yo creo q Dios perdona todo pero lean esto y miren el video
Tras los Secretos del Universo
Algunos creen que el mundo podría acabarse el próximo miércoles, que todos seremos destruidos por la creación accidental de un agujero negro.
Son temores infundados, dicen los expertos. Lo único cierto es que el próximo miércoles se iniciará el mayor y más caro experimento científico que se ha llevado a cabo.
Se trata del Gran Colisionador de Hadrones (LHC en sus siglas en inglés), el mayor y más potente acelerador de partículas que se ha construido en el mundo.
El proyecto, de la Organización Europea de Investigación Nuclear (CERN), es un túnel de 27 kilómetros de circunferencia ubicado entre Francia y Suiza a una profundidad de entre 50 y 150 metros.
El objetivo, afirman los investigadores, es comprender mejor el universo.
Un grupo de científicos ha presentado una denuncia ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo para que se paralice el previsto arranque del acelerador de partículas LHC del CERN ante el peligro de que genere agujeros negros.
El comienzo del funcionamiento del LHC o Gran Colisionador de Hadrones (en inglés, Large Hadron Collider o LHC) está programado para el próximo 10 de septiembre en el CERN, el Laboratorio Europeo para la Física de Partículas situado en un túnel bajo la frontera franco-suiza.
La queja ha sido firmada por varios científicos, entre ellos el profesor de bioquímica alemán y teórico del caos Otto Rössler, y ha sido coordinada por el vienés Markus Goritschnig.
Según dijo Goritschnig a la agencia suiza ATS, los demandantes lamentan que no se haya efectuado un examen de riesgos exhaustivo sobre el proyecto del acelerador igual que el que se hace, por ejemplo, con las centrales nucleares.
Afirman que la colisión de partículas en el acelerador podría provocar la aparición de pequeños agujeros negros capaces de aspirar el planeta y hacerlo desaparecer.
"El riesgo es suficientemente alto para que el proyecto sea detenido", argumentan.
El Consejo Europeo para la Investigación Nuclear (CERN, en francés) está examinando la denuncia, según declaró el portavoz James Gillie, quien recordó que la organización mantiene su postura de que no hay motivos de preocupación, pues el LCH no hace nada que no se produzca de forma natural en el Universo.
El próximo 10 de septiembre, millones de protones recorrerán los 27 kilómetros del LHC en un solo sentido, con el objetivo de ver si funciona correctamente, pero no se producirán choques de protones hasta pasados unos meses, cuando alcance su máxima potencia y cuando se iniciará la obtención de datos.
El objetivo del LHC es ayudar a desentrañar misterios como la estructura última de la materia, las propiedades de las fuerzas fundamentales y las leyes que gobiernan la evolución del Universo
El colisionador consiste en un enorme anillo de imanes superenfriados en 27 kilómetros de circunferencia.
La seguridad del acelerador -el más potente del mundo- ha sido motivo de debate durante años, y el pasado mes de marzo, un grupo de críticos puso una demanda en un tribunal de Hawai (EEUU) aduciendo que existía "un riesgo significativo de que la operación tenga consecuencias que puedan resultar en la destrucción de nuestro planeta".
Colisiones
El LHC acelerará dos haces de protones -pequeñísimas partículas subatómicas- en sentidos opuestos, a velocidades extremadamente rápidas, (hasta más de 99,9% de la velocidad de la luz).
Esto significa que los protones que correrán a lo largo del túnel podrán llegar a dar hasta 11.000 vueltas por segundo.
Y el choque de estas partículas recreará las condiciones en que se encontraba el universo fracciones de segundo después del Big Bang, hace más de 13.000 millones de años.
Este no es el primer colisionador de átomos que se construye, pero sí es el más veloz y el más potente.
En cuatro puntos a lo largo del túnel, el LHC contiene unos enormes instrumentos (detectores de partículas) que actuarán como microscopios subatómicos.
En éstos, llamados Alice, CMS, LHCb, y Atlas, se analizarán las colisiones y las cascadas de nuevas partículas que se crearán.
La idea, dicen los físicos del CERN, es entender las fuerzas fundamentales de la naturaleza y las partículas subatómicas que componen toda la materia.
Y es que, tal como explican los físicos del CERN, para entender de qué están hechas las cosas y las fuerzas que las mantienen juntas es necesario descomponer los constituyentes subatómicos de la materia.
