La verdad, me parece que están viendo cosas donde no las hay.
Una cruz de una manera, una mirada no dicen nada, tampoco la ropa o los utensilios que tengan.
Lo que verdaderamente importa es el comportamiento de las personas lo que importa delante de los ojos de Dios.
Si estos hombres no andan delante de Dios, y hacen (o hicieron) su voluntad, sino que hacen lo que una doctrina humana o religión les dicte, pues donde esta la soberanía de Dios, pero si por el contrario hacen lo correcto no tendríamos de que acusarlos.
Lo que digo es que verdaderamente lo externo y lo que vemos no es importante, sino lo que que hay en el corazón de cada uno, y como dice la palabra "por sus frutos los conoceréis".
Recuerden a David, cuando fue ungido como Rey (1 Samuel 16.6-13), el profeta de Dios, aun siendo ungido y el mas grande de su época (Samuel), se dejo llevar por las apariencias externas, y viendo al hermano mayor, se dijo: Este es el Rey de Israel, pero Dios le mostró que este no era digno de tal cargo, y cuando David llego de cuidar las ovejas fue ungido de inmediato, es decir, no tenia las mejores ropas, pues venia del campo.
Primero nuestros ojos nos pueden engañar, mas si tenemos una profunda amistad con el Señor, el es quien nos revela la verdad y nos guía para no tropezar.
Hagamos, pues cada uno frutos dignos para el Señor.
