

Nadie que se llame a sí mismo CRISTIANO, puede ser rico.
El rico acapara, el CRISTIANO comparte...
Recuerda....: Es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja,que un rico en el REINO DE LOS CIELOS.
Y tambien: No se puede servir a dos SEÑORES..............ES IMPOSIBLE,.....tú lo sabes..

Que DIOS te bendiga grandemente.
 
Re: La iglesia pobre ante la crisis

El capitalismo: el Dios de todas de las religiones

Aunque la filosofía ya nos ha hablado de la relación entre la ética religiosa y el dinero, quizá sea necesario simplificarlo para que la gente corriente lo entienda, ya que como lo explican los eruditos no lo entiendo ni yo mismo. Me centrare en el catolicismo que es lo más conocido por los alrededores, pero el mismo modelo se puede aplicar a todas las religiones.
El hecho de que 280 personas posean el 60% de la riqueza mundial tendría que hacernos pensar en que ha ocurrido en el mundo para que esto pueda suceder. La moralidad religiosa que pudiera equilibrar esta descompensada balanza de la riqueza mundial esta prostituida casi desde su nacimiento, ya que pocos siglos después de la muerte del carpintero de Nazareth, lo fundamental se hizo accesorio y lo accesorio fundamental. Desde que el emperador Constantino organizo el cristianismo y paso este de estar inspirado en el espíritu de Cristo a estar inspirado en la letra de las leyes, normas y dogmas religiosos, padeciendo casi 2.000 años de la complicidad entre dinero, poder y religión. Así, se crea la teología para darle cobertura a esta impostura, para que lo negro parezca blanco y lo blanco negro “doctores tiene la iglesia” claman ellos. Casi 2.000 años no ya de la aprobación, sino de la exaltación del enriquecimiento a costa del trabajo del prójimo, violando con ello el principio máximo del cristianismo “amaras a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo”. Ese prójimo, que en lugar de ser amado como a uno mismo, es explotado y utilizado para enriquecimiento de unos pocos, explotado en todas las variantes democráticas que se contemplan dentro de la ley del mercado.
“No se puede servir a Dios y a las riquezas”. Pero para el catolicismo no ha cambiado nada en el mundo con respecto a la moralidad de acumular riqueza de forma ilimitada, que como Dios, puede crecer hasta el infinito sin ninguna ley moral que lo impida, en la medida que las personas, los medios técnicos y especulativos puedan saciar la codicia infinita. En este contexto, el funcionamiento moral de la organización católica no he estado por encima del funcionamiento de la sociedad, a fuerza o placer de tratar con las riquezas y el dinero, custodiado por los gendarmes religiosos, el liberador mensaje del sermón del monte ha sufrido un proceso de “transustanciación” (como cuando el cuerpo de Cristo en el cáliz se convierte en la hostia consagrada), las bienaventuranzas han mutado su texto y su sentido, no son los pobres, ni los que tienen hambre y sed de justicia, ni los mansos, los misericordiosos, los que lloran, los pacificadores, ni los de limpio corazón, ahora más que nunca los bienaventurados son los ricos, los banqueros, accionistas e inversores, los cardenales, obispos, y sacerdotes, los empresarios que se enriquecen a costa del trabajo de sus empleados, los reyes y presidentes, los perseguidores, los belicosos que quieren protegernos, los militares y dictadores, los que compiten y especulan... todos están al amparo de estas prostituidas bienaventuranzas urdidas por los cleros de todas las religiones.
La perversión económica de la competitividad deja a su paso la devastación de un grupo perdedores cada vez mayor. Millones de seres humanos perdedores, que no tienen ya derecho a que se haga justicia, sino a lo más elemental para su subsistencia. Y es con este tipo de moralidad obscena, que no condena el enriquecimiento a costa del trabajo del prójimo y la acumulación de riquezas sin limite, que anda el mundo sumido en famélicas hambrunas provocadas por la especulación alimenticia de precios (destrucción y acumulan millones de toneladas de stocs para que no bajen los precios); miseria de la que medran los intermediarios de la compasión de las ayudas internacionales; en guerras y conflictos a las que hay que surtir de armamento; en sidas, malaria, cólera, difteria, etc. con las que lucrarse con la venta de medicamentos; en un vergonzoso tercer mundo de gobiernos corruptos de los que se benefician las multinacionales por el expolio de materias primas; emigrantes, desplazados, exiliados, refugiados de un hogar arrebatado por la codicia ciega del mercado alimentado de la voracidad de unos accionistas que solo entienden del obsceno aumento de los beneficios; en un tercer mundo engordado de millones de niños traídos al mundo para pasar miseria, ser explotados o morir de inanición, abortados después de nacer por una religión homicida que condena la contracepción.
El aberrante sentido de la espiritualidad de los ricos deforma el sentimiento de la oración de una forma inmoral, porque aunque la boca vaya repitiendo la monotonía de la oración, tantas veces repetida, el corazón no miente de sus intenciones, ya decía el carpintero de Nazareth “donde estuviere vuestro tesoro, allí tendréis vuestro corazón” y hoy más que nunca clama esta impostura en forma de oración del Padrenuestro.
“Padre nuestro que estas en los bancos, santificada sea la bolsa, venga a nosotros tu interés, hágase tu crédito así en la tierra como en el cielo, los dividendos nuestros de cada día multiplícalos hoy, perdónanos nuestras usuras y desfalcos, así como nosotros perdonamos el blanqueo de dinero a los paraísos fiscales, déjanos caer en la tentación, mas líbranos de la honradez de la justicia de Dios, porque mientras los pobres no despierten a su Cristo interno y envíen a paseo a todas las religiones, nuestro es el reino, el poder y la gloria del dinero por los siglos de los siglos. Amen”
Un obrero de iglesia pobre
 