Pero además los científicos esperan resolver algunos de los mayores problemas de la física.
Por ejemplo ¿de qué está formada la materia oscura?, ¿por qué no hay antimateria? ¿existen otras dimensiones y universos paralelos o se trata sólo de ciencia ficción?
Temores
Algunos han sugerido que estas colisiones y la energía involucrada en el experimento podrían crear "mini" agujeros negros que pondrían en riesgo al planeta.
Los científicos del CERN concluyeron en un informe publicado en agosto pasado que "no hay ningún riesgo concebible".
Tal como señala el doctor Brian Cox, físico del CERN, "el LHC no tiene en absoluto ninguna posibilidad de destruir nada más grande que unos cuantos protones".
"Y esta afirmación no está basada en supuestos teóricos", agrega.
Cualquier experimento científico, desde genética hasta física de partículas, debe ser sujeto a escrutinios rigurosos para asegurarse de que no se producirán resultados peligrosos.
El informe del CERN, comisionado por los gobiernos que participan en el proyecto, afirma que "durante los pasados miles de millones de años la naturaleza ya ha generado en la Tierra colisiones equivalentes a un millón de experimentos como los del LHC".
"Y nuestro planeta todavía existe", agrega el documento.
"No hay bases para preocuparse sobre las consecuencias de las nuevas partículas o formas de materia que podrían producirse en el LHC".
Aunque los autores confirman que en el colisionador podrían crearse agujeros negros "microscópicos", éstos tendrían una vida muy corta.
Tal como señala el profesor Cox "estos pequeños agujeros negros no serían nada parecidos a los que se crean cuando las estrellas se colapsan".
"Los mini agujeros se evaporarían muy pronto e incluso, si no ocurre así, serían tan pequeños que sería imposible que la materia se acercara tanto a ellos como para poder ser aspirada", agrega.
El proyecto ha tomado 20 años de preparación, ha costado US$10.000 millones y en éste han participado unos 10.000 científicos de 70 países.
Según los expertos "es la mayor aventura de la ciencia desde el alunizaje de las naves Apolo".
"Y promete una nueva era en nuestro entendimiento del universo en que vivimos".
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Tras los Secretos del Universo

Algunos creen que el mundo podría acabarse el próximo miércoles, que todos seremos destruidos por la creación accidental de un agujero negro.
Son temores infundados, dicen los expertos. Lo único cierto es que el próximo miércoles se iniciará el mayor y más caro experimento científico que se ha llevado a cabo.
Se trata del Gran Colisionador de Hadrones (LHC en sus siglas en inglés), el mayor y más potente acelerador de partículas que se ha construido en el mundo.
El proyecto, de la Organización Europea de Investigación Nuclear (CERN), es un túnel de 27 kilómetros de circunferencia ubicado entre Francia y Suiza a una profundidad de entre 50 y 150 metros.
El objetivo, afirman los investigadores, es comprender mejor el universo.
Un grupo de científicos ha presentado una denuncia ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo para que se paralice el previsto arranque del acelerador de partículas LHC del CERN ante el peligro de que genere agujeros negros.
El comienzo del funcionamiento del LHC o Gran Colisionador de Hadrones (en inglés, Large Hadron Collider o LHC) está programado para el próximo 10 de septiembre en el CERN, el Laboratorio Europeo para la Física de Partículas situado en un túnel bajo la frontera franco-suiza.
La queja ha sido firmada por varios científicos, entre ellos el profesor de bioquímica alemán y teórico del caos Otto Rössler, y ha sido coordinada por el vienés Markus Goritschnig.
Según dijo Goritschnig a la agencia suiza ATS, los demandantes lamentan que no se haya efectuado un examen de riesgos exhaustivo sobre el proyecto del acelerador igual que el que se hace, por ejemplo, con las centrales nucleares.
Afirman que la colisión de partículas en el acelerador podría provocar la aparición de pequeños agujeros negros capaces de aspirar el planeta y hacerlo desaparecer.
"El riesgo es suficientemente alto para que el proyecto sea detenido", argumentan.
El Consejo Europeo para la Investigación Nuclear (CERN, en francés) está examinando la denuncia, según declaró el portavoz James Gillie, quien recordó que la organización mantiene su postura de que no hay motivos de preocupación, pues el LCH no hace nada que no se produzca de forma natural en el Universo.
