Los catòlicos romanos siguen cometiendo hasta la fecha uno de los pecados màs antiguos y màs graves de la humanidad: la idolatrìa màs antigua que existe: la adoraciòn o veneraciòn de imàgenes o estatuas religiosas (ìdolos).
De hecho el mandamiento que màs se repite en la Biblia tiene que ver con ese tema, con no hacerse imàgenes o estatuas religiosas (ìdolos), ya que ofenden a Dios (Exodo 20:3-6). Y un cristiano verdadero, igual que Jesucristo, no harìa nada que ofendiese a Dios, quien es un Espìritu, como dijo su Hijo (Juan 4:23,24), quien es la imàgen de su Padre, no en el sentido fìsico, ya que lo fìsico no sirve para nada (Juan 6:63), sino en el sentido espiritual, ya que Jesucristo es tambièn un espìritu, y tiene la misma personalidad y cualidades que su Padre (Dios), en èse sentido, quien ha visto al Hijo, ha visto al Padre (Dios), y los cristianos ungidos seràn igual que èllos (Jesucristo y su Padre), espìritus con la misma unidad entre èllos (Juan 17:3-6, 15-26).
Asì que Dios sigue pensando igual que hace miles de años en ese asunto, ya que es un mandamiento eterno, el no hacerse imàgenes o estatuas religiosas, lo cual se repite tambièn para los cristianos, y es precisamente de Exodo 20:3-6 de donde cita Jesucristo al responder al Diablo, cuando menciona que sòlo a Dios hay que adorar (venerar) y sòlo a Èl (Dios) hay que rendir culto (servicio sagrado) (Mateo 4:10). Algo que se repite hasta el ùltimo libro de la Biblia, por ej. el apòstol Pablo, predicando a los paganos en Atenas (Hechos 17:16,24,29-31), predicando a los efesios paganos (Hechos 19:23-40), a los romanos paganos (Romanos 1:18-25).
Y no se excusen con lo del Arca que Dios hizo construir, pero que ningùn israelita podìa ver, ni con la serpiente de bronce que Moisès debiò destruir despuès de aquel acontecimiento, pero al no hacerlo asì, sirviò de trampa para los israelitas, quienes consideraron a la serpiente como algo sagrado, como un ìdolo, a lo cual adorar o venerar, hasta que el rey judìo Ezequias destruyò a todos los ìdolos que tenìa Israel, que habìan cogido de las naciones paganas de alrededor, entre los cuales estaba la serpiente de bronce (2ºReyes 18:4). Algo que se repite muy frecuentemente en el Antiguo Testamento porque los israelitas caìan una y otra vez en lo mismo, en la idolatrìa, por ej. todos los profetas antiguos de la Biblia, tanto mayores como menores, dan mucho ènfasis sobre ese asunto, de que llevasen cuidado de no hacerse dioses de piedra, madera, metal, etc..., es decir ìdolos, que de nada sirven y ofenden a Dios, quien es un Espìritu y no se puede comparar a ninguna cosa material, que no tiene vida (Salmos 115(113):4-9; Isaias 40:18-26; 42:8; 44:9-20; Jeremìas 7:17-20; 10:1-6; 25:4-7; Habacuc 2:18,19; etc..); pues no hay que olvidar que la palabra ìdolo significa una imàgen o estatua religiosa, lo que enfureciò al apòstol Pablo en Atenas (Hechos 17:16,24,29-31).
Asì que, la principal razòn por la que Dios prohibe las imàgenes o estatuas religiosas (ìdolos), es para evitar que se caiga en la idolatrìa (Exodo 20:3-6; Deuteronomio 4:15-19); asì evitando tener dichos ìdolos (imàgenes o estatuas religiosas), evita uno la tentaciòn y la trampa de caer en la idolatrìa, de la cual hay que huir, pues conduce a la muerte (1ªCorintios 10:14-22; 1ªJuan 5:21; Apocalipsis 9:20,21; 21:8)
Todos contra la idolatrìa (Exodo 20:3-6).