Re: La iglesia pobre ante la crisis

El capitalismo: el Dios de todas de las religiones

Aunque la filosofía ya nos ha hablado de la relación entre la ética religiosa y el dinero, quizá sea necesario simplificarlo para que la gente corriente lo entienda, ya que como lo explican los eruditos no lo entiendo ni yo mismo. Me centrare en el catolicismo que es lo más conocido por los alrededores, pero el mismo modelo se puede aplicar a todas las religiones.
El hecho de que 280 personas posean el 60% de la riqueza mundial tendría que hacernos pensar en que ha ocurrido en el mundo para que esto pueda suceder. La moralidad religiosa que pudiera equilibrar esta descompensada balanza de la riqueza mundial esta prostituida casi desde su nacimiento, ya que pocos siglos después de la muerte del carpintero de Nazareth, lo fundamental se hizo accesorio y lo accesorio fundamental. Desde que el emperador Constantino organizo el cristianismo y paso este de estar inspirado en el espíritu de Cristo a estar inspirado en la letra de las leyes, normas y dogmas religiosos, padeciendo casi 2.000 años de la complicidad entre dinero, poder y religión. Así, se crea la teología para darle cobertura a esta impostura, para que lo negro parezca blanco y lo blanco negro “doctores tiene la iglesia” claman ellos. Casi 2.000 años no ya de la aprobación, sino de la exaltación del enriquecimiento a costa del trabajo del prójimo, violando con ello el principio máximo del cristianismo “amaras a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo”. Ese prójimo, que en lugar de ser amado como a uno mismo, es explotado y utilizado para enriquecimiento de unos pocos, explotado en todas las variantes democráticas que se contemplan dentro de la ley del mercado.
“No se puede servir a Dios y a las riquezas”. Pero para el catolicismo no ha cambiado nada en el mundo con respecto a la moralidad de acumular riqueza de forma ilimitada, que como Dios, puede crecer hasta el infinito sin ninguna ley moral que lo impida, en la medida que las personas, los medios técnicos y especulativos puedan saciar la codicia infinita. En este contexto, el funcionamiento moral de la organización católica no he estado por encima del funcionamiento de la sociedad, a fuerza o placer de tratar con las riquezas y el dinero, custodiado por los gendarmes religiosos, el liberador mensaje del sermón del monte ha sufrido un proceso de “transustanciación” (como cuando el cuerpo de Cristo en el cáliz se convierte en la hostia consagrada), las bienaventuranzas han mutado su texto y su sentido, no son los pobres, ni los que tienen hambre y sed de justicia, ni los mansos, los misericordiosos, los que lloran, los pacificadores, ni los de limpio corazón, ahora más que nunca los bienaventurados son los ricos, los banqueros, accionistas e inversores, los cardenales, obispos, y sacerdotes, los empresarios que se enriquecen a costa del trabajo de sus empleados, los reyes y presidentes, los perseguidores, los belicosos que quieren protegernos, los militares y dictadores, los que compiten y especulan... todos están al amparo de estas prostituidas bienaventuranzas urdidas por los cleros de todas las religiones.
La perversión económica de la competitividad deja a su paso la devastación de un grupo perdedores cada vez mayor. Millones de seres humanos perdedores, que no tienen ya derecho a que se haga justicia, sino a lo más elemental para su subsistencia. Y es con este tipo de moralidad obscena, que no condena el enriquecimiento a costa del trabajo del prójimo y la acumulación de riquezas sin limite, que anda el mundo sumido en famélicas hambrunas provocadas por la especulación alimenticia de precios (destrucción y acumulan millones de toneladas de stocs para que no bajen los precios); miseria de la que medran los intermediarios de la compasión de las ayudas internacionales; en guerras y conflictos a las que hay que surtir de armamento; en sidas, malaria, cólera, difteria, etc. con las que lucrarse con la venta de medicamentos; en un vergonzoso tercer mundo de gobiernos corruptos de los que se benefician las multinacionales por el expolio de materias primas; emigrantes, desplazados, exiliados, refugiados de un hogar arrebatado por la codicia ciega del mercado alimentado de la voracidad de unos accionistas que solo entienden del obsceno aumento de los beneficios; en un tercer mundo engordado de millones de niños traídos al mundo para pasar miseria, ser explotados o morir de inanición, abortados después de nacer por una religión homicida que condena la contracepción.
El aberrante sentido de la espiritualidad de los ricos deforma el sentimiento de la oración de una forma inmoral, porque aunque la boca vaya repitiendo la monotonía de la oración, tantas veces repetida, el corazón no miente de sus intenciones, ya decía el carpintero de Nazareth “donde estuviere vuestro tesoro, allí tendréis vuestro corazón” y hoy más que nunca clama esta impostura en forma de oración del Padrenuestro.

Bien dicho.
Me gustaría que Kal-el o algún otro católico leyera este mensaje.

Saludos.
 
Re: La iglesia pobre ante la crisis

¿Qué dirán Creffo Dollar; Cash Luna; Edir Macedo; Billy y Franklin Grahams; Paul Crouch; Sun Myun Moon; Joyce Meyer; Palau; Juana Bynum; Jim Bakker; Pat Robertson; Jimmy Swaggartz; Jezzy Jackson; K. Copeland; Benny Hinn; Peter Poppof; Jerry Fallwell; Eddi Long; Micke Murdock; etc ...?


http://www.godtube.com/view_video.php?viewkey=cc7e6e4a1f3c8f035275


¡Qué Dios los prospere ... (en santidad, claro)!