El próximo 10 de septiembre, millones de protones recorrerán los 27 kilómetros del LHC en un solo sentido, con el objetivo de ver si funciona correctamente, pero no se producirán choques de protones hasta pasados unos meses, cuando alcance su máxima potencia y cuando se iniciará la obtención de datos.
El objetivo del LHC es ayudar a desentrañar misterios como la estructura última de la materia, las propiedades de las fuerzas fundamentales y las leyes que gobiernan la evolución del Universo
El colisionador consiste en un enorme anillo de imanes superenfriados en 27 kilómetros de circunferencia.
La seguridad del acelerador -el más potente del mundo- ha sido motivo de debate durante años, y el pasado mes de marzo, un grupo de críticos puso una demanda en un tribunal de Hawai (EEUU) aduciendo que existía "un riesgo significativo de que la operación tenga consecuencias que puedan resultar en la destrucción de nuestro planeta".
Colisiones

El LHC acelerará dos haces de protones -pequeñísimas partículas subatómicas- en sentidos opuestos, a velocidades extremadamente rápidas, (hasta más de 99,9% de la velocidad de la luz).
Esto significa que los protones que correrán a lo largo del túnel podrán llegar a dar hasta 11.000 vueltas por segundo.
Y el choque de estas partículas recreará las condiciones en que se encontraba el universo fracciones de segundo después del Big Bang, hace más de 13.000 millones de años.
Este no es el primer colisionador de átomos que se construye, pero sí es el más veloz y el más potente.
En cuatro puntos a lo largo del túnel, el LHC contiene unos enormes instrumentos (detectores de partículas) que actuarán como microscopios subatómicos.
En éstos, llamados Alice, CMS, LHCb, y Atlas, se analizarán las colisiones y las cascadas de nuevas partículas que se crearán.
La idea, dicen los físicos del CERN, es entender las fuerzas fundamentales de la naturaleza y las partículas subatómicas que componen toda la materia.
Y es que, tal como explican los físicos del CERN, para entender de qué están hechas las cosas y las fuerzas que las mantienen juntas es necesario descomponer los constituyentes subatómicos de la materia.
Pero además los científicos esperan resolver algunos de los mayores problemas de la física.
Por ejemplo ¿de qué está formada la materia oscura?, ¿por qué no hay antimateria? ¿existen otras dimensiones y universos paralelos o se trata sólo de ciencia ficción?
Temores
Algunos han sugerido que estas colisiones y la energía involucrada en el experimento podrían crear "mini" agujeros negros que pondrían en riesgo al planeta.
Los científicos del CERN concluyeron en un informe publicado en agosto pasado que "no hay ningún riesgo concebible".
Tal como señala el doctor Brian Cox, físico del CERN, "el LHC no tiene en absoluto ninguna posibilidad de destruir nada más grande que unos cuantos protones".
"Y esta afirmación no está basada en supuestos teóricos", agrega.
Cualquier experimento científico, desde genética hasta física de partículas, debe ser sujeto a escrutinios rigurosos para asegurarse de que no se producirán resultados peligrosos.
El informe del CERN, comisionado por los gobiernos que participan en el proyecto, afirma que "durante los pasados miles de millones de años la naturaleza ya ha generado en la Tierra colisiones equivalentes a un millón de experimentos como los del LHC".
"Y nuestro planeta todavía existe", agrega el documento.
"No hay bases para preocuparse sobre las consecuencias de las nuevas partículas o formas de materia que podrían producirse en el LHC".
Aunque los autores confirman que en el colisionador podrían crearse agujeros negros "microscópicos", éstos tendrían una vida muy corta.
Tal como señala el profesor Cox "estos pequeños agujeros negros no serían nada parecidos a los que se crean cuando las estrellas se colapsan".
"Los mini agujeros se evaporarían muy pronto e incluso, si no ocurre así, serían tan pequeños que sería imposible que la materia se acercara tanto a ellos como para poder ser aspirada", agrega.
El proyecto ha tomado 20 años de preparación, ha costado US$10.000 millones y en éste han participado unos 10.000 científicos de 70 países.
Según los expertos "es la mayor aventura de la ciencia desde el alunizaje de las naves Apolo".
"Y promete una nueva era en nuestro entendimiento del universo en que vivimos".
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